Revista Profesional del Ejército de EUA

Edición Hispanoamericana

Artículos exclusivos en línea de Mayo 2021

Ambientes urbanos densos

Verdaderos desafíos para las operaciones multidominio

Dr. Richard L. Wolfel
Dra. Amy Richmond
Teniente coronel Jason Ridgeway, Ejército de EUA

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Soldados de la 101<sup>a</sup> División Aerotransportada asaltan un objetivo en terreno urbano el 15 de marzo de 2017

Las operaciones multidominio (MDO) y las operaciones urbanas densas son dos temas importantes en la investigación contemporánea del Ejército. Si bien estos temas se estudian en profundidad, pocas investigaciones se han llevado a cabo para demostrar los retos y beneficios de adoptar una mentalidad multidominio en un ambiente urbano denso. El ambiente urbano denso, un espacio compacto y rápidamente cambiante, ofrece muchos de los retos identificados en las investigaciones sobre las MDO. Dada la importancia de las ciudades, es importante examinar cómo el pensamiento multidominio y la investigación sobre las zonas urbanas densas pueden complementarse y ofrecer soluciones. El estudio de las áreas urbanas densas y las MDO coincide en tres áreas clave: (1) los conceptos de capas y convergencia, (2) la definición de victoria, y (3) la expansión del campo de batalla. Analizarlos puede iluminar el carácter del conflicto en regiones urbanas densas.

Las MDO en el ambiente operacional actual

Las MDO representan un avance con respecto a las operaciones conjuntas, puesto que el campo de batalla se extiende más allá de las concepciones tradicionales y se incorporan factores culturales, políticos y económicos. El Comando de Entrenamiento y Doctrina del Ejército de EUA (TRADOC) destaca que las MDO son un «enfrentamiento de capas», en el sentido de que en las operaciones se deben considerar múltiples capas espaciales, políticas, económicas, sociales, militares y culturales, entre otras muchas1. Esto cambia fundamentalmente la forma de ver las áreas de operaciones (AO) y las áreas de responsabilidad. El general Robert Brown destaca la importancia de las complejidades económicas y demográficas del área de responsabilidad del Indo-Asia-Pacífico en su análisis de las MDO2. El TRADOC lo resume subrayando que las formaciones multidominio deben ser capaces de «acceder y emplear capacidades en todos los dominios»3. El campo de batalla moderno no solo se extenderá más allá del dominio militar hacia el dominio humano, sino que también cambiará las escalas de lo global a lo local y la mayoría de las capas intermedias. Además, estas escalas y dominios nunca son fijos, sino que cambian constantemente a medida que evolucionan las condiciones.

El TRADOC califica esta evolución continua de las escalas y los dominios como convergencia, en la que «las formaciones multidominio poseen la capacidad, la resistencia y la habilidad de acceder y emplear capacidades en todos los dominios para plantear dilemas múltiples y compuestos al adversario»4. Daniel Kull hace hincapié en la no linealidad como norma de la guerra5. En otras palabras, las operaciones cambian constantemente, a veces de forma imprevisible. El teniente general Gary Volesky y el general de división Roger Noble señalan sobre la evolución, la convergencia, la no linealidad de los dominios y la escala que «los dominios cibernéticos y humanos no están limitados por el espacio o el tiempo»6. Un concepto que permanece constante es la necesidad de tomar la iniciativa; en este caso, trabajar en el(los) dominio(s) y/o la(s) escala(s) que mejor establece(n) las condiciones para el éxito.

Soldados realizan una inserción con cuerda rápida en terreno urbano el 14 de junio de 2016 durante el ejercicio Anakonda, en Wedrzyn, Polonia.

Si bien Estados Unidos está intentando tener la iniciativa en los ámbitos de dominio y escala en las operaciones modernas, sus adversarios no se están quedando de brazos cruzados. Basándose en la reciente superioridad de Estados Unidos en las operaciones de combate, varios Estados adversarios buscan competir a un nivel por debajo del conflicto armado, o como lo denomina el TRADOC, «ganar sin luchar»7. Jeffrey Reilly identifica un ejemplo de este concepto de «ganar sin luchar» en su análisis de escritores chinos que abogan por ir más allá de los límites tradicionales de la guerra para conseguir objetivos políticos nacionales, sugiriendo el uso de ataques financieros o de un virus para hacer caer una red eléctrica8. George Fust subraya que estos enfrentamientos por capas en los ámbitos político, económico y militar buscan distanciar a Estados Unidos de sus aliados9. El general Stephen Townsend, en su revisión de la Estrategia de Defensa Nacional, destaca la importancia de ganar la competencia antes y después del conflicto10. Todos estos ejemplos subrayan la importancia de adoptar una visión amplia del conflicto, que incluya varios ámbitos y escalas que evolucionan constantemente como resultado de las acciones de todas las partes involucradas.

Las zonas urbanas densas representan uno de los ambientes operacionales más complejos debido a la coalescencia de varios dominios y escalas. Aquí, la competencia por controlar la escala y el dominio se desarrolla en una región relativamente pequeña, con una población muy densa y compleja. Es en las zonas urbanas densas donde los retos de las MDO alcanzan su cenit y donde la complejidad es fluida y rápida, tanto en sentido espacial como temporal.

El complejo ambiente de las áreas urbanas densas

Hoy en día, la mayoría de la población mundial vive en ciudades. Muchos de los elementos clave de las sociedades, incluyendo las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales, están más concentrados en las zonas urbanas que en cualquier otro período de la historia. Por ello, al estudiar los lugares, es esencial comprender las ciudades clave de la región.

¿Qué hace que los espacios urbanos densos sean complejos? El tamaño, la densidad y los elementos sociales de una ciudad crean un ambiente complejo y cambiante. Las ciudades cambian continuamente y son influenciadas por las actividades humanas, ya que los seres humanos se esfuerzan por comprender e influir en ellas. La ciudad es un asentamiento denso y diverso con una población dinámica. Aunque existen ciertas características en muchas ciudades, la forma en que estas características influyen en ciudades específicas es única. Las zonas urbanas densas también están muy interconectadas internamente y con el resto del mundo. Toda esta complejidad crea un conjunto de problemas difíciles de considerar para un analista urbano. En primer lugar, ¿cuáles son los factores críticos que influyen en la evolución de las ciudades? Una vez identificados y definidos estos factores, ¿cómo miden y modelan los analistas esos factores? Por último, ¿cómo interactúan los factores para crear una serie de sistemas que influyen en el funcionamiento de una ciudad?

Para identificar los factores importantes que hay que tener en cuenta a la hora de operar en una zona urbana densa se necesita un modelo conceptual para organizar el análisis. Por ello, Richard Wolfel, Amy Richmond y Peter Grazaitis adoptaron el modelo de desarrollo político de Leonard Binder, para conceptualizar las funciones en una ciudad11. Binder identifica cinco categorías de desarrollo político, y Joseph LaPalombara y William Fierman añadieron posteriormente una categoría de asignación12. Aunque muchas otras redes son también importantes para los analistas de las regiones urbanas densas, aquí nos centramos en los sistemas socioculturales debido a su complejidad. Las seis categorías proporcionan una visión de la concepción del TRADOC sobre las MDO y de cómo el pensamiento en torno a estas ayuda a explicar las operaciones en terrenos urbanos densos.

Soldados realizan una inserción con cuerda rápida en terreno urbano el 14 de junio de 2016 durante el ejercicio Anakonda, en Wedrzyn, Polonia.

1. Producción. La producción se refiere a la fabricación de productos básicos. En las ciudades, la mano de obra puede dividirse en dos categorías, formal e informal. Sin embargo, los sectores informal y formal de las ciudades suelen estar tan entrelazados que es imposible separarlos. El sector formal de la economía está regulado, sobre todo mediante leyes e impuestos, por el Gobierno. Tradicionalmente, las actividades informales son las formas de empleo dominantes en los asentamientos de barrios marginales (slums) y se rigen por estructuras de liderazgo informales.

2. Asignación. La asignación es el proceso de distribución de bienes y servicios en la sociedad. En las zonas urbanas, hay muchos bienes asignados, como la tierra, los alimentos, el agua y los medicamentos, entre otros. La asignación tiene una importante influencia en la legitimidad de un Gobierno, ya que las insurgencias y los movimientos antigubernamentales suelen crecer en regiones en las que la población tiene dificultades para obtener las necesidades básicas del Gobierno y depende de otras fuentes para satisfacerlas. A menudo, las organizaciones insurgentes utilizan su capacidad para proporcionar bienes como método para ganar lealtad y legitimidad dentro de una región urbana densa.

3. Identidad. En las zonas urbanas densas, los grupos que comparten una identidad basada en creencias o atributos étnicos, lingüísticos, religiosos o de otra índole tienden a vivir en comunidades organizadas en determinados barrios de la ciudad.

4. Legitimidad. Si una población cree que el Gobierno es legítimo, es probable que siga las leyes de la sociedad. En el nivel más básico, la legitimidad se forja cuando un Gobierno satisface las necesidades básicas de su población. Cuando esas necesidades no se satisfacen, la población buscará otros líderes.

5. Participación política. La participación política puede abarcar todo el espectro, desde los métodos tradicionales que incluyen el voto hasta las acciones violentas contra el Gobierno. En muchas ciudades, los métodos más comunes para participar en la política pueden ser muy limitados. Por ello, la gente busca métodos alternativos de participación política.

6. Penetración política. La penetración política se refiere al grado de control efectivo que ejerce el Gobierno. Esto también se ve en la capacidad del Gobierno para implementar programas en un área específica. Ejemplo de ello son las actividades formales de aplicación de la ley en una región, los monumentos creados por los dirigentes que promueven la identidad nacional y los programas de reordenación urbana que suelen incluir la eliminación de barrios marginales. En las zonas urbanas informales, la penetración política suele ser mínima si el barrio marginal no atrae la atención del Gobierno. Sin embargo, a medida que aumenta el desarrollo en muchas ciudades, los barrios marginales suelen ser objeto de destrucción en nombre del desarrollo. Esto representa el método más extremo de penetración política en un barrio marginal. En las comunidades típicas de barrios marginales, los dirigentes informales son los que más control tienen.

Estos seis elementos funcionan de forma diferente según las características de una ciudad concreta. Todos los elementos del marco no son excluyentes, sino que se influyen mutuamente. Son multiespaciales y multidisciplinares. El objetivo no es ser reduccionista, sino destacar cómo estos elementos informan el análisis de una ciudad.

Las MDO en ambientes urbanos densos: las conexiones

A medida que los centros urbanos adquieren mayor importancia, es esencial que se revise la doctrina para garantizar que las personas estén preparadas para las operaciones en las grandes ciudades. Junto con el aumento de la importancia de las ciudades, no se puede subestimar la importancia de las MDO. Dado que las zonas urbanas densas podrían ser futuros ambientes operacionales y las MDO son fundamentales para la doctrina, es importante revisar los vínculos entre ambos. Hay tres intersecciones clave entre las zonas urbanas densas y las MDO que ayudan a comprender cómo serían las operaciones en grandes regiones urbanas densas.

Intersección 1: Capas y convergencia. En primer lugar, el TRADOC se refiere a las MDO como un enfrentamiento por capas. Sería difícil encontrar un ambiente con más capas que una ciudad13. Las zonas urbanas densas incluyen múltiples niveles, desde los subterráneos, pasando por la superficie, hasta por encima de la misma, en las que figuran tanto edificios como tecnología aérea (drones, aviones, etc.). Más allá de las capas físicas de la ciudad, también hay una cantidad significativa de capas de geografía humana. Desde la económica hasta la política y la cultural, las ciudades son una compleja combinación de marcos que influyen en su funcionamiento.

El Laboratorio de Combate del Cuerpo de Infantería de Marina ejecuta el proyecto Metrópolis II

La identidad es uno de los temas clave que empieza a arrojar luz sobre las complejidades de las capas de la ciudad. Un ejemplo de cómo la identidad influye en una región urbana densa es la creación y perpetuación de comunidades de emigrantes e identidades transnacionales. Victoria Lawson describe el transnacionalismo como «la medida en que los inmigrantes mantienen identidades plurales y experimentan complejas relaciones de incorporación y resistencia a los proyectos de modernización globalizada, progreso urbano y pertenencia nacional»14. Este concepto de transnacionalismo es fundamental a medida que los migrantes navegan por nuevas influencias en su sentido de identidad y reexaminan su sentido de pertenencia, exclusión y afiliación15. El proceso de transnacionalismo muestra la complejidad a la que se enfrenta un individuo, ya que varias redes se entrelazan para influir en la experiencia de una persona en una ciudad.

El TRADOC también subraya que las formaciones multidominio deben ser capaces de «acceder y emplear capacidades en todos los dominios»16. Tradicionalmente, el Ejército ha considerado múltiples dominios físicos (por ejemplo, subterráneo, superficial y aéreo). Sin embargo, en el moderno y denso ambiente urbano, esto se extiende a las múltiples capas de la geografía humana que operan en una ciudad. Esta extensión conlleva un énfasis renovado en la inteligencia, los asuntos civiles, las contrapartes del país anfitrión, los expertos regionales, las capacidades de alcance, y un comandante que no es necesariamente un experto en el AO específica, pero que tiene un sentido bien desarrollado de conocimiento general para hacer las preguntas correctas a los expertos adecuados.

Además de los distintos niveles de las MDO, el TRADOC hace hincapié en la convergencia de estos niveles en un área determinada. El TRADOC considera que la convergencia es la «integración rápida y continua de todos los dominios a través del tiempo, el espacio y las capacidades»17. En las operaciones, la escala no está predeterminada. Los actores intentarán configurar el ambiente operacional para que funcione en el nivel en el que tengan mayor influencia. Esto es especialmente relevante en una ciudad en la que confluyen múltiples escalas y geografías manzana por manzana. Las fuerzas hostiles podrían utilizar los ambientes subterráneos para configurar el campo de batalla debido a la ventaja que perciben en ellos. Esto se contrarresta con los esfuerzos por forzar a las fuerzas hostiles en la superficie a un conflicto decisivo en términos beneficiosos para las fuerzas amigas. Esta negociación del espacio es una de las competencias clave que tendrán lugar en cualquier operación urbana.

Además de la convergencia física de las escalas, existe también la convergencia de los marcos geográficos humanos que influyen en el desarrollo dentro de una región. El hecho de que un Gobierno sea considerado legítimo y, por tanto, tenga la capacidad de que su mensaje penetre en una región local, está fuertemente influenciado por su capacidad de asignar servicios básicos dentro de una región o si la población local cree que comparte una identidad con el Gobierno. En una gran ciudad, donde la población es extremadamente diversa y la prestación de servicios básicos es una operación compleja, los Gobiernos luchan por seguir siendo legítimos, a menudo por razones que no son transparentes. Las razones suelen quedar ocultas por la complejidad de las escalas y geografías convergentes.

Intersección 2: ¿Qué es la victoria? La naturaleza cambiante de las operaciones militares modernas ha incrementado las dificultades para definir los objetivos y, en consecuencia, para definir el éxito o la victoria. Los Estados compiten por debajo de lo que podría considerarse conflicto armado, que el TRADOC denomina ganar «sin luchar» o difuminar las diferencias entre conflicto y no conflicto18. Para Reilly, un ejemplo de ganar sin luchar son los escritores chinos, quienes abogan por ir más allá de los límites tradicionales de la guerra para lograr objetivos políticos nacionales, incluyendo ataques financieros o un virus para derribar redes eléctricas19. Anthony Clas se hace eco de estas conclusiones en su revisión del poder blando y la noopolítica, que es un concepto de las ciencias políticas que se refiere a la política del conocimiento que utiliza los medios de comunicación como vehículo de difusión del conocimiento20. Él destaca el poder blando y la noopolítica como herramientas para controlar las actitudes, opiniones y valores morales de la población en general. En el plano estratégico, Kull considera que la competencia por debajo del nivel de conflicto es un método para controlar a la población o dominar el terreno sin necesidad de una campaña prolongada y de desgaste21. Fust considera que los enfrentamientos por capas en los ámbitos político, económico y militar son un método clave para distanciar a Estados Unidos de sus aliados22.

En los últimos años, Estados Unidos ha visto cómo los líderes declaraban el éxito de una operación, solo para ver cómo ese éxito percibido (o malinterpretado) se convertía en inestabilidad. Este es el resultado de un AO que ya no está compuesta únicamente por combatientes, sino que ahora es más bien un espectro de combatientes y no combatientes, con diversos niveles intermedios, cuya definición de éxito y seguridad puede diferir de las definiciones militares tradicionales. Esta confusión de definiciones se ve magnificada en un ambiente urbano denso, en el que viven y actúan en estrecha proximidad personas de diferentes identidades, niveles de participación y objetivos, que a menudo coinciden. Comprender las grandes diferencias de objetivos entre los grupos es un punto de partida prudente para los debates sobre objetivos y logros.

El TRADOC plantea una importante cuestión: «¿Cómo puede la fuerza conjunta derrotar las operaciones de desestabilización de un adversario en una región, disuadir la escalada de violencia y, en caso de que esta se produzca, prepararse rápidamente para el conflicto armado?»23. Al desentrañar esta cuestión se plantean algunos problemas muy complejos que deben abordarse en las operaciones modernas. Para derrotar las «operaciones del adversario que quiere desestabilizar una región», hay que entender cómo el adversario intentará actuar. La clave muchas veces se encuentra en la geografía humana de la región.

La legitimidad es un punto fundamental de la competencia dentro de una región urbana densa. La falta de participación formal del Gobierno en las comunidades de barrios marginales crea un vacío de poder que los movimientos insurgentes ven como oportunidad para ganar influencia. Como subraya Conrad C. Crane, «basándose en sus propias definiciones de legitimidad, los habitantes de la región disputada decidirán el vencedor»24. Este vencedor puede ser o no el grupo que ocupa físicamente el territorio en ese momento.

En un ambiente de insurgencia, la lucha debe ser reconocida como legítima. Frank Ledwidge se hace eco de esta afirmación en su conclusión: «Las insurgencias complejas están impulsadas por la injusticia» y «la legitimidad es el objetivo principal […], si la nación anfitriona no logra la legitimidad, la COIN [contrainsurgencia] no tendrá éxito»25. Cuando un Gobierno no satisface las necesidades básicas de un lugar, lo normal es que un grupo ajeno al Gobierno llene el vacío y las satisfaga para ganar legitimidad y eliminar potencialmente el poder del Gobierno en funciones.

Stuart Eizenstat, John Porter y Jeremy Weinstein destacan la importancia de la legitimidad en un debate sobre el desarrollo. Para ellos, la «brecha de legitimidad» se refiere a la necesidad del Gobierno de «proteger los derechos y las libertades básicas de su pueblo, hacer cumplir el estado de derecho y permitir una amplia participación en el proceso político»26. Esto se une a otras dos brechas identificadas por Eizenstat, Porter y Weinstein: la «brecha de seguridad», en la que los Estados actúan para proporcionar seguridad a sus ciudadanos; y la «brecha de capacidad», en la que un país asigna servicios básicos27. Cuando los Gobiernos no abordan estas brechas, su legitimidad disminuye.

En una ciudad, las comunidades de los barrios marginales suelen ser regiones de origen de fuentes alternativas de gobernanza, ya que las necesidades básicas y la seguridad de los residentes locales no suelen ser atendidas por el Gobierno; y como resultado, aparece una brecha de legitimidad. En estos vacíos, los insurgentes suelen fomentar la volatilidad. En las comunidades de los barrios marginales, donde la población es bastante numerosa y puede acercarse al millón de habitantes, la legitimidad política es un componente esencial de la estabilidad y, en última instancia, de la victoria. Los conceptos tradicionales de victoria, o de consecución de los objetivos de la operación, se ven difuminados en las ciudades. La ocupación física del espacio, que en el mejor de los casos es un reto y probablemente imposible, puede ni siquiera ser el objetivo más importante de una operación. Esto requiere un enfoque multidominio para pensar y definir los objetivos. Si bien la ocupación física puede ser importante, atender necesidades básicas, o una determinada necesidad, puede ser más importante y creará una sensación de legitimidad dentro de la región. Comprender la naturaleza de la región ayudará a generar un mayor nivel de éxito.

El Laboratorio de Combate del Cuerpo de Infantería de Marina ejecuta el proyecto Metrópolis II

Intersección 3: La expansión del campo de batalla. Uno de los principales cambios en las operaciones militares modernas es la expansión del campo de batalla y del AO. La zona de operaciones ya no se puede delimitar como una línea discreta en un mapa. La tecnología moderna ha permitido que las conexiones se extiendan más allá de una sola región. Kull subraya que la no linealidad es ahora la norma de la guerra28. El adversario se esforzará por atacar una zona de apoyo utilizando una variedad de medios como ciberataques, campañas de información, acciones terroristas y acciones cinéticas tradicionales. El general David Perkins se hace eco de esta conclusión señalando que hackers enemigos pueden llegar a atacar a los familiares de los soldados29. Volesky y Noble explican sucintamente la creciente gama de amenazas cuando concluyen que los dominios cibernético y humano no están limitados por el espacio o el tiempo30.

La expansión del AO tiene un impacto considerable en la planificación de la misión. El efecto de los vínculos, facilitado por la globalización, los avances en la tecnología de la comunicación, incluyendo los medios sociales y el acceso a los medios de comunicación tradicionales, representa un cambio de escala geográfica que desafía el concepto convencional de un ambiente operacional (OE) distintivo que puede ser aislado y analizado a escala local. Las regiones modernas existen en múltiples escalas, desde las acciones locales hasta las decisiones globales que afectan a los ciudadanos locales. En términos de operaciones militares modernas, las acciones a escala más pequeña, incluso hasta el nivel de soldado individual, tienen impactos estratégicos potenciales en el teatro o incluso a nivel global. Estas interacciones entre escalas deben formar parte de cualquier análisis de una región urbana densa.

Además, la noción convencional del AO y el OE también se ve desafiada por la conectividad del centro urbano moderno. Las ciudades están interconectadas globalmente por muchos medios diferentes, incluyendo la economía, la cultura, la tecnología de comunicación y los medios sociales. Aunque algunas doctrinas del Ejército abordan las amenazas transfronterizas, la influencia de la información es muy diferente a la de las fuerzas militares o paramilitares que cruzan una frontera e influyen en un AO31. Ejemplos recientes como la Primavera Árabe y los movimientos Occupy demuestran que la capacidad de controlar la información en la era moderna es, en el mejor de los casos, limitada. Además, los actores crean comunidades virtuales e ideologías compartidas utilizando los medios sociales y las técnicas modernas de comunicación y difusión de información en un esfuerzo por ganar influencia en una región32. Estos ejemplos también demuestran que cuando los Gobiernos intentan restringir el acceso a los medios sociales en un esfuerzo por frenar la influencia de los movimientos sociales, estos tienen el efecto contrario y actúan como una fuerza unificadora que reúne varios movimientos sociales dispares bajo un objetivo común y crea, o aumenta, la brecha de legitimidad33.

Los movimientos sociales internacionales demuestran cómo la participación política puede influir en las acciones en un ambiente urbano denso, a menudo desde una gran distancia. En las ciudades, donde los métodos convencionales de participación política son limitados, la gente suele buscar métodos alternativos de participación. La participación en los movimientos sociales suele ser uno de los métodos alternativos de participación más comunes. Aunque los movimientos se centran en cuestiones locales, estas están vinculadas a cuestiones internacionales y son particularmente influyentes.

Los movimientos sociales contemporáneos se han desarrollado gracias al auge de la globalización y a la adopción de nuevas tecnologías de la comunicación y medios sociales. Manuel Castells observa que la era moderna de los movimientos sociales tiene menos que ver con cambios de régimen y más con la exploración de la «construcción de significado en la mente de las personas»34. La nueva teoría de los movimientos sociales hace hincapié en que los movimientos modernos consisten en grupos más pequeños que se unen para establecer redes más amplias basadas en ideologías compartidas que suelen centrarse en un problema social más amplio. Castells identifica la Primavera Árabe y los movimientos Occupy como dos ejemplos de movimientos sociales contemporáneos que reunieron a grupos dispares en torno a un problema social35. Los movimientos sociales modernos son muy hábiles en el uso de las redes sociales como medio de organización. Castells se refiere a ellos como «movimientos sociales en red»36. Aunque Internet proporciona un lugar virtual para reunirse y planificar, los movimientos siguen necesitando ocupar un espacio físico para que otros grupos y el Estado se fijen en ellos37. Los espacios ocupados por los movimientos sociales son esenciales para el éxito del movimiento, ya que estos lugares están «cargados de poder simbólico al invadir lugares de poder estatal o instituciones financieras»38. Estos espacios «ocupados» también crean un espacio para el debate y la participación en el proceso político39. Es en esos lugares ocupados donde los movimientos sociales pasan de la ideología a la acción.

Una lección importante que debemos aprender de la Primavera Árabe y de los movimientos Occupy es que las concepciones tradicionales de las fronteras ya no definen exclusivamente la participación política. Estos movimientos se extienden mucho más allá de las definiciones tradicionales del campo de batalla, el AO o el OE. Por lo tanto, al planificar operaciones en zonas urbanas densas, es esencial que consideremos el impacto de las acciones en comunidades más amplias, más allá de las fronteras tradicionales que hemos visto en el pasado. Las acciones en una zona podrían envalentonar a actores en una región completamente diferente.

Conclusión

La mera influencia de las densas zonas urbanas en términos de demografía, cultura, economía y política exige que el Ejército se prepare para operar en las ciudades. La enorme complejidad de las regiones urbanas exige que cualquier operación sea multidominio. Los principios básicos de las MDO aportan una visión de las operaciones en una región urbana densa. Cuando las nociones clave de las MDO se comparan con un marco para el análisis urbano denso, las intersecciones que resultan proporcionan conocimientos críticos que los comandantes deben abordar cuando operan en este tipo de ambientes.

En primer lugar, las ciudades son multiescalas. Esto incluye tanto geografías físicas como humanas. Las operaciones se producirán en las capas subterráneas, superficiales y aéreas. Además, las operaciones se verán influidas por la economía (producción y asignación), la política (penetración, participación y legitimidad) y las geografías culturales (identidad) que existen dentro de una región urbana densa y compacta.

En segundo lugar, la definición de éxito es otro reto en las operaciones modernas, especialmente en las ciudades. La victoria ya no se define como la derrota de una fuerza adversaria en el campo de batalla. Los conflictos modernos se producen a varios niveles, y a menudo los adversarios tratarán de disputar la competencia en el nivel que más les convenga. A menudo esto se convierte en una competencia de legitimidad en la que varios actores tratan de influir en la población local. Esto se ve comúnmente como una operación de insurgencia/contrainsurgencia dentro de una zona urbana densa. La visión de la legitimidad influye tanto en la capacidad de un Gobierno para hacer llegar su mensaje a la población local (penetración política) como en la participación de la población en la política local.

Por último, el tamaño del AO se ha expandido considerablemente en la era moderna. El auge de las comunicaciones modernas, especialmente de las redes sociales, es especialmente significativo, ya que la información fluye entre un centro urbano y regiones que no están cerca de la ciudad. Además, los intentos de hacerse con el control de las tecnologías modernas (por ejemplo, las redes de telefonía móvil e Internet) suelen tener el efecto contrario al deseado. En lugar de poner bajo control a una fuerza opositora, a menudo la envalentonan y extienden su influencia, además de crear un apoyo simpatizante en fuerzas anteriormente neutrales o aliadas, ya que sus pautas cotidianas se ven alteradas por la pérdida de conectividad. Esto fue especialmente visible durante las protestas de la Primavera Árabe en Egipto.

El futuro de la guerra es multidominio y urbano. En lugar de considerar estos ámbitos de forma aislada, las operaciones urbanas deben considerarse intrínsecamente multidominio. Las conclusiones de las investigaciones sobre las MDO ofrecen importantes perspectivas para la planificación de operaciones en regiones urbanas densas.


Notas

  1. U.S. Army Training and Doctrine Command (TRADOC) Pamphlet (TP) 525-3-1, The U.S. Army in Multi-Domain Operations 2028 (Fort Eustis, VA: TRADOC, 6 de diciembre de 2018), viii–x.
  2. Robert B. Brown, «The Indo-Asia Pacific and the Multi-Domain Battle Concept», Military Review 97, nro. 5 (2017): 15, accedido 20 de octubre de 2020, https://www.armyupress.army.mil/Portals/7/military-review/Archives/English/BROWN_PRINT_The_Indo_Asia_Pacific.pdf.
  3. TP 525-3-1, The U.S. Army in Multi-Domain Operations 2028, iii.
  4. Ibid.
  5. Daniel J. Kull, «The Myopic Muddle of the Army’s Operations Doctrine», Military Review (artículo exclusivo en línea, 2017), 3, accedido 8 de septiembre de 2020, https://www.armyupress.army.mil/Journals/Military-Review/Online-Exclusive/2017-Online-Exclusive-Articles/Myopic-Muddle-of-Army-Ops-Doctrine/.
  6. Gary Volesky y Roger Noble, «Theater Land Operations: Relevant Observations and Lessons from the Combined Joint Land Force Experience in Iraq», Military Review 97, nro. 5 (2017): 22, accedido 20 de octubre de 2020, https://www.armyupress.army.mil/Portals/7/military-review/Archives/English/VOLESKY_Theater_Land_Operations.pdf.
  7. TP 525-3-1, The U.S. Army in Multi-Domain Operations 2028, vii.
  8. Jeffrey M. Reilly, Multidomain Operations: A Subtle but Significant Transition in Military Thought (Maxwell Air Force Base, AL: Air Force Research Institute, 2016), 66.
  9. George Fust, «Multi-Domain Operations, Bad for Civil-Military Relations?», RealClearDefense, 8 de agosto de 2019, accedido 8 de septiembre de 2020, https://www.realcleardefense.com/articles/2019/08/08/multi-domain_operations_bad_for_civil-military_relations_114650.html.
  10. Stephen Townsend, «Accelerating Multi-Domain Operations: Evolution of an Idea», Military Review (artículo exclusivo en línea, 2018), 3, accedido 8 de septiembre de 2020, https://www.armyupress.army.mil/Journals/Military-Review/Online-Exclusive/2018-OLE/Aug/Accelerating-MD/.
  11. Richard L. Wolfel, Amy Richmond y Peter Grazaitis, «Seeing the Forest through the Trees: Sociocultural Factors of Dense Urban Spaces», Urban Science 1, nro. 4 (2017), https://doi.org/10.3390/urbansci1040040.
  12. Joseph La Palombara, «Distribution: A Crisis of Resource Management», en Crises and Sequences in Political Development, ed. Leonard Binder y Joseph La Palombara (Princeton, NJ: Princeton University Press, 2016), 233; William Fierman, Language Planning and National Development: The Uzbek Experience (Berlín: Mouton de Gruyter, 1991), 6.
  13. TP 525-3-1, The U.S. Army in Multi-Domain Operations 2028, iii.
  14. Victoria A. Lawson, «Arguments within Geographies of Movement: The Theoretical Potential of Migrants’ Stories», Progress in Human Geography 24, nro. 2 (2000): 173, https://doi.org/10.1191%2F030913200672491184; Wolfel, Richmond y Grazaitis, «Seeing the Forest through the Trees», 5.
  15. Wolfel, Richmond y Grazaitis, «Seeing the Forest through the Trees».
  16. TP 525-3-1, The U.S. Army in Multi-Domain Operations 2028, iii.
  17. Ibid.
  18. Ibid., vii.
  19. Reilly, Multidomain Operations, 66.
  20. Anthony M. Clas, «Commanding in Multi-Domain Formations», Military Review 98, nro. 2 (2018): 92, accedido 20 de octubre de 2020, https://www.armyupress.army.mil/Portals/7/military-review/Archives/English/Clas-Commanding-Multi-Domain.pdf.
  21. Kull, «The Myopic Muddle of the Army’s Operations Doctrine», 2.
  22. Fust, «Multi-Domain Operations».
  23. TP 525-3-1, The U.S. Army in Multi-Domain Operations 2028, v.
  24. Conrad C. Crane, «Minting COIN, Principles and Imperatives for Combating Insurgency», Air Space Power Journal 21, nro. 4 (2007): 57, accedido 20 de octubre de 2020, https://www.airuniversity.af.edu/Portals/10/ASPJ/journals/Volume-21_Issue-1-4/2007_Vol21_No4.pdf.
  25. Frank Ledwidge, «Justice and Counter-Insurgency in Afghanistan: A Missing Link», The RUSI Journal 154, nro. 1 (2009): 6, https://doi.org/10.1080/03071840902818530.
  26. Stuart E. Eizenstat, John E. Porter y Jeremy M. Weinstein, «Rebuilding Weak States», Foreign Affairs 84 (enero-febrero de 2005): 136, accedido 8 de septiembre de 2020, https://www.foreignaffairs.com/articles/2005-01-01/rebuilding-weak-states.
  27. Ibid.
  28. Kull, «The Myopic Muddle of the Army’s Operations Doctrine», 3.
  29. David G. Perkins, «Multi-Domain Battle: Driving Change to Win in the Future», Military Review 97, nro. 4 (2017): 11, accedido 20 de octubre de 2020, https://www.armyupress.army.mil/Portals/7/military-review/Archives/English/MilitaryReview_20170831_PERKINS_Multi-domain_Battle.pdf.
  30. Volesky y Noble, «Theater Land Operations», 22.
  31. Army Techniques Publication 2-01.3, Intelligence Preparation of the Battlefield (Washington, DC: U.S. Government Publishing Office, 2019), 7-8.
  32. Richard L. Wolfel et al., «It’s in There: Rethinking (?) Intelligence Preparation of the Battlefield in Megacities/Dense Urban Areas», Small Wars Journal, accedido 19 de octubre de 2020, https://smallwarsjournal.com/jrnl/art/it%E2%80%99s-in-there-rethinking-intelligence-preparation-of-the-battlefield-in-megacitiesdense-urb.
  33. Manuel Castells, Networks of Outrage and Hope: Social Movements in the Internet Age (Nueva York: John Wiley & Sons, 2015), 62.
  34. Ibid.
  35. Ibid., xiv.
  36. Ibid., 2.
  37. Ibid.
  38. Ibid.
  39. Ibid., 11.

El doctor Richard Wolfel es profesor de Geografía y catedrático de Competencia Intercultural en el Centro de Lenguas, Culturas y Estudios Regionales y en el Departamento de Geografía e Ingeniería Ambiental de la Academia Militar de EUA. Tiene un doctorado por la Universidad de Indiana, Bloomington, una maestría por la Universidad de Cincinnati y una licenciatura por la Universidad West Chester de Pensilvania. Wolfel ha publicado extensamente en varias revistas sobre temas como el nacionalismo y el ambiente urbano construido, las estructuras de liderazgo urbano, la evaluación de la competencia intercultural y los paisajes postsoviéticos.

La doctora Amy Richmond es profesora de Geografía en la Academia Militar de EUA. Su investigación se centra en las interacciones entre los recursos medioambientales y el bienestar humano. Richmond se doctoró en Geografía por la Universidad de Boston, especializándose en los vínculos entre los recursos medioambientales y el crecimiento económico. Tiene una maestría en Estudios Energéticos y Medioambientales por la Universidad de Boston y una licenciatura por la Facultad de Ciencias Medioambientales y Forestales de State University New York, donde se especializó en Ecología de Sistemas.

El teniente coronel Jason Ridgeway, Ejército de EUA, es profesor en el Departamento de Geografía e Ingeniería Ambiental de la Academia Militar de EUA. Tiene un doctorado por la Universidad A&M de Texas, una maestría por la Universidad de Georgia y una licenciatura por la Universidad A&M de Texas. Como militar, Ridgeway ha servido en la 101a División Aerotransportada, la 173a Brigada Aerotransportada y la 2a División de Infantería.

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