Las operaciones de información y actividades ciberelectromagnéticas del Ejército de EUA
Lecciones de la Operación Atlantic Resolve
Teniente coronel Matthew J. Sheiffer, Ejército de EUA
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Los rivales de Estados Unidos usan la información como arma para atacar los valores e instituciones que apuntalan las sociedades libres mientras se protegen de información externa... Los esfuerzos de EUA para contrarrestar la explotación de información de rivales han sido tibios y fragmentados. Los esfuerzos de EUA han carecido de un enfoque concentrado y han sido obstaculizados por una falta de profesionales adecuadamente capacitados.
—National Security Strategy of the United States of America, diciembre de 2017
Después de las acciones rusas en Ucrania en 2014, el Ejército de EUA aumentó su presencia en Europa en apoyo de la [Operación] Atlantic Resolve—una variedad de acciones concebidas para tranquilizar a los aliados de la OTAN y disuadir una posible agresión. El apoyo del Ejército de EUA a la Operación Atlantic Resolve destacó un número de desafíos que debilitan la capacidad de unidades tácticas de luchar y ganar en el ambiente de información. Los obstáculos entre las capacidades relacionadas con la información del Ejército y la sincronización eficaz de estas capacidades contribuyeron a estos desafíos. Con el reconocimiento de cómo los rivales de Estados Unidos usan la información, como se describe en la Estrategia de Seguridad Nacional publicada en diciembre de 2017, el Ejército debe considerar si las lecciones aprendidas de la Atlantic Resolve pueden proporcionar información para discusiones más amplias en el futuro y cómo el Ejército lucha y gana en el ambiente de información.
Operando en el ambiente de información
Desde febrero de 2015, la 4ª División de Infantería ha desplegado un elemento de mando tipo misión en el Ejército de EUA en Europa (USAREUR) en una capacidad rotativa para apoyar la Atlantic Resolve1. En el caso del Ejército de EUA, la Atlantic Resolve incluye una combinación de constante presencia de EUA a lo largo del flanco oriental de la OTAN, una participación extendida en los ejercicios conjuntos y combinados y otras actividades para demostrar las capacidades de EUA y la OTAN así como la habilidad de moverse y llevar a cabo acciones decisivas. Bajo el control del elemento avanzado de mando tipo misión, las fuerzas rotacionales y del USAREUR ejecutaron actividades sincronizadas para demostrar el compromiso de EUA en cumplir con sus obligaciones de seguridad colectivas, enviando señales claras y visibles con respecto al poder de combate creíble y capaz de Estados Unidos y la OTAN.
El apoyo a la Atlantic Resolve resultó en la identificación de varias lecciones aprendidas y mejores prácticas en cuanto a la sincronización de capacidades relacionadas con la información en un ambiente de información disputado con un rival igual2. Los obstáculos entre las capacidades relacionadas con la información del Ejército y la sincronización eficaz de estas capacidades debilitaron la capacidad de unidades tácticas para luchar y ganar en el ambiente de información. Esto obstáculos surgieron de una combinación de cambios doctrinarios, diseño de fuerza y el énfasis en la recuperación de capacidades de acción decisiva después de más de una década de esfuerzos de contrainsurgencia.
Cambios doctrinarios. En 2014, el 38º Jefe de Estado Mayor del Ejército, general Raymond Odierno, suspendió el uso de la doctrina de actividades de información e influencia (IIA) promulgada en el Manual de Campaña (Field Manual – FM) 3-13, Inform and Influence Activities, que había sido publicado en enero de 20133. Esta doctrina hizo hincapié en el papel importante de las capacidades relacionadas con la información en las guerras en Irak y Afganistán. Las IIA enfatizaron la importancia de la interacción con audiencia extranjeras e internas para lograr objetivos militares. Aunque las IIA se basan en la doctrina de operaciones de información (IO), solo enfatizaron las capacidades más centradas en elementos humanos tales como la interacción con líderes clave, asuntos públicos y las operaciones de apoyo de información militar (MISO).
Con el fin de las IIA, la doctrina del Ejército adoptó nuevamente la definición conjunta de las operaciones de información, «el uso integrado, en las operaciones militares, de capacidades relacionadas con la información en consonancia con otras líneas de operaciones para influenciar, desestabilizar, corromper o usurpar la toma de decisiones de adversarios o posibles adversarios mientras protegemos nuestra toma de decisiones»4. Pero, cuando el Ejército terminó las IIA, retuvo la tarea de mando tipo misión para comandantes para informar e influenciar a audiencias clave dentro y fuera de la organización en la Army Doctrine Publication 6-0, Mission Command5. También siguió usando la tarea de estado mayor para llevar a cabo las actividades ciberelectromagnéticas (CEMA) y agregó otra tarea para sincronizar el uso de capacidades relacionadas con la información. El Ejército también elaboró una doctrina distinta para las CEMA en reconocimiento de la importancia de las operaciones ciberespaciales y la guerra electrónica6.
Estos cambios doctrinarios han contribuido a las brechas en comprensión en cuanto a la relación entre las operaciones de información y las CEMA. El Ejército ha hecho las CEMA una función de integración parecida a las operaciones de información y se ha centrado en la importancia de las crecientes capacidades en las operaciones ciberespaciales y guerra electrónica. Pero, al hacerlo ha marginado sin intención la función de sincronización de las operaciones de información debido a la carencia de una comprensión común de la relación entre las operaciones de información y las CEMA.
Si bien la orientación de entrenamiento que hace hincapié en las CEMA ha llegado a ser común, existe menos evidencia de que las unidades priorizan cómo las operaciones de información y las CEMA trabajan en conjunto para lograr efectos en el ambiente de información. Aunque el desarrollo de capacidades relacionadas con la información particulares tales como las operaciones ciberespaciales y la guerra electrónica es esencial, el Ejército también debe mantener el énfasis en el uso sincronizado de estas capacidades. La sincronización es crucial para traducir las capacidades técnicas en efectos en el campo de batalla que avancen el logro de los objetivos militares.
Diseño de la fuerza. Los desafíos creados por las brechas en la comprensión de las operaciones de información y las CEMA han sido agravados por el diseño de la fuerza del Ejército. Las organizaciones del Ejército dispersan las capacidades relacionadas con la información en las secciones del estado mayor. Por ejemplo, a nivel de división, el Ejército ha alineado las MISO, asuntos civiles y cooperación de seguridad en un grupo bajo la sección de operaciones (G-3) mientras que las operaciones de información se encuentran en un grupo distinto bajo la sección G-3. La guerra electrónica y las operaciones ciberespaciales están en una sección de las CEMA directamente bajo el jefe de estado mayor, y los asuntos públicos siguen siendo una sección del estado mayor, dando apoyo directo al comandante. Otras capacidades relacionadas con la información tales como la garantía de información/seguridad cibernética forman parte de la sección de transmisiones del estado mayor y la contrainteligencia es parte de la sección de inteligencia (G-2).
Aunque hay muchas buenas razones para dispersar las capacidades de información en todo el estado mayor, esta práctica crea desafíos para el uso sincronizado de estas capacidades. La decisión de dispersar las capacidades de información en distintos elementos del estado mayor ha reforzado el concepto erróneo de que estas actividades son distintas y desconectadas de las operaciones de información. Esto quita la importancia del uso sincronizado de las capacidades de información para crear las condiciones en el ambiente de información que apoyan el logro del estado final deseado del comandante.
Capacidades de acción decisiva. El último factor que creó desafíos para las unidades del Ejército que operan en un ambiente de información disputado es las consecuencias inintencionadas del énfasis en recuperar las capacidades de acción decisiva después de más de una década de operaciones de contrainsurgencia. Mientras las unidades se dedicaban de nuevo a la competencia en la acción decisiva, tenían que tomar decisiones difíciles y priorizar sus recursos de entrenamiento. Esto llevó a una tendencia de reducir el énfasis en la sincronización de las capacidades de información, puesto que regresar nuevamente a la acción decisiva significaba menos énfasis en la importancia del ambiente de información que ocurre en las operaciones de contrainsurgencia.
El desafío creado por esta actitud es que a menos que una unidad esté completamente aislada de una población, siempre tendrá un requerimiento de preparar el ambiente de información para lograr sus objetivos operacionales. Las tendencias en globalización y urbanización significan que los futuros campos de batalla estarán en y dentro de la población. Los posibles adversarios usan las operaciones ciberespaciales y la guerra electrónica en combinación con las operaciones de información para perturbar la toma de decisiones amiga y corromper los sistemas de mando tipo misión. Las unidades que entrenan para la acción decisiva e ignoran la sincronización de capacidades de información se colocan en una situación desventajosa.
Las unidades que no enfatizaban la sincronización de las capacidades de información también tendían a asignar otras tareas dentro del cuartel general a los oficiales de operaciones de información. Aunque las posiciones de oficiales de operaciones de información en la plana mayor de brigada eran asignaciones de formación clave para estos oficiales, gran parte de las planas mayores asignaban tareas que no estaban relacionadas con las especialidades de los oficiales de operaciones de información. Si bien estas decisiones con respecto al personal beneficiaron a la unidad, lo hizo a costa de quitar la importancia de la sincronización de las capacidades de información y el posible impacto en el logro de objetivos relacionados con la acción decisiva debido a la carencia de sincronización. También ocurrió a costa de la formación profesional de estos oficiales de operaciones de información. Los oficiales que son asignados fuera de sus asignaciones de formación profesional clave como capitanes y mayores frecuentemente experimentan dificultades cuando sirven en posiciones relacionadas en los escalones superiores.
...el énfasis en las CEMA como una función distinta de las operaciones de información reforzó los desafíos en la formación de equipos que normalmente utilizaron todas las funciones a su disposición para crear las condiciones deseadas en el ambiente de información.
Muchas unidades sí hacían hincapié en las CEMA cuando se centraban de nuevo en sus capacidades de acción decisiva. Sin embargo, el énfasis en las CEMA como una función distinta de las operaciones de información reforzó los desafíos en la formación de equipos que normalmente utilizaron todas las funciones a su disposición para crear las condiciones deseadas en el ambiente de información. Aunque muchas unidades han desarrollado e incrementado sus capacidades para llevar a cabo la garantía de información/seguridad cibernética, operaciones ciberespaciales defensivas y guerra electrónica, un menor número ha sincronizado de manera rutinaria estas capacidades de información con otras tales como la seguridad operacional, contrainteligencia y engaño militar para desarrollar planteamientos holísticos y multidimensionales para proteger el mando tipo misión amigo.
La convergencia: Las operaciones de información y actividades ciberelectromagnéticas
Con mucha frecuencia, la convergencia que recibe la mayoría de la atención es entre el ciberespacio y el dominio humano. Este énfasis ignora el conjunto de problemas más amplio: que los posibles adversarios llevan a cabo actividades en todo el ambiente de información —no solo en el ciberespacio— para lograr sus objetivos. Los posibles adversarios no han creado las mismas barreras entre capacidades tales como los asuntos públicos, contrainteligencia, engaño militar, operaciones ciberespaciales, guerra electrónica y seguridad operacional. Enérgicamente utilizan agentes extranjeros para explotar los puntos débiles de nuestra seguridad operacional. Estos usan lo que aprenden de sus esfuerzos de recolección de datos para desarrollar productos de phishing con la intención de lograr acceso a redes de información amigas. Sacan provecho de información a través de la difusión de información errónea y propaganda como actividades mediáticas convencionales. Son engañosos para crear confusión y desafíos de acción colectiva que impiden respuestas cohesivas a sus acciones.
Para superar los desafíos enfrentados que afectan el ambiente operacional para lograr una ventaja operacional, las formaciones tácticas que apoyan la Operación Atlantic Resolve tenían que cambiar la cultura en sus organizaciones. Esto requirió una combinación de énfasis de comando y el establecimiento de organizaciones de estado mayor eficaces que pudieran ejecutar las actividades con capacidades de información y sincronizar múltiples actividades relacionadas con la información para afectar el ambiente de información y lograr una ventaja operacional.
Énfasis en el comando. Para dar confianza a los aliados de EUA y disuadir una agresión, los comandantes de la Atlantic Resolve tenían que ejecutar sin descanso sus responsabilidades de mando tipo misión para proporcionar información e influenciar a audiencias dentro y fuera de sus organizaciones. Los comandantes, oficiales de estado mayor y líderes en todo nivel llevaron a cabo reuniones de cara a cara rutinarias, interacciones con los medios de comunicación y relaciones comunitarias y utilizaron sitios web y medios de comunicación social para interactuar con audiencias clave. Cada acción tomada por una unidad transmite un mensaje y en la Operación Atlantic Resolve se exigió que las unidades planificaran, prepararan y ejecutaran tareas tácticas que transmitieran el mensaje deseado.
La expectativa para las fuerzas del Ejército de EUA que apoyaban la Operación Atlantic Resolve era que los líderes en todo nivel maximizaran el uso de actividades para configurar el ambiente de información de manera que ayudara a la unidad a alcanzar sus objetivos. Para lograr el éxito, los comandantes, oficiales de estado mayor y líderes en todo nivel tenían que asumir la responsabilidad de solicitar el apoyo de capacidades de información y sincronizar estas actividades para garantizar que las actividades y ejercicios recibieran la publicidad necesaria para dar confianza a nuestros aliados y disuadir una posible agresión.
Las unidades que apoyaban la Operación Atlantic Resolve también tenían que proteger la información crítica y sistemas de mando tipo misión a través de la sincronización de capacidades como la garantía de información/seguridad cibernética, operaciones ciberespaciales defensivas, seguridad operacional y contrainteligencia. Los posibles adversarios manipularon el ambiente de información de la Atlantic Resolve por medio del uso integrado de actividades tales como las operaciones ciberespaciales, propaganda y recolección de datos de inteligencia. La Operación Atlantic Resolve subrayó la importancia de los comandantes que garantizaban que sus formaciones podían operar en un ambiente de información disputado.
Las unidades más exitosas maximizaron las oportunidades para desmantelar la compartamentalización en el entrenamiento y enseñaron a sus soldados cómo estas funciones trabajan conjuntamente para permitir mejor protección del mando tipo misión amigo. Cuando los líderes demostraban que tomaban en serio la sincronización de capacidades de información, las unidades tendían a hacer hincapié en estas actividades. A nivel de brigada, el énfasis del comandante y el oficial de operaciones era crítico para hacer funcionar la sincronización sin la presencia de un oficial de operaciones de información dedicado en la plana mayor. La división, el primer escalón con una sección de estado mayor dedicado a las operaciones de información, también desempeñó un papel crítico en la asignación de recursos a los comandantes de brigada y sus planas mayores con habilitadores para sincronizar.
Organizaciones de estado mayor eficaces. La 4ª División de Infantería y su elemento de mando tipo misión en Europa hicieron experimentos con el alineamiento de las operaciones de información con la mayoría de las capacidades de información en el estado mayor para formar una organización de estado mayor que maximizara sus recursos para usar las capacidades de información y sincronizarlas. Esto implicó un planteamiento de operaciones en el ambiente de información que aprovechó los esfuerzos del Ejército para fortalecer capacidades cibernéticas para mantenerse al corriente con el rápidamente creciente campo de amenazas.
A nivel de división, la creación de un grupo que incluía elementos y funciones de estado mayor como operaciones de información, seguridad operacional, engaño militar, operaciones técnicas especiales, operaciones de apoyo de información militar, asuntos civiles, cooperación de seguridad y asuntos públicos, incrementó el énfasis del comando, ayudó con la eliminación de la compartamentalización y permitió que un número de pequeñas secciones compartieran recursos. Aunque no son parte del grupo de colaboración central, las capacidades de información tales como la garantía de información/seguridad cibernética y contrainteligencia trabajaron conjuntamente cuando era necesario.
La estructura de estado mayor usada por el elemento de mando tipo misión de la 4ª División de Infantería en Europa organizó las capacidades de información en un elemento consolidado y jerárquico y designó a un oficial encargado. Esta posición alternó entre los elementos de asuntos públicos y operaciones de información, dependiendo de cuál elemento proporcionaba el oficial de mayor antigüedad a la célula. Cuando un oficial de asuntos públicos estaba a cargo de la organización, un oficial de operaciones de información servía como su subjefe para proporcionar el apoyo de sincronización. Cuando un oficial de operaciones de información estaba a cargo, no había un subjefe, y la sección de asuntos públicos retenía su vínculo directo con el comandante.
El elemento de mando tipo misión proporcionó recursos a una célula de interacción con líderes clave con personal de otras unidades en la división. El elemento de mando tipo misión también usó una compañía de asuntos públicos del 80º Batallón de Asuntos Civiles y un destacamento de asuntos públicos del 10º Cuartel General del Campo de Prensa para ayudar a las fuerzas de Atlantic Resolve a maximizar el alcance de sus mensajes. El comandante de compañía de asuntos civiles sirvió como el oficial de asuntos civiles del elemento de mando tipo misión mientras que el comandante del destacamento de asuntos públicos sirvió en el elemento de asuntos públicos de la división del elemento de mando tipo misión. Todos los escalones también incorporaron evaluaciones en todas las actividades mediante el desarrollo de medidas de eficacia e informando al cuartel general superior del impacto de sus actividades en las audiencias clave.
A nivel de brigada, la mayoría de las capacidades de información en la plana mayor ya estaba ubicadas en el mismo elemento de plana mayor en la tabla de organización y equipamiento modificada. Sin embargo, con la pérdida de oficiales de operaciones de información a nivel de brigada, los comandantes tenían que trasladar la responsabilidad de estado mayor para la sincronización de las capacidades de información para subrayar el mensaje que la unidad envía a través de su ejecución de tareas tácticas.
A falta de una posición dedicada de operaciones de información, el oficial de operaciones (S-3) tiene la responsabilidad doctrinaria para ejecutar la función de sincronización de las operaciones de información. En la Operación Atlantic Resolve, ha sido necesario que los oficiales de operaciones usen el proceso de operaciones y selección de blancos para incorporar habilitadores tales como los asuntos públicos, asuntos civiles e interacción con líderes clave. Con la sincronización de estos habilitadores en las operaciones de la unidad, los comandantes y sus planas mayores garantizaron el apoyo mutuo y mensajes complementarios para ayudar a las audiencias a comprender las acciones de la unidad.
Puesto que el Ejército estableció un área funcional de operaciones de información para abordar los desafíos con la garantía de un enfoque adecuado en las capacidades de información, no es de sorprender que anticipar que el S-3 de la brigada ejecutaría la función de sincronización de las operaciones de información sin el apoyo de plana mayor era poco realista. La organización propuesta para maximizar la distribución de recursos y colaboración entre las capacidades de información de la brigada era consolidar los esfuerzos de asuntos públicos, asuntos civiles, MISO y CEMA en un solo elemento en el nivel de brigada. La brigada podía utilizar el oficial de inteligencia en la célula de guerra electrónica y el suboficial de operaciones psicológicas (PSYOP) para establecer una célula de interacción con líderes clave.
Las brigadas deben seleccionar cómo designar un jefe y suboficial encargado del elemento consolidado. Solo un elemento de asuntos públicos de brigada es autorizado tener un mayor. Las otras posiciones de oficiales autorizadas son asignaciones para capitanes. Puesto que la mayoría de oficiales principales en la plana mayor de brigada son mayores, hay beneficios con la designación de un jefe con la antigüedad y experiencia para interactuar eficazmente con sus homólogos en la plana mayor. Las brigadas pueden llenar esta posición al asignar tareas adicionales a las posiciones orgánicas o emplear personal de otras unidades de la brigada.
Conclusión
La ejecución en la Operación Atlantic Resolve demostró que una combinación de énfasis de comando y organización eficaz en la plana mayor podría maximizar el potencial de las unidades del Ejército para competir y ganar en un ambiente de información disputado. Sin embargo, la necesidad de estas soluciones sugiere un desafío más grande con cómo el Ejército organiza y prepara a sus fuerzas para llevar a cabo las operaciones de información y CEMA.
El Ejército debería considerar si las lecciones aprendidas de la Operación Atlantic Resolve ofrecen observaciones que pueden contribuir a discusiones más amplias sobre cómo el Ejército debe alinear sus capacidades para luchar y ganar en el ambiente de información. Establecer doctrina y organizaciones de plana mayor en el Ejército que explican y aprovechan la convergencia de las operaciones de información y las CEMA son opciones neutrales con respecto a los recursos que podrían producir beneficios operacionales inmediatos. Estas soluciones podrían permitir que el Ejército continúe desarrollando las distintas capacidades de información —tales como las operaciones ciberespaciales y guerra electrónica— mientras sostiene el énfasis en el uso sincronizado de las mismas.
Además, los elementos de operaciones de información deben reorientar sus actividades en su guarnición de origen y garantizar un enfoque asiduo en la preparación de sus unidades subordinadas para operar en un ambiente de información disputado. Todo entrenamiento que se lleve a cabo en la guarnición de origen debe crear oportunidades para adiestrar al personal de las unidades sin oficiales de operaciones de información para sincronizar las capacidades de información. Esto podría incluir la asignación de recursos a nivel de unidad con habilitadores externos y ayudar a las unidades para remover las barreras entre las operaciones de información, las CEMA y otras capacidades de información disponibles.
Todas las unidades deben entrenar como lucharán e incluir entrenamiento que pone a prueba su capacidad para sincronizar las capacidades de información.
Los elementos de operaciones de información deben desarrollar escenarios en el entrenamiento en su guarnición de origen para crear presión en sus unidades para que no puedan ignorar los aportes que las capacidades de información pueden proporcionar en el logro de objetivos militares. Todas las unidades deben entrenar como lucharán e incluir entrenamiento que pone a prueba su capacidad para sincronizar las capacidades de información.
Además de las acciones de los elementos de operaciones de información, el Ejército debe considerar en serio aprovechar aún más las capacidades de operaciones de información de la Guardia Nacional del Ejército y el Componente de Reserva del Ejército de EUA. Las comunidades de asuntos civiles y PSYOP han reconocido que las fuerzas de servicio activo carecen de la capacidad para apoyar a todo equipo de combate de brigada. Como consecuencia, habitualmente alinean las unidades de asuntos civiles y PSYOP en los equipos de combate de brigada de la Guardia Nacional del Ejército y el Componente de Reserva del Ejército cuando entrenan en los centros de adiestramiento de combate. La comunidad de operaciones de información del Ejército activo debe hacer lo mismo. Los grupos de operaciones de información de teatro de operaciones deben enviar sus equipos a cada rotación en el centro de adiestramiento de combate para que las brigadas del Ejército habitualmente reciban un aumento de personal de fuentes externas, es decir, de unidades de operaciones de información, asuntos civiles y PSYOP. Además, el Ejército debe considerar una evaluación holística basada en capacidades de sus fuerzas de operaciones de información y capacidades de información para garantizar que tengan recursos suficientes para satisfacer sus requerimientos.
Si el Ejército tiene la intención de luchar y ganar en un ambiente de información disputado, necesitará desarrollar las capacidades para emplear la gama de capacidades de información. Las capacidades de CEMA, por sí solas, crean las condiciones necesarias, pero no suficientes, para lograr el éxito. La función de sincronización de las operaciones de información es esencial para convertir las capacidades técnicas en efectos en el campo de batalla que crean una ventaja operacional para el comandante.
Las conclusiones y opiniones presentadas en este documento son propias del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del Ejército de EUA, ni de ninguna otra institución gubernamental.
Notas
- Epígrafe.The White House, National Security Strategy of the United States of America (Washington, DC: The White House, diciembre de 2017).
- Recientemente ha sido anunciado que la misión para apoyar a la Operación Atlantic Resolve será transferida a la 1ª División de Infantería en mayo de 2018. U.S. Army Europe Public Affairs, «“Big Red One” To Deploy as Atlantic Resolve Division-Level Headquarters», Army.mil, 17 de enero de 2018, accedido 14 de marzo de 2018, https://www.army.mil/article/199163/big_red_one_to_deploy_as_atlantic_resolve_division_level_headquarters.
- Joint Publication (JP) 3-13, Information Operations (Washington, DC: U.S. Government Publishing Office [GPO], 27 de noviembre de 2012), pág. GL-3. Una capacidad relacionada con la información es «una herramienta, técnica o actividad que se usa en una dimensión del ambiente de información que puede ser usada para crear efectos y condiciones operacionales deseadas».
- Field Manual (FM) 3-13, Inform and Influence Activities (Washington, DC: U.S. GPO, enero de 2013 [obsoleto]).
- JP 3-13, Information Operations, pág. GL-3.
- Army Doctrine Publication 6-0, Mission Command (Washington, DC: U.S. GPO, 10 de septiembre de 2012), pág. 10.
- FM 3-12, Cyberspace and Electronic Warfare Operations (Washington, DC: U.S. GPO, 11 de abril de 2017).
El teniente coronel Matthew J. Sheiffer, Ejército de EUA, es el comandante del 1er Batallón de Operaciones de Información (IO), del 1er Comando de IO (Terrestre). Sirvió como el jefe de IO en la 4ª División de Infantería desde junio de 2015 hasta mayo de 2016 y como jefe de estado mayor del elemento de mando tipo misión en Alemania de enero a mayo de 2016. Cuenta a su haber con una Licenciatura de The College of William and Mary y una Maestría de la Universidad de Virginia. Sheiffer ha servido en calidad de jefe de sección de IO en el G-3/5/7 del Ejército de EUA y subjefe de IO en la 10ª División de Montaña. De 2006 a 2009, enseñó relaciones internacionales y política comparativa en el Departamento de Ciencias Sociales en la Academia Militar de EUA en West Point, Nueva York.
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