El arte de la guerra
Lo que los Ejércitos alemán y estadounidense pueden aprender el uno del otro sobre la formación de futuros oficiales superiores
Teniente coronel Dominik J. Schellenberger, Ejército de Alemania
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Lo que la experiencia y la historia enseñan es que los pueblos y los Gobiernos nunca han aprendido algo de la historia, ni han actuado según las lecciones que debieron aprenderse de ella.
—Georg Friedrich Wilhelm Hegel
Por primera vez en la doctrina del Ejército de Estados Unidos, específicamente en el Manual de Campaña (FM) 3-0, Operaciones, Rusia, China, Corea del Norte, Irán e ideólogos radicales y organizaciones delictivas transnacionales como el Estado Islámico y al-Qaeda («4+1») son descritos como enemigos y adversarios con la capacidad para disputar y degradar el campo de batalla en todos los dominios1. Estos adversarios y enemigos con capacidades iguales o similares constantemente presentan desafíos a Estados Unidos en múltiples dominios y lo hacen intencionalmente por debajo del umbral de conflicto abierto o en lo que el teniente general retirado James M. Dubik y Nic Vincent llaman la zona gris2. Este ambiente operacional ha dado lugar a una competencia permanente y también ha resultado en una complejidad, ambigüedad, adversidad, letalidad e incertidumbre sin precedentes para los líderes militares en todos los niveles de guerra.
En vista de todos estos retos, la Escuela de Comando y Estado Mayor General (CGSC) en Fort Leavenworth, Kansas, pilar del sistema educativo de oficiales del Ejército estadounidense, está cambiando significativamente su enfoque. Su equivalente alemán, la Academia Militar de las Fuerzas Armadas (FüAkBw) en Hamburgo, también. Este año, la CGSC implementará un currículo centrado en las operaciones de combate a gran escala mientras que el sistema educativo alemán para oficiales de estado mayor general cambiará su enfoque a un estilo similar al de un laboratorio de ideas. Estas transiciones tienen un elemento en común: los respectivos cuarteles generales superiores de ambas instituciones iniciaron el proceso de cambio. Por ello, las expectativas, la presión y la supervisión son altas. Durante la transición, los dos centros de enseñanza pueden aprender el uno del otro cómo formar a sus futuros oficiales superiores (mayor, teniente coronel y coronel) para que puedan lidiar con los desafíos del ambiente operacional, planificar y ejecutar las operaciones militares en el mismo y desempeñarse como líderes organizacionales.
Después de egresar de la FüAkBw en 2013, fui seleccionado para asistir a la CGSC y también tuve el privilegio de participar en el programa Art of War Scholars (AoW). En este programa, solo doce oficiales representantes de tres países y cuatro ramas militares son seleccionados para participar en un foro especial que consiste de seminarios de posgrado intensivos e investigaciones individuales profundas centradas principalmente en comprender la estrategia y el arte operacional mediante la historia militar.
Dada mi experiencia en estos tres ambientes de educación militar profesional, hago las siguientes observaciones: primero, la CGSC puede aprender de la FüAkBw cómo mejorar la conducción de los ejercicios militares; segundo, la FüAkBw puede aprender de la CGSC el valor de los estudios de caso sobre el liderazgo y de la enseñanza de la historia; y por último, ambas instituciones pueden beneficiarse de una enseñanza que valore y se centre en el arte de la guerra como el corazón y el alma de la profesión castrense.
Antes de abordar estos argumentos, es necesario conocer un poco más sobre cada institución. El propósito de ambas instituciones es preparar a los oficiales superiores para los próximos diez a quince años de carrera, en el caso alemán, incluso para el resto de la carrera. En la CGSC, el Curso de Oficial de Comando y Estado Mayor General (CGSOC) proporciona una educación profesional militar intermedia para formar y entrenar a los futuros oficiales superiores en agilidad, adaptabilidad, comunicación efectiva, pensamiento crítico y mando tipo misión en ambientes complejos e inciertos. El equivalente del CGSOC en la FüAkBw, el Curso Nacional para Oficiales Generales y Almirantes de Estado Mayor (LGAN) —con base en la larga tradición prusiana y alemana—, también tiene como objetivo formar a los futuros oficiales generales y almirantes de estado mayor durante el transcurso de dos años. A pesar de compartir el mismo objetivo, las dos instituciones siguen metodologías diferentes. El CGSOC es un curso presencial anual centrado principalmente en temas del Ejército para alrededor de 1200 estudiantes mientras que el LGAN es un curso conjunto para 120 estudiantes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas alemanas. Además de diferencias en metodología, hay otras diferencias, principalmente culturales y explorarlas todas iría más allá del alcance del presente artículo. Sin embargo, un ejemplo de estas diferencias es el papel que desempeña el comandante con respecto a la ejecución de las operaciones. Para los estadounidenses, el comandante está a cargo de las operaciones mientras que para los alemanes, el estado mayor es quien asume esta función.
La perspectiva de una escuela hermana al otro lado del océano puede ofrecernos nuevos puntos de vista que no se limitan simplemente a la implementación de cambios organizacionales dentro de nuestra propia zona de confort.
Manzanas y peras
Es posible que el lector tenga dudas sobre lo expuesto hasta ahora dado que una comparación entre una institución como la CGSC, a la que asisten 1200 estudiantes por 10 meses, la FüAkBw, que forma a 120 estudiantes en dos años, y el programa AoW, que se centra en la formación de 12 oficiales en un período de solo seis meses, podría parecer una comparación entre manzanas y peras. Mientras más oficiales pasen por un ambiente académico con pocos recursos y en un plazo limitado, mayor el desafío. La CGSC es ejemplo de ello. El currículo y las aproximadas 875 horas de clases presenciales necesitan ser planificados cuidadosamente para poder ofrecer una formación que de alguna manera sea comparable y estándar para los 1200 estudiantes. Como resultado, se priva al profesorado de prácticamente cualquier tipo de flexibilidad para abordar y debatir acontecimientos estratégicos actuales con consecuencias para el instrumento militar de poder nacional. A pesar de este problema, comparar y llegar a conclusiones mutuas sobre el contenido y el currículo de tanto la CGSC como la FüAkBw es imperativo para poder evaluar críticamente y mejorar continuamente ambas escuelas. Más importante aún, la perspectiva de una escuela hermana al otro lado del océano puede ofrecernos nuevos puntos de vista que no se limitan simplemente a la implementación de cambios organizacionales dentro de nuestra propia zona de confort.
CGSOC: la importancia y la conducción de los ejercicios
Para empezar con un ejemplo personal, mi primer ejercicio operacional cuando estaba en la CGSC fue un desafío por dos razones. La primera era el plazo y la segunda era mi experiencia en la FüAkBw, la cual creó varios dilemas para mí como jefe del equipo de planificación operacional. En tan solo cuatro días y medio de trabajo, nuestro equipo de dieciséis participó en todo el proceso de planificación operacional conjunto, incluyendo un juego de guerra al final. Como era la primera vez que la mayoría de los estudiantes participaban en este tipo de planificación, todos tuvieron que realizar un esfuerzo considerable. Por otro lado, la FüAkBw concede dos semanas enteras para el mismo contenido con un estado mayor que consiste de todo el cuerpo estudiantil de 120. En este contexto, una breve descripción de cómo la FüAkBw está estructurada y conduce los ejercicios puede ayudar a percibir mejor las diferencias.
La metodología de la FüAkBw difiere significativamente de la de la CGSC. La especialidad de la FüAkBw es el enfoque conjunto. El objetivo de la CGSC es ayudar al estudiante a entender cómo el papel de un elemento tan básico como la brigada se encuadra dentro del panorama más amplió del esquema militar, empezando por el nivel estratégico y continuando por el nivel operacional hasta llegar al táctico. Por su parte, la FüAkBw hace lo opuesto e intenta ir «de lo fácil a lo difícil», aprovechando la experiencia de sus estudiantes en entrenamientos, tareas y misiones anteriores. El curso empieza con una fase conjunta en la que los estudiantes completan un currículo común básico sobre temas sociales, políticos, históricos y de las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas. La segunda fase es específica a la rama del estudiante y se centra en la planificación táctica y la toma de decisiones. Para los estudiantes del Ejército, eso significa ciclos repetitivos del proceso para la toma de decisiones alemán a nivel de brigada, división y cuerpo de ejército en todas las funciones de estado mayor, independientemente del cuerpo o la ocupación militar especializada a la que pertenezcan. Por cierto, en el ejercicio a nivel de cuerpo de ejército es cuando el programa de intercambio entre la CGSC y la FüAkBw ocurre.
En la tercera fase, todas las ramas se reúnen una vez más para avanzar conjuntamente al nivel operacional, aprendiendo a cómo aplicar y ejecutar el proceso de planificación operacional de la OTAN y practicando el proceso de toma de decisiones a nivel de ministerio y estado mayor. Por ejemplo, durante las cuatro semanas de ejercicios operacionales en las que se ejecuta el proceso de planificación operacional de la OTAN, además de establecerse un grupo de planificación operacional conjunto, los estudiantes del Ejército actúan como el mando componente terrestre, los de la Fuerza Aérea como el mando componente aéreo y los de la Armada como el mando componente naval. La estructura integral del curso de la FüAkBw es necesaria porque una vez que los estudiantes egresan del curso, son destinados a posiciones que van desde oficial de operaciones de una brigada hasta, en mi caso, oficial ejecutivo del jefe de estado mayor del Mando de Operaciones de Fuerzas Conjuntas alemán.
El enfoque general de ambas instituciones y la metodología de cómo conducir los ejercicios difieren considerablemente también. En la FüAkBw, por lo general, los ejercicios son ejercicios, tanto temporal como físicamente. Los estudiantes no tienen tareas o clases de gestión de fuerzas, liderazgo o historia y por lo tanto, se pueden concentrar mejor en el ejercicio. Lo mismo ocurre con el profesorado. Dado que los profesores no tienen la responsabilidad de impartir clases o calificar trabajos, los asesores e instructores del grupo de estado mayor pueden centrarse en su principal responsabilidad, que es orientar a los estudiantes en sus respectivas funciones de combate durante el ejercicio.
Para hacer la planificación más realista, la FüAkBw contacta a cuarteles generales, estados mayores y escuelas militares nacionales y multinacionales para incorporar experiencias reales en los ejercicios de planificación. Este esfuerzo para hacer más realistas los ejercicios alcanza su punto culminante con la inestimable orientación y amplios conocimientos de un asesor superior, que en la mayoría de los casos es un general retirado de tres o cuatro estrellas que actúa como comandante general.
FüAkBw: el valor de los estudios de caso sobre el liderazgo y de la enseñanza de la historia
Como mencioné anteriormente, la FüAkBw aprovecha la amplia experiencia y las perspectivas de asesores superiores sobre temas de alto mando. Esto puede llevar a la pregunta de cómo los futuros oficiales superiores pueden en realidad «aprender» sobre el liderazgo y el mando. Desde luego, la experiencia es una cara de la moneda que es irreemplazable. La otra cara son los asesores y los ejemplos históricos, tanto contemporáneos como antiguos. Los ejemplos históricos incluso podrían ser más importantes para aquellos en ejércitos que han participado en operaciones de contingencia limitadas en los últimos años. Así es cómo evoluciona la doctrina, mediante una experiencia de combate institucional e individual sistemática respaldada por ejemplos históricos e impulsada por conceptos prospectivos. Esta relación inherente establece el vínculo entre el liderazgo y la enseñanza de la historia. Una de las herramientas que ayuda a establecer este vínculo son los estudios de caso sobre el liderazgo.
El mariscal de campo británico Sir William Slim, quien operaba en el teatro de operaciones de China, India y Birmania durante la Segunda Guerra Mundial, y el general estadounidense Matthew Ridgway y su Octavo Ejército en la guerra de Corea son dos de los varios ejemplos históricos excelentes del currículo de la CGSC que muestran cómo el liderazgo puede influir positivamente en situaciones difíciles. Estos estudios de caso ofrecen varias lecciones de liderazgo importantes y útiles que pueden ayudar a futuros oficiales superiores a abordar problemas estratégicos y operacionales complejos en ambientes austeros. Estos estudios sobre el liderazgo son incluso más importantes para la gran mayoría de los líderes militares, que a diferencia de Slim y Ridgway, no son «genios militares», como Carl von Clausewitz los llamaba, o «grandes capitanes», como solía decir Napoleón3.
Dubik sostiene que los líderes en los niveles operacional y estratégico necesitan dominar dos teorías: primero, la teoría de la guerra, y segundo, y de igual importancia, la teoría del cambio organizacional4. John P. Kotter (Leading Change) y Peter M. Senge (The Fifth Discipline: The Art and Practice of the Learning Organization) figuran entre algunas de las personalidades más importantes que han contribuido a la teoría del cambio organizacional. Según Dubik, en los niveles operacional y estratégico, un líder organizacional primero debe desarrollar su propio entendimiento de la teoría de la guerra para poder influir en la dirección del sistema educativo militar. El líder organizacional podrá desarrollar soluciones viables, o lo que las Fuerzas Armadas llaman curso de acción, solo cuando sea capaz de entender, visualizar y describir el ambiente operacional correctamente. Un ejemplo excelente de lo que Dubik propone es el general retirado David Petraeus, quien empleo el famoso manual de contrainsurgencia FM 3-24, Contrainsurgencia para poder entender, visualizar y describir el conflicto de Irak en 2007.
Sin embargo, tal combinación de teoría de guerra y teoría organizacional debería abordarse más en la FüAkBw porque ayudaría a la institución a mejorar y a convertirse en un «laboratorio de ideas» militar.
CGSC y FüAkBw: el arte de la guerra
Combinar la teoría de la guerra con la teoría de liderazgo organizacional resulta en la fusión transformacional final de conceptos o lo que podría llamarse el arte de la guerra y tanto la CGSC como la FüAkBw deberían fomentar este concepto con más energía.
El arte de la guerra tiene muchas facetas. Una definición fácil de entender de Dubik diferencia entre, por un lado, la ciencia de la guerra, centrada en los aspectos técnicos, cuantitativos y físicos, y, por otro, el arte de la guerra, centrado en los aspectos no físicos de cómo librar la guerra. Para Dubik, «el arte operacional es la práctica de emplear fuerzas militares tácticas en secuencia o simultáneamente; en combates, enfrentamientos y maniobras; y en una campaña o una serie de campañas para alcanzar objetivos estratégicos»5. Debe ser evidente que esta interpretación del arte de la guerra está relacionada con lo que la Publicación de Referencia Doctrinal del Ejército (ADRP) 3-0, Operaciones define como arte operacional y sus principios correspondientes6.
Los estudiantes de ambas instituciones deben entender que no hay una sola manera de aplicar el arte de la guerra y, por consiguiente, no hay una sola manera de luchar.
Pero, ¿por qué la diferencia entre el arte y la ciencia de la guerra es tan importante para los futuros oficiales superiores y oficiales del estado mayor general? Un análisis crítico del arte de la guerra aborda la esencia de la profesión castrense, sobre todo para los oficiales. Los estudiantes de ambas instituciones deben entender que no hay una sola manera de aplicar el arte de la guerra y, por consiguiente, no hay una sola manera de luchar. Por ejemplo, la manera de librar la guerra de los estadounidenses ha alternado entre una guerra de desgaste, como ocurrió inicialmente durante la época colonial, según John Grenier, y una guerra centrada en la aniquilación basada en el estilo prusiano, como bien señala Russell F. Weigley, pero siempre considerando la «política del momento», como defiende Antulio J. Echevarria7.
Al igual que Estados Unidos, otras regiones y naciones han desarrollado su propia manera de librar la guerra y con frecuencia el estilo es influenciado por factores culturales, circunstancias políticas y sociales, revoluciones en aspectos militares y pensadores estratégicos autóctonos. A continuación, presento las tres maneras más prominentes de librar la guerra:
China. La manera en la que China libra la guerra ha sido conformada considerablemente por Sun Tzu y su El arte de la guerra, manual que prácticamente es la base del pensamiento estratégico chino8. La manera de librar la guerra de China tiende a ser defensiva por naturaleza y es caracterizada por la decepción y el prolongamiento deliberado del conflicto, esperando pacientemente por la ventaja estratégica para intentar ganar sin tener que luchar y coaccionando a otros a través de varios medios. Mao Tse-tung incorporó muchas de las ideas de Sun Tzu en los principios de su manual La guerra de guerrillas, los cuales sentaron las bases para la guerra revolucionaria en China y marcaron la diferencia entre el enfoque de Mao y Stalin con respecto al comunismo9.
Rusia. La manera de librar la guerra de Rusia tiende a enfatizar una ofensiva y estrategia centrada en infligir graves daños al enemigo y combatir «en profundidad» con un gran número de fuerzas, una estrategia de desgaste por naturaleza dispuesta a sacrificar el espacio físico por el tiempo bajo la suposición de que el tiempo juega a su favor. En consonancia con este enfoque se encuentra la teoría de operaciones en profundidad, formulada por Wladimir Kiriakowitsch Triandafillov y Mikhail Nikolayevich Tukhachevsky y avanzada por Georgii Samoilovich Isserson. También es relevante el concepto de «arte operacional» de Alexander Andreyevich Svechin tanto en aquel momento como en la actualidad por ser un puente entre la táctica y la estrategia10.
Occidente. Los fundamentos modernos de la manera de librar la guerra de Occidente se basan en los escritos del filósofo prusiano Clausewitz, en particular su obra maestra De la guerra, y en los del teórico suizo barón de Jomini, con su Compendio del arte de la guerra. Ambos textos fueron empleados por el mariscal de campo Helmuth von Moltke durante las guerras de unificación alemanas de 1870 a 1871 e influyeron en el famoso plan Schlieffen y más tarde en el concepto de guerra relámpago (blitzkrieg) de los mariscales de campo Erich von Manstein, Heinz Guderian y Erwin Rommel11. La manera occidental de librar la guerra es ofensiva por naturaleza y se centra en el tempo, la potencia de fuego y la iniciativa para derrotar y aniquilar decisivamente al adversario mediante el movimiento y maniobra a nivel operacional y de manera independiente.
Estas diversas maneras de librar la guerra dieron lugar a algunas observaciones interesantes. El ejemplo ruso revela que los términos «operación» y «nivel operacional», empleados hoy en día de manera casi exagerada, no son invenciones prusianas o estadounidenses, sino que tienen su origen en los teóricos rusos mencionados anteriormente. Esos teóricos también desarrollaron el concepto de «combate en profundidad», el cual parece haber sido fuente de inspiración para los escritores de doctrina militar estadounidense a cargo de la recién publicada Publicación de Referencia Doctrinal del Ejército (ADRP) 3-0, Operaciones y el FM 3-0, Operaciones12.
Los líderes familiarizados con la historia y los vínculos entre las diferentes maneras de librar la guerra entenderán mejor cómo la anexión de Crimea por parte de Rusia o la expansión de China en el mar de China meridional se conforman a sus respectivos modelos de librar la guerra. Además, mediante un entendimiento de la teoría de la guerra, los líderes también serán capaces de contribuir proactivamente a los planes de campaña en todos los niveles de guerra. Si los líderes militares de cualquiera de las dos escuelas completan sus estudios sin un concepto claro de la teoría y las diferentes maneras de librar la guerra, podrían malinterpretar las intenciones del adversario o enemigo y llegar a conclusiones mal fundadas en tareas futuras.
En este punto, el programa AoW puede servir, por lo menos parcialmente, como un punto de partida para ayudar a los líderes futuros a pensar sobre los niveles operacional y estratégico. El propósito del programa es producir oficiales con destrezas de pensamiento crítico y un entendimiento avanzado del arte de la guerra. Por ello, los participantes del programa emprenden un desafiante camino explorando temas como las diferentes maneras en las que los países libran la guerra, la Guerra Fría, la doctrina y los conceptos del Ejército estadounidense, el arte de mando y las experiencias contemporáneas. Esta visión de 360 grados en la que se abordan lecciones del pasado, soluciones potenciales y desafíos futuros proporciona a los participantes del programa una base sólida para afrontar la incertidumbre, la ambigüedad y la adversidad de los futuros campos de batalla. El propósito integral del programa, por así llamarlo, no es solo preparar a los oficiales para lo que ocurrirá, sino formarlos para que puedan lidiar con la incertidumbre.
Conclusión
Formular, desarrollar e implementar cambios en la educación militar profesional de los futuros oficiales superiores es difícil; la CGSC y la FüAkBw son un ejemplo de ello. Los procesos de cambio tienen que atravesar campos de minas y trincheras emocionales que toman en cuenta las demandas y las sensibilidades de las partes involucradas. En el caso de la CGSC, las largas tradiciones de los departamentos, y en el caso de la FüAkBw, las ramas de las Fuerzas Armadas.
Adaptar la educación militar profesional a un ambiente operacional que evoluciona constantemente también corre el riesgo de convertirse en una actividad que siempre se queda a un paso de alcanzar su objetivo, como el legendario Sísifo. A pesar de estas dificultades, ambas escuelas militares, sin duda alguna, pueden aprender la una de la otra cómo formar a los futuros oficiales superiores para que puedan afrontar los desafíos del ambiente operacional, planificar y ejecutar las operaciones militares en el mismo y desempeñarse como asesores militares de responsables políticos. La CGSC puede aprender de la FüAkBw cómo mejorar la conducción de los ejercicios mientras que la FüAkBw puede aprender de la CGSC el valor del liderazgo y la enseñanza de la historia. Por último, ambas escuelas pueden beneficiarse de una formación centrada en el arte de la guerra como el corazón y el alma de la profesión castrense.
Para la CGSC, mejorar la conducción de los ejercicios facilitaría considerablemente los objetivos de aprendizaje del ejercicio. Empezar los ejercicios «por lo fácil y acabar con lo difícil» no solo le permitiría al profesorado centrarse plenamente en esta tarea, sino que también probablemente facilitaría la participación de instituciones externas como cuarteles generales de división, de cuerpo de ejército o de comandos combatientes. El punto culminante de este proceso, al menos para el ejercicio, podría ser la introducción de un asesor superior.
Además, a diferencia del tiempo dedicado a los exámenes y las tareas, el valor inmediato de las horas dedicadas a los ejercicios no se puede medir directamente. Por supuesto que algunas de estas sugerencias podrían inmediatamente dar lugar al debate de manzanas y peras. Sin embargo, desde la perspectiva de un militar extranjero, cuesta entender por qué el Ejército de Estados Unidos no podría ser capaz de atraer un número suficiente de expertos militares, incluyendo generales retirados, para contribuir activamente en la educación militar profesional de los importantes futuros oficiales superiores.
La CGSC y la FüAkBw deberían centrar todos sus esfuerzos educacionales en el arte de la guerra.
Para la FüAkBw, redescubrir el valor de la subestimada enseñanza de la historia sería un paso inicial importante. Este redescubrimiento tiene que ir acompañado de una ampliación de la perspectiva histórica que no se limite solamente a la historia prusiana y alemana o a la historia de sus Fuerzas Armadas. La historia de los combates y las campañas necesitan ser parte integral del currículo, pero en la actualidad no es así. Debemos estudiar nuevamente los filósofos de la guerra de habla alemana como Clausewitz y Jomini para entender mejor la teoría de la guerra. Con esta base histórica, la enseñanza del liderazgo puede incorporar mejor las teorías y aspectos vinculados al liderazgo y a los cambios organizacionales.
Por último, la CGSC y la FüAkBw deberían centrar todos sus esfuerzos educacionales en el arte de la guerra dado que en el centro de este debate figura la pregunta, ¿cuál es la finalidad de las Fuerzas Armadas? La respuesta a esta pregunta define cómo constituir, entrenar y equipar a las Fuerzas Armadas, y por consiguiente, cómo formar a sus futuros líderes. Si el propósito de las Fuerzas Armadas es emplear la fuerza militar, entonces la CGSC y la FüAkBw tienen que enseñar a los futuros oficiales superiores a no solo simplemente pelear, sino a cómo librar la guerra. La guerra en los niveles estratégico y operacional difiere significativamente de la guerra en el nivel táctico. Explorar el arte de la guerra —y el arte operacional— ayudará a la CGSC y a la FüAkBw a preparar mejor a sus oficiales para una guerra caracterizada por una complejidad, ambigüedad, adversidad, letalidad e incertidumbre sin precedentes.
Esto pone de relieve otro aspecto que no se abordó en este artículo y que es cómo la CGSC y la FüAkBw en realidad evalúan el efecto de sus respectivos cursos en el desarrollo y la adquisición de las destrezas y competencias asociadas con el propósito que se mencionó al principio del artículo. Parece ser que una evaluación sistemática —que va más allá de los informes de evaluación regulares— es un punto débil de la educación militar profesional en ambos lados del Atlántico.
Notas
- Epígrafe. Georg Friedrich Wilhelm Hegel, The Philosophy of History (Nueva York: P. F. Collier and Son, 1901), pág. 49.
- Para más detalles sobre cómo el Field Manual (FM) 3-0, Operations describe el ambiente operacional actual, véase su introducción (Washington, DC: Oficina de Publicaciones del Gobierno (GPO), 6 de octubre de 2017).
- Para más detalles sobre la competencia que Estados Unidos enfrenta en la zona gris, véase James M. Dubik y Nic Vincent, America’s Global Competitions: The Gray Zone in Context (Washington, DC: Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), febrero de 2018).
- Carl von Clausewitz, On War, edición y traducción de Michael Howard y Peter Paret (Princeton, Nueva Jersey: Princeton University Press, 1976), págs. 75–123, 141.
- Dr. James M. Dubik (teniente general retirado del Ejército de Estados Unidos; investigador principal del ISW, Washington, DC; profesor en el Programa de Estudios de Seguridad de la Universidad de Georgetown, Washington, DC), seminario «COIN and Insurgency», Art of War, sesión nro. 43, 30 de marzo de 2018.
- James M. Dubik, Operational Art in Counterinsurgency: A View from the Inside (Washington, DC: ISW, mayo de 2012), págs. 11–12.
- Army Doctrine Reference Publication (ADRP) 3-0, Operations (Washington, DC: GPO, octubre de 2017), cap. 2.
- Para más información sobre la guerra de desgaste, véase John Grenier, The First Way of War: American War Making on the Frontier, 1607–1814 (Cambridge, Reino Unido: Cambridge University Press, 2005); para la guerra de aniquilación, véase Russel F. Weigley, The American Way of War: A History of United States Military Strategy and Policy (Nueva York: Macmillan, 1973); para el papel que la «política del momento» juega en la manera de librar la guerra de Estados Unidos, véase Antulio J. Echevarria, Reconsidering the American Way of War: U.S. Military Practice From the Revolution to Afghanistan (Washington, DC: Georgetown University Press, 2014).
- Sun Tzu, The Art of War, introducción de B. H. Liddell Hart y traducción de Samuel B. Griffith (Oxford: Oxford University Press, 1971).
- Marine Corps Combat Development Command, Fleet Marine Force Reference Publication 12-18, Mao Tse-tung on Guerrilla Warfare, traducción de Samuel B. Griffith (Quantico, Virginia, 5 de abril de 1989).
- G. S. Isserson desarrolló el concepto de combate en profundidad en el contexto de los estancamientos militares y los frentes contiguos del frente occidental durante la Primera Guerra Mundial. En pocas palabras, su concepto depende del ataque y la penetración de un amplio frente para colapsarlo en profundidad. Para más detalles, véase G. S. Isserson, The Evolution of Operational Art, traducción de Bruce W. Menning (Fort Leavenworth, Kansas: SAMS Theoretical Special Edition, 2005). Para información contextual sobre la evolución del concepto de combate en profundidad, véase Richard Simpkin, «From Broad Front to Deep Battle», en Deep Battle: The Brainchild of Marshal Tukhachevskii (Londres: Brassey’s Defence Publishers, 1987), págs. 33–52. Alexander Andreyevich Svechin se refiere al «arte operacional» como la tercera categoría de arte militar, situada entre la estrategia y la táctica. Para más detalles, véase Jacob W. Kipp, «General-Major A. A. Svechin and Modern Military Warfare: Military History and Military Theory» en A. A. Svechin, Strategy (Minneapolis: East View Publications, 1991), págs. 23–56.
- Carl von Clausewitz, On War, edición y traducción de Michael Howard y Peter Paret (Princeton, Nueva Jersey: Princeton University Press, 1976). Henri Antoine Jomini, The Art of War, traducción de G. H. Mendell y W. P. Craighill (Philadelphia: J. B. Lippencott & Co., 1862). Para más detalles sobre la interesante evolución de la manera de librar la guerra de Rusia, véase Robert Citino, The German Way of War (Lawrence, Kansas: University Press of Kansas, 2005).
- Para más detalles sobre el concepto de combate en profundidad de Isserson, véase FM 3-0, Operations (Washington, DC: GPO, 6 de octubre de 2017), 7-7–7-9.
El teniente coronel Dominik Schellenberger, Ejército de Alemania, es estudiante de la Escuela de Estudios Militares Avanzados (SAMS) en Fort Leavenworth, Kansas. Es diplomado superior en Ciencias de la Educación por la Universidad de las Fuerzas Armadas de Alemania (FüAkBw) en Hamburgo y máster en Ciencias y Artes Militares por la Escuela de Comando y Estado Mayor General del Ejército de Estados Unidos (CGSC) en Fort Leavenworth, Kansas. Es egresado del Curso Nacional para Oficiales Generales y Almirantes de Estado Mayor (LGAN) alemán y del Curso de Oficial de Comando y Estado Mayor General (CGSOC) estadounidense, durante el cual él participó en el programa Art of War Scholars. En 2011, sirvió como comandante de compañía en Afganistán.
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