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No es un ejercicio intelectual

Lecciones de la cooperación institucional entre los ejércitos de EUA e Israel, 1973-1982

Mayor Ethan Orwin, Ejército de EUA

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Una unidad de tanques israelí se prepara para un contraataque el 8 de octubre de 1973 contra blindados sirios en los Altos del Golán. (Foto: David Rubinger, Oficina de Prensa del Gobierno de Israel)

Cuando estalló la guerra del Yom Kipur en octubre de 1973, el Comando de Entrenamiento y Doctrina del Ejército de EUA (TRADOC) apenas tenía tres meses de creado. El comandante del TRADOC, general William DePuy, envió a su comandante de blindados, general de división Donn Starry, y al director del programa de tanques XM1, general de brigada Bob Baer, a Israel para obtener información sobre las implicaciones de la guerra. Esto marcó el comienzo de una larga y profunda serie de visitas del Ejército de EUA dirigidas a extraer lecciones de la guerra y el inicio de relaciones personales entre Starry y algunos de sus colegas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), lo cual repercutiría considerablemente en el Ejército de EUA en los próximos años.

Si bien existe cierto debate entre los historiadores sobre si la guerra del Yom Kipur cambió o simplemente confirmó las opiniones doctrinales de estos líderes del Ejército, no hay duda de que las lecciones del conflicto contribuyeron al desarrollo de la doctrina de Defensa Activa (Active Defense) de 1976, que posteriormente se convertiría en la doctrina de Batalla Aeroterrestre (AirLand Battle), publicada en 1982. Más allá del impacto doctrinal, los reveses iniciales y las victorias finales de las FDI en los Altos del Golán y la península del Sinaí captaron el interés de una generación de oficiales del Ejército de EUA que salieron de Vietnam con un enfoque renovado en la guerra convencional y la amenaza soviética en Europa. Las lecciones de la guerra del Yom Kipur son claramente visibles en los sistemas de armas conocidos como los «Cinco Grandes» que surgieron durante una época dorada de modernización del Ejército de EUA.

Todo esto es bien sabido; los líderes del Ejército hoy en día suelen hacer hincapié en la importancia fundamental de las relaciones del TRADOC con las FDI (y con razón) en las actividades bilaterales, y tanto los historiadores profesionales como los estudiantes de la Escuela de Comando y Estado Mayor han escrito mucho sobre DePuy y Starry y el desarrollo de la Batalla Aeroterrestre1. Sin embargo, se ha hablado poco sobre la importancia de la diplomacia militar durante este período de relaciones entre el Ejército de EUA y las FDI. Este artículo intenta abordar ese tema y examinar sus implicaciones para la cooperación actual entre los dos ejércitos.

La oleada de contactos institucionales y personales de alto nivel entre los dos ejércitos después del final de la guerra del Yom Kipur fue algo único, poco habitual de las relaciones del Ejército de EUA con aliados y socios. Además, las condiciones de mediados de los años 70 tienen mucho en común con las de 2019, no solo en los desafíos a los que se enfrentan ambos ejércitos, sino también en sus requisitos estratégicos e institucionales comparativos. Las condiciones actuales exigen una forma de colaboración sostenida y equilibrada centrada en la modernización, los métodos de entrenamiento individuales y colectivos y el rápido intercambio de las lecciones aprendidas en el campo de batalla (como quedó reflejado en el informe de Starry y después de la guerra)2.

Contexto: Relaciones internacionales del Ejército de EUA y las FDI

Antes de abordar las relaciones militares de EUA con Israel, es necesario hacer un análisis general de las relaciones del Ejército de EUA con otros ejércitos extranjeros. El Ejército dedica considerables recursos a este esfuerzo y los líderes de mayor antigüedad del Ejército han dejado claro que la colaboración con los aliados y asociados es una prioridad3. Los cuarteles generales de los comandos de combate geográficos y los comandos de servicio del Ejército cuentan con un gran número de profesionales militares y civiles que se centran en los ejercicios, el entrenamiento combinado y la cooperación militar. El cuartel general del Ejército sostiene conversaciones con ejércitos socios de todo el mundo que resultan en acuerdos que satisfacen las prioridades de ambas partes.

Además, el Ejército tiene un cuerpo de oficiales especializados en áreas extranjeras que ingresan como capitanes o mayores y sirven en esa especialidad por el resto de sus carreras. Estos oficiales reciben educación en idiomas, experiencia regional y educación de posgrado pertinente antes de embarcarse en asignaciones, tanto en la región como en estados mayores, que se centran en la cooperación con socios militares. Como las unidades sobre el terreno y los cuarteles generales cuentan con tecnología cada vez más avanzada, la «interoperabilidad» —la capacidad de los ejércitos aliados de conectar sus sistemas y luchar juntos— se ha convertido en un objetivo fundamental de las relaciones internacionales del Ejército.

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Como las unidades sobre el terreno y los cuarteles generales cuentan con tecnología cada vez más avanzada, la «interoperabilidad» —la capacidad de los ejércitos aliados de conectar sus sistemas y luchar juntos— se ha convertido en un objetivo fundamental de las relaciones internacionales del Ejército.

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Todos estos aspectos de cooperación militar benefician la relación entre el Ejército de EUA y las FDI. Las fuerzas del Ejército en Europa llevan a cabo una serie de eventos o ejercicios conjuntos con las FDI, en particular en el ámbito de la defensa antiaérea y contra misiles, y la participación anual de las FDI en los ejercicios multilaterales se ha ampliado del nivel de compañía al de batallón en los últimos dos años. Los líderes más antiguos de ambos ejércitos interactúan frecuentemente y delegaciones de trabajo realizan visitas recíprocas rutinarias para compartir tácticas, técnicas y procedimientos en numerosos campos. Además de conversaciones planificadas con estados mayores del Ejército, que abrirán oportunidades con otros comandos del Ejército, las Conversaciones Anuales sobre el Futuro Campo de Batalla (Future Battlefield Annual Talks) proporcionan un marco para la cooperación anual entre las fuerzas terrestres de las FDI y el TRADOC. La cooperación de las fuerzas de operaciones especiales del Ejército y la Guardia Nacional con socios israelíes es igualmente amplia.

Sin embargo, incluso en comparación con el robusto compromiso actual, el alcance y la profundidad de la cooperación institucional entre los ejércitos estadounidense e israelí de 1973 a 1982 es notable. Esto se debe en parte a las condiciones históricas en las que se encontraban ambos ejércitos. Ambos, independientemente de si lo sabían o no, estaban al final de una era y en el amanecer de otra. El Ejército de EUA estaba saliendo de una década de contrainsurgencia en Vietnam y treinta y tres años de servicio obligatorio. A medida que sus oficiales de mayor antigüedad trataban de construir una nueva fuerza totalmente voluntaria en un entorno de baja estima pública con respecto al Ejército, también tenían que reorientarse a la guerra convencional y a los potenciales campos de batalla de Europa Central. Para esta lucha, solo contaban con la experiencia que adquirieron como oficiales subalternos durante la Segunda Guerra Mundial mientras que el resto de los oficiales tenía poca. Sus adversarios del Pacto de Varsovia, sin embargo, serían una formidable amenaza en un conflicto de mediana intensidad4. Como ya se mencionó, el TRADOC se estableció en el verano de 1973 para hacer frente a estos desafíos y DePuy fue su primer comandante.

Las FDI, por su parte, estaban llegando al final de sus guerras existenciales de mediana intensidad con los ejércitos árabes, aunque esto no era claro en ese momento. Si bien los fracasos iniciales de la guerra del Yom Kipur fueron obviamente una sorpresa para las FDI y la sociedad israelí, la posición de las FDI como las fuerzas más experimentadas de todos los ejércitos de estilo occidental en la guerra convencional era indiscutible.

Acceso sin precedentes: Las primeras visitas de Starry y las lecciones iniciales

El impulso para la visita inicial de Starry y Baer a Israel llegó de manos del jefe de Estado Mayor del Ejército, general Creighton Abrams, quien consideraba que las lecciones de la guerra del Yom Kipur eran lo suficientemente importantes como para enviar a los dos generales subordinados que estaban en medio de una visita al Reino Unido. Como recordó Starry en una entrevista, Abrams no solo pidió lecciones generales de la guerra, sino que también señaló que la visita y las implicaciones de la guerra podrían repercutir en las decisiones de adquisición de tanques en Washington, D.C.—y no sería la última vez que se emplearían las lecciones operacionales israelíes para apoyar el desarrollo de capacidades del Ejército que corrían peligro5.

Un tanque M60 israelí (de fabricación estadounidense) destruido entre los escombros de otros blindados después de un contraataque israelí en el Sinaí, cerca del Canal de Suez, durante la guerra del Yom Kipur en 1973. En el cruce inicial del Suez por las fuerzas egipcias, los líderes israelíes creyeron que los soldados egipcios huirían en cuanto vieran los blindados israelíes, como lo hicieron en la guerra de 1967. Sin embargo, las fuerzas egipcias habían estudiado las tácticas israelíes de esa guerra y estaban bien preparadas para defenderse del uso inicial anticipado de los blindados israelíes. Esto casi resulta en una catástrofe para las fuerzas israelíes en la fase inicial del conflicto, aunque Israel pudo recuperar la iniciativa al final. (Foto: Military Battles on the Egyptian Front de Gammal Hammad vía Wikimedia Commons)

La visita proporcionó a Starry sus primeros encuentros con el general Moshe «Musa» Peled, héroe del frente de los Altos del Golán y comandante del Cuerpo de Blindados de las FDI, y el general Israel Tal, fundador del programa de tanques Merkava. Starry pasó varios días con Tal hablando sobre el nuevo Merkava, que era un prototipo al estilo Frankenstein creado a partir de partes de varios tanques de la época, y observando como la nueva creación disparaba proyectiles de prueba en el mar Mediterráneo desde Palmachim. Starry luego pasó más días con Peled y el Cuerpo de Blindados de las FDI antes de aprovechar el resto de la visita para recorrer los campos de batalla de los Altos del Golán y la península del Sinaí con los comandantes de batallón y de división que habían luchado allí6.

Cabe destacar que el nivel de acceso fue extraordinario, incluso considerando la gratitud israelí por la asistencia crucial que Estados Unidos brindó durante la guerra. Se suponía que las FDI estarían muy ocupadas consolidando sus logros, reconstruyendo las unidades y los equipos dañados y reflexionando a nivel nacional sobre las lecciones de la guerra. Sin embargo, sin ningún beneficio tangible inmediato para ellos o su país, los comandantes de las FDI de todos los niveles encontraron el tiempo para presentar a dos generales estadounidenses relativamente nuevos una muestra representativa del desarrollo de capacidades, las lecciones aprendidas, los métodos de entrenamiento y el análisis del campo de batalla.

Las numerosas visitas que siguieron, no solo las de Starry y Baer, también se caracterizaron por una sorprendente profundidad y alcance en la colaboración. Por ejemplo, cuando el comandante de la Escuela de Infantería del Ejército de EUA y su segundo visitaron Israel en diciembre de 1976 y febrero de 1977, respectivamente, ambos se reunieron con el jefe de Estado Mayor de las FDI, teniente general Mordechai «Motta» Gur7. La disposición de Gur a reunirse con generales de una y dos estrellas y a hablar sobre sistemas de armas antitanques, métodos de entrenamiento para la infantería mecanizada y el número apropiado de soldados en un escuadrón de infantería demostraba la prioridad que los dos ejércitos concedían tanto a las preocupaciones institucionales como a la cooperación bilateral. Las FDI abrieron sus puertas para la colaboración en todos los niveles y ejemplo de ello fue la invitación al comandante adjunto de la Escuela de Infantería del Ejército de EUA para que observara un ejercicio entero de fuego real de una compañía de blindados8. En las visitas a los ejercicios a nivel de brigada hubo interacciones en todos los niveles durante las operaciones tácticas, lo que permitió a los visitantes del Ejército de EUA redactar informes exhaustivos sobre las tácticas, técnicas y procedimientos de las FDI. El nivel de detalle registrado revela mucho sobre el interés del Ejército de EUA por reformar sus propios métodos de entrenamiento, equipo y doctrina, y su entusiasmo por los de un ejército aliado que recientemente había librado una guerra de mediana intensidad.

Starry, en su análisis para el TRADOC sobre la guerra del Yom Kipur, fue un tanto despectivo con los informes sobre las tácticas, técnicas y procedimientos de las FDI y escribió: «La altura y el ancho de información […] se pueden medir en kilómetros, la profundidad del análisis en milímetros»9. Él creía que las principales lecciones doctrinales ya estaban claras en su informe a Abrams después de su primer viaje y que se necesitaban muchos más viajes y conversaciones con amigos como Peled y Tal para expandirlas y responder a las preguntas que planteaban10. Algunos de los temas que debían ser abordados incluían la densidad y letalidad de los campos de batalla terrestres y aéreos modernos, la guerra de armas combinadas y la necesidad de que los comandantes observaran y perturbaran los escalones profundos y de retaguardia del enemigo.

Cooperación institucional entre los ejércitos de EUA e Israel después de 1973: Impacto en el Ejército de EUA

Los historiadores han debatido si las lecciones de la guerra realmente transformaron la comprensión de Starry y DePuy sobre la guerra moderna o si simplemente sirvieron de munición para corroborar las conclusiones a las que ya habían llegado11. El propio Starry escribió que sentía que las lecciones de la guerra confirmaban el camino que él ya había tomado para desarrollar la nueva doctrina del Ejército12. Pero para los que examinan la relación después de la guerra del Yom Kipur desde el punto de vista de la cooperación en materia de seguridad, esto es irrelevante. La importancia de la cooperación entre ejércitos institucionales amigos se mide por el grado de impacto real en la forma en que cada ejército se entrena y lucha, no por cuanto cambia la opinión de los generales.

¿Qué fue exactamente lo excepcional de todo este intercambio y su influencia en la doctrina del Ejército de EUA? El Ejército, después de todo, ha estado en continuo diálogo doctrinal con sus aliados de la OTAN desde que se estableció la alianza, y a diferencia de sus relaciones con las FDI, el Ejército de EUA, de hecho, escribe y sigue la doctrina combinada con los ejércitos alemán y británico, que Starry también visitó personalmente en su momento13. Pero, a diferencia de las FDI, los aliados de la OTAN carecían de experiencia en el combate convencional y tenían pocas lecciones aprendidas de los conflictos relacionados con la amenaza soviética en Europa para intercambiar. Fue la propia diferencia entre el Ejército de EUA y las FDI lo que hizo que la colaboración de 1973 a 1982 fuera tan útil. En la época actual, en la que la interoperabilidad es prioridad, la condición de las FDI como aliado cercano que está algo distante de los probables escenarios operacionales del Ejército de EUA vuelve a ser evidente.

Para el Ejército de EUA, el impacto de la guerra del Yom Kipur fue particularmente crucial en la doctrina final. Starry describió esto de forma sucinta en una carta de 1976: «Puede interesarle saber que la mayor parte de la literatura reciente del TRADOC fue estimulada por mi visita a Israel poco después de la guerra y el trabajo posterior con los líderes israelíes»14. Cuando DePuy presentó su informe, «Implicaciones de la Guerra de Oriente Medio en las tácticas, la doctrina y los sistemas del Ejército de EUA» (Implications of the Middle East War on U.S. Army Tactics, Doctrine, and Systems), el TRADOC había dividido las lecciones prácticas en 162 recomendaciones, veinte de las cuales fueron clasificadas como «completadas»15. Los detalles de este esfuerzo correspondían con su magnitud, con DePuy enfatizando temas tan diversos como el fluido hidráulico no inflamable, el almacenamiento de municiones bajo la torreta y la canibalización del campo de batalla. Es poco probable que el Ejército de EUA moderno haya intentado alguna vez aplicar las lecciones aprendidas de ejércitos extranjeros a una escala similar.

DePuy concluyó su resumen recordando a los líderes del Ejército que este esfuerzo no era un mero «ejercicio intelectual»16. Él destacó que todos los conceptos y la doctrina del Ejército, el desarrollo de capacidades y los esfuerzos de entrenamiento deben estar vinculados a las lecciones de la guerra. Una vez más, para un Ejército que no siempre se caracteriza por estudiar sus propias campañas (por no hablar de las de otros), este requisito de «combinar» los esfuerzos de desarrollo de fuerzas con las lecciones de una guerra extranjera es único en la historia de las relaciones internacionales del Ejército de EUA.

Todos estos esfuerzos resultaron en la doctrina de Defensa Activa, que más tarde se convertiría en la doctrina de Batalla Aeroterrestre y llegaría a ser bien conocida. Pero Starry y DePuy no pretendían que las lecciones de la guerra influyeran única o principalmente en la doctrina17. Las técnicas israelíes de entrenamiento individual y colectivo, que los generales estadounidenses consideraron decisivas para la victoria de las FDI mientras luchaban en inferioridad numérica, eran igualmente importantes.

Starry no era el único que tenía esta opinión. El general de brigada Paul F. Gorman, quien sirvió como jefe de Estado Mayor Adjunto del TRADOC para el Entrenamiento y más tarde como comandante de la Escuela de Infantería del Ejército de EUA, colaboró intensamente con las FDI a mediados de los años 70 y determinó que el entrenamiento era la variable que había ganado la guerra. Estudió los datos detallados que los israelíes tenían sobre las batallas de tanques y examinó el entrenamiento de los comandantes de tanque y artilleros israelíes. Sin embargo, el nivel de detalle fue más allá de simples intercambios de conocimientos técnicos. El TRADOC también obtuvo traducciones de manuales de entrenamiento israelíes, tablas de certificación de artillería y planes de ejercicios de blindados desde el nivel de tripulación hasta batallón18. (Esto es parecido a lo que las naciones asociadas reciben actualmente del Ejército de EUA durante las ventas militares en el extranjero, excepto que estos intercambios eran gratis entre socios de confianza).

Con esta información, Gorman llegó a la conclusión de que el entrenamiento de blindados de las FDI no solo había sido el factor decisivo en esas batallas, sino que también invalidaba las teorías de moda de la época sobre la importancia primordial de los números en el campo de batalla19. Este enfoque vinculaba claramente el éxito operacional en el campo de batalla a las reformas institucionales del Ejército, que era el objetivo principal de los generales del Ejército de EUA en el intercambio con sus colegas de las FDI. DePuy escribió que cuando sistemas de armas igualmente avanzados se enfrentan en el campo de batalla, «el valor, la imaginación y el entrenamiento de los comandantes son lo que marcan la diferencia»20.

Influencia en la modernización de material del Ejército de EUA

Los esfuerzos de DePuy y Starry en los primeros días del TRADOC incluían la modernización del material además del entrenamiento y la doctrina, y aquí también, la colaboración con Israel tuvo una influencia única. Ambos generales creían que la preocupación por la obsolescencia del tanque era exagerada y que el tanque simplemente necesitaba un apoyo adecuado de las armas combinadas para posibilitar su continua supremacía en el combate terrestre. El informe de DePuy, «Implicaciones de la guerra de Oriente Medio en las tácticas, la doctrina y los sistemas del Ejército de EUA», presentaba un diagrama que describía la centralidad continua del tanque, con la defensa antiaérea, la infantería mecanizada, el apoyo aéreo cercano y la artillería de campaña en apoyo (véase la figura)21. Esto representaba cuatro sistemas de armas que llegarían a ser conocidos como los «Cinco Grandes»: el tanque de batalla principal Abrams, el vehículo de combate Bradley, el helicóptero de ataque Apache y el sistema de defensa antiaérea Patriot. El quinto sistema no mencionado, el helicóptero Black Hawk, reflejaba las opiniones de Starry sobre el transporte rápido de tropas alrededor y entre zonas cercanas y profundas22.

Figura. Centralidad continua del tanque representando cuatro de los «Cinco Grandes». (Figura de William E. DePuy, «Implicaciones de la guerra de Oriente Medio en las tácticas, la doctrina y los sistemas del Ejército de EUA»)

Más allá de los Cinco Grandes, Starry vinculó explícitamente las lecciones de la guerra a los requisitos que impulsaron el desarrollo de la aeronave JSTAR (Joint Surveillance and Target Attack Radar System) y el misil ATACMS (Army Tactical Missile System)23. El Ejército también desarrolló simultáneamente el lanzacohetes MLRS (Multiple Launch Rocket System), el cual mejoraba las capacidades del quinto elemento del diagrama de DePuy: la artillería de campaña. Emplear las lecciones militares de un aliado extranjero de esta manera, en vez de utilizar informes de inteligencia sobre las capacidades de un adversario extranjero, para ganar «batallas» de adquisición en el Pentágono tiene pocos paralelos en la historia del Ejército.

Los historiadores han criticado a Starry y a otros oficiales por su descripción selectiva y demasiado optimista de la actuación de las FDI en la guerra. Por un lado, Starry se centró excesivamente en el teatro de guerra en los Altos del Golán y prestó menos atención al frente decisivo en la península del Sinaí. De manera general, los informes de los generales estadounidenses sobre las lecciones de la guerra apenas llamaban la atención a los muchos errores de las FDI, incluyendo como fueron sorprendidas al principio24. Pero esto fue un fracaso estratégico, y el interés del TRADOC en la guerra no era la estrategia, sino más bien las tácticas, las campañas y la modernización. Lo que puede parecer un análisis selectivo o deshonesto para un historiador experimentado fue, desde la perspectiva de Starry, un enfoque de lo que era importante para el Ejército de EUA de los 70.

En cualquier caso, los fracasos israelíes no fueron totalmente ignorados. En el informe de DePuy se describe en detalle el desastroso contraataque inicial en el norte de la península del Sinaí y se reconoce que los medios blindados sin apoyo ya no eran viables en el campo de batalla moderno25. No es de extrañar que Starry y DePuy, al igual que otros, utilizaran las lecciones de la guerra para impulsar sus propias prioridades de adquisición y doctrina (ya que eso es lo que hacen los líderes militares y burocráticos). Los líderes militares estadounidenses de hoy son igualmente selectivos en su enfoque de la doctrina y las lecciones de las FDI. Una contrainsurgencia en Cisjordania, por ejemplo, simplemente es menos interesante para los conceptos actuales y futuros del Ejército de EUA que lo que podría hacer una brigada de combate Gideon en una campaña contra el Hezbollah y otros proxies iraníes en los frentes libanés y sirio.

La (genuina) importancia de las relaciones

Una característica importante de la larga colaboración de Starry con las FDI fue el desarrollo de relaciones personales. Estas son difíciles de establecer entre líderes que cambian de posición cada dos años. Sin embargo, Starry logró mantener una colaboración estrecha con Israel mientras sirvió en la Escuela de Blindados del Ejército, el Cuerpo V y como comandante del TRADOC. Los generales Israel Tal y Moshe «Musa» Peled, en particular, se convirtieron en amigos personales. Starry incluso compartió frustraciones internas con sus homólogos israelíes, escribiéndole en una ocasión al coronel Bruce Williams, el agregado del Ejército de EUA en Israel, que le transmitiera a Peled su decepción por la decisión de Estados Unidos de recortar los fondos para un nuevo vehículo de combate de infantería26. Gracias a esta relación personal, las visitas fluyeron en ambas direcciones. Por ejemplo, en 1977, Peled coincidentemente estaba recorriendo la línea fronteriza de Alemania junto a Starry cuando una unidad soviética del tamaño de una división se desplazó sin que Estados Unidos y la OTAN lo notaran. Este incidente hizo que Peled guiara una visita para el estado mayor del V Cuerpo del Ejército de EUA en los campos de batalla de los Altos del Golán centrada en la conciencia situacional de los comandantes a nivel de división y cuerpo de ejército27. Estas amistades no solo tuvieron impactos estratégicos para Starry y el ejército de EUA, sino también para Israel en el ámbito político, como en el caso de la intervención de Starry con el secretario de Estado Alexander Haig con respecto a las preocupaciones de Israel sobre el mejoramiento de la relación entre EUA y Egipto28. Las relaciones también facilitaron la cooperación a nivel táctico cuando cuestiones políticas interferían. Cuando el clima político de Estados Unidos impidió que el Ejército visitara el frente del Líbano en 1982, los amigos de Starry en Israel le enviaron informes de la guerra de fuentes primarias de las FDI que incluso fueron traducidos29. Aunque es común en el ámbito de la cooperación internacional que las relaciones personales reciban pocos elogios, la cooperación entre las FDI y el Ejército de EUA durante la época de Starry demuestran claramente su importancia.

El inicio de la primera guerra del Líbano marcó un final interesante para esta era de cooperación intensa con respecto a los conflictos de mediana intensidad. Cuando estalló la guerra, Starry fue de nuevo el primer líder militar estadounidense que viajó a Israel, en donde muchos de sus viejos amigos lo recibieron con la receptividad habitual. Sin embargo, las circunstancias políticas en Estados Unidos le impidieron visitar los campos de batalla directamente, por lo que el jefe de Estado Mayor de las FDI, teniente general Rafael «Raful» Eitan, trajo a los comandantes de las fuerzas terrestres, aéreas y de inteligencia de las FDI que estaban en el frente para informar a Starry sobre los principales acontecimientos. En una carta dirigida al general E. C. Meyer, jefe de Estado Mayor del Ejército de EUA, Starry se quejó de que el Ejército no estaba haciendo lo suficiente para organizar una misión en la que se pudieran reunir las lecciones aprendidas, como se había hecho en 1973-197430.

Starry también no comentó nada respecto a cómo la naturaleza de las guerras que Israel libraba estaba cambiando. Parece que él esperaba que las lecciones de la primera guerra del Líbano fueran producto de los combates iniciales de mediana intensidad contra las fuerzas palestinas y sirias y que se centraran en el diseño de los tanques, el papel del apoyo aéreo cercano, y así sucesivamente—como ocurrió en la guerra del Yom Kipur. Sin embargo, la realidad era que las FDI estaban pasando por una transición hacia la guerra asimétrica que continuaría hasta la actualidad31. El Ejército de EUA no enfrentaría un cambio similar hasta 2003, en el que veinte años de lecciones de las FDI en Beirut, Nablus y Yenín repentinamente cobrarían relevancia.

Lecciones de la cooperación institucional entre los ejércitos de EUA e Israel en la actualidad

¿Qué podemos aprender en la actualidad de la cooperación institucional entre los ejércitos de EUA e Israel después de 1973? Las circunstancias son bastante diferentes. La diferencia principal es que los dos ejércitos ya no se preparan para el mismo tipo de enemigo. Como se describe en el concepto «Tierra en el horizonte» (Land on the Horizon) de 2028, la amenaza de referencia de las FDI es un adversario híbrido, no estatal, que es competente y cuenta con una serie de capacidades de alto nivel. En el Panfleto 525-3-1, El Ejército de EUA en las operaciones multidominio 2028 (Pamphlet 525-3-1, The U.S. Army in Multi-Domain Operations 2028) del TRADOC, los ejércitos extranjeros con capacidades casi similares son la amenaza de referencia32. Además, no hay mucha diferencia en términos de experiencia entre los dos ejércitos. Ambos tienen a sus espaldas casi veinte años de experiencia de combate en guerras similares, aunque las campañas de las FDI (con la excepción de la Segunda Intifada) han sido cortas e intensas en lugar de contrainsurgencias prolongadas. La situación en 1973 era diferente, ya que las FDI tenían experiencia en el tipo de guerra para la que el Ejército de EUA se estaba preparando. Por último, el Ejército de EUA no está experimentando cambios tan radicales como los de la década del 70. Su modelo de reclutamiento e ingreso no ha cambiado y los niveles de moral y profesionalidad son completamente diferentes de los que había después de Vietnam.

No obstante, hay mucho en común entre las dos épocas que es relevante para la cooperación. El Ejército de EUA está cambiando nuevamente su enfoque de la guerra asimétrica a las amenazas de ejércitos con capacidades similares y una vez más siente que ha permitido a sus adversarios acortar la brecha de capacidades en los últimos diez a quince años. Al igual que a mediados de 1970, ambos ejércitos creen que están al borde de un aumento de la letalidad en el campo de batalla, al menos en el caso de una campaña a gran escala contra sus respectivas amenazas de referencia. Las FDI son, una vez más, el primer ejército con lecciones operacionales sobre una serie de tecnologías esenciales para los conceptos de ambos ejércitos, como la protección activa y los sistemas integrados de defensa antiaérea.

Algo que sí ha cambiado es la velocidad y la sofisticación del proceso de desarrollo de capacidades de las FDI. El desarrollo por parte de Israel del sistema de defensa contra misiles Iron Dome o del vehículo de combate de infantería Namer en menos de cinco años después de percibir que ambos sistemas eran una necesidad operacional es impensable en el Ejército de EUA, y es la razón por la cual el recién creado Comando de Futuros del Ejército ha sido encargado de gestionar el programa de modernización del Ejército33. Si bien el pequeño tamaño de Israel y la limitada diversidad de sus adversarios facilitan este proceso, el Ejército haría bien en estudiar, como lo hizo Starry en su momento, la forma en que las FDI se modernizan en vez de solo utilizar las capacidades que resultan del proceso.

Hay otros paralelos sorprendentes entre las capacidades desarrolladas por las FDI que Starry y sus colegas estudiaron en la década del 70 y las capacidades que ambos ejércitos están discutiendo hoy. El informe de DePuy sobre los desafíos que la letalidad de las armas combinadas presentaba en los campos de batalla de la guerra del Yom Kipur —como fuegos aire-tierra y tierra-aire cada vez más eficaces— tiene cierto parecido con las «capas de separación» (layers of stand-off) que el Ejército de EUA considera su principal desafío en la actualidad34. El Ejército de EUA también perdió capacidades específicas de sostenimiento para combates de mediana intensidad durante la campaña de Vietnam, como la canibalización del campo de batalla en un ambiente de alta letalidad para los vehículos de combate35. El paralelo actual es la reconstitución y regeneración de fuerzas, que el Ejército está reexaminando en un ambiente multidominio, y que probablemente interesaría a los oficiales de logística israelíes en caso de otra guerra en el norte. Por otro lado, las delegaciones del Ejército de EUA que visitaron Israel en los 70 presenciaron el surgimiento de nuevas tecnologías, como sistemas autónomos controlados a distancia, que en la actualidad siguen siendo centrales en los debates sobre el desarrollo de capacidades entre los dos aliados36. Al reexaminar esta era de estrecha cooperación, vemos que lo que cada parte exigía de la otra no es tan diferente de lo que ocurre hoy en día.

El teniente coronel israelí Nir Yogev, comandante del batallón de control y movimiento (derecha), saluda a soldados estadounidenses el 7 de febrero de 2019 durante el ejercicio Juniper Falcon 19 en la Base Aérea de Hatzor en Israel. El Juniper Falcon 19 es un ejercicio bilateral entre el Comando Europeo de EUA y las Fuerzas de Defensa de Israel diseñado para mejorar las relaciones militares y aumentar la interoperabilidad entre los ejércitos de ambas naciones. (Foto: Segundo maestre Cody Hendrix, Marina de Guerra de EUA)

Conclusión: Ejércitos que aprenden juntos

Pocos en ambos lados de la relación dudan que la tecnología israelí será fundamental para la cooperación entre los dos ejércitos en el futuro próximo. Cuando los líderes de mayor antigüedad del Ejército de EUA visitan Israel, siempre se hacen demostraciones de tecnologías emergentes que son de interés. Además, el hecho de que el Ejército haya adquirido el sistema de protección activa Trophy y el sistema de defensa contra misiles Iron Dome de las FDI probablemente es señal de que vendrá más.

La cooperación después de la guerra del Yom Kipur —que tuvo lugar en una época en que la tecnología israelí era mucho menos avanzada y se destacaba principalmente por sus ingeniosas improvisaciones en el terreno— nos enseña la importancia de intercambiar las lecciones aprendidas y esto no debe olvidarse a través de un énfasis excesivo en el material. Starry y sus contemporáneos aprendieron mucho durante los intercambios sobre la letalidad del campo de batalla y las capacidades técnicas de los misiles antitanque Sagger y los misiles tierra-aire, pero también se interesaron por la forma en que el Cuerpo de Fuerzas Terrestres de las FDI ajustó su doctrina, entrenamiento y tácticas para hacer frente a esos sistemas de armas. Las escuelas de blindados y de defensa antiaérea de las FDI pueden desempeñar papeles igualmente críticos en la actualidad para el Ejército de EUA con respecto a la integración del sistema de protección activa Trophy y el sistema de defensa contra misiles Iron Dome.

Otra lección de la época de Starry sobre la cooperación entre las FDI y el Ejército de EUA es la importancia de contar con un mecanismo de lecciones aprendidas «bajo demanda». A pesar de lo profunda y fructífera que fue la cooperación, Starry siempre sintió que la inercia y las políticas estándares de cooperación en defensa obstaculizaban el avance rápido de la integración de las lecciones aprendidas. Sus quejas a Meyer durante la primera guerra del Líbano indican que incluso él consideraba que sus diez años de esfuerzos para mejorar este problema no fueron suficientes37.

Los dos ejércitos han seguido intercambiando las lecciones aprendidas en las décadas que siguieron. Ejemplos recientes incluyen la delegación de las fuerzas terrestres de las FDI que visitó los centros de excelencia del TRADOC en 2014 después de la operación Protective Edge y las sesiones informativas de EUA sobre las lecciones de las batallas de Mosul y Raqqa en las Conversaciones Anuales del Futuro Campo de Batalla. Las lecciones aprendidas en los ejercicios, en particular, los que ponen a prueba nuevos conceptos y capacidades, son otro tema bienvenido en los intercambios bilaterales. Pero Starry (así como Peled y Tal) comprendió que, si bien las sesiones informativas después de los conflictos son valiosas, lo son más los recorridos por los campos de batalla y los encuentros con los comandantes inmediatamente después de las batallas o incluso durante ellas. Para ello, se podría llegar a un acuerdo formal para intercambiar rápidamente las lecciones aprendidas. Por más que ninguna de las partes lo quiera, otra campaña israelí en el norte generaría inevitablemente lecciones cruciales sobre las operaciones multidominio y las actuales deficiencias del Ejército de EUA. Cualquier escalada más allá de la competencia habitual contra las fuerzas estadounidenses por parte de los adversarios en Europa, Oriente Medio o el Pacífico generaría un interés similar en las FDI.

En cuanto a las relaciones personales, pocos oficiales poseen el carisma de Starry o Peled. Sin embargo, la capacidad de Starry para mantener esos vínculos a pesar de servir en varias posiciones es un buen modelo a seguir para otros. Los vínculos y la colaboración se deben mantener a pesar de las rotaciones de puesto que ocurren cada uno o dos años. Esto ya se puede ver en los campos en los que los dos ejércitos cooperan de forma prolongada (por ejemplo, la defensa antiaérea). Gracias a los ejercicios combinados, muchos oficiales de defensa antiaérea del Ejército adquieren una considerable experiencia y contactos en Israel a lo largo de sus carreras. Cuando visitan como líderes de mayor antigüedad, suelen tener años de estrecha colaboración con sus homólogos de la Fuerza Aérea israelí y pueden abordar cuestiones más amplias de una manera que resulta evidente de inmediato. Un aumento en el intercambio de estudiantes por ambas partes, que se ha visto limitado en los últimos años, permitiría aprovechar más estas relaciones, así como la introducción de más oportunidades para ejercicios combinados, que ya está en marcha. La relación de diez años de Starry con las FDI, desde la guerra del Yom Kipur hasta la primera guerra del Líbano, ejemplifica lo que las relaciones de larga duración entre ejércitos institucionales pueden proporcionar—la oportunidad de ver a otro ejército luchar, aprender lecciones, cambiar, luchar de nuevo y aprender de nuevo.

Aquellos interesados en determinar qué es lo más importante en la relación entre el Ejército de EUA y las FDI deberían considerar primero lo que es único. Estados Unidos tiene la suerte de contar con muchos aliados cercanos, incluyendo algunos con quien esperan luchar codo a codo en campañas importantes, y por ello el énfasis en la interoperabilidad. Cuenta con socios que compran sistemas de armas estadounidenses, solicitan su asistencia para la formación de oficiales y soldados y están deseosos de participar en ejercicios combinados para promover la seguridad regional. Las estructuras actuales para la cooperación funcionan bien en este tipo de relaciones. La característica única y distintiva de la relación entre el Ejército de EUA y las FDI es que los dos ejércitos aprenden juntos. Es poco probable que luchen en las mismas guerras y la complicada dinámica regional dificulta la conducción de ejercicios terrestres combinados a gran escala relevantes para ambas partes. Pero ambos ejércitos se han mostrado excepcionalmente abiertos con respecto al intercambio de lecciones en preparación para el futuro. Los dos ejércitos confían el uno en el otro para innovar mientras luchan, reconocen sus errores y ponen todo su empeño y profesionalidad para mejorar antes de que se produzca el próximo conflicto. El intercambio de conocimientos resultante es algo que ninguno de los dos ejércitos puede esperar de la misma manera de otros.


Notas

  1. Véase Aaron J. Kaufman, «Continuity and Evolution: General Donn A. Starry and Doctrinal Change in the U.S. Army, 1974-1982» (monografía, Fort Leavenworth, KS: School of Advanced Military Studies, 2012).
  2. Para las principales conclusiones de Starry sobre su visita a Israel, véase Donn Starry, «TRADOC’s Analysis of the Yom Kippur War, Jaffee Center Military Doctrine Joint Conference, Caesarea, Israel, 16 March 1999», en Press On! Selected Works of General Donn A. Starry, ed. Lewis Sorley, vol. I (Fort Leavenworth, KS: Combat Studies Institute, 2009).
  3. Sydney J. Freedberg Jr., «Trump’s Pick for Joint Chiefs Praises Allies, Kurds & Mattis Strategy», Breaking Defense, 16 de enero de 2019, accedido 19 de agosto de 2019, https://breakingdefense.com/2019/01/trumps-pick-for-joint-chiefs-praises-allies-kurds-mattis-strategy/.
  4. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Albania, Alemania Oriental, Bulgaria, Rumania, Hungría, Polonia y Checoslovaquia. En ese momento, Ucrania formaba parte de la URSS. Véase Donn Starry, «Sergeants’ Business: U.S. Army Sergeants Major Academy, Fort Bliss, Texas, 3 November 1977», en Sorley, Press On!, 1:489.
  5. Donn Starry, «Desert Storm Lessons Learned: US Army Military History Institute Oral History Interview, Conducted by Lieutenant Colonel Douglas V. Johnson, Colonel Thomas Sweeney, and Colonel Douglas W. Craft, 18 September 1991», en Press On! Selected Works of General Donn A. Starry, ed. Lewis Sorley, vol. II (Fort Leavenworth, KS: Combat Studies Institute, 2009), 1225.
  6. Ibid.
  7. Willard Latham, memorando, «Trip Report by the Commandant, U.S. Army Infantry School, 6-13 December 1976» (Washington, DC: Department of the Army, 15 de febrero de 1977), obtenido del U.S. Army Training and Doctrine Command (TRADOC) Historian Archives; Fred Mahaffey, memorando, «Israel Visit by Assistant Commandant, USAIS, 5 to 11 February 1977» (Washington, DC: Department of the Army, 31 de marzo de 1977), obtenido del TRADOC Historian Archives.
  8. Mahaffey, «Israel Visit», Apendice en Visit to Sinai, 2.
  9. Donn Starry, «TRADOC’s Analysis of the Yom Kippur War, Jaffee Center Military Doctrine Joint Conference, Caesarea, Israel, 16 March 1999», en Sorley, Press On!, 1:223.
  10. Ibid.
  11. Saul Bronfeld, «Fighting Outnumbered: The Impact of the Yom Kippur War on the U.S. Army», The Journal of Military History 71, nro. 2 (abril de 2007): 465–98.
  12. Entrevista con Donn Starry, en Sorley, Press On!, 2:1109.
  13. Starry, «German-American Coordination: Letter to Lieutenant Colonel Samuel D. Wilder, Fort Monroe, Virginia, 23 August 1976», en Sorley, Press On!, 1:282; Starry, «US and Federal Republic of Germany Doctrine: Letter to Lieutenant General John R. Thurman, Deputy Commanding General, US Army Training and Doctrine Command, 27 September 1978», en Sorley, Press On!, 1:335.
  14. Donn Starry, «Israeli Relationships: Letter to Lieutenant Colonel Michael D. Mahler, Fairfax, Virginia, 28 April 1976», en Sorley, Press On!, 1:280.
  15. William DePuy, «Implications of the Middle East War on U.S. Army Tactics, Doctrine, and Systems» (presentación, febrero de 1975), 53, obtenido del TRADOC Archives.
  16. Ibid., 65.
  17. Para un informe detallado sobre el desarrollo de ambas doctrinas, véase Aaron J. Kaufman, «Continuity and Evolution: General Donn A. Starry and Doctrinal Change in the U.S. Army, 1974-1982» (monografía, School of Advanced Military Studies, Fort Leavenworth, KS, 2012).
  18. El general de brigada Paul F. Gorman también recomendó que el Ejército entrenara a un cuadro de «maestros artilleros», suboficiales de mayor antigüedad expertos en artillería de tanques que irían a cada batallón de blindados y establecerían los más altos estándares. El programa se ha ampliado desde entonces a la artillería de infantería mecanizada para los vehículos Bradley y Stryker, y en los últimos años, los maestros artilleros han viajado a Israel para probar diversas capacidades avanzadas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desde la perspectiva del Ejército de EUA.
  19. Paul F. Gorman, «How to Win Outnumbered», enviado en una carta a Donn A. Starry, 8 de enero de 1974, caja 2, carpeta 7, Donn A. Starry Collection, U.S. Army Heritage and Education Center.
  20. DePuy, «Implications of the Middle East War on U.S. Army Tactics, Doctrine, and Systems», 50.
  21. Ibid., Diagrama 15.
  22. Starry, «TRADOC’s Analysis of the Yom Kippur War», en Sorley, Press On!, 1:223.
  23. Starry, «Reflections», en Sorley, Press On!, 1:28.
  24. Bronfeld, «Fighting Outnumbered», 481–82.
  25. DePuy, «Implications of the Middle East War on U.S. Army Tactics, Doctrine, and Systems», 20–21.
  26. Starry, «Infantry Fighting Vehicles: Message to Colonel Bruce Williams, United States Defense Attaché Office, Tel Aviv, Israel, 19 January 1978», en Sorley, Press On!, 1:242.
  27. Starry, «Air Force: AirLand Battle: United States Air Force Oral History Program Interview Conducted by Dr. Harold R. Winton, 13 May 1995», en Sorley, Press On!, 2:1285.
  28. Starry, «Relations with Israel: Letter to Secretary of State Alexander M. Haig, Jr., 28 September 1981», en Sorley, Press On!, 2:933.
  29. Starry, «Desert Storm Lessons Learned», 2:1224.
  30. Starry, «Situations in Germany and Israel: Message to General E. C. Meyer, Army Chief of Staff, 30 November 1982», en Sorley, Press On!, 2:945.
  31. Pierre Razoux, Tsahal: Nouvelle histoire de l’armée israélienne (Paris: Editions Perrin, 2006), 369–459.
  32. U.S. Army Training and Doctrine Command (TRADOC) Pamphlet 525-3-1, The U.S. Army in Multi-Domain Operations, 2028 (Fort Eustis, VA: TRADOC, diciembre de 2018), 6–7; «Land on the Horizon» no está dispoble al público y el autor ha obtenido información de múltiples reuniones informativas no clasificadas de las FDI en 2018.
  33. Dirección de Tanques y Dirección de Investigación y Desarrollo de la Defensa del Ministerio de Defensa de Israel, en conversaciones con el autor, 2018-2019.
  34. DePuy, «Implications of the Middle East War on U.S. Army Tactics, Doctrine, and Systems», 25–28.
  35. Ibid., 54–57.
  36. David Stefanye, memorando, «Trip Report, Visit to Israel on 18–21 October 1976» (Washington, DC: Department of the Army, 2 de noviembre de 1976), 13, obtenido del TRADOC Historian.
  37. Starry, «Situations in Germany and Israel», en Sorley, Press On!, 2:945.

El mayor Ethan Orwin, Ejército de EUA, es el oficial de enlace del Comando de Entrenamiento y Doctrina para las Fuerzas de Defensa de Israel. Obtuvo una licenciatura por la Academia Militar de Estados Unidos, un diploma por la Universidad de St. Andrews y una maestría por el King’s College de Londres. Sus asignaciones incluyen despliegues en Afganistán e Iraq y misiones en Omán e Israel como oficial de área extranjera en Oriente Medio y África del Norte.

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