El III Cuerpo de Ejército durante el surge:
Un estudio sobre el arte operacional
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El papel que jugó el III Cuerpo de Ejército, comandado por el teniente general Raymond Odierno, como Cuerpo Multinacional de Irak (Multinational Corps–Iraq, MNC–I) no ha recibido la atención suficiente de los estudios sobre el surge* en Irak en 2007. El informe más completo de la campaña de 2007–2008 lo podemos encontrar sin duda en el libro The Endgame: The Inside Story of the Struggle for Iraq, from George W. Bush to Barack Obama, escrito por Michael Gordon y el teniente general Bernard Trainor, el cual se centra en la formulación y ejecución de estrategias y políticas1. En el libro nos desplazamos a menudo entre Washington D. C., el Comando Central de EUA (U. S. Central Command) y la Fuerza Multinacional de Irak (Multinational Force–Iraq, MNF–I) a través de las acciones tácticas que tuvieron lugar en Irak de una manera ilustrativa. Como resultado, la campaña llevada a cabo por el III Cuerpo de Ejército, en función de cuartel general operacional, es pasada por alto en este trabajo clave.
La campaña del III Cuerpo de Ejército tampoco recibe la atención suficiente en otros trabajos importantes sobre el tema. En el libro The Gamble: General Petraeus and the American Military Adventure in Iraq, 2006-2008, Thomas Ricks se enfoca en los mismos aspectos que Gordon y Trainor. Sin embargo, aunque Ricks hace más hincapié en el papel que desempeñó el III Cuerpo de Ejército que lo que podemos encontrar en otros informes, no ofrece un estudio detallado a nivel operacional de la campaña que llevó a cabo2. En The Surge: A Military History, Kimberly Kagan nos ofrece un cuadro predominantemente táctico de la campaña enfocándose en varias operaciones realizadas por las brigadas3.
Un informe que se centra más en la personalidad lo encontramos en The Insurgents: David Petraeus and the Plot to Change the American Way of War, escrito por Fred Kaplan; aquí se narra como el Ejército adoptó la doctrina de contrainsurgencia (counterinsurgency, COIN) en vez de una campaña que aumentaba el número de efectivos en el campo4. Debido a su posición como oficial ejecutivo del general al mando de la MNF–I, el libro del coronel Peter Mansoor titulado Surge: My Journey with General David Petraeus and the Remaking of the Iraq War por supuesto gravita en torno al general David H. Petraeus5. Ninguno de estos informes examina el papel fundamental que desempeñó el cuartel general de Odierno en la campaña de 2007–2008 cuando se aumentó el número de tropas.
Durante su segundo despliegue operativo en Irak, el III Cuerpo de Ejército logró reducir el nivel de violencia y creó espacio para avances políticos; ejemplo de ello es el paquete legislativo de tres partes de febrero de 2008, que incluía una ley de poderes provinciales, una amnistía limitada y el presupuesto de 20086. La gestión de mando de Odierno estableció las bases para el éxito de las campañas en 2007 y 2008. Debido a la atención que ha recibido la doctrina de contrainsurgencia y el supuesto enfoque del Ejército en una «guerra a nivel de posgrado», lo más llamativo de las operaciones del III Cuerpo de Ejército fue cómo Odierno utilizó conceptos y terminología que están firmemente arraigados en las campañas convencionales. Los logros del III Cuerpo de Ejército como cuartel general operacional tuvieron origen en la aplicación eficaz del arte operacional.
El arte operacional es una manera de conceptualizar cómo pelear las guerras mediante campañas de operaciones múltiples, simultáneas y sucesivas en todo el espectro del teatro de operaciones para lograr un objetivo unificador7. Aunque no se intenta restar importancia a los principios de contrainsurgencia del Ejército, un análisis de la campaña del MNC–I en Irak en 2007 a través del abandonado prisma del arte operacional sugiere que el éxito de la campaña se debió a la aplicación eficaz de los principios operacionales ya establecidos en lugar de una revolución en la profesión de las armas8.
En diciembre de 2006, el III Cuerpo de Ejército, bajo el mando de Odierno, asumió la responsabilidad del MNC–I relevando al V Cuerpo de Ejército comandado por el teniente general Pete Chiarelli. La situación de seguridad en Irak se había deteriorado durante todo el 2006 (Figura 1). El bombardeo de la mezquita chiita de Al Askari, ubicada en la ciudad de Samarra y conocida comúnmente como la Mezquita Dorada, el 22 de febrero de 2006, ocasionó que tensiones sectarias y étnicas dieran lugar a un conflicto abierto. El bombardeo provocó grandes protestas violentas en todos los barrios chiitas de Bagdad y sus alrededores así como en otras ciudades predominantemente chiitas como Nayaf, Kerbala y Basora. Con este ataque, el conflicto fue de una insurgencia a una guerra civil sectaria que, solo en noviembre de 2006, cobraría la vida de 3462 iraquíes9.
El comandante de la MNF–I en aquel entonces, general George Casey, le encargó a Odierno acabar con el ciclo de violencia sectaria. El enfoque operacional del cuerpo de ejército entrante era diferente del de su predecesor. El V Cuerpo de Ejército, bajo el mando de Chiarelli, tenía como objetivo consolidar la huella de la coalición. Chiarelli recuerda que: «Me dijeron que mi trabajo era disminuir el número de bases de operaciones avanzadas (forward operating base, FOB) a 50 para finales de 2006. Mis instrucciones fueron bastante claras. No vas a tener 110 bases de operaciones avanzadas. Había 110 bases de operaciones avanzadas cuando llegué en 2006»10. La reducción de la presencia estadounidense se llevó a cabo junto con una rápida transferencia de responsabilidad a las fuerzas de seguridad iraquíes ya que Estados Unidos estaba adoptando una postura de vigilancia. Este enfoque operacional contribuyó a que la campaña del V Cuerpo de Ejército se convirtiera en una serie de acciones tácticas desarticuladas e inconexas. El resultado táctico fue que las fuerzas estadounidenses no podían retener el terreno capturado y por ello, se veían obligadas a recuperarlo cada vez que lo perdían en la tarde anterior (Figura 2)11.
Figura 1. Al Qaeda en Irak, diciembre de 2006
Odierno decidió que la primera prioridad era la seguridad de la población iraquí, lo que para él se traducía en derrotar a una insurgencia compuesta por extremistas sunitas y chiitas, en particular el grupo de Al Qaeda en Irak (AQI) y las milicias chiitas apoyadas por Irán que Estados Unidos denomina «grupos especiales». Ahora el concepto operacional del MNC–I se centraba en cómo tomar y mantener la iniciativa para que la coalición pudiera derrotar a los extremistas. Aunque transferirle la responsabilidad y el control de la seguridad a los iraquíes todavía era el objetivo final, ya no era prioridad del MNC–I12.
Si bien las diferencias pueden parecer menores o semánticas, el cambio en el enfoque fue profundo porque indicaba que el III Cuerpo de Ejército ya no evaluaría su progreso a través de la reducción de la huella de la coalición en Irak como resultado del cierre de bases; el repliegue de unidades en Irak; o los indicadores relacionados con las aguas residenciales, el agua potable, la electricidad y el servicio de recolección de basura. Pese a que se continuaron usando líneas de esfuerzo lógicas (logical line of effort), bajo el mando de Odierno, el MNC-I hizo más hincapié en las líneas de operaciones físicas (physical line of operation)13. A nivel táctico, el cambio en el enfoque alivió lo que se percibía como una presión para concentrar a las unidades en cada vez menos bases y permitió que las unidades tácticas vivieran en pequeñas bases junto a la población como lo habían hecho en los primeros días de la guerra. El III Cuerpo de Ejército adoptó un enfoque tradicional para la campaña de 2007 y los primeros dos meses de 200814.
Incluso antes de que se anunciara el envío de cinco brigadas adicionales a Irak, Odierno ya había planeado realizar múltiples operaciones simultáneas por todo el país15. Las ofensivas anteriores de los cuerpos se centraban en una sola área de conflicto a la vez, como Al Faluya o Nayaf, y en realidad eran más batallas tácticas que operaciones. Estos enfrentamientos carecían de una fase de exp lotación o persecución y tal ausencia le permitía al enemigo retirarse por sus líneas de esfuerzo físicas y reagruparse con seguridad en sus zonas de apoyo. Para lograr el objetivo de derrotar a la insurgencia, el III Cuerpo de Ejército lanzó una serie de ofensivas para expulsar al enemigo del territorio y retener el terreno liberado manteniendo a las tropas en el lugar. Estas ofensivas sostenidas conectaban las acciones tácticas en todo Irak para lograr de manera más eficaz los fines estratégicos y resultaron claves para implementar con éxito el arte operacional16.
El foco de la primera operación ofensiva del III Cuerpo de Ejército, operación Fardh al-Qanoon (Aplicación de la Ley), era despejar y retener terrenos por todo Bagdad y sus áreas circundantes, esas provincias que circunvalan la ciudad y controlan el acceso a la capital. Las operaciones de apoyo realizadas por las divisiones prohibieron el flujo de acelerantes —término del III Cuerpo de Ejército para los combatientes, las armas y los explosivos que eran necesarios para los ataques que subsecuentemente daban lugar a las represalias— a la capital mediante operaciones ofensivas diseñadas para capturar y retener el terreno en estas zonas de apoyo enemigas. La intención de Odierno con esta estrategia inicial era transformar la zona de apoyo insurgente alrededor de Bagdad en una zona segura de la coalición y alejar a los extremistas de la capital (Figura 3)17. En junio, el MNC–I, después de la operación Fardh al-Qanoon, continuó con otra ofensiva a nivel de cuerpo llamada operación Phantom Thunder, que consistía en operaciones simultáneas en Bagdad y sus áreas circundantes. El objetivo de la operación Phantom Thunder era despejar las zonas de apoyo y de retaguardia de los extremistas. Fue la primera operación en Irak que contaba con todas las brigadas del incremento de 2007, y con este poder de combate adicional, Odierno pudo retener el terreno capturado, fortalecer su zona de seguridad e impedir el restablecimiento de las zonas de apoyo de los extremistas18.
Figura 2. Disposición de las fuerzas estadounidenses en el centro de Irak a principios de enero de 2007
Ya para agosto, era claro que la serie de operaciones ofensivas del MNC–I habían logrado una mejora en la seguridad de todas esas áreas de Irak en donde la coalición había aumentado el número de tropas. A Odierno le preocupaba que los extremistas intentaran alejar a la coalición de las áreas que el MNC–I había despejado y capturado y volvieran a llenar el vacío dejado por la coalición. Esa había sido la suerte de las ofensivas de coaliciones previas, en donde la falta de operaciones simultáneas o persecución por parte del MNC–I le había permitido a los extremistas reagruparse. Odierno consideró que una persecución agresiva era la mejor manera de desmantelar las redes de los extremistas19.
Figura 3. Disposición de las fuerzas estadounidenses en el centro de Irak en junio de 2007
Tanto para dificultar una ofensiva enemiga prevista durante Ramadán como para mantener al grupo AQI y los grupos especiales desorientados, el MNC–I puso en marcha la operación Phantom Strike el 15 de agosto de 2007. La operación Phantom Strike consistía en «una serie de operaciones específicas concebidas para intensificar la persecución de elementos extremistas por todo Irak»20. Con el despliegue de cinco brigadas adicionales, una brigada de aviación de combate y un cuartel general de división, el MNC–I contaba con las fuerzas necesarias para retener las áreas capturadas y llevar a cabo operaciones específicas en Irak (Figura 4). Como se acercaba el final del incremento de tropas, el tiempo que tenía la coalición para aprovechar al máximo su capacidad de combate era limitado21. En la operación Phantom Phoenix se extendió la persecución de extremistas hasta las profundidades del tramo alto del valle fluvial de Diyala, con el objetivo de establecer las condiciones para la anticipada batalla de Mosul. Sin embargo, esta batalla no ocurrió porque el III Cuerpo de Ejército fue reemplazado por el XVIII Cuerpo Aerotransportado en febrero de 2008 cuando acontecimientos en Basora hicieron necesario un cambio de enfoque por parte del Gobierno iraquí y el MNC–I. En ambas operaciones de explotación y persecución (Phantom Thunder y Phantom Phoenix) se observó cómo el MNC–I tomó medidas para extender su área de operaciones, con el objetivo de crear obstáculos para el enemigo en las áreas restantes de Irak en las que la coalición no tenía suficiente poder de combate para controlarlas22.
En todas las operaciones, un elemento clave de la campaña del III Cuerpo de Ejército se centraba en impedir el movimiento de acelerantes de violencia hacia Bagdad23. Los análisis de inteligencia de la coalición indicaron que los extremistas en Bagdad requerían un flujo constante de artefactos explosivos improvisados (improvised explosive device, IED) instalados en vehículos y otros acelerantes para mantener el promedio de cincuenta ataques por día en la ciudad. La lucha para poner fin a los acelerantes dependía de la comprensión que tenía el MNC–I del terreno. El conocimiento que tenía el III Cuerpo de Ejército sobre cómo el enemigo usaba el terreno aumentó con la incursión llevada a cabo por la 1a Brigada, 1a División de Caballería en las zonas de Taji y Tarmiyah el 19 de diciembre de 2006. Esta acción resultó en la captura de más de quinientos gigabytes de documentos y un mapa detallado con la estrategia del grupo AQI para controlar Bagdad. En el mapa se describía una arquitectura del campo de batalla planeado por el AQI que era más convencional de lo esperado ya que contaba con una zona de apoyo en las áreas circundantes de Bagdad, un área de retaguardia, una línea avanzada de tropas, líneas de comunicación que se conectaban mediante carreteras de superficie dura o caminos de tierra mejorados y zonas de combate en la capital24.
La fuerza de los grupos extremistas en Bagdad dependía del control tanto de las líneas de comunicación como las zonas de apoyo que atravesaban las áreas circundantes. A menudo, el enemigo construía zonas de obstáculos de grandes IED enterrados para negar el acceso de la coalición a estas áreas, mientras que otros tenían sistemas de defensa aérea para no dejar entrar a los helicópteros. Aunque el esfuerzo principal del III Cuerpo de Ejército se encontraba en Bagdad, las divisiones en las periferias realizaban ofensivas simultáneas y sostenidas en la profundidad del enemigo (p. ej. en las áreas circundantes). Esta era una perspectiva del terreno completamente diferente de la que existía previamente. El III Cuerpo de Ejército no veía el terreno en términos de lo que podía ceder al control iraquí, más bien, lo interpretaba bajo el prisma de un sistema operacional25.
Figura 4. Divisiones multinacionales (MND, Multinational Divisions)/Áreas de operaciones avanzadas (FAO, Forward Areas of Operations), junio de 2007
Para poder atacar al enemigo con éxito en toda su profundidad, el MNC–I necesitaba usar de manera eficaz y eficiente todas las herramientas que tenía a su disposición. A pesar del aumento en el número de tropas en Irak, la presencia de la coalición no era lo suficientemente amplia para proteger todas las áreas del país. Bajo la dirección de Odierno, el MNC–I designó una brigada Stryker como la reserva operacional, que a veces era llamada «fuerza de ataque de alta disponibilidad». Aunque la designación de tal fuerza tuvo su origen con el V Cuerpo de Ejército, alcanzó todo su potencial bajo el III Cuerpo de Ejército. La fuerza de ataque no era el esfuerzo principal en el campo de batalla, su propósito, más bien, era complementar el esfuerzo principal, como ocurrió durante la operación Fardh al-Qanoon cuando se usó para despejar los barrios y facilitar el despliegue de las brigadas que llegaban a Bagdad, o llevar a cabo operaciones de despeje en la provincia de Diyala, como ocurrió posteriormente. La reserva de Strykers aumentaba la flexibilidad de las operaciones de Odierno y le proporcionaba una ventaja de poder de combate decisivo dondequiera que la usara. Otra manera en la que Odierno reforzaba las operaciones ofensivas era a través del uso eficiente de habilitadores. El III Cuerpo de Ejército apoyaba de manera eficaz el esfuerzo principal mediante los recursos limitados de la aviación del Ejército, los ingenieros, los vehículos aéreos no tripulados y la inteligencia que se encontraban disponibles26. Asimismo, las fuerzas adicionales generadas por el aumento en el número de efectivos de seguridad iraquíes, junto con el grupo Hijos de Irak, le permitió al MNC–I extender su alcance operacional e internarse aún más en los santuarios de los insurgentes de lo que hubiera sido posible incluso con el aumento adicional de tropas que recibieron las fuerzas estadounidenses27.
Al final del despliegue del III Cuerpo de Ejército en febrero de 2008, la situación en Irak era notablemente diferente de lo que era en diciembre de 2006, cuando asumía la función de MNC–I. En enero de 2008, el último mes completo del III Cuerpo de Ejército en el país, fallecieron seiscientos iraquíes en el país por causa de la guerra (Figura 5). Esto representaba una reducción dramática en el nivel de violencia; cuando el cuerpo de ejército comandado por Odierno llegó al país en noviembre de 2006, se reportaron casi 3500 bajas iraquíes. El éxito se debía a la correcta aplicación del arte operacional. Bajo el liderazgo de Odierno, el III Cuerpo de Ejército se convirtió en un cuartel general operacional eficaz. Desde el cuartel se dirigió una serie de operaciones ofensivas simultáneas y sostenidas en toda la profundidad del territorio operacional del enemigo que fragmentaron sus zonas de apoyo y dificultaron sus operaciones. El ritmo de estas ofensivas a nivel de cuerpo de ejército junto con una explotación y persecución activa mantuvo al enemigo desorientado e impidió que sus fuerzas se pudieran reagrupar. A pesar del enfoque en las bases de seguridad conjuntas (joint security station, JSS) a nivel táctico, en el nivel operacional, tanto el enemigo como el MNC–I visualizaban el terreno de forma convencional aunque no contigua, con zonas de seguridad y de apoyo, líneas de esfuerzo y de comunicación, áreas de retaguardia, etc. La habilidad que demostró el MNC–I para sincronizar sus operaciones en el espacio y en el tiempo se vio facilitada por el uso de habilitadores, el refuerzo del esfuerzo principal con la reserva de vehículos Stryker y la expansión de su alcance operacional mediante el uso de fuerzas iraquíes28.
Figura 5. Al Qaeda en Irak en diciembre de 2007
Aunque la mayor parte de las investigaciones sobre las operaciones estadounidenses durante el aumento de tropas se centraba en la supuesta revolución que estaba ocurriendo en la profesión de las armas debido a los principios de contrainsurgencia emergentes, el MNC–I estableció su concepto operacional mediante un marco tradicional sólido y su éxito se debió a la aplicación correcta de algunos de los principios del arte operacional más antiguos y establecidos, en vez de la idea recurrente de contrainsurgencia29.
Referencias
- Michael R. Gordon y Bernard E. Trainor, The Endgame: The Inside Story of the Struggle for Iraq, from George W. Bush to Barack Obama (New York: Pantheon Books, 2012).
- Thomas E. Rick, The Gamble: General Petraeus and the American Military Adventure in Iraq, 2006-2008 (New York: Penguin, 2009).
- Kimberly Kagan, The Surge: A Military History (New York: Encounter Books, 2008).
- Fred Kaplan, The Insurgents: David Petraeus and the Plot to Change the American Way of War (New York: Simon & Schuster, 2013).
- Peter Mansoor, Surge: My Journey with General David Petraeus and the Remaking of the Iraq (New Haven, Connecticut: Yale University Press, 2013).
- El 13 de febrero de 2008, el parlamento iraquí aprobó tres importantes leyes: la ley de poderes provinciales, la cual define la relación entre los gobiernos federales y provinciales y en la que también se exigieron elecciones provinciales antes del 1 de octubre de 2008; amnistía limitada a los detenidos bajo custodia iraquí como parte del proceso de reconciliación; y el presupuesto de 2008, en el cual se adjudicaron USD 48 mil millones para los gastos de capital y se garantizó que tanto el gobierno federal como el de las provincias tuvieran los recursos financieros para el gasto público.
- Los elementos del arte operacional son: el estado final y las condiciones, el centro de gravedad, puntos decisivos, línea de operación y línea de esfuerzo, el establecimiento de bases, el ritmo, el escalonamiento y las transiciones, el alcance operacional, la culminación y el riesgo.
- Véase Kaplan, The Insurgents.
- Michael O’Hanlon y Jason Campbell, «Iraq Index: Tracking Variables of Reconstruction & Security in Post-Saddam Iraq», página web de Brookings Institute, 28 de enero de 2008, 5, accedido el 19 de diciembre de 2016, https://www.brookings.edu/wp-content/uploads/2016/07/index20080131.pdf; H. R. McMaster (antiguo asesor del general David Petraeus para la redacción del manual de campaña de contrainsurgencia), entrevista realizada por Steve Clay, 20 de noviembre de 2009, transcripción, Contemporary Operations Study Team, Combat Studies Institute, Fuerte Leavenworth, Kansas, págs. 6–7.
- Peter Chiarelli (antiguo general a cargo del V Cuerpo de Ejército), entrevista realizada por Frank Sobchak, 6 de mayo de 2014, transcripción, Chief of Staff of the Army (CSA) Operation Iraqi Freedom (OIF) Study Group, p. 40.
- Chiarelli, entrevista, p. 40; McMaster, entrevista, p. 13; Col. Dave Pendall, entrevistas realizadas por Frank Sobchak, 6 de marzo de 2014, transcripción, CSA OIF Study Group, Hanscom Air Force Base, Massachusetts, p. 14.
- Raymond T. Odierno, «The Surge in Iraq: One Year Later», página web de Heritage Foundation, 5 de marzo de 2008, accedido el 20 de diciembre de 2016, http://www.heritage.org/research/lecture/the-surge-in-iraq-one-year-later; Raymond T. Odierno (antiguo general a cargo del III Cuerpo de Ejército), entrevista realizada por Mike Visconage, 19 de octubre de 2007, transcripción, U.S. Army Center of Military History (CMH), Baghdad, Iraq, p. 9.
- Para una discusión sobre las líneas de operación y líneas de esfuerzo, véase el tercer capítulo de la publicación Joint Publication 5-0, Joint Operation Planning (Washington, DC: U.S. Joint Chiefs of Staff, 11 de agosto de 2011) o el segundo capítulo de Army Doctrine Reference Publication 3-0, Operations (Washington, DC: U.S. Government Publishing Office, 11 de noviembre de 2016).
- McMaster, entrevista, págs. 11 y 14–15; Odierno, «The Surge in Iraq»; Odierno, entrevista, 19 de octubre de 2007, p. 9.
- Brigadas de combate (BCT, Brigade Combat Teams) que llegaron con el aumento del número de tropas: 2a BCT, 82a División Aerotransportada (llegó el 14 de febrero de 2007); 4a BCT, 1a División de Infantería (ID, Infantry Division) (llegó el 15 de marzo de 2007); 3a BCT, 3a ID (llegó el 15 de abril de 2007); 4a BCT, 2a ID (llegó el 15 de mayo de 2007); 2a BCT, 3a ID (llegó el 15 de junio de 2007).
- Dale Andrade, Surging South of Baghdad (Washington, DC: CMH, 2010), 21; Teniente coronel Jeff McDougall, entrevista realizada por Mike Visconage, 7 de julio de 2007, transcripción, CMH, Baghdad, Iraq, págs. 20–22.
- Frederick Kagan y Kimberly Kagan, «The Patton of Counterinsurgency», Weekly Standard, 10 de marzo de 2008; Andrade, Surging South of Baghad, p. 21; McDougall, entrevista, págs. 20–22; Odierno, «The Surge in Iraq».
- Odierno, «The Surge in Iraq»; Department of Defense (DOD), Office of the Assistant Secretary of Defense, «DoD Special Briefing with Lt. Gen. Odierno from the Pentagon Briefing Room, Arlington, VA», GlobalSecurity.org, 22 de junio de 2007, accedido el 20 de diciembre 2016, http://www.globalsecurity.org/military/library/news/2007/06/mil-070622-dod01.htm.
- General de División James Simmons, DOD Bloggers Roundtable Subject: Operation Phantom Strike, 27 de agosto de 2007, 2; DOD, Office of the Assistant Secretary of Defense, «DoD News Briefing with Lt. Gen. Odierno from the Pentagon Briefing Room», Arlington, Virginia, GlobalSecurity.org, 4 de marzo de 2008, accedido el 20 de diciembre de 2016, http://www.globalsecurity.org/military/library/news/2008/03/mil-080304-dod01.htm; Odierno, entrevista, 19 de octubre de 2007, p. 6; y Kagan, The Surge: A Military History, p. 135.
- Simmons, DOD Roundtable, págs. 1–2.
- Actualización semanal 12–18 de agosto de 07 del MNF–I CG SECDEF; Actualización semanal 26 de agosto – 1 de septiembre de 2007 del MNF–I CG SECDEF; Odierno, entrevista 19 de octubre de 2007, p. 6; general de división James Simmons, DCG Support, 4 y 27 de agosto de 2007, DOD Roundtable, págs. 1-2; Kagan, The Surge, 135 y 152; Kagan y Kagan, «The Patton of Counterinsurgency»; William Epley, «Surge Paper», archivos del CMH, p. 11.
- Raymond T. Odierno, entrevista realizada por Mike Visconage, 7 de septiembre de 2007, transcripción, CMH, Bagdad, Irak, p. 7; Kagan y Kagan, «The Patton of Counterinsurgency».
- Odierno, «The Surge in Iraq».
- Nichoel Brooks, entrevista realizada por Mike Visconage, 18 de septiembre de 2007, transcripción, CMH, Bagdad, Irak, págs. 57–59; James Hickey, entrevista realizada por Steve Clay, 23–24 de febrero de 2010, transcripción, Contemporary Operations Study Team, Combat Studies Institute, Fuerte Leavenworth, Kansas, p. 5; Odierno, «The Surge in Iraq»; y Andrade, Surging South of Baghdad, p. 152.
- Andrade, Surging South of Baghdad, págs. 17, 21; Hickey, entrevista, págs. 6 y 26.
- Coronel Martin Wilson, entrevista realizada por Mike Visconage y William Epley, 9 de junio de 2007, transcripción, CMH, Bagdad, Irak, 47–48; Hickey, entrevista, págs. 7–8.
- Coronel Paul Funk y teniente coronel Patrick Michaelis, entrevista realizada por Steve Clay, 4 de febrero de 2010, transcripción, Contemporary Operations Study Team, Combat Studies Institute, Fuerte Leavenworth, Kansas, p. 38.
- O’Hanlon y Campbell, «Iraq Index», 28 de enero de 2008, p. 5; Michael O’Hanlon y Jason Campbell, «Iraq Index», página web de Brookings Institute, 31 de julio de 2008, p. 5, accedido el 20 de diciembre de 2016, https://www.brookings.edu/wp-content/uploads/2016/07/index20080731.pdf.
- Kagan y Kagan, «The Patton of Counterinsurgency»; Odierno, «The Surge in Iraq»; teniente coronel Kent Strader, entrevista realizada por el teniente coronel James Powell, 26 de marzo de 2014, transcripción, Chief of Staff of the Army’s Operation Iraqi Freedom Study Group, p. 10.
El mayor Wilson C. Blythe Jr., Ejército de EUA, es un estratega asignado al Centro de Integración de Capacidades del Ejército (Army Capabilities Integration Center). Su servicio incluye asignaciones en Iraq y Afganistán. Se graduó de la Universidad de Misisipi con una licenciatura en Historia. También obtuvo una maestría en Historia de la Universidad de Eastern Michigan. En la actualidad es estudiante de doctorado en un programa de Historia Militar de la Universidad de North Texas. En 2013, Blythe fue el ganador del premio Excelencia en las Letras (Distinguished Writing Award) que concede la Fundación Histórica del Ejército (Army Historical Foundation).