Revista Profesional del Ejército de EUA

Edición Hispanoamericana

Artículos exclusivos en línea de septiembre 2020

El Ejército de Liberación Nacional, a principios de 2020

Teniente coronel (ret.) Geoff Demarest, JD, PhD, Ejército de EUA

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Integrantes del Frente Ernesto Che Guevara del Ejército de Liberación Nacional, participan en un ejercicio de entrenamiento de fuego vivo, el 26 de mayo de 2019, en el Departamento del Chocó, Colombia. El ELN es el último ejército rebelde de Colombia y uno de los grupos guerrilleros más antiguos en Latinoamérica. (Foto: Raul Arboleda, Agence France-Presse)

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es una de las estructuras guerrilleras más prominentes y virulentas en el norte de Sudamérica. El ELN está en un período de ascenso, pero no se debe analizar como si fuera una entidad independiente. Más bien, debe ser considerado como una de las unidades armadas, a la par de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en la jerarquía bolivariana mayor. Si bien las subunidades del ELN y grupos socios menores ejercen un grado de autonomía de acción, el ELN como una entidad cohesiva está subordinado estratégicamente al Partido Comunista de Cuba (PCC) y al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). En cualquier caso, el PSUV es una organización hermana subordinada al PCC, que es la organización geopolítica dominante1.

Actualmente, el ELN es la fuerza de asalto bolivariana preferida que ha sido y cada vez más será empleada para atacar blancos en el territorio colombiano. Estos ataques son parte de una guerra de múltiples formas librada por el PCC y el PSUV para lograr el control de la mayoría del territorio en el norte de Sudamérica. El PCC en esencia ha consolidado el control estratégico del territorio venezolano, al menos en términos de la interferencia internacional con este control. El teatro de guerra principal ahora está en Colombia. El modus operandi operacional de los combatientes bolivarianos parece ser realizar incursiones en Colombia con las fuerzas de infantería ligera del ELN y el apoyo de fuerzas con muchos más recursos (tales como las baterías de misiles antiaéreos) de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela para proporcionar refugio a las subunidades que se retiran a Venezuela. El objetivo geográfico intermedio de la parte militar de la estrategia es proteger las líneas de comunicación (las rutas de contrabando) desde y a través de Colombia2. Garantizar la seguridad de estas rutas contra la interferencia o interdicción eficaz proporciona un gran flujo de ingresos y sostenibilidad financiera. Una preocupación táctica emergente es el posible uso de drones armados por las FARC o el ELN contra blancos dentro de Colombia.

ni un paso atras liberacion o muerte colombia ELN logo

Las relaciones

Los integrantes del ELN recientemente celebraron el 55º aniversario de la organización3. El Ejército Nacional de Colombia prácticamente había eliminado al ELN en los años 70; en 1978 se dijo que el número de integrantes del ELN era de no más de treinta compañeros divididos en dos lugares en Colombia4. Sin embargo, pendía de un hilo y sobrevivió, y hoy en día prospera como una fuerza armada dominante en una región permeada por una gran variedad de otras bandas criminales5. En su comienzo, el ELN fue «implantado» en Colombia por Cuba como una extensión de su revolución6. No parece que el nexo entre el ELN y la vanguardia comunista revolucionaria de Cuba esté perdido. Hoy en día, la sede del ELN en esencia está en La Habana7. Mientras tanto, la otras gran organización guerrillera comunista, las FARC, que entró en un acuerdo de paz con el Gobierno de Colombia en 2016, no parece haber abandonado su personal o intenciones militares8. En consonancia con el ELN, las FARC actualmente tienen una relación más claramente subordinada con la jerarquía bolivariana9. No es de sorprender, dada la mayor influencia del PCC y el PSUV sobre los altos líderes de los dos grupos colombianos, que las relaciones actuales entre las subunidades de las FARC y el ELN se caractericen menos por la confrontación y más por la colaboración como unidades hermanas bajo la sombrilla bolivariana que coordina sus esfuerzos10:

«Un informe de inteligencia reciente confirma que los procesos de la alianza entre las FARC y el ELN han alcanzado niveles nunca antes vistos. […] En este momento un acuerdo existe entre los integrantes de los así llamados grupos disidentes de las FARC, o la facción armada de las FARC, y la guerrilla del ELN para tener un impacto militar y político en las regiones de Caquetá, Putumayo y Guaviare»11.

 

La suya no es solo una alianza, sino una alianza dentro de un movimiento más grande con un proyecto estratégico común12.

«El general Navarro dijo que: “Son más o menos unos 1000 hombres en armas y de redes de apoyo del terrorismo los que se encuentran en los estados fronterizos de Venezuela con Colombia”, y afirmó que: “la connivencia y complicidad de la Guardia [Nacional] Venezolana es total y absoluta, no lo digo yo, lo dicen los habitantes y autoridades de la zona fronteriza, eso está totalmente probado”»13.

 

La relación entre el ELN y las formaciones regulares de las fuerzas armadas bolivarianas de Venezuela es concordante14. A mediados de 2019, un artículo importante fue publicado en la revista Semana de Colombia a este respecto15. En una entrevista de seguimiento publicada por el periódico El Tiempo, se declara lo siguiente:

«La entrevistadora María Isabel Rueda: “General Navarro, aunque todos sabíamos que Venezuela protegía a guerrilleros de las FARC y del ELN, es la primera vez que nos presentan documentos con las pruebas, como acaba de hacer la revista Semana en su último número. ¿Esas órdenes escritas lo sorprenden, o no son nuevas para usted”?

 

El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Luis Fernando Navarro: “La fuente de la revista es una buena fuente. Nosotros, desde el Gobierno de Hugo Chávez, conocemos este tipo de informaciones. La guerrilla colombiana ha considerado a Venezuela como su retaguardia. Pero en esta nueva etapa, cuando las FARC están en un proceso de paz con el Estado colombiano y ya se desmovilizan, entregan las armas, queda un grupo armado organizado de residuales, que se asientan en Venezuela, donde empiezan un desarrollo y un crecimiento importante protegidos en ese territorio. [El presidente Nicolás] Maduro lo dijo en el marco del Foro de São Paulo: “Bienvenido ‘Santrich’ y bienvenido ‘Márquez’”. Pero, obviamente, de tiempo atrás ellos ya estaban allá. ‘Iván Márquez’ despachaba desde Venezuela desde el año 2004, 2005»16.

 

Como las FARC, por mucho tiempo, las partes bolivarianas le han dado al ELN refugio en el territorio venezolano y cubano. Pero ahora parece que la impunidad tácita ha evolucionado a la cooperación ocasionada hasta la incorporación abierta en el proyecto bolivariano general17.

En 2017, los líderes del Ejército de Liberación Nacional Pablo Beltrán, Antonio García y Nicolás Rodríguez se reúnen con el líder desmovilizado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Timoleón Jiménez en La Habana. (Foto: Juvenal Balán a través de Resolver, www.resolver.se)

La geografía física

Las áreas geográficas más apreciadas y los centros de gravedad físicos de la competición armada organizada en la región son los sistemas de corredores, rutas y senderos de contrabando. Los productos exportados de Colombia varían con el tiempo y sus mercados evolucionan, pero la geografía del movimiento clandestino de productos —el contrabando— generalmente es más estable. Los lugares específicos en esta geografía cambian bastante de acuerdo con la intensidad de la competición violenta por las rutas y los modos más valiosos en las mismas. Mientras las bandas criminales deben ocuparse con el cultivo localizado, extracción, procesamiento, robo de objetos de valor o la acción directa de secuestros, las organizaciones armadas más dominantes pueden especializar como operadores de rutas de peaje o mayoristas. La marihuana con THC concentrado es un ejemplo reciente18. La cepa genéticamente modificada llamada «marihuana creepy» es una híbrida deseable que requiere el cultivo técnicamente avanzado en invernaderos, lo cual significa que el movimiento de contrabando comienza en lugares de cultivo específicos. Una protección de ruta distinta o fija puede ser necesaria cerca de las nuevas fuentes, pero las rutas para el nuevo producto dentro y fuera del país serán las mismas que se usan para el transporte de heroína, cocaína o cualquier número de otros productos establecidos. Con relación a estas rutas, el ELN lógicamente se beneficia hasta al punto que mantiene ventajas relativas en la movilidad, potencia de fuego (en correlaciones de fuerza en el contacto), el grado de su presencia histórica, experiencias de los líderes, y alianzas internacionales. Tiene el lujo de evitar a priori los problemas de gestión de actividades ilícitas (p. ej., los daños ecológicos de actividades de extracción ilegal), que podría facilitar la impunidad legal para algunos líderes del grupo, incluso si tal impunidad es tema de la política nacional19.

Una medida de éxito en cuanto a estas rutas de contrabando es el flujo relevante de los productos. Según la Agencia Antidrogas de EUA, la producción de cocaína de calidad de exportación de Colombia se triplicó entre 2012 y 2017 y más del 90 por ciento del suministro de la cocaína en Estados Unidos es de origen colombiano20.

Presencia de actores y economías de Colombia, 2017. (Mapa cortesía de InSight Crime, Colombian Organized Crime Observatory, Universidad del Rosario, https://insightcrime.org/indepth/observatory-rosario/)

Aunque las rutas de contrabando siguen siendo el objetivo principal, hay gran valor en controlar las áreas donde se encuentran las fuentes de productos, porque esto lleva al control político territorial. El control territorial es más difícil de lograr, especialmente donde las bandas con conexiones familiares y conocimientos del área compiten por el control. La InSight Crime, una organización de periodismo e investigación no lucrativa, ha hecho mucho trabajo monitoreando las actividades ilegales en Colombia, lo cual necesariamente ha incluido un enfoque ocasional en el ELN. Un mapa interactivo bien presentado (véase la versión estática en el presente artículo) del sitio web Colombian Organized Crime Observatory de la InSight Crime muestra una estimación de los alcances geográficos en Colombia del ELN, las FARC, las «mafias» y las áreas de concentración de cultivos de coca alrededor de 201721. Lo que sugiere el mapa por proximidad geográfica es que el ELN y las FARC, en gran parte, dominan diferentes regiones en Colombia; el ELN está principalmente en el norte a lo largo de la frontera con Venezuela, en el corredor norte y la región del Pacífico, especialmente en el departamento del Chocó. Parece que el ELN tiene una influencia creciente en el sudoeste, incluyendo en los departamentos de Cauca y Putumayo, que han sido disputados por mucho tiempo22. Sin embargo, en algunos lugares, el ELN es la única fuerza ilegal, especialmente en la zona fronteriza de Catatumbo en el noreste de Colombia, donde mantiene una infraestructura de cocaína valiosa23. Según Luis Alberto Acevedo, el secretario de Gobierno del departamento de Norte de Santander: «Acá confluyen todos los grupos ilegales, todos están enfrentados en la zona del Catatumbo»24. En la región del Pacífico, el ELN enfrenta competencia mortal del Clan del Golfo, una organización que deriva mucho de su poder de las partes heredadas de las desmanteladas autodefensas, un grupo narcotraficante paramilitar que fue formado en esa región hace décadas25.

También de InSight Crime, en un artículo de Juan Bautista Díaz, un mapa muestra la presencia del ELN en el territorio venezolano en términos generales26. Los líderes del ELN, tal vez convencidos por sus caciques bolivarianos, no se han limitado al peaje de rutas y extorsiones, u «organizar» a los campesinos y mineros artesanales27. En los últimos años su rol en el esquema bolivariano evidentemente ha crecido junto con la profundidad geográfica de la presencia de sus unidades en el territorio venezolano28. Parece que ellos también han sido empleados como disciplinarios organizacionales en algunas actividades de extracción ilícita, una función que los bolivarianos tal vez consideran inadecuada para las unidades regulares de la FANB29.

El tipo de guerra

En una antología producida en 2002 por investigadores militares norteamericanos en Fort Leavenworth, Kansas, titulada Compound Warfare: That Fatal Knot, se acuñó el término «guerra compuesta», o «el uso simultáneo de una fuerza regular o principal y una fuerza irregular o guerrillera contra un enemigo»30. En el libro, se analizan varios casos históricos desde las guerras napoleónicas hasta Vietnam, y la experiencia rusa en Afganistán. El resultado es claramente expresado por el profesor Robert Baumann: «Una campaña guerrillera librada sin el beneficio de apoyo convencional o refugio geográfico puede ser derrotada por un poder que tiene recursos superiores y determinación suficiente para usarlos»31. Esto sugiere tácitamente que un refugio geográfico, el requilibrio de recursos o una determinación insuficiente podrían invalidar la aseveración anterior. El profesor Thomas Huber ofrece una descripción más detallada de la siguiente forma:

«Históricamente, dos condiciones que ocurren al mismo tiempo normalmente parecen garantizar la invulnerabilidad de la fuerza principal: el refugio seguro y un aliado de gran poder. Si el operario de CW [guerra compuesta] tiene un lugar seguro donde su fuerza regular puede refugiarse y un gran aliado que tiene capacidades iguales a su gran poder enemigo, en teoría, el operario de CW puede sostener indefinidamente la existencia de su fuerza regular. Por lo tanto, la fuerza principal también puede proteger y fomentar la fuerza guerrillera del operario de CW de manera similar.

Casi siempre el gran poder enemigo, enfrentado indefinidamente a presiones simultáneas, considera su campaña inútil o demasiado costosa y, con el tiempo, la abandona. En otras palabras, el adversario es derrotado. Por lo tanto, la guerra compuesta fortificada en su formulación original tiene cuatro elementos que sostienen a un poder menor que lleva a cabo una defensa de FCW [guerra compuesta fortificada]: (1) una fuerza regular o principal, (2) una fuerza irregular o guerrillera, (3) un refugio seguro para la fuerza regular y (4) un gran poder como aliado. (La posición más ventajosa en una situación de FCW es la del aliado de gran poder del operario de poder menor de FCW. El gran poder aliado ejerce mucha presión sobre su rival con gastos mínimos.) La fortificación es la diferencia entre la guerra compuesta, que es difícil de derrotar, y la guerra compuesta fortificada, que es casi imposible de derrotar»32.

 

La «guerra compuesta» es un descriptor útil para abordar el desafío que enfrentan las fuerzas armadas colombianas, al menos en el nivel operacional a lo largo de la frontera, dado que destaca el uso de unidades convencionales para proteger a las unidades guerrilleras de una intervención por las unidades convencionales de un adversario. Es decir, el PCC y el PSUV pueden desplegar unidades convencionales con armas avanzadas para proteger a las unidades del ELN y las FARC de la interdicción de las fuerzas colombianas, especialmente sus medios aéreos. El ELN realiza incursiones en el territorio colombiano y luego, si es necesario, se retira al otro lado de la frontera para disfrutar de la protección de la defensa antiaérea y otras formaciones bolivarianas33. Aun así, el término guerra compuesta también podría limitar la comprensión en que, como es el caso con la postura bolivariana contra Colombia, los que ejecutan la guerra no solo aplican dos dimensiones —convencional y guerrillera— sino una amplia gama de medidas complementarias.

Eduardo Mackenzie es un académico y periodista basado en París. Probablemente es el mejor erudito sobre la historia de las FARC y tal vez el autor mejor informado con los pensamientos más claros y más prolífico entre aquellos que analizan el conflicto en el norte de Sudamérica. Un comentario publicado por él el 20 de septiembre de 2019 fue inspirado por los ataques con drones contra instalaciones petroleras en Arabia Saudita del mes anterior, así como la declaración del retorno a la guerra de las FARC a principios del mismo mes. Mackenzie observa que algunos altos líderes de las FARC habían declarado que desde Venezuela están «preparados para continuar atacando Colombia con todos los métodos para construir un régimen “bolivariano”. Para hacerlo, dicen que van a usar un “nuevo método operacional” de la lucha armada»34. Mackenzie especula que los líderes de las FARC pueden estar refiriéndose a la:

«[…] instalación de células clandestinas en todas las esferas del Estado y sociedad de Colombia. Podría ser eso (el pseudolíder del partido conocido como Timochenko es el embrión de esa operación), y podría ser algo aún peor: un nuevo tipo de guerra de desgaste en la cual tendrán un nuevo tipo de arma a su disposición, incluso drones armados y misiles de alcance mediano»35.

 
La presencia de grupos armados en la frontera entre Colombia y Venezuela. (Mapa cortesía de InSight Crime, 2018, https://www.insightcrime.org/investigations/colombia-venezuela-criminal-siamese-twins/)

Existen pruebas de que las FARC (como mínimo) han estado jugando con drones36. Aunque el reportaje reciente sugiere que el uso de drones por la guerrilla es un fenómeno nuevo, la aseveración no es completamente correcta; es un deseo más refinado. En 2002, las FARC llevaron a cabo un ataque de fuego indirecto contra la inauguración del presidente Álvaro Uribe37. Se usaron cohetes, no drones, pero aeromodelos controlados por radio y armados con explosivos fueron encontrados en un campamento guerrillero38.

La guerra es descrita mejor como una guerra de múltiples formas, reconociendo la combinación de todos los medios de la lucha. De alguna manera, el uso de la «guerra subsidiaria o proxy» sugiere que el ELN actúa en nombre del régimen venezolano de Maduro o del Gobierno cubano, o tal vez los cubanos o venezolanos representan los intereses de China, Rusia, o Irán. Esto puede ser verdad, pero también es simultáneamente engañoso. Por mucho tiempo, los líderes del Partido Comunista de Cuba han dominado la estrategia regional de la larga guerra irregular. Varios actores, incluyendo el PSUV y otros partidos políticos, el ELN, las FARC, gobiernos exregionales, varias organizaciones internacionales, carteles de drogas menores, colectivos (paramilitares), y otras identidades organizacionales, ejercen algún poder para influenciar a los otros. Se podría aseverar razonablemente que un grupo podría actuar en nombre de los otros.

La narrativa estratégica

Un elemento clave en la guerra irregular es el control de la gramática básica (tanto el vocabulario como la teoría organizacional) para el análisis y diplomacia. El aparato bolivariano usa lo que nosotros podríamos llamar camuflaje gramático y, hoy en día, lo hace con base en años de preparación de la narrativa pública. Nunca ha pasado desapercibido.

La intimidación es un sello del modus operandi en las áreas no gobernadas y el ELN, sin lugar a dudas, ejerce esta forma39. También en la escala estratégica, el chantaje de protección del ELN ha registrado muchos éxitos. Como escribí en un artículo publicado en Military Review en 2002,

«Para el 2001, Pastrana [el entonces presidente de Colombia Andrés Pastrana Arango] estaba presionando por otorgar una zona al ELN como lo hizo con las FARC. El área escogida estaba a lo largo del río Magdalena. Aparte de dominar la línea de comunicación más importante del país desde el punto de vista estratégico, la zona propuesta incluye una gran concentración de plantaciones de coca, así como infraestructura petrolera. El entrevistador de Semana cuestiona a Pastrana sobre las negociaciones que se están llevando a cabo no tanto con los guerrilleros sino con los residentes locales que estaban en contra del plan propuesto. El entrevistador pregunta: «Y si no hay acuerdo, ¿va Ud. a continuar con la zona despejada en esa área»? Una respuesta franca resulta difícil, su lógica tal vez sea la primera expresión pública, más allá de un recital de abstracciones, del razonamiento del presidente: «El país necesita comprender que el ELN está listo para hacer la paz, pero si esto no sucede, está listo para hacer la guerra. Y tiene una gran capacidad terrorista». [«Mi única prioridad no es la paz», entrevista de Semana con el presidente Andrés Pastrana, Semana, 26 de febrero del 2001] En pocas palabras, un presidente de la nación afirma que su país debe comprender que si él no le concede a un grupo armado ilegal un territorio estratégicamente importante, el grupo va a causar daños al país. Para poder evitar el daño de acciones violentas, el presidente advierte al país que debe otorgar un patrimonio y aceptar un riesgo estratégico»40.

 

¿Cómo llegó Colombia a tal punto que su presidente hizo una petición sin adornos a favor del apaciguamiento de una banda violenta? Una parte del motivo era la preparación para la lógica y justificación de la criminalidad. Unos pocos años antes, el profesor Mauricio Rubio brillante y completamente describió la decepción semántica en un libro titulado Crimen e impunidad. El secuestro era y es un flagelo en Colombia. Es un chantaje de protección básico y un crimen tan fundamental como el asesinato y la violación. Se les dice a los seres queridos de los secuestrados que por un precio, los captores mantendrán al rehén sano y salvo. Parece que no es posible justificar el secuestro, pero en Colombia, la izquierda comunista encontró una falacia lógica que podía ser eficaz cuando era repetida suficientemente. Ellos distinguían el secuestro de la «retención» y la retención será ignorada por motivos políticos:

«Los practicantes de esta actividad [el secuestro] han sugerido, en concordancia perfecta con el libreto de las teorías, cómo diferenciar entre el secuestro y la “retención por motivos económicos” el hecho de que en el primero se satisface un interés personal mientras que el segundo responde a intereses colectivos.

Hay una diferencia entre el secuestro y la retención que es esencial especificar: el secuestro es un acto, criminal, llevado a cabo por la delincuencia común que tiene como su fin el interés personal de quien comete el delito; la retención es un acto político, cuyo propósito final es determinado por los objetivos del bienestar colectivo, en el marco de un proyecto histórico de transformación social dirigida por una organización revolucionaria41.

Aquí es donde encontramos Colombia en su discurso público actual en cuanto a todo tipo de crímenes, incluyendo la depredación ambiental, masacres y el narcotráfico. La extrema izquierda ha convencido a un número suficiente de personas que en nombre de lo que es en esencia la revolución cubana, se pueden perdonar políticamente todas las cosas. En este contexto narrativo, los horrores en el territorio colombiano son ignorados, pero solo si han sido cometidos por una organización revolucionaria. En un artículo titulado “Crímenes sin Castigo” publicado en junio de 2019, Javier Ignacio Mayorca comienza una discusión que aborda desde la corrupción profunda de la empresa petrolera nacional de Venezuela hasta la impunidad disfrutada por grupos armados ilegales en términos generales. Su resumen de la consternación y quejas del público sobre esta condición también define el desafío estratégico en pocas palabras: “Se salen con la suya”»42.

 

A mediados de agosto de 2019, los líderes de las FARC declararon que llevarán a una parte de las FARC a la guerra de nuevo43. Para el ELN, este acontecimiento evidentemente ha tenido el efecto de enterrar profundamente la posibilidad de algún tipo de negociación entre el Gobierno de Colombia y su propios líderes44. Debemos suponer que el ELN no tendrá la misma amplitud en sus formas de luchar, ni un partido político legal, ni la impunidad convertida en inmunidad (como muchos líderes de las FARC tienen actualmente como resultado de su ronda de negociaciones). Los líderes del ELN probablemente no ganen más impunidad a través de las negociaciones con el Gobierno de Colombia. Es más probable que sus patrocinadores para la impunidad sean los cubanos y los venezolanos.

Perspectivas

«Por motivos históricos, geográficos y de alcance cultural, y debido a una relación intensa y compleja, Venezuela se encuentra profundamente involucrada en el conflicto interno de Colombia. Actualmente, los dos países están atravesando circunstancias críticas en sus sistemas divergentes, derivadas en el caso de Colombia de la recurrencia de su conflicto armado y la lucha contra el narcotráfico y, en el caso de Venezuela, en su colapso de gobernabilidad, el resultado de la transición política-institucional incompleta y el replanteamiento de las relaciones civil-militares»45.

 

El comentario anterior, aunque vago, parece ser una descripción razonable de las condiciones actuales, pero es del libro The Colombian Conflict and Its Impact in the Andean Countries, publicado en 2003. Aceptando el argumento de que el comentario del académico era correcto en ese entonces, parece que la situación no ha cambiado mucho en una década y media. Aun así, la idea de que hay un «colapso» de gobernabilidad no encajaría bien. El régimen bolivariano está consolidado, estable y no enfrenta una amenaza viable. El PSUV no gobierna suave, generosa o competentemente, pero como estado, no está cayendo. Las esperanzas de que haya una crisis civil-militar que lleve a un golpe de estado probablemente fueron formadas por un reconocimiento equivocado de la diferencia efectiva entre los líderes uniformados y no uniformados en el sistema bolivariano. También es dudosa la idea de que Colombia tiene un conflicto interno en el que Venezuela está interesada. Una descripción más duradera y útil es que en 2003 (y en incrementos crecientes desde ese entonces), el conflicto es transnacional, con sus líneas de comunicación extendiéndose a través de numerosos países que rodean el mar Caribe. Los órganos políticos bolivarianos que actualmente ejercen control de los medios y estructuras en el nivel nacional en Venezuela (dirigido por el Partido Comunista de Cuba y con el apoyo obediente del Partido Socialista Unido de Venezuela) han estado librando una guerra contra o en desafío al gobierno nacional de Colombia. La guerra en Colombia es tan internacional como es interna y ha sido así por mucho tiempo. Las líneas de comunicación llevan a puntos de enfrentamiento en Colombia. El motivo no es un enigma: Colombia es el objetivo geográfico y geopolítico.

Como el consejo editorial del periódico Wall Street Journal recientemente opinó:

«Es dudoso que hubiera un compromiso de las FARC con la paz. Un mejor análisis es que los guerrilleros aceptaron un acuerdo que incluyó la amnistía y 10 escaños no elegidos en el Congreso, pero no tuvieron la intención de abandonar su empresa de cocaína lucrativa o su sueño de derrocar la democracia de Colombia»46.

 

Aun ese comentario contundente parece turbio en el análisis de sus presunciones. De hecho, es posible que las FARC hubieran estado comprometidas con la paz, pero solo una definida por ellos—una definición en la que ellos son políticamente dominantes. El ELN, sin embargo, siempre ha sido el más ideológicamente intransigente de los dos y ha tenido más vínculos con el PCC.

«

La derrota del ELN en el campo de batalla, tácticamente, significa derrotarlo tan frecuentemente como sea posible en los contactos, pero en el nivel operacional, tiene que significar cortar sus líneas de comunicación.

»

Conclusión

La consecuencia para el futuro de la geopolítica regional fue declarado con naturalidad en septiembre de 2019 por un líder del partido de la oposición venezolana Vente Venezuela: «La región está en peligro de que el estado criminal de Maduro se expanda»47. Esta es la perspectiva de alguien que observa desde el interior de Venezuela. Desde Colombia, el problema debe ser aun más desalentador. La derrota del ELN en el campo de batalla, tácticamente, significa derrotarlo tan frecuentemente como sea posible en los contactos, pero en el nivel operacional, tiene que significar cortar sus líneas de comunicación. En el nivel estratégico, significa ir a su cuartel general y destruir su jefatura en el lugar; es decir, negarles refugio. La mayoría de las líneas de comunicación del ELN pasan por Venezuela y a través del país. Los cuarteles generales del ELN tienen protección en Venezuela y Cuba. En pocas palabras, si bien Colombia puede debilitar al ELN, no puede derrotarlo (como tampoco a las FARC) sin enfrentar al enemigo total y sin entrar físicamente en el territorio venezolano para hacerlo.

 

Las opiniones expresadas en el presente artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan la política oficial o posición de la Oficina de Estudios Militares Extranjeros (FMSO), el Departamento del Ejército, el Departamento de Defensa ni el Gobierno de EUA.

La FMSO analiza asuntos militares y de seguridad regionales a través de fuentes abiertas no clasificadas e interacciones directas con especialistas militares y de seguridad extranjeros para apoyar la educación militar y asesorar a la jefatura del Ejército sobre asuntos críticos para el Ejército de EUA y la comunidad militar más amplia.


Notas

  1. Geoffrey Demarest, «The Cubazuela Problem», Military Review 98, nro. 6 (noviembre-diciembre de 2018): 50–65, accedido 6 de marzo de 2020, https://www.armyupress.army.mil/Journals/Military-Review/English-Edition-Archives/November-December-2018/Demarest-Cubazuela/; Geoffrey Demarest, «Venezuela in Light of Anti-American Parties and Affiliations in Latin America», Military Review Exclusivo en línea (junio de 2019), accedido 6 de marzo de 2020, https://www.armyupress.army.mil/Journals/Military-Review/Online-Exclusive/2019-OLE/June/Demarest-Venezuela/.
  2. Manuel Reyes Beltrán, «El gobierno exige al ELN detener siembra de minas antipersonal en Bojayá», Radio Santa Fé, 7 de enero de 2020, accedido 25 June 2020 http://www.radiosantafe.com/2020/01/07/gobierno-exige-a-grupos-armados-detener-siembra-de-minas-antipersonal-en-bojaya-por-alto-riesgo-para-comunidades/.
  3. «Oleada terrorista en el país por aniversario número 55 del Eln», YouTube video, publicado por «RED Más Noticias», 4 de julio de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.youtube.com/watch?reload=9&v=K8MjzTZ9nHM; «En la selva con el ELN, la última guerrilla de América», El Comercio (sitio web), 19 de junio 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.elcomercio.com/actualidad/eln-colombia-choco-guerrilla-bombardeos.html; Carlos Medina Gallego, Elementos para una historia de las ideas políticas del Ejército de Liberación Nacional: La historia de los primeros tiempos (1958–1978) (Bogotá: Rodríguez Quito Editors, 2001), 87.
  4. Medina Gallego, Elementos para una historia de las ideas políticas del Ejército de Liberación Nacional, 374; Álvaro Valencia Tovar y col., Historia de las Fuerzas Armadas de Colombia, Ejército, vol. III (Bogotá: Planeta Colombiana, 1993), 143; Álvaro Valencia Tovar, Inseguridad y Violencia en Colombia (Bogotá: Universidad Sergio Arboleda, 1997), 101–3; Corporación Observatorio para la Paz, Las Verdaderas Intenciones del ELN (Bogotá: Intermedio Editores, 2001), 136, 258–60; Wikipedia, s.v. «Operación Anorí», actualizado por última vez 25 de enero de 2020, 2114, accedido 9 de marzo de 2020, https://es.wikipedia.org/wiki/Operación_Anorí#cite_ref-news.google_1_1-0. «[En 1973,] el Ejército eliminó una columna de 80 guerrilleros, que en ese entonces equivalió a un tercio de la fuerza de combate del ELN. … El ELN fue diezmado después de la derrota y no pudo reorganizarse hasta después de 1983, bajo el mando del ‘Cura Pérez’».
  5. Sebastiana Barráez, «Tensión en la frontera: paramilitares colombianos amenazaron a la Policía venezolana por amparar a la guerrilla» , Infobae, 9 de julio de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, http://www.infobae.com/america/venezuela/2019/07/09/arde-la-frontera-paramilitares-colombianos-amenazaron-a-la-policia-venezolana-por-amparar-a-la-guerrilla/.
  6. Medina Gallego, Elementos para una historia de las ideas políticas del Ejército de Liberación Nacional, 69–72.
  7. Mar Romero, «Colombia exige a Cuba que entregue a los jefes guerrilleros del ELN», France24, 11 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.france24.com/es/20190911-colombia-cuba-denuncia-onu-eln.
  8. Vanessa Vallejo, «Las ‘nuevas’ FARC: el legado del acuerdo de La Habana», PanAm Post, 23 de enero de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://es.panampost.com/vanessa-araujo/2019/07/23/nuevas-farc-acuerdo-habana/.
  9. Jorge Cantillo, «Iván Duque criticó a Maduro por ofrecer protección a los líderes fugados de las FARC: ‘Venezuela es un santuario de terroristas y narcotraficantes’», Infobae, 29 de julio de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.infobae.com/america/colombia/2019/07/29/ivan-duque-critico-a-maduro-por-ofrecer-proteccion-a-los-lideres-fugados-de-las-farc-venezuela-es-un-santuario-de-terroristas-y-narcotraficantes/; Jetzely Marcano, «Vinculan actividad guerrillera colombiana con régimen de Maduro», El Nacional (sitio web), 30 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.elnacional.com/mundo/vinculan-actividad-guerrillera-colombiana-con-regimen-de-maduro/; «Rearme de FARC es parte de plan de Maduro contra Colombia, denuncia el ‘Pollo’ Carvajal», TalCual, 30 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://talcualdigital.com/index.php/2019/08/30/rearme-de-farc-es-parte-de-plan-de-maduro-contra-colombia-denuncia-el-pollo-carvajal/.
  10. «El informe de inteligencia que menciona a ‘El Paisa’ tras alianza ELN-FARC para las elecciones de Octubre 2019», El Nodo, 5 de mayo de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, http://elnodo.co/ELECCIONES19; Juanita Vélez; Ana León, «El ELN y las disidencias están coordinadas», La Silla Vacía, 3 de diciembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://lasillavacia.com/el-eln-y-las-disidencias-estan-coordinadas-69119.
  11. «El informe de inteligencia».
  12. Sabrina Martín, «Documentos confirman que Maduro, ELN y FARC planean ataques contra Colombia», PanAm Post, 9 de septiembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://es.panampost.com/sabrina-martin/2019/09/09/maduro-ataques-farc-eln-colombia/; Adriaan Alsema, «‘Jesus Santrich’ Announces ‘Continental Movement’ with Colombian Objectives», Colombia Reports, 10 de septiembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://colombiareports.com/jesus-santrich-announces-continental-movement-with-colombian-objectives/.
  13. Editores, «‘Más de 1.000 hombres del Eln están en Venezuela’: Comandante FF. MM.», El Tiempo (sitio web), 8 de mayo de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.eltiempo.com/justicia/conflicto-y-narcotrafico/los-hombres-del-eln-que-estan-en-venezuela-358668.
  14. Matthew Bristow, «Soldados venezolanos enseñaron cómo lanzar misiles antiaéreos a rebeldes del ELN», Infobae, 6 de mayo de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/05/06/soldados-venezolanos-ensenaron-como-lanzar-misiles-antiaereos-a-rebeldes-del-eln/.
  15. «Manguala contra Colombia: los secretos de la alianza entre el gobierno de Maduro, las disidencias y el ELN», Semana (sitio web), 9 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.semana.com/nacion/articulo/los-secretos-de-la-alianza-entre-el-gobierno-de-maduro-las-disidencias-y-el-eln/630999.
  16. María Isabel Rueda, «¿Lo dejan dormir los ejercicios misilísticos de Maduro?», El Tiempo (sitio web), 10 de septiembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.eltiempo.com/justicia/conflicto-y-narcotrafico/lo-dejan-dormir-los-ejercicios-misilisticos-de-maduro-411050.
  17. «El Eln tiene influencia en siete de los diez municipios con más coca», El Tiempo (sitio web), 30 de enero de 2020, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.eltiempo.com/justicia/conflicto-y-narcotrafico/radiografia-del-eln-y-su-presencia-en-zonas-de-narcotrafico-456930; Elías Rivas, «ELN tiene influencia en 12 de los 24 estados venezolanos: El Tiempo», Noticierodigital, 30 de enero de 2020, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.noticierodigital.com/2020/01/eln-tiene-influencia-en-12-de-los-24-estados-venezolanos-el-tiempo/.
  18. Punto Com, «Marihuana creepy: El cultivo que desató una fiebre del oro verde en Colombia», Infobae, 16 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.hoybolivia.com/Noticia.php?IdNoticia=300209&tit=marihuana_creepy_el_cultivo_que_desato_una_fiebre_del_oro_verde_en_colombia.
  19. «La Fiscalía de Colombia ordenó la captura de diez líderes del ELN, incluidos los cinco miembros de su cúpula», Infobae, 2 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.infobae.com/america/colombia/2019/08/02/la-fiscalia-de-colombia-ordeno-la-captura-de-diez-lideres-del-eln-incluidos-los-cinco-miembros-de-su-cupula/.
  20. Drug Enforcement Agency, 2018 National Drug Threat Assessment (Washington, DC: U.S. Department of Justice, Drug Enforcement Administration, October 2018), 40–42, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.dea.gov/sites/default/files/2018-11/DIR-032-18%202018%20NDTA%20%5Bfinal%5D%20low%20resolution11-20.pdf.
  21. «Presence of Criminal Actors and Economies, 2017», Colombian Organized Crime Observatory, InSight Crime and Universidad del Rosario, accedido 9 de marzo de 2020, https://insightcrime.org/indepth/observatory-rosario/.
  22. «Protección, la urgente petición de las comunidades del Cauca», El Nuevo Siglo (sitio web), 27 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.elnuevosiglo.com.co/index.php/articulos/08-2019-proteccion-el-urgente-llamado-de-las-comunidades-del-cauca.
  23. Ariel Cabrera, «El Ejército destruye complejo coquero del Eln en el Catatumbo», Radio Santa Fé, 19 de septiembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, http://www.radiosantafe.com/2019/09/19/ejercito-destruye-complejo-coquero-del-eln-el-catatumbo/; Sebastiana Barráez, «El ELN colombiano se apoderó de 15 fincas en territorio de Venezuela», Infobae, 12 de junio de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/06/11/el-grupo-terrorista-colombiano-ejercito-de-liberacion-nacional-se-apodero-de-15-fincas-venezolanas-en-el-municipio-catatumbo/.
  24. «¿Quiénes están detrás de las masacres y asesinatos en la frontera?», RCN Radio, 15 de julio de 2019, accedido 12 de marzo de 2020, https://www.rcnradio.com/colombia/santanderes/quienes-estan-detras-de-las-masacres-y-asesinatos-en-la-frontera.
  25. «Gaitanista Self-Defense Forces of Colombia (AGC)/Gulf Clan», Colombia Reports, 22 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://colombiareports.com/agc-gulf-clan/; «Capturaron en Colombia al jefe de finanzas y al hermano del máximo líder del Clan del Golfo», Infobae, 23 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.infobae.com/america/colombia/2019/08/23/capturaron-en-colombia-al-jefe-de-finanzas-y-al-hermano-del-maximo-lider-del-clan-del-golfo/.
  26. Venezuela Investigative Unit, «ELN Now Present in Half of Venezuela», InSight Crime, 13 de noviembre de 2018, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.insightcrime.org/news/analysis/eln-present-half-venezuela/.
  27. Geoffrey Demarest, «Illegal Mining and US Military Strategic Interests», Small Wars Journal, octubre de 2018, accedido 9 de marzo de 2020, https://smallwarsjournal.com/jrnl/art/illegal-foreign-mining-and-us-military-strategic-interests.
  28. Fernando Tineo, «Venezuela: el ELN también está en estados con salida al mar», Venepress, 8 de noviembre de 2018, accedido 9 de marzo de 2020, https://venepress.com/politica/ELN-tambien-esta-en-estados-con-salida-al-mar1541703040682; Mauricio Botero Caicedo, «¿Es el ELN una guerrilla venezolana?», Radio Santa Fé, 15 de noviembre de 2018, accedido 9 de marzo de 2020, http://www.radiosantafe.com/2018/11/15/es-el-eln-una-guerrilla-venezolana/.
  29. Véase, por ejemplo, Sabrina Martín, «Culpan al ELN por masacre de 20 mineros en Venezuela», PanAm Post, 10 de mayo de 2018, accedido 9 de marzo de 2020, https://es.panampost.com/sabrina-martin/2018/05/10/venezuela-eln-mineria-asesinato-estado-bolivar.
  30. Thomas M. Huber, «Compound Warfare: A Conceptual Framework», in Compound Warfare, That Fatal Knot, ed. Thomas M. Huber (Fort Leavenworth, Kansas: U.S. Army Command and General Staff College Press, 2002), 1.
  31. Robert Baumann, conclusión de Compound Warfare: That Fatal Knot, ed. Thomas M. Huber (Fort Leavenworth, Kansas: U.S. Army Command and General Staff College Press, 2002), 311.
  32. Huber, «Compound Warfare: A Conceptual Framework», 3-4.
  33. «El grupo terrorista ELN atacó con granadas la fiscalía colombiana ubicada en la frontera con Venezuela», Infobae, 8 de julio de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.infobae.com/america/colombia/2019/07/08/el-grupo-terrorista-eln-ataco-con-granadas-la-fiscalia-colombiana-ubicada-en-la-frontera-con-venezuela/.
  34. Eduardo Mackenzie, «Colombia y la ‘proxy war’», IFM Noticias, 18 de septiembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://ifmnoticias.com/colombia-y-la-proxy-war/.
  35. Ibid.
  36. Andrés Fernández, «Drones: nueva estrategia terrorista de las FARC», PanAm Post, 19 de septiembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://es.panampost.com/felipe-fernandez/2019/09/19/drones-farc-terrorismo-colombia/.
  37. «Las FARC iban a estrellar un avión suicida contra Uribe en su investidura», ABC.es, 25 de julio de 2002, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.abc.es/internacional/abci-farc-iban-estrellar-avion-suicida-contra-uribe-investidura-200207250300-116654_noticia.html.
  38. Complex Operational Environment and Threat Integration Directorate, «Raid on FARC Camp in Colombia Finds 9 RC Model Airplanes», OEA Team Threat Report, en Remote Control Model Airplanes as Terrorist Weapons, Training and Doctrine Command G-2 Intelligence Support Activity (noviembre de 2012), 7.
  39. Laura Ardila Arrieta, «Los líderes (y todo el mundo) están bajo fuego en Uré», La Silla Vacía, 29 de julio de 2019 accedido 9 de marzo de 2020, https://lasillavacia.com/silla-caribe/los-lideres-y-todo-el-mundo-estan-bajo-fuego-en-ure-67240.
  40. Geoffrey Demarest, «Terrorismo en Colombia», Military Review tomo 82, nro. 1 (enero-febrero de 2002): 28-31, accedido 4 de agosto de 2020, http://cgsc.contentdm.oclc.org/utils/getdownloaditem/collection/p124201coll1/id/821/filename/822.pdf/mapsto/pdf/type/singleitem; El presidente Andrés Pastrana, «Mi única prioridad no es la paz», entrevista por Semana, 26 de febrero de 2001, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.semana.com/nacion/articulo/mi-unica-prioridad-no-paz/45428-3.
  41. Carlos Medina, ELN: Una historia contada en dos voces. Entrevista con el «cura» Manuel Pérez and Nicolás Rodríguez Bautista, «Gabino» (Bogotá: Rodríguez Quito Editores, 1996), 236. En 1998, después de la muerte de Pérez, «Gabino» llegó a ser el comandante máximo del ELN, una position que ocupa hoy en día;
    Mauricio Rubio, Crimen e Impunidad: Precisiones sobre la Violencia (Bogotá: Tercer Mundo, 1999), 122.
  42. Javier Ignacio Mayorca, «Crímenes sin Castigo: La botija del régimen», Runrunes.es, 6 de junio de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://runrun.es/opinion/382552/crimenes-sin-castigo-la-botija-del-regimen-por-javier-ignacio-mayorca/.
  43. Juan Diego Posada, «Major Implications of Former FARC Leadership Returning to War», InSight Crime, 29 de agosto de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.insightcrime.org/news/analysis/major-implications-of-farc-leadership-returning-to-war/.
  44. Parker Asmann y Mimi Yagoub, «Wavering of ELN Peace Talks Could Cause Further Criminalization», InSight Crime, 14 de septiembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.insightcrime.org/?s=Wavering+of+ELN+Peace+Talks+Could+Cause+Further+Criminalization.
  45. Ana María Sanjuán, «Venezuela and the Colombian Conflict: Tensions, Problems and Uncertainties», en The Colombian Conflict and Its Impact in the Andean Countries, ed. Álvaro Camacho Guizado (Bogotá: CESO-Ediciones Uniandes, 2003), 251–69.
  46. Editorial Board, «No Peace in Our Time in Colombia: Key FARC Drug Smugglers Renew the Guerrilla War», Wall Street Journal (sitio web), 16 de septiembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.wsj.com/articles/no-peace-in-our-time-in-colombia-11568674469?mod=searchresults&page=1&pos=4.
  47. Williams Perdomo, «La región está en riesgo de que el estado criminal de Maduro se expanda», El Nacional (sitio web), 21 de septiembre de 2019, accedido 9 de marzo de 2020, https://www.elnacional.com/venezuela/la-region-esta-en-riesgo-de-que-el-estado-criminal-de-maduro-se-expanda/.

El teniente coronel (ret.) Geoffrey Demarest, Ejército de EUA, recibió una maestría de la Escuela Superior de Guerra del Ejército de EUA, un doctorado en Derecho y otro en Estudios Internacionales de la Denver University y un doctorado en Geografía de la University of Kansas. Después de ejercer como abogado en el estado de Colorado por un tiempo, desde 2000 ha sido el investigador sénior de estudios iberoamericanos de la Oficina de Estudios Militares Extranjeros del Ejército de EUA en Fort Leavenworth, Kansas. Ha vivido en Latinoamérica y ha viajado extensamente por la región.

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