Military Review Edición Hispanoamericana Revista Profesional del Ejército de Estados Unidos

 

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No hay «delitos comunes»

2018 DePuY Contest 2nd

Un planteamiento alternativo para asegurar puntos calientes globales y áreas urbanas densamente pobladas

Coronel Eugenia K. Guilmartin, PhD., Ejército de EUA

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Un barrio en el área de Jogeshwari-Goreagaon Este, 10 de octubre de 2014, en las afueras de la megaciudad de Mumbai, India. (Foto: Maciej Dakowicz a través de Alamy)

Raras veces ha sido tan pacífico el planeta. Aún con conflictos terribles en lugares tales como Congo, Siria y Yemen, las guerras entre y dentro de Estados llegan a ser menos comunes y menos letales. Sin embargo, hay una oscura amenaza inminente. Algunas ciudades del mundo en vías de desarrollo corren el peligro de ser abrumadas por el asesinato.

—The Economist


Cuando cesa el Poder Soberano, cesa el crimen: porque donde no hay tal Poder, no habrá protección del Derecho y, por lo tanto, cada uno puede protegerse por su propio poder.

—Thomas Hobbes, El Leviatán


Hoy en día, el Ejército enfrenta un mundo complejo y ambiguo. Sus soldados han adquirido extensas experiencias operacionales durante los últimos quince años, pero es poco claro dónde o cuándo se les pedirá operar en el futuro. Al mismo tiempo, se rediseña toda la institución—con cada parte de DOTMLPF-P (doctrina, organización, entrenamiento, pertrechos, liderazgo y educación, personal, instalaciones y política) bajo un examen minucioso. Con estos antecedentes, los líderes del Ejército planifican para el futuro identificando las amenazas más probables y peligrosas y los probables ambientes operacionales, tales como las áreas urbanas densamente pobladas1. Se preguntará, «¿Cuáles lugares conflictivos del mundo está el Ejército lo menos preparado para entrar?», la respuesta yace en la pregunta. No estamos preparados para ningunas de las amenazas más probables hoy en día. Buscamos respuestas encuadradas por el lugar, diligentemente buscando puntos calientes, Estados hostiles y naciones fracasadas en detrimento de identificar las tendencias globales. Si bien un estudio serio de amenazas casi iguales es necesario —las operaciones de combate a gran escala son las más mortíferas de todos los escenarios posibles— nuestra búsqueda de lugares y zonas crea un punto ciego que nos hacen pasar por alto la inestabilidad más impactante para la mayor parte del mundo: el crimen. Las fronteras y características del terreno no importan a los criminales que explotan a otras personas para su propio beneficio. América Latina ejemplifica una región que padece de nuestra falta de atención. Como observó The Economist in abril de 2018,

América Latina, que tiene solo 8% de la población mundial, supone 38% de sus homicidios criminales. La carnicería en la región alcanzó aproximadamente 140 000 personas el año pasado, más que lo que se ha perdido en las guerras en todas partes del mundo en casi todos los años del presente siglo2.


Aunque es tentador ignorar los efectos globales de «delitos comunes» contra los habitantes de las naciones en vías de desarrollo, siempre que el Ejército se centre principalmente en las amenazas casi iguales y actores patrocinados por Estados, continuaremos enfrentando la inseguridad global sin una solución.

Revisitando el proyecto de megaciudades

Las megaciudades, esas con diez millones de habitantes o más, llegaron al primer plano con la publicación en 2013 del libro Out of the Mountains por el erudito de contrainsurgencia David Kilcullen3. En un artículo publicado en 2012, Kilcullen presentó su visión de un futuro ambiente operacional que sería impulsado por tres «megatendencias»: (1) la urbanización y migración en masa a megaciudades urbanas, (2) el crecimiento explosivo de ciudades litorales con puertos y (3) la conexión de poblaciones mediante la tecnología de comunicaciones más accesible4. Kilcullen estaba preocupado por las áreas en vías de desarrollo de Asia, América Latina y África5. Él advirtió,

Estos datos [de la ONU] demuestran que las ciudades costeras están a punto de ser abrumadas por una ola humana que las obligará a asimilar —en menos de 40 años— casi todo el aumento de población en todo el planeta en toda la historia humana documentada hasta 1960. Además, casi toda esta urbanización ocurrirá en las áreas menos desarrolladas del mundo, por definición las áreas menos preparadas para abordarlo: es una receta para el conflicto y crisis en la salud, educación, gobernabilidad, comida, energía y escasez de agua potable6.


Dado el alcance y escala del escenario antes mencionado, no era de sorprender que los estrategas del Ejército comenzaran a hacer un análisis detallado de las áreas urbanas densamente pobladas. Lamentablemente, las discusiones subsiguientes han tenido más que ver con soluciones de material bélico y el terreno físico que con la población. El Grupo de Estudios Estratégicos del Jefe de Estado Mayor del Ejército aborda el tema de megaciudades en su informe de 2014, «Megacities and the United States Army: Preparing for a Complex and Uncertain Future»7. En este proyecto, se presentaron muchas preguntas relevantes pero, en gran parte, fue centrado en el terreno8.

El nuevo Manual de Campaña (FM) 3-0, Operations, hace poco para avanzar nuestra comprensión del impacto que tendrán los elementos delictivos en la seguridad mundial. En esta doctrina, se reconoce que, «los enemigos usarán tácticas, terror, actividades delictivas y guerra de información para complicar aún más las operaciones»9. Sin embargo, en el FM 3-0, solo se menciona el crimen siete veces y todas son en el contexto de amenazas delictivas como parte de grandes operaciones de combate10. Contraste nuestras narrativas actuales con lo que sabemos sobre América Latina. Actualmente, esta región no es un punto caliente, pero su urbanización y crimen son una preocupación global. En The Economist, se destaca que, a partir de 2000, más de 75% de América Latina vive en áreas urbanas—«una proporción casi dos veces más que en Asia y África»11. Las repercusiones de la urbanización son más inestabilidad y América Latina sirve como ejemplo aleccionador para otras regiones:

Ese desplazamiento del campo concentró los factores de riesgo para la violencia letal —desigualdad, jóvenes hombres desempleados, familias desplazadas, escasez de servicios de gobierno, armas fácilmente disponibles— aún mientras unió los factores necesarios para el crecimiento económico. Mientras otras economías alcanzan el nivel de urbanización de América Latina, es de preocupación internacional comprender los vínculos del proceso a la criminalidad y cuáles formas de esfuerzos policíacos cortan mejor estos nexos12.

Análisis detallado de los datos sobre la delincuencia

A fin de comprender los temores y las necesidades básicas de seguridad de las personas comunes y corrientes en el mundo en vías de desarrollo, necesitamos esforzarnos para comprender las actividades delictivas en estas comunidades. El Estudio Internacional sobre Víctimas Delictiva (ICVS), apoyado por el Instituto Interregional de las Naciones Unidas para Investigaciones sobre la Delincuencias y la Justicia, era una serie de encuestas estandarizadas a nivel de ciudad administradas y llevadas a cabo en 2000 en Europa Central y Oriental, África, América Latina y Asia. De cara a cara, se les preguntaron a 53 000 personas en sus idiomas nativos sobre sus experiencias con crímenes tales como el robo de coches, asalto, agresión sexual y robos; su satisfacción con la policía; percepciones de seguridad en la comunidad; razones por denunciar o no crímenes e informaciones sociales, económicas y demográficas13. El beneficio de esta encuesta fue captar datos sobre crímenes que, de otra manera, estarían ausentes de los registros gubernamentales debido a crímenes denunciados de manera insuficiente o no denunciados, mala gestión de registros por la policía, corrupción policial o judicial, vergüenza, miedo o culpa. Aunque el ICVS no es perfecto, el criminólogo Irshad Altheimer declara que la encuesta es «actualmente la fuente más extensa y confiable de datos de victimización comparables en distintas naciones»14.

¿Qué nos pueden decir las encuestas sobre la inestabilidad en todo el mundo? Los datos de ciudad en el ICVS 2000 incluyen si los encuestados fueron víctimas de robo o asalto durante el último año, y proporciona un índice de todos los crímenes violentos que la persona experimentó (incluyendo robos o agresión sexual). En la encuesta, se preguntó el número de veces que una persona experimentó el robo de motocicletas u otros robos. Si bien a primera vista los robos pueden no parecer tener un impacto de seguridad, las motocicletas son un medio importante de comercio y transporte en las megaciudades congestionadas y naciones en vías de desarrollo. El robo de una bicicleta, tuk-tuk (un rickshaw motorizado) o scooter sería un acontecimiento significativo para alguien que dependió del mismo para el apoyo financiero. En el ICVS, a la persona se le preguntó por cuánto tiempo había vivido en su comunidad (un indicador de transitoriedad), cuán frecuentemente sale de noche a un restaurante, club o bar —un indicador de sociabilidad— si la persona experimentaba fraude al consumidor, cuán útil era la policía (confianza con la vigilancia comunitaria), cuán bien los miembros de la comunidad local se cuidaban el uno al otro (p. ej., una red de protección social), y cuán segura la persona se sentía en casa de noche.

Para entender mejor la vida en el mundo en vías de desarrollo, usé un paquete de software estadístico para analizar todas las respuestas de las 53 000 personas para determinar cuáles se agrupan en factores únicos. Surgieron cuatro factores principales y se muestran en la figura 1.

Figura 1. Factores de delincuencia y vida en el mundo en vías de desarrollo. (Figura por la autora. Fuente: International Crime Victimization Survey, 2000)

El factor 1, «Crímenes contra personas», nos hace pensar de las amenazas delictivas, narcotraficantes y delincuencia común de la investigación de Kilcullen. Las historias de victimización personales de los encuestados están sumamente relacionadas con este factor e incluyen robos, asaltos y crímenes violentos. El factor 2 «Estabilidad y Resiliencia», muestra fuertes relaciones entre las respuestas en la encuesta sobre tener «una red de protección social», «sentirse seguro en casa de noche», «confianza con la protección comunitaria» y un bajo nivel de «fraude al consumidor». El factor 3, «Movilidad y Sociabilidad», sugiere la vida urbana joven y vibrante en las ciudades en vías de desarrollo. Los encuestados que valoraron favorablemente este factor también indicaron altos niveles de «transitoriedad», «sociabilidad» y de «sentirse seguro en casa de noche». Interesantemente, las respuestas sobre «sentirse seguro en casa de noche» corresponden con el factor de Estabilidad y Resiliencia y el factor Movilidad y Sociabilidad. Por lo tanto, esta pregunta de encuesta es prometedora como indicador de la seguridad en una comunidad. El factor 4, «delitos contra bienes» está fuertemente relacionado con las respuestas de delitos contra bienes totales y robo de motocicletas.

En general, estos cuatro factores son intrigantes. Se agrupan distintos tipos de delitos en el factor 1 —que representa el crimen e inestabilidad— pero estas malas experiencias parecen, en gran parte, no relacionadas y separadas de los otros sentimientos y percepciones de seguridad. Además, los Delitos contra Personas (p. ej., delitos violentos) están estrechamente relacionados con Delitos contra Bienes, tales como delitos comunes/robos. El factor de Movilidad y Sociabilidad resume muchas características que anticipamos observar en vivir en un área urbana densamente poblada, pero frecuentemente las personas indican un alto nivel de confianza en «sentirse seguro en casa de noche»—que no representa la sabiduría popular en las naciones en vías de desarrollo. El factor de Estabilidad y Resiliencia representa una agrupación de distintas variables que miden la relación entre el ciudadano y la sociedad, tal como expresar la confianza con la economía, comunidad y policía o una falta de la misma. Este factor es especialmente interesante no solo porque demuestra una relación entre sentirse seguro y confiar en otros miembros de la comunidad, sino porque también ofrece específicas soluciones procesables: mejorar los esfuerzos policiales y reducir el fraude.

Un análisis de los datos también sugiere que nuestros enfoques regionales actuales en Asia, África y Europa pueden no abordar las áreas de mayor necesidad. La figura 2 muestra los niveles totales de Estabilidad y Resiliencia según la región. Asia y África alcanzan niveles promedios o superiores en esta medida. Los asiáticos —aun los que viven en las áreas en vías de desarrollo tale como Manila— reportan niveles muy altos. Lo que sobresale es los niveles bajos para los encuestados en América Latina y Europa Central y Oriente. Si bien este análisis está en una etapa preliminar, también demuestra cómo un estudio de delincuencia podría apoyar una estrategia.

Figura 2. El factor promedio de estabilidad y resiliencia por región. (Figura de la autora. Fuente: International Crime Victimization Survey, 2000)

Recomendaciones para recursos y preparación

Mientras el Ejército considera más detalladamente el impacto de la delincuencia y amenazas híbridas en el futuro, se destacan cuatro recomendaciones preliminares.

Aumentar la pericia regional. En los últimos quince años, el Ejército ha ampliado varias iniciativas para promover la pericia regional, incluyendo mentores integrados, el Programa Manos de Afganistán y Pakistán, la estructura de alineamiento regional de fuerzas y las nuevas brigadas de ayuda en materia de fuerzas de seguridad. Si son dotadas adecuadamente de recursos, ¿valen la pena estas iniciativas? La investigación sugiere que sí. Una estrategia eficaz desarrolla relaciones entre las unidades de EUA y socios multinacionales para aumentar la familiaridad con distintas culturas, la confianza y preparación mutua. Una estrategia eficaz también mantiene y extiende lo que se refiere como la «Fase 0» (configuración) de operaciones para promover la estabilización, configurar el ambiente, disuadir a adversarios y proporcionar los conocimientos básicos de la vida de los ciudadanos comunes y corrientes en el terreno. Esta operaciones de configuración permite un escalamiento más rápido al combate de ser necesario (p. ej., la transición a la «Fase 3», Dominar)15. Actualmente, las unidades del Ejército se han asociado con aliados en América Latina, Asia, el Medio Oriente, África, en todas partes de Europa y otros lugares. Hasta tal punto que los indicadores regionales explican mejor la variación en nuestros factores de Estabilidad y Resiliencia, los alineamientos regionales son una buena idea. Cada región es distinta en nuestro modelo, sugiriendo que es aconsejable que el Ejército cubra todas, en lugar de centrarse en una o dos regiones y excluir las demás. Sin embargo, las megaciudades no se distinguen como áreas excepcionalmente vulnerables, inestables o en peligro según mi análisis estadístico. Por lo tanto, no debemos preocuparnos mucho si nuestras asociaciones nos llevan a las áreas de entrenamiento en Camerún en vez de una caminata por el terreno en Río de Janeiro.

Megaciudades actuales y futuras selectas de 2015 a 2030. (Figura usada con el permiso de www.allianz.com. Fuente: World Urbanization Prospects, Revisión de 2014)

Centrar las asignaciones de ampliación en las industrias correctas. Otra recomendación del Proyecto de Megaciudades del Ejército se relaciona con la formación institucional de líderes, que recomienda «asociaciones cívico-militares para facilitar el entrenamiento, comprobación y experimentación en grandes ciudades de EUA»16. Si bien hay gran valor potencial en pasar un año como un becario interinstitucional con la Autoridad Portuaria de Nueva York o con el Departamento de Policía de Los Ángeles, estas asignaciones no abordan la brecha más grande en nuestros conocimientos—la comprensión de comportamiento político, social y económico individual y la precisión necesaria para pronosticarlo. Por ejemplo, sería mejor servir en un programa de Entrenamiento con la Industria (TWI) con una empresa tal como Goya Foods, la marca de alimentos internacionalmente icónica. Goya captó la atención de la reportera de finanzas Lydia DePillis del periódico Washington Post, que consideró Goya «la empresa de alimentos prototípica para todas las personas recién llegadas a EUA»17. Goya opera según un modelo de entrega directa a las tiendas para centrarse en cada comunidad distinta con productos específicos dirigidos hacia los gustos y culturas de sus consumidores —ya sea si son del Caribe, Asia, El Salvador o las Islas Filipinas— en lugar de entregar un inventario estandarizado a toda tienda de comestibles, como haría una empresa de alimentos más grande18. Si bien este modelo podría limitar el crecimiento de Goya, la empresa mantiene una base de clientes fieles y una buena situación económica. El vicepresidente ejecutivo a cargo de la distribución, Peter Unanue, dijo,

Para nosotros, es importante hacer la conexión a través de un producto que posiblemente no venderemos en grandes cantidades, pero tendremos el producto en el estante para cuando el consumidor entre y diga, «Uy, yo puedo identificarme con Goya porque es auténtico; este producto me hace sentir como si estuviera en casa»19.


Una comprensión del enfoque de Goya en las microcomunidades y su investigación de mercado precisa es el tipo de oportunidad educacional que debemos buscar para todo oficial del Ejército (y no solo los logísticos) que participará en iniciativas, inteligencia, planes o estrategia en el futuro. Los programas de TWI con Google, FedEx y otros grandes socios civiles proporcionan gran valor tanto a la organización anfitriona como al Ejército. Sin embargo, no debemos confundir su misión —bienes y servicios a gran escala lucrativos — con la nuestra, que es promover la seguridad con recursos limitados y amenazas adaptables. Francamente, la comprensión de la atracción cultural de la salsa adobo y arroz con pollo podría enseñarles casi tanto como aprender las complejidades de la entrega global a tiempo.

Incrementar las destrezas técnicas/académicas. En el Proyecto de Megaciudades se pregunta, «¿Cuáles paradigmas institucionales necesitan cambiar para preparar al Ejército para tener el éxito en este ambiente emergente»20? El paradigma más importante que el Ejército podría adoptar es dedicarse completamente a la comprensión y monitoreo constante de las tendencias globales para perfeccionar su preparación. Hoy en día no contamos con capacidades suficientes en toda la fuerza para identificar estas tendencias y analizar los datos. El Ejército tiene un número limitado de estadísticos, economistas, politólogos, antropólogos, expertos de inteligencia policial, personal de asuntos civiles/operaciones psicológicas e inteligencia y analistas de sistemas/investigación operacional. Además, hemos limitado el número de personal que desempeña estas funciones, oficiales de estado mayor y suboficiales, a las personas familiarizadas con la minería de datos e investigación básica que están capacitadas para analizar la enorme cantidad de información que está disponible de fuentes tanto clasificadas como abiertas para comprender mejor el mundo. Frecuentemente, el Ejército subcontrata estos estudios. Cuando lo hacemos, no estamos bien capacitados para evaluar el trabajo que recibimos. Comprender el ambiente operacional con mucho detalle es una capacidad fundamental que no debe ser subcontratada.

El flujo de crimen y violencia transnacionales. (Gráfica de Texas Border Security: A Strategic Military Assessment, septiembre de 2011)

Organizarse para luchar contra amenazas criminales/híbridas. Kilcullen recomienda que Estados Unidos haga un esfuerzo consciente para cerrar las brechas que las amenazas híbridas explotan21. También recomienda que nos organicemos para el futuro con una estructura ágil y flexible para luchar contra redes criminales, piratas, terroristas y otras amenazas:

Los gobiernos tal como Estados Unidos que hacen distinciones marcadas entre la guerra y la aplicación de la ley, y entre autoridades internas y externas, no pueden operar con la misma agilidad [que la amenaza]. Las capacidades que combinan los servicios policiales, administrativos y de emergencia con suficientes capacidades militares para lidiar con adversarios no estatales bien armados —las capacidades tradicionalmente relacionadas con la Policía Real Británica, la gendarmería, los Carabineros o guardias costeras— probablemente serán más eficaces contra estas amenazas híbridas que son los ejércitos o armadas convencionales22.


La fuerza del futuro prevista pro Kilcullen combina las destrezas policiales y de combate de alto nivel. Una organización policial centrada en la población y estabilidad podría influir positivamente en el corazón del factor de Estabilidad y Resiliencia: una evaluación positiva de sentirse seguro en casa de noche, facilitada por evaluaciones positivas de la policía en el lugar.

¿Qué sigue?

Los datos de victimización criminal internacionales sugieren que los habitantes de las megaciudades y áreas urbanas en países en vías de desarrollo no son diferentes, con respecto a sus denuncias de victimización en delitos violentos, de las personas que viven en otros lugares y podrían tener un menor nivel de delitos contra bienes y un mayor nivel de estabilidad/resiliencia23. El cuadro general de estas metrópolis no es particularmente sombrío. Parece que las diferencias regionales importan más. La implicancia para las Fuerzas Armadas de EUA es una necesidad para monitorear y comprender constantemente las tendencias regionales y mundiales. El ICVS de 2000 precisamente pronosticó la epidemia de delincuencia en 2018 antes mencionada en América Latina. La pregunta llega a ser, ¿había alguien en el gobierno federal de EUA que monitoreaba estas tendencias delictivas con vistas a la seguridad mundial?

La percepción de sentirse seguro en casa de noche es crítica. Las personas con las percepciones más altas de seguridad también están de acuerdo con las evaluaciones de la ayuda de la policía. A fin de preparase para las amenazas del futuro, el gobierno federal debe analizar los planteamientos centrados en la población tal como el mentorazgo policial para lograr los mejores objetivos estratégicos además de las estrategias centradas en la amenaza y el terreno. Estas teorías y metodologías no son nuevas. Thomas Hobbes comprendió los impactos desastrosos de la delincuencia, el oportunismo y la ausencia de ley en la sociedad, aunque vivió durante una gran guerra entre poderes mundiales24. Hoy en día, The Economist destaca un gran punto ciego:

El asesinato ya supera la guerra como causa de muerte. Y el mundo continúa urbanizándose. India y China han gestionado grandes aumentos en la población urbana mientras mantienen niveles de delitos violentos relativamente bajos, en parte debido al crecimiento económico. Sin embargo, otros países manifiestan muchos de los factores de riesgo vistos en América Latina hace una generación: el desplazamiento generalizado como resultado del conflicto, millones de armas residuales, una inflación demográfica, muy poco en materia de redes de seguridad y fuerzas policiales corruptas e ineficaces25.


Sería conveniente que el Ejército de EUA considere holísticamente la delincuencia y sus impactos en la seguridad, mientras vigila las tendencias mundiales y regionales. Al fin y al cabo, la delincuencia común contra personas comunes y corrientes en otros continentes puede no ser tan alarmante como los adversarios casi iguales, no obstante, sus efectos insidiosos producen impactos negativos en la seguridad mundial.

El análisis de datos e investigación original en el presente artículo aparecieron en una obra inédita preparada para la reunión anual de 2016 de la Asociación de Ciencias Políticas del Midwest titulada, «Nasty and Brutish or Stable and Social? Perceptions of Safety in Megacities». La autora reconoce el apoyo de Bob Dixon y colegas en el Grupo de Estudios Estratégicos del Jefe de Estado Mayor del Ejército y los socios norteamericanos e internacionales que compartieron sus pensamientos sobre las operaciones policiales y de combate en ambientes rurales y urbanos. Las opiniones expresadas en el presente artículo son propias de la autora y no reflejan la política del Departamento del Ejército ni del Departamento de Defensa.


Notas

  • Epígrafe. Thomas Hobbes, Leviathan, editor C. B. Macpherson (Harmondsworth, RU: Penguin Classic, 1968), pág. 337.
  1. Véase U.S. Army Training and Doctrine Command (TRADOC) Pamphlet 525-3-1, The U.S. Army Operating Concept: Win in a Complex World, 2020–2040 (Fuerte Eustis, Virginia: TRADOC, 31 de octubre de 2014) para antecedentes históricos de los resúmenes iniciales tras las Operaciones Iraqi Freedom y Enduring Freedom.
  2. «Shining Light on Latin America’s Homicide Epidemic», The Economist, 5 de abril de 2018, consultado 21 de septiembre de 2018, https://www.economist.com/briefing/2018/04/05/shining-light-on-latin-americas-homicide-epidemic.
  3. David J. Kilcullen, Out of the Mountains: The Coming Age of the Urban Guerrilla (Nueva York: Oxford University Press, 2013).
  4. David J. Kilcullen, «The City as a System: Future Conflict and Urban Resilience», The Fletcher Forum of World Affairs 36, nro. 2 (verano de 2012): pág. 21.
  5. Ibíd., pág. 22.
  6. Ibíd.
  7. El Grupo de Estudios Estratégicos del Jefe de Estado Mayor del Ejército, «Megacities and the United States Army: Preparing for a Complex and Uncertain Future» (Arlington, Virginia: Office of the Chief of Staff of the Army, June 2014), consultado 21 de septiembre de 2018, https://www.army.mil/e2/c/downloads/351235.pdf.
  8. 8. Véase Eugenia K. Guilmartin, «Nasty and Brutish or Stable and Social? Perceptions of Safety in Megacities» (manuscrito inédito, abril de 2016), Anexo C, preparado para 2016 la reunión anual de la Asociación de Ciencias Políticas del Midwest. Un análisis de contenido del libro demuestra que hay casi dos veces más referencias al terreno físico (p. ej., «infraestructura», «edificio», «puerto») que al terreno humano (p. ej., «líder», «refugiado», «población»).
  9. El Manual de Campaña (Field Manual – FM) 3-0, Operations (Washington, DC: U.S. Government Publishing Office [GPO], octubre de 2017), párrafo 1-4.
  10. La búsqueda del documento por la autora de los términos «crimen» y «criminal» y otros derivativos. Los autores del FM 3-0 reconocen que el «FM 3-0 se centra en las amenazas casi iguales en las operaciones a gran escala». Ibíd. párrafo 1-38.
  11. «Shining Light on Latin America’s Homicide Epidemic».
  12. Ibíd.
  13. International Working Group, Anna Alvazzi del Frate, Jan J. M. van Dijk, John van Kesteren y Pat Mayhew, International Crime Victimization Survey (ICVS), versión de 1989-2000, ICPSR (Netherlands: University of Leiden/Turin, Italy: United Nations Interregional Crime and Justice Research Institute [productores], 2002; Ann Arbor, Michigan: Inter-university Consortium for Political and Social Research [distribuidor], 2003).
  14. Irshad Altheimer, «Do Guns Matter? A Multi-level Cross-National Examination of Gun Availability on Assault and Robbery Victimization», Western Criminology Review 9, nro. 2 (2008): pág. 15.
  15. Joint Publication 3-0, Joint Operations (Washington, DC: U.S. GPO, 2017), figura V-7.
  16. Grupo de Estudios Estratégicos, pág. 22.
  17. Lydia DePillis, «How Goya Brought Ethnic Food to White America», Washington Post, 23 de agosto de 2013, consultado 24 de septiembre de 2018, https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2013/08/23/how-goya-brought-ethnic-food-to-white-america/.
  18. Ibíd.
  19. Peter Unanue, citado en DePillis.
  20. Grupo de Estudios Estratégicos, «Megacities and the United States Army», pág. 22.
  21. Kilcullen, «The City as a System», pág. 32.
  22. Ibíd.
  23. Guilmartin, 2016.
  24. Internet Encyclopedia of Philosophy, «Thomas Hobbes: Moral and Political Philosophy», consultado 24 de septiembre de 2018, https://www.iep.utm.edu/hobmoral/.
  25. «Shining Light on Latin America’s Homicide Epidemic».

La coronel Eugenia K. Guilmartin, policía militar del Ejército de EUA, actualmente sirve como la subcomandante de la Escuela de Policía Militar del Ejército de EUA en el Fuerte Leonard Wood, estado de Missouri. Recibió su Licenciatura de la Academia Militar, una Maestría de la Escuela Superior de Guerra Naval un doctorado en Ciencias Políticas de la Universidad de Stanford. Guilmartin ha servido en Alemania, los Balcanes, Corea del Sur, Irak y Afganistán llevando a cabo el mentorazgo policial y penitenciario, operaciones de detenidos y las operaciones de apoyo en materia de seguridad y movilidad. Es miembro de la Asociación Internacional de Jefes de Policía y la Asociación de Ciencias Políticas del Midwest.

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Segundo Trimestre 2019