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Su propia lógica

El arte operacional ruso en la campaña en Siria

Teniente coronel Nicholas Sinclair, Ejército de EUA

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Integrantes de las fuerzas rusas y sirias de guardia cerca de carteles del presidente sirio Bashar al-Assad y su homólogo ruso Vladimir Putin, 20 de agosto de 2018, en el paso de Abu Duhur, en la franja oriental de la provincia de Idlib, Siria. Los civiles usaron el paso para entrar en el territorio controlado por el régimen desde las áreas controladas por los rebeldes en la provincia, incluso algunos que regresaban a sus aldeas que fueron recapturadas por las fuerzas del régimen ese mismo año. (Foto: George Ourfalian, Agence France-Presse)

El plan debe ser basado exclusivamente en la realidad.

—Aleksandr Svechin


La campaña de Rusia en Siria parece haber tenido éxito más allá de lo esperado. Al principio, muchas personas en Occidente pensaban que Rusia estaba «condenada a fracasar»1. Para sorpresa de la sabiduría convencional, los rusos lograron sus objetivos estratégicos a un costo relativamente bajo en solo tres años y medio. ¿Cómo hizo Rusia esto? La respuesta yace en la aplicación diestra del arte operacional. Los rusos planificaron para las operaciones en Siria con cinco elementos del proceso mental militar ruso. (1) análisis histórico, (2) tendencias, (3) previsión y pronóstico, (4) formas y métodos y (5) correlación de fuerzas y medios. El proceso mental dialéctico produjo un plan realista y viable que logró sus metas estratégicas para estabilizar el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad y fomentar su prestigio internacional. El propósito del presente artículo es describir la lógica singular del pensamiento militar ruso y deducir cómo los rusos aplicaron estos cinco elementos del proceso mental en la campaña en Siria. Comprender esto proceso mental proporciona claridad en cuanto a la planificación militar estratégica de Rusia y su ejecución de campañas militares. Se describen las contribuciones rusas al pensamiento militar y se analiza Siria desde un punto de vista principalmente táctico. El término «arte operacional» usado en este artículo se refiere a la definición del término de las fuerzas armadas de EUA; proporciona el contexto e infiere que la experiencia en Siria es parte del análisis de sistemas militares rusos2.

Objetivos estratégicos y el arte operacional

Los objetivos estratégicos de Rusia proporcionan el punto de partida para comprender su diseño de la campaña en Siria. La Estrategia de Seguridad Nacional de 2015 de Rusia enumera dos objetivos estratégicos específicos aplicables a Siria—el primero es seguridad a través de «fortalecer la defensa del país» y el segundo se enfoca en el reconocimiento internacional y dignidad nacional a través de «consolidar el estatus de la Federación rusa como un poder mundial de primer orden, cuyas acciones tienen el fin de mantener la estabilidad estratégica […] en un mundo policéntrico»3.

El primer objetivo estratégico, la seguridad, está profundamente arraigado en las mentes de los líderes rusos. Thomas Wilhelm, director de la Oficina de Estudios Militares Extranjeros (FMSO) en Fort Leavenworth, Kansas, observó que esta característica nacional resulta en el Gobierno ruso favoreciendo una metodología controlada para contrarrestar el caos4. La inestabilidad que surge de las revoluciones de colores causó preocupaciones específicas para el liderazgo ruso, que normalmente culpan a Occidente de instigar los levantamientos y deliberadamente dejar el caos a su paso. Estas insurrecciones frecuentemente producen agitación regional y fomentan el fundamentalismo islámico, que recibe apoyo en la región del Cáucaso de Rusia. Al apoyar al régimen de Assad, Rusia proporcionó estabilidad para la región, impidió que el Estado fracasara, como ocurrió en Libia, y negó refugio a hasta cinco mil combatientes islámicos nacidos en Rusia5.

El orgullo nacional es la segunda meta estratégica de la intervención rusa en Siria. Al mantener el régimen de Assad en el poder y estabilizar el país, Rusia podría ser un poder global respetado que contrarrestaría los objetivos globales disruptivos de EUA, creando así un orden mundial policéntrico. Recuperar el prestigio ruso es un tema recurrente para el presidente ruso Vladimir Putin. En 2005, declaró que la caída de la Unión Soviética era «la catástrofe geopolítica más grande del siglo»6. Esta perspectiva subraya la importancia del orgullo nacional, puesto que en el siglo XX también ocurrieron las dos guerras mundiales y decenas de millones de personas fueron brutalizadas bajo el comunismo.

Estos dos objetivos estratégicos, la seguridad y el orgullo nacional, sirven como la base sobre la cual el estado mayor ruso formó su arte operacional para apoyar la campaña en Siria. La planificación rusa exige que los planificadores formulen una evaluación realista de la situación subyacente del ambiente operacional. En otras palabras, los rusos evalúan el posible campo de batalla futuro como es, no como les gustaría que fuera.

El pensamiento estratégico es influenciado por teóricos de combate profundo de a principios del siglo XX, específicamente Aleksandr Svechin7. Svechin sostuvo que la comprensión histórica, metas realistas y preparación intensa para una campaña militar específica eran necesarias antes del inicio de las hostilidades8. El jefe del Estado Mayor ruso Valeri Guerásimov elogió la metodología singular del teórico soviético para comprender el ambiente operacional, escribiendo: «El destacado académico soviético A. Svechin escribió: “Es extraordinariamente difícil […] predecir una situación de guerra. Para todas las guerras, es necesario elaborar una línea especial de comportamiento estratégico, porque cada guerra representa un caso específico que requiere el establecimiento de su propia lógica y no la aplicación de un patrón estereotípico”»9. La filosofía de mando de Guerásimov fue evidentemente influenciada por Svechin cuando declaró: «Cada guerra es un caso singular, exigiendo el establecimiento de una lógica particular y no la aplicación de un patrón»10. Wilhelm observó que los planificadores militares rusos prefieren lidiar con la incertidumbre de la guerra y llegar a un plan que es calculable y coherente11. El modelo de la FMSO con respecto a este proceso incorpora los objetivos estratégicos de la autoridad de mando nacional para producir un plan de acuerdo con cinco elementos cognitivos básicos del arte operacional: el análisis histórico, tendencias, previsión, pronóstico, formas y métodos, y la correlación de fuerzas y medios (COFM). El análisis de todos los mecanismos produce una comprensión fundamental para la intervención rusa en Siria.

El presidente ruso Vladimir Putin haciendo un brindis con el ministro de defensa Sergei Shoigu, 28 de diciembre de 2017, en el Kremlin en Moscú, después de una ceremonia para presentar condecoraciones del Estado al personal militar que habían luchado en Siria. (Foto: Kirill Kudryavtsev, Agence France-Presse)

El análisis histórico

Svechin enfatizó la importancia del estudio histórico, escribiendo: «El aislamiento de una base histórica es peligroso tanto para el estratega como el político»12. El exviceministro de Defensa Andrei Kokoshin hizo hincapié en este punto, escribiendo: «Todo el trabajo de Svechin es penetrado por el concepto de la necesidad de la deliberación constante del estratega»13. Svechin pensó que la combinación de las esferas política y militar era necesaria para desarrollar una comprensión integral del ambiente. Escribió: «Los lectores interesados en la estrategia encontrarán observaciones más provocadoras en la historia política de guerras pasadas que en los tratados militares, especialmente los así llamados “ensayos estratégicos”»14.

Los pensadores estratégicos rusos contextualizan los acontecimientos en una cosmovisión política e histórica centrada en Rusia. George Kennan, un embajador en la Unión Soviética durante la Guerra Fría y autor de «Sources of Soviet Conduct», propuso el concepto de que las vulnerabilidades geográficas e historia de invasiones violentas en Rusia crearon una actitud paranoica de suma cero en las mentes de sus gobernantes15. Los rusos priorizan la seguridad y estabilidad sobre todo. Esto podría explicar por qué los líderes rusos se sienten amenazados por los esfuerzos apoyados por Occidente para hacer cambios de régimen y revoluciones de colores, especialmente en los países que previamente eran parte de la Unión Soviética. Los líderes rusos consideran los cambios de régimen respaldados por Occidente en Kosovo, Serbia, Iraq, Libia y Venezuela como esfuerzos desestabilizadores que contribuyen a un mundo de sufrimiento humano, que al final va dirigido a Moscú.

La guerra dirigida por EUA en Kosovo en 1999 tuvo un impacto profundo en el pensamiento ruso sobre la guerra contemporánea. Hasta ese momento, Rusia era un socio menor renuente de la fuerza de mantenimiento de paz dirigida por EUA en los Balcanes. Rusia, aún leal a sus hermanos eslavos en Serbia, defendía los intereses serbios a pesar de su debilidad militar y económica relativa. Cambiaron las reglas cuando Estados Unidos apoyó las repúblicas islámicas separatistas en Kosovo con ataques aéreos dirigidos por la OTAN, sin un mandato de las Naciones Unidas. Rusia alegó que Estados Unidos fomentó una revolución populista bajo el pretexto de operaciones humanitarias, proporcionó el apoyo militar que consistió en armas y entrenamiento, controló la información a través del dominio de los medios de comunicación y evitó la participación directa de fuerzas terrestres con el uso de ataques aéreos multinacionales y conjuntos16.

Usando el análisis histórico, los líderes rusos examinaron la intensa guerra civil en Siria y pensaron que era una conclusión previsible que el Gobierno sirio colapsaría sin la intervención rusa. Un desastre humanitario probablemente ocurriría como resultado, similar a lo que pasó en Iraq y Libia, inundando la región con personas desplazadas y conflictos internos interminables. En este cálculo Rusia también concluyó que una campaña exitosa en Siria impediría la inestabilidad, aumentaría su prestigio internacional y neutralizaría los intereses de EUA. Al salir en defensa de su antiguo aliado, Rusia estabilizaría la región y demostraría al mundo que cumple los compromisos con sus aliados.

Rusia consideraba la intervención exitosa en la región como una oportunidad para extender su zona de protección al sur del país. Siria es un punto de anclaje lógico que se extiende a través de socios comerciales, miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y otros socios del tratado en un esfuerzo cooperativo informal17. Los rusos creían que si Siria caía, Turquía sin lugar a dudas estaría en peligro, poniendo el problema en el umbral de Rusia. Además, el ímpetu hacia la participación también surgió en parte de presuntos nexos ancestrales rusos con la región que son una combinación de folklore y realpolitik. Rusia se considera la heredera del Imperio bizantino y su legado religioso cristiano ortodoxo, estrechamente vinculado con la Iglesia siria ortodoxa que abarcaba la región. Consecuentemente, Rusia verdaderamente consideró la incursión en Siria hasta cierto grado como una cruzada religiosa con el objetivo de proteger la Iglesia siria y la cultura ortodoxa que la iglesia fomentó. Sin embargo, desde una perspectiva realista, la posibilidad de ubicar fuerzas militares en Siria con buen acceso al mar mediterráneo era considerada una oportunidad en cierta medida para superar las limitaciones impuestas por la dura geografía de Rusia, que la deja atrapada en puertos árcticos helados o detrás de los estrechos turcos. Como resultado, una parte del ímpetu para la incursión rusa surgió de acuerdos de largo plazo previstos para el uso de la base aérea de Khmeimim y el puerto naval de Tartus en Siria, que extendería el alcance ruso en el Mediterráneo oriental, el sur de Europa y África del Norte.

La previsión y pronóstico

Con los objetivos rusos generales en mente, la campaña en Siria proporciona información útil en los puntos de vista del liderazgo ruso en cuanto a la conducción de la guerra moderna. El énfasis doctrinario en la previsión y pronóstico describe cómo los planificadores del arte operacional ruso piensan en la guerra futura, dados los contextos contemporáneos. Las fuerzas armadas rusas definen la previsión como «el proceso de cognición referente a los posibles cambios en los asuntos militares, la determinación de las perspectivas de su despliegue futuro»18. En el libro de la era soviética Previsión en los Asuntos Militares: Una Perspectiva Soviética (Forecasting in Military Affairs: A Soviet View), Yu. V. Chuyev y Yu. B. Mikhaylov declaran que el «objetivo del pronóstico, que establece lo que podría ocurrir en el futuro y en cuáles condiciones, es minimizar el efectos de las incertidumbres en los resultados de las decisiones que se toman en el presente»19. En el artículo publicado en Pensamiento Militar (Military Thought), los autores V. V. Kruglov y V. I. Yakupov captan el carácter esencial del pronóstico escribiendo: «En esta era, el desencadenamiento o participación en un conflicto sin asegurarse que al final se será victorioso o, por lo menos, se saldrá del conflicto con condiciones aceptables es algo que solo personas miopes o aventureros corren el riesgo de hacer»20. La previsión y pronóstico describen la naturaleza del conflicto.

Con respecto a Siria, los aspectos de consideración en el proceso de llevar a cabo la previsión y pronóstico probablemente incluyeron una evaluación de una guerra civil multilateral en el país. Las partes incluyeron el régimen de Assad y las milicias que lo apoyaban, tal como Hezbolá, combatientes respaldados por EUA, tales como los kurdos y el Ejército Libre Sirio, y fundamentalistas tal como el Estado Islámico (EI). En la campaña en Siria, debían considerarse los desafíos de distancia y proyección de poder. Los adversarios rusos abarcaron un amplio espectro, desde fuerzas milicias primitivas del EI hasta fuerzas militares occidentales muy avanzadas con una gran variedad de armas tecnológicas avanzadas.

La fuerza de la planificación militar rusa yace en quién Rusia decide apoyar. Por ejemplo, Rusia apoyó a Siria, un Gobierno establecido, legítimo e internacionalmente reconocido que contó con el apoyo de una pluralidad de la población. Assad no solo tenía legitimidad, a pesar de la publicidad adversa en Occidente, sino que también mantuvo un ejército permanente y gobierno operativo en las regiones que él controlaba. Por lo tanto, Rusia apoyó a un gobernante bien afeitado en un traje y educado en Occidente que habla inglés.

En contraste, las campañas de EUA en Iraq y Afganistán derrocaron gobiernos e intentaron cultivar repúblicas democráticas de estilo occidental en regiones violentamente separadas de los principios de la civilización occidental. Como resultado, Estados Unidos apoyó una variedad de milicias cuyas conexiones cuestionables con el fundamentalismo islámico y efectos desestabilizadores en otros países del Medio Oriente, tales como Turquía e Iraq, que obstaculizó las metas de EUA en la región.

Tendencias

Las tendencias son las maneras con las cuales un país logra un objetivo militar. Por ejemplo, en el siglo XVIII, la guerra se inclinó hacia ejércitos de maniobra pequeños y profesionales que dependían de depósitos para el apoyo, y así no tenían que recurrir a la población civil rural. Las tendencias de la guerra en el siglo XIX eran ejércitos en masa, guerras de aniquilación y destrucción del campo. Las tendencias de la guerra a principios del siglo XX eran la mecanización y guerra de armas combinadas. Hay una tendencia actual que comúnmente es denominada como la guerra híbrida o guerra de nueva generación (NGW) en Occidente. Al principio, la NGW era malinterpretada como una nuevo tipo de guerra singular formulado por los rusos. Sin embargo, Bartles demuestra que la NGW es un término usado por pensadores rusos para describir los métodos indirectos y asimétricos occidentales de a finales de los 90 y principios del siglo XX21. En un artículo publicado por Military Review, Guerásimov describe las tendencias de la guerra contemporánea como de un carácter no declarado y no militar, orientado para cambiar un régimen, que destruye infraestructura civil, de corta duración, que ocurre en todos los ambientes físicos, y se caracteriza por alta maniobrabilidad, simultaneidad, acción unificada y el uso de municiones guiadas de precisión22. Por lo tanto, pueden identificarse las tendencias rusas como contramedidas frente a la acciones de EUA. Puesto que se percibe que Estados Unidos es el instigador de los métodos indirectos y asimétricos, el plan ruso en Siria supuso esfuerzos para contrarrestar lo que Rusia percibió como tendencias de guerra híbrida de EUA. Un artículo de A. A. Bartosh publicado en Pensamiento Militar afirma esta línea de pensamiento: «La brillante operación de la anexión de Crimea por Rusia y la campaña en Sira demuestran la eficiencia de las estrategias no lineales rusas para contrarrestar la guerra híbrida»23.

En Siria, había cinco tendencias prevalecientes que van en contra de los objetivos rusos e influyeron en el arte operacional de Rusia. La primera tendencia que ha de ser contrarrestado fuer el cambio de régimen. Los líderes occidentales presumieron que caería el Gobierno de Assad. El presidente Barack Obama exigió la renuncia de Assad en agosto de 2011, diciendo: «Por el bien del pueblo sirio, ha llegado el momento de que Assad se aparte»24. Sin embargo, Putin intentó poner fin a la propagación de la revoluciones de colores con el apoyo dado a su aliado asediado en el Medio Oriente con el apoyo militar directo en el otoño de 201525. En 2018, el autor y experto militar ruso Ye. O. Savchenko alegó que «Estados Unidos no logró sus metas en Siria, porque la situación mejoró considerablemente en la última mitad de 2015, cuando Rusia comenzó a dar el apoyo militar legal al Gobierno sirio»26.

La segunda tendencia que Rusia contrarrestó fue la influencia de actores no estatales. Los rusos no confían en las organizaciones no gubernamentales (ONG), cuyas operaciones son consideradas como actividades clandestinas llevadas a cabo por agentes con metas occidentales27. La administración del presidente Obama gastó casi US$ 10 000 millones en Siria (gran parte canalizado a través de ONG regionales)28. Esas ONG fueron deslegitimizadas en la prensa rusa y se les negó el acceso al territorio bajo el control de Siria. Savchenko sostuvo que «la dinámica del combate en Siria entre septiembre y diciembre de 2017 sugiere que Estados Unidos, como mínimo, presta apoyo indirecto a la organización terrorista Estado Islámico»29.

La tercera tendencia que Rusia enfrentó fue la coalición internacional contra Siria. Estados Unidos intentó conseguir el apoyo de sus aliados regionales para fortalecer la posición de EUA y aislar al régimen de Assad30. Rusia frustró los esfuerzos de EUA para recibir la aprobación de las Naciones Unidas y neutralizó las alianzas de EUA en la región con una expansión de asociaciones diplomáticas y militares con Turquía, Arabia Saudita, Iraq e Israel31.

La cuarta tendencia enfrentada por Rusia fue el apoyo dado a las fuerzas irregulares. Ya en 2012, la administración de Obama reconoció una coalición de grupos de oposición en Siria que recibió apoyo militar y financiero32. Como contramedida, los primeros ataques aéreos de Rusia en apoyo del régimen de Assad se centraron principalmente en contra de los rebeldes respaldados por EUA33.

La última tendencia que Rusia rebatió fue evitar la gran presencia de fuerzas terrestres. Rusia limitó el uso de fuerzas en Siria, dependiendo principalmente de fuerzas especiales, aéreas, navales y contratistas independientes y dejando la mayoría del combate terrestre en manos del Ejército Árabe Sirio y sus aliados de Hezbolá, que eran respaldados por Irán34. Rusia compensó la falta de fuerzas en el terreno con un apoyo robusto de mando y control. En marzo de 2018, Guerásimov declaró que «todos los comandantes de tropas de los distritos militares, ejércitos de armas combinadas, ejércitos del Aire y de Defensa Antiaérea, casi todos los comandantes de división y más de la mitad de los comandantes de brigadas y regimientos de armas combinadas, junto con sus estados mayores, han adquirido experiencia de combate [en Siria]»35.

Un bombardero de largo alcance tipo Tu-22M3 de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas lleva a cabo un ataque aéreo contra blancos del Estado Islámico, 1 de noviembre de 2017, cerca de Abu Kamal en la provincia de Deir ez-Zor, Siria, después de sobrevolar Irán e Iraq. La aeronave atacó baluartes y depósitos de municiones y armamento de los insurgentes mientras aviones de caza tipo Su-30SM (no mostrados) la protegían. (Foto: Ministerio de Defensa Ruso)

Formas y métodos

Por lo general, se consideran los diferentes tipos de organizaciones (p. ej. pangubernamentales, multinacionales y conjuntas) y los métodos incluyen técnicas aplicadas a las armas y principios de guerra contemporáneos (p. ej. armas hipersónicas, sistemas de aeronaves no tripuladas, guerra electrónica [EW] y guerra híbrida)36. En Russia Military Strategy: Impacting 21st Century Reform and Geopolitics, el analista principal de la FMSO Timothy Thomas expresó que las formas y métodos «tienen relevancia directa en cuanto a cómo las fuerzas armadas aprovechan el carácter cambiante de la guerra y cómo la guerra futura podría ser librada»37. Según las formas y métodos prevalecientes, los rusos determinaron lo que desplegarían en Siria y cómo estas fuerzas lucharían.

La forma principal (organización) que Rusia desplegó en Siria fueron las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, una fuerza de tarea conjunta, combinada e interinstitucional. Aunque común en las fuerzas armadas de EUA, este tipo de operación es singular en la Federación Rusa. Sobre el carácter especializado de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, el pensador V. A. Kiselyov señala: «A la larga, un nuevo elemento en la formación operacional para el combate de fuerzas conjuntas podría ser el escalón de ataque aeroespacial, que ayudará resolver el problema de apoyo de combate de las acciones de la agrupaciones de tropas terrestres del aeroespacio»38. El uso de fuegos conjuntos era de interés particular y exigió un análisis extenso por planificadores rusos. Según un artículo de O. V. Sayapin, O. V. Tikhanychev y N. A. Chernov publicado en Pensamiento Militar, «El análisis de las prácticas de guerras locales y conflictos armados (LW&AC) en la última mitad de siglo XX y a principios del siglo XXI ha demostrado el mayor papel de la destrucción del adversario a través de fuegos (ADF)». Las técnicas incluyen el reconocimiento y ataque y el reconocimiento y fuegos, similares a la metodología de selección de blancos de EUA. La forma de realizar la destrucción del adversario con fuegos es un ataque de fuerzas conjuntas y un sistema de reconocimiento armado, que los autores admitieron que era difícil para la fuerza de tarea conjunta implementarlo debido a un enemigo sumamente móvil, sin estructura convencional, que se refugiaba en áreas urbanas pobladas de no combatientes39.

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A diferencia de grupos contratistas estadounidenses como Blackwater o Triple Canopy, que principalmente proporcionaron seguridad en sitios fijos o convoyes, las empresas militares privadas son equipadas como fuerzas de tarea de armas combinadas y mantienen un rol extenso en el combate terrestre de Rusia.

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De manera similar, los métodos rusos parecen aprovechar sus capacidades tecnológicas e imitar el modelo de EUA en Kosovo. La mayoría de la participación cinética de Rusia ha sido por aire, ya sea a través de fuerzas aéreas o navales. Aunque los resultados fueron cuestionables, la campaña en Siria permitió pruebas de armas de ataque de precisión, incluso una salva de cohetes desde el mar Caspio como una muestra de capacidades rusas.

Las fuerzas de operaciones especiales y tropas mercenarias también son componentes clave de las fuerzas armadas rusas. Sus fuerzas especiales proporcionan selección de blancos en el terreno a los medios aéreos y navales mientras que las empresas militares privadas representan un fuerza terrestre rusa creíble, pero plausiblemente negable. A diferencia de grupos contratistas estadounidenses como Blackwater o Triple Canopy, que principalmente proporcionaron seguridad en sitios fijos o convoyes, las empresas militares privadas son equipadas como fuerzas de tarea de armas combinadas y mantienen un rol extenso en el combate terrestre de Rusia40.

El uso de defensa antiaérea por los rusos es una respuesta evidente al poderío aéreo occidental, porque los rebeldes sirios y el EI no tienen medios aéreos. Los sistemas de defensa antiaérea rusos tienen la tarea inmediata de no solo apoyar la campaña en Siria sino también extender las capacidades de antiacceso y negación de áreas de Rusia en una región donde Estados Unidos ha tenido la supremacía aérea en las últimas tres décadas41. Las grandes redes de guerra electrónica de Rusia atacan los sistemas occidentales todos los días. Como declaró el general Richard D Clarke, comandante del Comando de Operaciones Especiales de EUA: «Operamos contra nuestros adversarios en el ambiente de guerra electrónica más agresivo del mundo»42.

La correlación de fuerzas y medios

La correlación de fuerzas y medios corresponde al carácter científico y matemático que los rusos usan para buscar la certidumbre y previsibilidad. Aunque los rusos son sumamente conscientes del azar que acompaña todo esfuerzo militar, ellos disminuyen el mayor número de incertidumbres posible para llegar a un nivel aceptable de riesgos. La correlación de fuerzas de medios es un planteamiento subjetivo/objetivo para medir el poder de combate relativo de dos partes o más. Toma en cuenta las variables tales como el tipo de unidad, equipamiento, entrenamiento, número de efectivos y estado de ánimo.

La correlación de fuerzas y medios de Rusia tomó en cuenta las fuerzas sirias de Assad, Hezbolá, fuerzas rebeldes respaldadas por EUA y contingencias militares de Estados Unidos, Turquía, Israel e Iraq. La composición de fuerzas rusas sugiere distintas misiones para distintas fuerzas. Por ejemplo, las fuerzas rusas llevaron a cabo ataques aéreos en apoyo de las fuerzas terrestres sirias y de Hezbolá para derrotar las fuerzas rebeldes respaldadas por EUA y el EI pero neutralizaron las fuerzas norteamericanas, turcas e israelíes con sistemas de guerra electrónica y defensa antiaérea. En términos diplomáticos, a través de las ventas militares al exterior, Rusia fractura la alianza de OTAN con las ventas del sistema de defensa de misiles S-400 a Turquía, una medida que pondría en peligro las ventas de aviones de caza F-35 de quinta generación43. Rusia presentó su propio avión de caza de quinta generación, el Su-57, a Turquía como contraoferta, una clara demostración de cómo la presencia militar de Rusia por sí sola obliga a Occidente a recalibrar su planteamiento en el Medio Oriente44.

Al entrar en la competición, los líderes rusos sabían que Occidente tenía que respetar su presencia (presumiendo que ninguna parte quiere arriesgar una intensificación debido al conflicto en Siria). Dos acontecimientos indican la posición militar delicada de Rusia en Siria: el derribo de un avión Su-24 ruso por dos aviones F-16 turcos cerca de la frontera entre Turquía y Siria y la derrota de fuerzas mercenarias rusas en 2018 a manos de Estados Unidos, resultando en hasta 300 bajas45. Los rusos actuaron con cautela para no escalar las tensiones porque la fuerza que enviaban a Siria no estaba configurada para librar un combate terrestre a gran escala contra las fuerzas armadas de Turquía o Estados Unidos. El Royal United Services Institute, un grupo de expertos independiente basado en Gran Bretaña, mantiene una de las estimaciones más detalladas de las fuerzas rusas desplegadas a principios de la campaña en Siria46. Sin contar las fuerzas mercenarias, los rusos mantenían menos de 2500 tropas en apoyo de las operaciones terrestres, aproximadamente 55 aviones y 20 helicópteros en apoyo de las operaciones aéreas y casi 41 buques navales en el mar. Esta fuerza relativamente pequeña —en comparación con la experiencia norteamericana en la región— demuestra una estimación precisa de las fuerzas requeridas para lograr los objetivos de la campaña.

Soldados rusos en vehículos blindados patrullan una calle de Alepo, Siria, el 2 de febrero de 2017. Los planificadores operacionales rusos ostensiblemente restringieron el requerimiento de fuerzas terrestres rusas y, en su lugar, se centraron en la preparación y apoyo de las fuerzas gubernamentales sirias e iraníes como las principales fuerzas de maniobra y asalto. La participación rusa en las operaciones de combate principalmente involucró bombardeo aéreo, apoyo aéreo cercano, transporte y fuegos indirectos de unidades terrestres y navales, además de proporcionar apoyo logístico y de comunicaciones. (Foto: Omar Sanadiki, Reuters)

Análisis del arte operacional ruso en Siria

La aplicación del arte operacional estableció los nexos entre las tareas tácticas y los objetivos estratégicos según la «lógica» correspondiente a Siria. El arte operacional proporcionó un plan coherente, predecible y seguro a los rusos para intervenir exitosamente en la guerra y cambiar el curso de la misma. El arte operacional logró los objetivos estratégicos con más éxito de lo previsto: el EI fue derrotado en gran parte; Assad mantuvo el poder y consolidó los avances; el alcance operacional ruso se extendió en el Medio Oriente, el sur de Europa y África del Norte; se fracturó la alianza de la OTAN; los objetivos de EUA fueron frustrados y Rusia emergió como una fuerza con peso en los asuntos internacionales. La historia completa de la intervención rusa todavía no ha acabado, pero el éxito inicial que disfrutaron Rusia y Siria llevó a que Putin anunciara que la primera campaña fue una victoria a fines de 201747.

El análisis histórico llevó a los rusos a creer que las revoluciones de colores derrocarían a su aliado en la región y propagaría la inestabilidad hasta las fronteras de Rusia. La previsión y pronóstico permitieron que los rusos previeran hasta cierto grado el carácter del conflicto de una guerra civil multilateral y cómo apoyar a Assad sería una iniciativa estratégica decisiva en el teatro de operaciones. Las tendencias predominantes que Rusia consideraba eran comúnmente relacionadas con la guerra de nueva generación y tomaba en cuenta las operaciones de información, fuerzas paramilitares, organizaciones humanitarias y un planteamiento pangubernamental para influir en la campaña militar. El análisis de las formas y métodos proporcionó la fuerza conjunta adecuada para el teatro de operaciones en Siria. Mediante el uso de la economía de fuerza, Rusia evitó un compromiso prolongado con su fuerza terrestre a favor de habilitadores para apoyar la infantería de Siria y Hezbolá. La correlación de fuerzas y medios precisamente permitió anticipar el éxito ruso con el poder de combate relativo a largo plazo y la derrota de las fuerzas rebeldes y la neutralización de las fuerzas de EUA.

Conclusión

La implementación exitosa del arte operacional en Siria, sin lugar a dudas, llevará a una práctica más profunda a lo largo de la periferia de Rusia, tal como en Ucrania y los países Bálticos y en regiones internacionales tales como el Medio Oriente y América Latina. La aplicación astuta de las fuerzas militares en apoyo de objetivos estratégicos se basa en evaluaciones honestas y metas logrables. Esto no significa que Rusia es imparable. Además de tener una economía más pequeña que Estados Unidos y fuerzas militares que no han sido diseñadas para ser desplegadas y sostenidas fuera de sus fronteras, parece que la aprobación pública de la operación en Siria va en descenso. Lo que debe ser respetado es que cuando Rusia compromete sus fuerzas de combate en una operación, se lo lleva a cabo de acuerdo con un plan bien elaborado y adaptado según la lógica de la campaña. Como resultado, estorbar una campaña rusa, una vez que ha comenzado, requiere que Rusia cambie las variables sobre las cuales se basaron las presunciones de planificación. Esto puede ser una situación delicada con un adversario culturalmente neurótico con armas nucleares.


Notas

  • Epígrafe. Aleksandr A. Svechin, Strategy, ed. Kent D. Lee (Minneapolis, Minnesota: East View Press, 2004), 111.
  1. Lisa Ferdinando, «Carter: Russia “Doomed to Fail” in Syria; ISIL Must be Defeated», U.S. Department of Defense, 31 de octubre de 2015, accedido 22 de julio de 2019, https://dod.defense.gov/News/Article/Article/626828/carter-russia-doomed-to-fail-in-syria-isil-must-be-defeated/.
  2. Joint Publication 3-0, Joint Operations (Washington, DC: U.S. Government Publishing Office, 17 de enero de 2017), xii. El arte operacional es el uso de pensamiento creativo por comandantes y estados mayores «para desarrollar estrategias, campañas y operaciones con el fin de organizar y usar fuerzas militares».
  3. The Russian Federation’s National Security Strategy, Presidential Edict 683 (Moscú: El Kremlin, diciembre de 2015), accedido 25 septiembre de 2019, https://www.russiamatters.org/sites/default/files/media/files/2015%20National%20Security%20Strategy%20ENG_0.pdf.
  4. Thomas Wilhelm, en una discusión con el autor, 3 de abril de 2019, Fort Leavenworth, Kansas.
  5. Callum Paton, «Russia Spy Chief Warns 5,000 ISIS Foreign Fighters Threaten Borders of Former Soviet Union», Newsweek (sitio web), 21 de mayo de 2019, accedido 22 de julio de 2019, https://www.newsweek.com/russia-spy-chief-warns-5000-isis-foreign-fighters-threaten-borders-former-1431576.
  6. Associated Press, «Putin: Soviet Collapse a “Genuine Tragedy”», NBC News, modificado por última vez el 25 de abril de 2005, accedido 22 de julio de 2019, http://www.nbcnews.com/id/7632057/ns/world_news/t/putin-soviet-collapse-genuine-tragedy/#.XN_zJ0xFzzw.
  7. Timothy L. Thomas, Russia Military Strategy: Impacting 21st Century Reform and Geopolitics (Fort Leavenworth, Kansas: Foreign Military Studies Office [FMSO], 2015).
  8. Svechin, Strategy, 111.
  9. V. V. Gerasimov, «Principal Tendencies in the Development of the Forms and Methods of Employing Armed Forces and Current Tasks of Military Science Regarding Their Improvement», Vestnik Akademii Voennykh Nauk [Revista de la academia de ciencia militar] 1 (2013): 29.
  10. Valeri Guerásimov, «The Value of Science Is in the Foresight: New Challenges Demand Rethinking the Forms and Methods of Carrying Out Combat Operations», Military Review 96, nro. 1 (enero-febrero de 2016): 23–29, accedido 22 de julio de 2019, https://usacac.army.mil/CAC2/MilitaryReview/Archives/English/MilitaryReview_20160228_art008.pdf.
  11. Wilhelm, discusión.
  12. Svechin, Strategy, 23.
  13. A. A. Kokoshin y V. V. Larionov, «Origins of the Intellectual Rehabilitation of A. A. Svechin», en Svechin, Strategy, 1–13.
  14. Svechin, Strategy, 78.
  15. George F. Kennan, «The Sources of Soviet Conduct», Foreign Affairs 65, nro. 4 (primavera de 1987): 855, 857. Kennan escribió el artículo con el seudónimo «X».
  16. Nataliya Bugayova, How We Got Here with Russia: The Kremlin’s Worldview (Washington, DC: Institute for the Study of War, marzo de 2019), accedido 22 de julio de 2019, http://www.understandingwar.org/report/how-we-got-here-russia-kremlins-worldview.
  17. Lester Grau, en una discusión con el autor, 24 de mayo de 2019, Fort Leavenworth, Kansas.
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El teniente coronel Nicholas Sinclair, Ejército de EUA, es un oficial de fuerzas blindadas asignado a la 1a División de Caballería con sede en Fort Hood, Texas. Es egresado de la Escuela de Estudios Militares Avanzados y recibió su licenciatura de The Citadel. Se ha desplegado múltiples veces a Europa y el Medio Oriente.

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Tercer Trimestre 2020