Revista Profesional del Ejército de EUA

Edición Hispanoamericana

Artículos exclusivos en línea de agosto 2018

¿Qué hay en un nombre?

Operaciones psicológicas vs. operaciones de apoyo a la información militar y un análisis del cambio organizacional

Mayor David Cowan, Ejército de EUA

Mayor Chaveso Cook, Ejército de EUA

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Insignia regimental de operaciones psicológicas

Las operaciones psicológicas (PSYOP) son vitales para el éxito del Ejército estadounidense en tiempos de paz y en tiempos de guerra. Sin embargo, en 2010, el Departamento de Defensa (DoD) consideró que el término operaciones psicológicas era demasiado amenazante y ordenó al Ejército reemplazarlo con un nuevo término—operaciones de apoyo a la información militar (MISO)1. A pesar de este cambio, PSYOP ha sido adoptado nuevamente por las unidades de conformidad con la orientación del 27 de octubre de 2017 emitida por el Comando de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos (USASOC)2. Mediante un análisis de cómo este cambio fue implementado y, a larga, rechazado, este artículo tiene como objetivo ayudar al Ejército a implementar mejor los cambios organizacionales futuros.

En este estudio de caso nos centramos en tres áreas clave. Primero, cuando se intentó cambiar el nombre, no se tuvo en consideración ni se superó la resistencia individual e institucional. Segundo, pruebas convincentes para justificar el cambio de nombre no fueron comunicadas de forma adecuada al Ejército. Por último, dado su carácter normativo y el poco margen de acción de los que lo implementarían, el cambio de nombre no fue aceptado por aquellos que dependía para tener éxito.

Antecedentes y evolución

El 19 de abril de 2011, algunos meses después del cambio inicial terminológico, en el comunicado ALARACT 162/2011 se subrayó que «este cambio en terminología solo se aplica a la función de PSYOP y no afecta los nombres del regimiento y la rama»3. Estos documentos hacían hincapié en un cambio a la designación de la función, no la designación de unidades, rama, regimiento o campo profesional. Sin embargo, ambos repercutieron inmediatamente en las fuerzas PSYOP del Ejército estadounidense, que en su conjunto estaban compuestas por más de 7000 soldados sirviendo en unidades asignadas al USASOC y al Componente de la Reserva del Ejército.

Las PSYOP habían sido definidas oficialmente en la doctrina del DoD como «actividades ideológicas, militares, económicas y políticas planificadas y orientadas hacia países, organizaciones e individuos para generar emociones, actitudes, entendimiento, creencias y comportamientos favorables a la consecución de los objetivos militares y políticos de Estados Unidos»4. En pocas palabras, las PSYOP son la función del DoD dedicadas a cambiar las actitudes y los comportamientos de grupos extranjeros específicos; fuera del ámbito militar son calificadas frecuentemente como propaganda.

Según el entonces secretario de Defensa, Robert Gates, el término PSYOP inducía a error. «Aunque las actividades PSYOP dependen de información veraz transmitida de forma verosímil, el término PSYOP tiende a connotar propaganda, lavado de cerebro, manipulación y engaño»5. Se buscaba reemplazar PSYOP como término para disminuir su supuesta connotación amenazante y percepción negativa. Gates esperaba que el cambio de nombre fomentara la cooperación entre las Fuerzas Armadas y las agencias colaboradoras del Gobierno federal, en particular el Departamento de Estado6. Dado que las Fuerzas Armadas son un subconjunto de nuestra cultura y son influenciadas considerablemente por su entorno exterior, estas han adaptado sus prácticas para ajustarse mejor a los valores, las actitudes y las creencias de la sociedad a la que pertenecen. Con este cambio, MISO entraba en la lista de términos que el Ejército ha empleado para describir las actividades encaminadas a transformar la mentalidad y las acciones de grupos extranjeros.

El 4 y 8 Grupo de Operaciones Psicológicas (PSYOP) son parte del 1 Comando de Fuerzas Especiales en Fort Bragg, Carolina del Norte.

Durante la Primera Guerra Mundial, propaganda era el término operativo empleado por el Ejército. La Fuerza Expedicionaria Aliada del general John Pershing contaba con un departamento de propaganda. Durante la Segunda Guerra Mundial, el término propaganda fue sustituido por guerra psicológica, mientras que las actividades enemigas continuaban siendo clasificadas como propaganda y tenían una connotación negativa7. Durante la guerra de Vietnam, las unidades PSYOP surgieron. Sin embargo, los términos guerra psicológica y propaganda fueron empleados habitualmente en la doctrina militar oficial hasta principios de 1980.

En la política actual del Ejército, MISO es considerado el término de iure, legal, para la función conocida anteriormente como PSYOP. En el Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos (USSOCOM), las unidades MISO en servicio activo consistían de solo dos grupos y, hasta hace poco, eran llamados el 4o y 8o Grupo de Apoyo a la Información Militar (MIS). Curiosamente, en la Reserva del Ejército, los nombres del 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas permanecieron intactos. Para complicar aún más la situación, los que conducían las operaciones de apoyo a la información militar todavía eran conocidos como soldados y oficiales de operaciones psicológicas, dado que el Instituto de Heráldica del Ejército de Estados Unidos consideraba que el nombre de la rama debía permanecer intacto por el linaje de la fuerza8. Los cuatro grupos forman parte de un campo profesional de operaciones psicológicas y en su conjunto constituyen el Regimiento de Operaciones Psicológicas.

Cabe señalar que antes de 2007, las unidades PSYOP en servicio activo y en reserva se encontraban agrupadas bajo el Comando de Operaciones Psicológicas y Asuntos Civiles subordinado al USASOC. Sin embargo, en 2007, los dos componentes fueron separados cuando las PSYOP se convirtieron en una rama oficial. Las unidades activas siguieron siendo parte del USSOCOM mientras que el 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas fueron reorganizados bajo el Comando de Reserva del Ejército de Estados Unidos. Esto alteró la disposición de la fuerza porque las unidades en reserva comenzaron a apoyar exclusivamente a las fuerzas convencionales mientras que las unidades en servicio activo hicieron lo mismo con las fuerzas de operaciones especiales del Ejército. Aunque ambas tenían la misma misión, organización e historia, las unidades en reserva y en servicio activo ahora se encontraban separadas por un océano de cultura y burocracia.

Un intento de cambio fallido

Para que un cambio tenga éxito, una organización primero debe comprender y después superar la resistencia individual e institucional. El famoso psicólogo social Kurt Lewin describe el comportamiento individual como una función de la personalidad y las fuerzas del entorno exterior que influyen sobre el individuo9. Estas fuerzas impulsan al individuo o a la organización a comportarse de cierta manera o a resistirse a nuevos comportamientos. Los arquitectos del cambio de PSYOP a MISO nunca entendieron o anticiparon adecuadamente que esas fuerzas podrían resistirse a la implementación.

Los dos grupos de operaciones psicológicas en servicio activo son el 4 y 8 y los dos en reserva son el 2 y 7.

Este cambio terminológico cobró impulso porque el DoD necesitaba neutralizar el término PSYOP ante los ojos de las agencias del Gobierno, el Congreso y, en última instancia, el pueblo estadounidense. En un correo electrónico sobre el cambio, una asesora principal del subsecretario de Defensa para Política escribe que el nuevo término MISO era necesario para evitar malentendidos con los embajadores del Departamento de Estado10. Lo que subyace en su declaración es una supuesta arraigada y profunda desconfianza del Departamento de Estado por ciertas actividades militares centradas en efectuar cambios de comportamiento en otras poblaciones, en particular las PSYOP11.

Había una letanía de fuerzas jugando en contra. Para empezar, como término, MISO solo reemplazó parcialmente a PSYOP en el léxico del Ejército. En los documentos oficiales del Ejército, PSYOP fue reemplazado; sin embargo, en conversaciones informales, su empleo era generalizado. Algunos soldados habían pasado toda su carrera como oficiales de operaciones psicológicas en unidades PSYOP. Por ironía del destino, parece ser que el efecto psicológico de cambiar PSYOP a MISO no fue considerado plenamente por los que lo ordenaron e implementaron. Al cambiar PSYOP a MISO, se cuestionaba potencialmente la identidad de esos soldados sirviendo en unidades PSYOP. Las tradiciones, los símbolos, las historias y los nombres de una unidad son elementos importantes de su cultura e indicativos de raíces profundas dentro de una organización12. El cambio de PSYOP a MISO fue percibido como un ataque implícito contra la identidad de los integrantes de las Fuerzas Armadas que eran necesarios para implementarlo.

Según Warner Burke: «El fenómeno de resistencia al cambio no es necesariamente resistirse al cambio en sí, sino que es, para ser más precisos, una resistencia a la perdida de algo de valor para la persona»13. Si bien el cambio pudo ser bastante emotivo, no se prestó suficiente atención a la pérdida individual y colectiva que sintió la organización. Aunque parezca sentimental, psicológicamente, los soldados del regimiento PSYOP no tuvieron un período de duelo para aceptar la pérdida de algo tan valioso para su identidad. Por eso, es comprensible que el término MISO fuera aceptado con poco entusiasmo y que se adoptara nuevamente el término PSYOP seis años después de emitirse la orden de cambio. Muchos soldados en el regimiento PSYOP simplemente reconocieron la nueva designación porque era su deber, pero en silencio esperaban que MISO fuera revertido a PSYOP.

La renuencia del Ejército a renombrar la especialidad militar de los soldados de operaciones psicológicas parece ser una resistencia ideológica al cambio. La resistencia ideológica difiere de otras formas de resistencia, como la resistencia ciega o la resistencia política, porque los individuos realmente creen que el cambio no es lo correcto14. Muchos en el Ejército creían firmemente que cambiar la identidad de los soldados de operaciones psicológicas sería un ataque contra los valores profundos de los que formaban parte de la organización, su historia y su linaje. Este tipo de resistencia benefició a la organización y resultó en una solución de compromiso que en aquel entonces protegía la identidad de los soldados mientras permitía un cambio gradual.

Los soldados mantuvieron su identidad como especialistas y oficiales de operaciones psicológicas, como estipula su especialidad militar, y continuaron firmando su nombre y su grado en documentos oficiales seguido de operaciones psicológicas (o con las iniciales PO) para indicar su rama. Sin embargo, algunas unidades del Ejército que conducían operaciones psicológicas recibieron la orden de cambiar su nombre a unidades de apoyo a la información militar.

Cuando el USSOCOM ordenó la nueva designación del 4o y 8o Grupo de Operaciones Psicológicas como grupos de apoyo a la información militar, no tenía la autoridad para obligar al Comando de Operaciones Psicológicas y Asuntos Civiles de la Reserva del Ejército y su 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas subordinados a efectuar tal cambio. Esto dividió a la fuerza entre los que mantuvieron la designación de operaciones psicológicas y lo que adoptaron apoyo a la información militar, y las unidades en reserva parecían estar decididas a continuar resistiéndose al cambio de designación. Tal vez la Reserva del Ejército se negó deliberadamente a implementar el cambio ordenado por el USSOCOM para demostrar que su autonomía y su autoridad no dependían del Ejército en servicio activo.

La resistencia del 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas tal vez fue una indicación de un tipo de resistencia política y no una resistencia ideológica basada en creencias profundamente arraigadas. Los que participan en actos de resistencia política creen que tienen algo de valor que perderán en términos de poder o estatus si aceptan el cambio15. En este caso, el 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas estaban subordinados a un comando completamente diferente que el de sus homólogos del 4o y 8o Grupo de Operaciones Psicológicas en servicio activo.

La resistencia ideológica y política al cambio deben ser abordadas de forma diferente. La lógica y la emoción son necesarias para persuadir a los que se resisten al cambio por motivos ideológicos. En este caso, el Ejército, como muchas otras corporaciones privadas, intentó implementar un cambio empleando la lógica sin prestarle la debida atención a los aspectos emotivos y afectivos del cambio. La resistencia política de la Reserva del Ejército indica que existe una lucha de poder mucho más grande entre los componentes en servicio activo y en reserva del Ejército.

Las unidades de operaciones psicológicas nunca recibieron pruebas convincentes que justificaran por qué era necesario cambiar el nombre de PSYOP. Cuando las personas consideran que el cambio no es necesario, es poco probable que lo apoyen. Las principales razones para el cambio de PSYOP a MISO fueron comunicadas mediante un memorándum de la Oficina del Secretario de Defensa y promulgadas en las ramas hasta llegar a los integrantes de las organizaciones encargadas de implementarlo. Hubo poco esfuerzo para explicar a los más afectados por qué el cambio era necesario.

Las PSYOP llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas estadounidenses en el exterior requerían la aprobación del embajador estadounidense residente. Aunque no se explicitó, la razón subyacente de cambiar PSYOP a MISO era facilitar la cooperación con el Departamento de Estado. Desde 1990, los soldados de operaciones psicológicas han servido en embajadas estadounidenses específicas y simultáneamente en el Departamento de Estado como parte de equipos militares de apoyo a la información (MIST) especiales. Al emplear el término MIST, el DoD restaba importancia a cualquier connotación negativa que PSYOP pudiera suscitar de los funcionarios del Departamento de Estado. Esto generaba mayor aceptación y, a la larga, facilitaba al DoD la conducción de sus misiones. Cambiar PSYOP a MISO tal vez fue considerado una evolución natural para los que se habían acostumbrado al empleo del término MIST.

Irónicamente, este cambio en realidad contradijo el propósito inicial del secretario de Defensa. PSYOP supuestamente era considerado desorientador y confuso por las agencias del Gobierno que no pertenecían al DoD. En la práctica, las connotaciones negativas de PSYOP simplemente fueron reemplazadas por unas siglas poco claras que suscitaban malentendidos tanto dentro como fuera del DoD, «causando más confusión que lo que aclaraban»16. Incluso con el nuevo término, la misión y la cultura de las PSYOP permanecieron esencialmente intactas, y no hay evidencia de que la modificación terminológica haya cambiado la percepción del personal en el Departamento de Estado. En la práctica, MISO simplemente se convirtió en la función que los soldados de operaciones psicológicas realizaban.

Dado que el cambio de nombre era de carácter normativo y los que lo implementarían tenían poco margen de acción, esta situación dio lugar a una falta de compromiso. Las Fuerzas Armadas son una burocracia estratificada que requiere que las órdenes se lleven a cabo de manera rápida y eficiente. Idealmente, cuando el secretario de Defensa declara que el término PSYOP debe cambiarse, la orden es obedecida y el cambio es implementado. Sin embargo, en la práctica, incluso en una organización tan predispuesta a seguir las normas como las Fuerzas Armadas, la resistencia es el resultado natural de la dinámica de grupo y la cultura organizacional. Los cambios normativos pueden ser difíciles de implementar.

Además de indicar que la función conocida como PSYOP sería cambiada a MISO, el memorándum del secretario de Defensa permitía cambiar el nombre de las unidades e incluso el de la especialidad militar a algo completamente diferente. La rama retuvo su designación y los soldados y los oficiales de operaciones psicológicas siguieron siendo conocidos como operaciones psicológicas, pero esto solo significaba que los más afectados tenían una participación tangible mínima. Cabe señalar que si por un lado los soldados de operaciones psicológicas tenían la obligación de aceptar el término MISO como la función que desempeñarían desde ese momento, por el otro, también tuvieron la oportunidad de proporcionar retroalimentación sobre lo que llamarían a su profesión. Sin embargo, en aquel entonces, ningún término o nombre nuevo fue adoptado.

Un equipo táctico de operaciones psicológicas conduce operaciones el 10 de julio de 2011 en la provincia de Paktika, Afganistán.

La teoría de Jack Brehm sobre la reactancia psicológica nos dice que los individuos se resistirán a la imposición de cambios17. Las personas valoran el libre albedrío. Cuando se pierde esa libertad, la reacción inmediata a menudo es intentar recuperar lo que se perdió18. El nivel de resistencia del individuo ante el cambio es directamente proporcional a las opciones que tiene cuando se implementa este19. Considerando el carácter normativo del cambio de PSYOP a MISO, no es de sorprender que su implementación continuara enfrentando una fuerte resistencia dentro de la comunidad PSYOP. Tanto fue la resistencia que la iniciativa para volver a emplear la designación antigua cobró impulso y PSYOP comenzó a emplearse nuevamente a finales de 2017.

Conclusión: Regreso al futuro

Después de evaluar bajo el prisma de la teoría del cambio organizacional contemporáneo cómo se implementó este cambio, algunas lecciones importantes surgieron que podrían mejorar la aceptación de cambios futuros en el Ejército. Primero, no se tomaron en consideración ni se redujeron las barreras individuales e institucionales al cambio. Segundo, pruebas convincentes para justificar el cambio de nombre no fueron comunicadas de forma adecuada al Ejército, especialmente a aquellos que estarían encargados de implementarlo. Tercero, dado el carácter normativo del cambio, las organizaciones encargadas de implementarlo tenían poco margen de acción. El cambio nunca fue comunicado en la fuerza de forma clara. Además, la lógica por sí sola no es suficiente cuando se intenta implementar un cambio. Una comprensión profunda de las situaciones abordadas en este artículo hubiera sido necesaria para poder implementar el cambio sin tropiezos.

La resistencia ideológica jugó un papel fundamental en la implementación poco entusiasta del término MISO. Los integrantes de las Fuerzas Armadas a menudo preferían emplear el término PSYOP en vez de MISO y en la organizaciones de la OTAN, PSYOP seguía siendo empleado. Esta resistencia coincidió con un acontecimiento bastante afortunado, dado que el jefe del Estado Mayor Conjunto había autorizado designar «información» como una función conjunta en la Joint Publication 1, Doctrine for the Armed Forces of the United States (a través de esta nueva función, la información se gestionará, se aplicará y se integrará de forma deliberada con otras funciones conjuntas para influir en la percepción, el comportamiento, la acción o inacción y la toma de decisiones de actores relevantes)20. Esto indicaba que las operaciones psicológicas y la guerra de información eran doctrinalmente tan importantes como las operaciones cinéticas.

El cumplimiento de las normas en el Ejército debería ser simplemente emitir una orden y asegurarse de que se cumpla. Sin embargo, en este escenario, creemos que obtener el respaldo de todos era mucho más importante que el cumplimiento de la norma. Cuando los individuos apoyan al cambio, la probabilidad de que este tenga éxito es mucho más alta21. Al no abordar las causas subyacentes de por qué PSYOP desde un principio suscitó desconfianza, un término turbio fue simplemente reemplazado por otro igualmente turbio que solo logró ser asociado con las mismas connotaciones negativas que pretendía eliminar.

En el futuro, muchos de nuestros problemas no se resolverán mediante la violencia y la fuerza. El escritor Will Stanton menciona que «las balas no matan ideas y si no existe una ideología superior para complementar el empleo necesario de la fuerza, una guerra “caliente” contra una idea está destinada a fracasar—una guerra de ideas no se gana con balas»22. Como agente de influencia, las operaciones psicológicas obligan al enemigo a rendirse o a someterse sin el empleo de la fuerza física. Ahora que el término PSYOP ha regresado, podemos centrarnos en su capacidad para operar cómoda e indirectamente en el campo de batalla psicológico de la «materia gris» del adversario y las poblaciones extranjeras en vez de confundirnos a nosotros mismos.


Notas

  1. Memorándum del secretario de Defensa, «lnterim Naming Convention», 3 de diciembre de 2010.
  2. Memorándum archivado del Comando de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos, «Designation of Psychological Operations Units Assigned to the United States Army Special Operations Command», 27 de octubre de 2017.
  3. Secretario de Defensa, Memorándum para el Comando de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos, «Terminology Change from Psychological Operations (PSYOP) to Military Information Support Operations (MISO)», comunicado All Army Activities (ALARACT) 162/2011, 19 de abril de 2011.
  4. Field Manual 3-53, Military Information Support Operations (Washington, DC: Oficina de Publicaciones del Gobierno (GPO), 2013).
  5. Alfred H. Paddock Jr., «Legitimizing Army Psychological Operations», Joint Force Quarterly 56, nro. 1 (1er trimestre, 2010): págs. 89–93.
  6. Ibíd.
  7. Ibíd.
  8. Memorándum archivado, 27 de octubre de 2017.
  9. Kurt Lewin, «Defining the “Field” at a Given Time», Psychological Review 50 (1943): págs. 292–310.
  10. Marc Ambinder, «Original Document: Making PSYOPS Less Sinister», The Atlantic (sitio web), 30 de junio de 2010, consultado el 13 de febrero de 2018, https://www.theatlantic.com/politics/archive/2010/06/original-document-making-psyops-less-sinister/58947/.
  11. Ambos autores han experimentado este fenómeno directamente cuando trabajaron con varias personas del Departamento de Estado en embajadas en el exterior, como también en otros contextos. Un sinnúmero de jefes de operaciones psicológicas también han tenido experiencias similares. Esta percepción es común en la comunidad PSYOP y no se basa solamente en nuestras experiencias personales.
  12. Connie Gersick, «Revolutionary Change Theories: A Multilevel Exploration of the Punctuated Equilibrium Paradigm», Academy of Management Review 16, nro. 1 (enero de 1991): pág. 16.
  13. Warner Burke, Organization Development: A Process of Learning and Changing (Reading, Massachusetts: Addison-Wesley, 1994), pág. 17.
  14. Warner Burke, Organization Change: Theory and Practice, 2a ed. (Thousand Oaks, California: SAGE Publications, 2008), pág. 21.
  15. Ibíd., pág. 107.
  16. Meghann Myers, «The Army’s Psychological Operations Community is Getting Its Name Back», Army Times (sitio web), 6 de noviembre de 2017, consultado el 13 de febrero de 2018, https://www.armytimes.com/news/your-army/2017/11/06/the-armys-psychological-operations-community-is-getting-its-name-back/.
  17. Jack Brehm, A Theory of Psychological Reactance (Nueva York: Academic Press, 1966).
  18. Ibíd.
  19. Burke, Organization Change.
  20. Joint Publication 1, Doctrine for the Armed Forces of the United States (Washington, DC: GPO, 25 de marzo de 2013 incorporando el cambio 1 del 12 de julio de 2017).
  21. Robert Kreitner y Angelo Kinicki, Organizational Behavior, 10a ed. (Nueva York: McGraw-Hill/Irwin, 2013).
  22. Will Staton, «A Millenial’s Perspective on the Legacy of Vietnam» Medium (sitio web), 20 de agosto de 2015, consultado el 13 de febrero de 2018, https://medium.com/@WStaton85/a-millennial-s-perspective-on-the-legacy-of-vietnam-21e247dde019.

El mayor David Cowan, Ejército de EUA, es un oficial de operaciones psicológicas que recientemente fue designado como oficial de enlace de operaciones especiales en el Mando Componente Terrestre (CJFLCC-OIR). Anteriormente sirvió en el 5o Batallón de Operaciones Psicológicas de la 3a División de Infantería y en la Academia Militar de Estados Unidos. Obtuvo maestrías por la American Military University y la Universidad de Columbia, y cumplió misión en Irak, Indonesia y Qatar.

El mayor Chaveso Cook, Ejército de EUA, es un oficial de operaciones psicológicas desempeñándose como el S-3 (oficial de operaciones) del 7o Batallón de Operaciones Psicológicas (Aerotransportado) en Fort Bragg, Carolina del Norte. Anteriormente sirvió en la 82a División Aerotransportada, en la Academia Militar de Estados Unidos, y en tanto el 3er como el 8o Batallón de Operaciones Psicológicas. Obtuvo maestrías por la Universidad de Texas–El Paso y la Universidad de Columbia, y cumplió misión en Tayikistán, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Afganistán, Irak, Qatar y Bahréin.

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