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El tiempo, poder y problemas entre la fuerza principal y terceros

2018 DEPUY Contest Honorable Mention

Por qué el Ejército de EUA está mal preparado para la guerra de terceros en puntos calientes

Mayor Amos C. Fox, Ejército de EUA

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Combatientes de las Fuerzas de Movilización Populares (en su mayor parte milicia chiita iraquí) viajan en un tanque en al-Qaim, Iraq, cerca de la frontera con Siria, 26 de noviembre de 2016. (Foto: Alaa al-Marjani, Reuters)

El estadista y teórico militar chino Mao Zedong concluyó, «A menos que se comprendan las verdaderas circunstancias de la guerra, su naturaleza, y sus relaciones con otras cosas, no se comprenderán los principios de la guerra ni sabrá cómo dirigir la guerra o será capaz de ganar la victoria»1. El razonamiento de Mao, escrito casi hace un siglo, capta claramente la esencia de la comprensión de la guerra en que una persona se encuentra. Más recientemente, ha habido mucha literatura escrita sobre las evoluciones modernas y futuras del conflicto; sin embargo, el Ejército de EUA tiene dificultades en su consideración de ambientes operacionales en términos más allá del conflicto convencional binario y contrainsurgencias.

No obstante, una guerra de terceros posiblemente es el ambiente operacional prevaleciente en la guerra moderna. Una breve revisión de acontecimientos actuales demuestra terceros luchando en nombre de socios desde la región de Donbass en Ucrania hasta el valle del río Éufrates en Siria e Irak y en todos los puntos intermedios. Solo se necesita consultar las declaraciones de postura recientes de múltiples comandantes combatientes para destacar este asunto. Sin duda alguna, las discusiones sobre la guerra de terceros dominan las declaraciones de postura del Comando Central de EUA (CENTCOM) y del Comando de EUA en Europa (EUCOM). El general Joseph Votel, comandante del CENTCOM, tiene una sección entera de sus comentarios dedicada al papel de la guerra de terceros en el área de responsabilidad del CENTCOM2. Mientras tanto, el general Curtis Scaparrotti, el comandante del EUCOM, subrayó la influencia que logran los terceros de Rusia en toda el área de responsabilidad del EUCOM3.

Una guerra de terceros es favorable por una variedad de razones, pero más notable, este tipo de conflicto proporciona un grado de distancia y responsabilidad limitada a los actores principales. El general retirado H.R. McMaster reflexionó sobre este fenómeno mientras discutía la falacia del programa de televisión Wild Kingdom de Mutual of Omaha, una de sus numerosas obras sobre las continuidades y cambios de la guerra futura. La falacia postula que las Fuerzas Armadas de EUA, y más específicamente, el Ejército de EUA, pueden empoderar a otras fuerzas —terceros— para librar sus guerras, como hizo el presentador de Wild Kingdom cuando él ordenó a sus asistentes a hacer trabajo cercano con animales peligrosos en el programa. El problema con contratar el combate a terceros, como observó McMaster, es que estas fuerzas frecuentemente cuentan con una insuficiencia de recursos y poseen una voluntad limitada debido a intereses disímiles4. McMaster solo toca la superficie de los puntos calientes donde se emplearán terceros, pero su posición sirve como un punto de partida para esta discusión.

Dada la naturaleza ubicua de los ambientes donde podría emplearse terceros, el Ejército de EUA demuestra una mala comprensión de cómo lograr el éxito en dichos ambientes. El Ejército de EUA ha logrado un cierto grado de éxito en Iraq (2014-2018) y las Filipinas (2017), pero su historial general en los puntos calientes con el uso de terceros, incluyendo Afganistán (2001 hasta el presente), Iraq (2003-2011) y Siria (2014 hasta el presente), subrayan este punto. No obstante la falta de investigación empírica, puede suponerse que el Ejército de EUA funciona mal en estos ambientes porque carece de la taxonomía para comprender la guerra de terceros. Además, el lenguaje contemporáneo ofusca el carácter verdadero de los puntos calientes antes mencionados a través del uso de terminología tales como la asistencia en materia de seguridad, asesorar y apoyar y otros términos relacionados.

Si damos un paso más en este análisis, el Ejército de EUA está mal preparado para la guerra en un ambiente de terceros porque administra mal el tiempo y poder limitado que posee sobre una fuerza de terceros en busca de intereses mutuos disminuyentes. Fundamentalmente, las características salientes de los ambientes con terceros —el tiempo disponible, poder sobre una fuerza de terceros e intereses mutuos— son efímeras debido al hecho de que las relaciones con terceros son transaccionales por su naturaleza; son matrimonios de conveniencia en los cuales una fuerza dada trabaja a través de la otra en aras de fines políticos o militares provisionalmente alineados. Esta dinámica no se discute en la doctrina pero es crítica para las personas que dirigen las actividades en los puntos calientes donde operan los terceros.

A fin de posicionarse mejor para lograr el éxito en un ambiente de terceros, el Ejército de EUA debe comprender claramente los antecedentes y componentes de la guerra de terceros. El propósito del presente artículo es educar a los lectores sobre el ambiente de terceros al proporcionar una teoría básica de la guerra de terceros. Esto se logra abordando tres áreas principales: (1) La falta de preparación del Ejército de EUA para la guerra de terceros (que será demostrada por un análisis de la doctrina del Ejército de EUA como se relaciona a este tipo de guerra); (2) conceptos clave —problemas entre la fuerza principal y terceros, una teoría del poder y una teoría del tiempo— que están relacionados con una comprensión del carácter de la guerra de terceros pero que no se encuentran en la doctrina y (3) un marco para comprender los ambientes en los cuales operan los terceros. En último lugar, en el presente artículo se proporcionarán los principios básicos para la guerra de terceros para orientar el pensamiento, planificación y actividades en futuros puntos calientes. El marco propuesto se centra en los niveles táctico superior, operacional y estratégico5.

Separatistas prorrusos del batallón «Muerte» checheno esperan en una fila durante un ejercicio de entrenamiento en el territorio controlado por la autoproclamada República Popular de Donetsk, en el este de Ucrania, 8 de diciembre de 2014. Dijeron que su unidad «Muerte» que luchó contra las fuerzas ucranias contó con 300 combatientes, en su mayor parte extropas de seguridad del Estado, en una región principalmente musulmana donde Moscú libró dos guerras contra insurgentes islámicos que hoy en día es dominada por un hombre fuerte respaldado por el Kremlin. (Foto: Maxim Shemetov, Reuters)

Revisión doctrinal: Las deficiencias en la carrera por la relevancia

Un informe reciente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales sostiene que el Gobierno y las Fuerzas Armadas de EUA no tienen una definición doctrinal para trabajar a través de terceros y, en cambio, dependen de interpretaciones de una estrategia «por terceros, con ellos y a través de los mismos» (by, with, and through strategy)6. Un vistazo rápido de la doctrina del Ejército de EUA apoya esta posición. La doctrina actual del Ejército de EUA solo hace una breve mención del papel de los ambientes con terceros. En el muy aclamado Field Manual 3-0, Operations, solo se menciona la guerra de terceros una vez7. En la Army Doctrine Reference Publication (ADRP) 3-0, Operations; la ADRP 3-05, Special Operations; y la Training Circular 7-100, Hybrid Threat, se menciona un solo comentario efímero sobre el papel que desempeña la guerra de terceros en el campo de batalla moderno8. Aparte de las menciones superficiales, la guerra de terceros está prácticamente ausente de la doctrina de EUA.

Desde una perspectiva norteamericana, la guerra de terceros es aún más ofuscada por el uso de una variedad de palabras y frases más aceptables. En lugar de hablar en términos claros sobre este tipo de guerra —a veces lleno de connotaciones negativas— el Ejército habla de trabajar a través de, con y de fuerzas socias. Esta terminología funciona bien para suavizar la vulgaridad de la guerra de terceros, pero hace poco para demostrar sus realidades. Por otra parte, el conflicto moderno demuestra ejemplos ampliamente generalizados de la guerra de terceros.

La guerra de terceros moderna—la guerra de responsabilidad limitada

En términos históricos, Rusia ha sido uno de los claros líderes en la guerra de terceros. John Keegan, un historiador británico preeminente, observó que la dinastía Romanov, que gobernó Rusia desde el siglo XVII hasta la Revolución Rusa de 1917, rutinariamente alistó a los cosacos para servir como terceros o para aumentar su propio poder de combate9. De manera similar, Rusia, hoy en día, domina los puntos calientes modernos a través del uso de terceros, logrando el acceso e influencia con ciudadanos complacientes en el lugar, mercenarios y extranjeros que demuestran solidaridad con su causa. Varias formas de terceros empleados por Rusia se encuentran en Europa del Este y la región sur del Cáucaso, pero uno de los ejemplos más interesantes puede observarse en el conflicto en curso en Siria10.

Rusia tiene un amigo en Siria—el presidente Bashar al-Assad. Rusia, que intenta apoyar a Assad, aprovecha las capacidades de terceros sirios, empresas militares privadas y las fuerzas de su Estado cliente en Chechenia en coordinación con sus propias fuerzas armadas. Además, Rusia practica el jiu-jitsu estratégico y operacional con el uso de la guerra civil en Siria y la misión de derrotar el Estado Islámico (EI) contra las partes involucradas mientras presenta la oferta de mediar el caos que crean. Votel comentó sobre el planteamiento de Rusia, declarando que Rusia juega el rol del pirómano y el bombero en Siria y en el área de responsabilidad del CENTCOM11.

Estados Unidos también sabe muy bien cómo emplear terceros. La Operación Inherent Resolve (OIR) es, tal vez, el ejemplo más claro de la guerra de terceros en la que las fuerzas de EUA, junto con otros miembros de la coalición, derrotaron al EI en Iraq y se esfuerzan por hacer lo mismo con EI en Siria. En todo caso, Estados Unidos empleó un tercero para hacer la mayor parte de las operaciones de combate. En Iraq, las fuerzas de seguridad iraquíes y kurdos eran los agentes; mientras que en Siria, las fuerzas terceras principalmente han sido las Fuerzas Democráticas Sirias.

La OIR no es el único ejemplo de las fuerzas de EUA que operan en puntos calientes junto con terceros. Estados Unidos empleó terceros para derrotar al EI en las Filipinas, como demuestra la Batalla de Marawi12. En Arabia Saudita, las fuerzas de EUA trabajan a través de terceros para apoyar a los saudíes contra los rebeldes hutíes13. Afganistán, el punto caliente más prolongado del Ejército de EUA, ha sido el sitio de combate directo y guerra para Estados Unidos desde 2001. Más recientemente, el Ejército de EUA desplegó su primera brigada de fuerzas de asistencia en materia de seguridad para encabezar su lucha contra los talibanes y otros enemigos en la región. Mientras tanto, en África, Estados Unidos, según se informa, cuenta con más de 5 000 soldados que gestionan a agentes en el lugar para contrarrestar la expansión del EI en el continente14.

Aunque ausente de la doctrina, un pequeño número de certezas axiomáticas reaparecen en los puntos calientes donde empleamos a terceros. En el nivel más elemental, estos ambientes parecen estar sujetos a los siguientes principios:

  • Todos los ambientes de terceros son impulsados por intereses políticos; los cuales forman el fundamento para la asociación militar y objetivos militares alineados.
  • Estos ambientes se basan en una relación entre un poder principal y un tercero, o agente. La relación que existe entre un poder principal y un tercero funciona mediante una dinámica de poder.
  • Las relaciones con terceros pueden ser transaccionales o explotadoras, pero todas tienen una duración limitada.
  • No todas las decisiones políticas, estratégicas y operacionales relacionadas con una asociación con terceros conllevan cambios evidentes o abiertos en el nivel táctico.
  • Las batallas que se ganan aceleran la divergencia, mientras que las batallas perdidas debilitan la relación entre el poder principal y el agente.
  • Los puntos calientes con terceros no son únicos de un tipo de guerra, pero existen en cualquier punto a lo largo del continuo de la guerra.
  • La base de poder de una relación con un tercero (poder principal-agente) podría cambiar si el tercero crece lo suficientemente para sostenerse, el tercero adquiere o moviliza el poder de otros actores que no son el socio principal, o el tercero logra las metas que lo alineó con el poder principal.

Dado el dominio de la guerra de terceros y sus certezas axiomáticas, es lógico profundizar el análisis de los fundamentos conceptuales para desarrollar una teoría básica de la guerra de terceros. El propósito de esta teoría debe preparar eficazmente a las fuerzas del Ejército de EUA para lidiar con la realidad de los puntos calientes en el mundo y el uso de terceros. En las siguientes secciones, se analizan temas unificadores—el problema de agencia (una situación que surge cuando los deseos o metas del poder principal y el agente entran en conflicto), la comprensión de las relaciones de poder y el impacto del tiempo.

Enmarcar al ambiente de guerra de terceros

El tiempo es una dimensión ineludible de la guerra. Dado el carácter de la guerra de terceros, que es impulsado por los cambiantes vientos políticos del poder principal y el agente, es justo decir que los puntos calientes con terceros son dominados por un reloj sin pausa. Robert Leonhard, un teórico militar preeminente de EUA, sostiene que, sobre todo, la incapacidad de gestionar eficazmente el tiempo presenta dificultades a la mayoría de los comandantes15. Más concretamente, Leonhard alega que, «el conflicto militar —ya sea en guerras, campañas o enfrentamientos— busca provocar este fracaso (o retardarlo) y, por lo tanto, cuando se reduce a sus fundamentos, es un carrera por el tiempo»16.

El tiempo opera en distintos ritmos en todos los niveles de la guerra, así como en el espectro social y político. Además, el tiempo opera a distintos ritmos dado el nivel de participación de una sociedad en un conflicto específico. Por ejemplo, el reloj social y político de Iraq, con respecto a la derrota del EI, funciona más rápidamente que el reloj social y político en Estados Unidos. Como consecuencia, el primer ministro iraquí Haider al-Abadi declaró la victoria sobre el EI y discutió la reducción del número de tropas de EUA en Iraq antes de que Estados Unidos lo hiciera17.

Además, los relojes sociales y políticos operan más rápidamente que el reloj de las fuerzas armadas. Los comandantes tienden a pedir más tiempo, mientras que las sociedades y líderes políticos urgen a las fuerzas armadas a concluir sus acciones militares, como demuestran las recientes discusiones político-militares sobre la situación en Siria18. En los puntos calientes con terceros, los comandantes militares deben equilibrar el tiempo marcado en todos estos relojes. De mayor importancia, los líderes en los ambientes donde hay terceros deben ser agudamente sintonizados a las preferencias sociales y políticas de sus terceros porque, como nos recuerda Tucídides, los actores libran la guerra ya sea por el miedo, honor o intereses propios19. Si no, los líderes corren el riesgo de socavar la relación entre el poder principal y el agente. Por lo tanto, estos líderes no deben permitir que sus inclinaciones tácticas se interpongan en los imperativos estratégicos y políticos (véase la figura 1).

Figura 1. El efecto del tiempo en las relaciones con terceros. (Figura por el autor)

El éxito del rebelde Moqtada al-Sadr, en detrimento de al-Abadi, en las elecciones parlamentarias de Iraq en 2018 tal vez fue representativo del papel que juega el tiempo en los ambientes con terceros. A todos los efectos, para al-Abadi y su bloque les debió haber ido mejor en la elección. Antes de las elecciones, derrotaron el EI, obstaculizaron la independencia de los kurdos y mantuvieron unido el país cuando estaba al borde de colapso. Sin embargo, al-Abadi y su Gobierno no pudieron obligar a Estados Unidos a reducir su presencia en el país. El electorado iraquí fuertemente respaldó a la plataforma pro-iraquí, chiita y nacionalista de al-Sadr en la elección, resultando así en al-Abadi y su bloque quedando en tercer lugar20. El efecto de la elección es incierto, pero es muy fácil observar que la relación que Estados Unidos desea con Iraq cambiará en el futuro21.

El problema entre el poder principal y el agente: Las raíces de las relaciones transaccionales y explotadoras

Una comprensión del problema entre el poder principal y el agente es esencial para comprender los puntos calientes donde hay terceros. La profesora o teórica organizacional Kathleen Eisenhardt de la Universidad de Stanford ofrece una caracterización sólida del problema entre el poder principal y el agente. Ella sostiene que estos problemas surgen en situaciones «en las cuales (la parte principal) delega trabajo a otra parte (el agente) que lleva a cabo el trabajo»22. Además, Eisenhardt declara que surgen dos problemas principales en esta dinámica: (1) el problema de agencia y (2) el problema de distribución de riesgos23. Ella define el problema de agencia como una situación que ocurre cuando «entran en conflicto los deseos o metas de la parte principal y el agente»24. También define el problema de distribución de riesgos como una situación en la que la parte principal y el agente poseen prerrogativas disímiles con respecto al riesgo, que resulta en acciones divergentes mientras continúa el contacto con riesgos (véase la figura 2)25.

Figura 2. El problema entre poder principal y agente. (Figura por el autor)

La aclaración de Eisenhardt sobre los problemas entre la parte principal y el agente es la raíz de la falta de preparación del Ejército para lidiar con los puntos calientes donde existen terceros. El Ejército de EUA tiende a considerar al tercero, o agente, como una entidad que posee una voluntad ilimitada para trabajar con las fuerzas principales; sin embargo, cuando el agente llega a ser más capaz, o cuando otras partes pueden identificar las vulnerabilidades del agente y manipularlas con eficacia en su propio beneficio, el agente se vuelve menos interesado en trabajar con las fuerzas de EUA—una cooperación fugaz que el Ejército no entiende. En otras palabras, a medida que pasa el tiempo y se logran objetivos, el propio interés de las dos partes comienza a reemplazar los objetivos y estados finales que formaron el fundamento inicial para la asociación entre la parte principal y el agente. La Operación Inherent Resolve proporciona un modelo aleccionador en apoyo del problema entre la parte principal y el agente.

Después de la devastadora Batalla de Mosul en la Operación Inherent Resolve, permaneció una serie de objetivos tácticos adicionales. Estos objetivos incluyeron la derrota de las fuerzas restantes del EI en Tal Afar, Hawija y a lo largo del valle del río Éufrates, desde Faluya hasta la frontera con Siria26. Dados los dos mil combatientes del EI que se estiman estar en Tal Afar, se esperaba que las batallas siguientes fueran en paralelo con la ferocidad de la batalla de Mosul27.

Las fuerzas de seguridad iraquíes (el agente) y la coalición dirigida por EUA (la parte principal) comenzaron su ataque contra el EI en Tal Afar el 19 de agosto de 2017, pero en un inesperado giro de los acontecimientos, el EI rápidamente se desvaneció28. En menos de ocho días, se acabó el combate29. Ambas partes sufrieron muy pocas bajas, especialmente en contraste con las de Mosul. Parece que Al-Abadi, así como muchos otros líderes de las fuerzas de seguridad iraquíes, aprendió dos lecciones principales de este período de tiempo. En primer lugar, la Batalla de Mosul tuvo un impacto decisivo en el EI. El ala militar de la organización en Iraq estaba físicamente derrotada, dejando una escasez de fuerza para que el ala política del EI continuara las operaciones de combate de gran escala. En segundo lugar, el combate en Mosul endureció las fuerzas de seguridad iraquíes e incrementó su determinación. Estos dos efectos resultaron en el Gobierno de Iraq y las fuerzas de seguridad iraquíes (el agente) perdieran el interés en mantener la presión sobre el EI; o, en esencia, después de las batallas en Mosul y Tal Afar, la razón de ser de la parte principal y los intereses del agente comenzaron a divergir rápidamente (véase la figura 3).

Figura 3. Ola de influencia. (Figura por el autor)

Con la amenaza del EI sumamente reducida y el alto nivel de confianza de las fuerzas de seguridad iraquíes, el Gobierno de Iraq redirigió sus esfuerzos contra los kurdos. En septiembre de 2017, Kurdistán iraquí, bajo el tutelaje de Marzoud Barzani, votó por independencia de Iraq. Al-Abadi no estaba dispuesto a aceptar la independencia kurda y lanzó una ofensiva limitada a mediados de octubre de 2017 para desbaratar el movimiento. Esquivando sus socios de la coalición, la operación contra los kurdos de al-Abadi fue unilateral y un gesto definitivo de divergencia entre la parte principal y el agente30.

Mientras la Operación Inherent Resolve proporciona ejemplos del problema entre el poder principal y el agente, hay tantos otros ejemplos como hay puntos calientes con terceros en todas partes del mundo. Siempre que una entidad busca trabajar a través de otra, siempre existirán problemas y riesgos de agencia. El general prusiano y teórico militar del siglo XIX Carl von Clausewitz comprendió el problema de agencia. Sostuvo que, «Un país puede apoyar la causa de otra nación, pero nunca la considerará tan seriamente como su propia»31. Es posible que las naciones o países ya no sean el único dueño de la guerra en la actualidad, pero la posición de Clausewitz no es menos válida hoy en día que cuando fue publicada. En la ausencia de fuertes intereses vinculados, el poder unifica la parte principal y su agente.

El papel del poder en la guerra de terceros

El rol del poder es crítico en los puntos calientes donde hay terceros. Robert Dahl, un politólogo del siglo XX, postula que el poder existe en una relación entre dos o más actores. Declara que, «A tiene poder sobre B hasta tal punto que puede hacer que B haga algo que en otras circunstancias B no lo haría»32. Dahl continúa, declarando que el poder no se autoperpetúa sino que en la mayoría de los casos posee una base que es una energía potencial que requiere activación para generar un efecto deseado33. La base, o la base de poder, consta de todos los recursos que pueden ser utilizados para afectar el comportamiento de otro actor. Dahl alega que ser capaz de manipular con eficacia su propia base de poder es el método principal para mantener el poder sobre otro actor. Observa que existe una demora entre el uso del poder por A y la capacidad de B de reaccionar. Esta demora en el tiempo de reacción, al cual se refiere como un «lapso», representa el tiempo de procesamiento y acción relacionado con el poder de A y la capacidad o voluntad de B de ser dominado.

De igual importancia, Dahl sostiene que una relación o conexión entre los dos actores debe existir, si no, no hay método para posibilitar el poder entre A y B34. Estas relaciones no son estáticas, sino que evolucionan con el tiempo a medida que cambian las condiciones y otros actores entran o salen de una situación dada. Este concepto, que las asociaciones cambian e incrementan o disminuyen el poder relativo de una parte, es un principio central en los ambientes donde se libra una guerra de terceros. Sin embargo, con frecuencia se pasa por alto en relaciones aplicadas tales como las que se encuentran en las guerras de terceros, cuando A, guiado por sus propios intereses, intenta mantener el poder e influencia sobre B (véase la figura 4).

Figura 4. Ola de influencia en el contexto antagonista. (Figura por el autor)

Al vincular la teoría de poder de Dahl al problema entre la parte principal y el agente, puede alegarse que la parte A de Dahl es la parte principal mientras que la parte B es el agente. Por lo tanto, la parte principal posee el poder del tercero, o agente, en la medida que la parte principal puede hacer que el agente haga algo que en otras circunstancias no haría. Los principios de poder forman el fundamento para comprender dos modelos teóricos de la guerra de terceros: el Modelo Explotador y el Modelo Transaccional.

El Modelo Explotador: La parte principal lidera, el agente sigue

Los puntos calientes en los cuales los terceros están presentes pueden ser caracterizados por dos modelos similares, pero distintos—el Modelo Explotador y el Modelo Transaccional. Desde afuera, estos modelos parecen muy similares, pero su funcionamiento interno es distinto. El Modelo Explotador se caracteriza por una fuerza de terceros completamente dependiente de su parte principal para sobrevivir—la relación casi podría ser considerada como lo que existe entre un parásito y un hospedador. La parte principal proporciona el sustento al tercero parasítico para sobrevivir. Esta dependencia crea un nexo fuerte entre el tercero y el socio, que resulta en el último poseyendo la influencia y poder casi ilimitados sobre el tercero.

Figura 5. Modelo Explotador. (Figura por el autor)

Además, el Modelo Explotador normalmente es resultado de una parte más fuerte buscando una herramienta —una fuerza de terceros— para conseguir un objetivo. Como consecuencia, el tercero solo es tan útil para la parte principal como es su capacidad de realizar progresos hacia los fines de la parte principal. Por consiguiente, la utilidad de agente para la parte principal es temporal. Una vez que se logren los fines, o el tercero no puede mantener el ímpetu hacia los fines de la parte principal, el último descontinúa la relación (véase la figura 5).

La relación entre Rusia y el movimiento separatista en la región de Donbass en Ucrania es un ejemplo de este modelo. La existencia de separatistas que se inclina hacia Rusia, el apoyo financiero y de material bélico dado a su ejército y el estatus seudopolítico son creaciones rusas. Los informes también indican que Rusia tiene sus propios generales encabezando el ejército separatista35. La relación de EUA con las Fuerzas Democráticas Sirias y las fuerzas de seguridad iraquíes —durante la Operación Iraqi Freedom— también son ejemplos del Modelo Explotador en la guerra de terceros.

En todos los casos, el agente depende de la parte principal; sin embargo, el éxito puede provocar cambios en la relación de poder entre los socios (véase la figura 6).Una fuerza de terceros exitosa puede generar un suficiente nivel de legitimidad o apoyo para adquirir el poder suficiente y ganar su independencia de sus socios. Del mismo modo, el aparato político respaldado por los terceros puede adquirir el poder y legitimidad suficientes, que resulta en los terceros optando por ya no servir como un agente, como fue demostrado por la independencia de las fuerzas de seguridad iraquíes después de la salida de EUA en 2011. A través de los éxitos en el campo de batalla, riñas políticas u otros actores que socavan el principio existente, los terceros también podrían encontrarse en el segundo modelo, el Modelo Transaccional.

Figura 6. El éxito del tercero y la evolución de las relaciones entre socios. (Figura por el autor)

El Modelo Transaccional: El agente lidera, la parte principal sigue

El Modelo Transaccional es el segundo modelo de la guerra de terceros (véase la figura 7). Este modelo es una paradoja porque los terceros, en realidad, tienen el poder en la relación. En muchos casos, el gobierno del agente es independiente pero necesita ayuda para derrotar un enemigo; no está interesado en subyugar política o militarmente a la parte principal. Además, el tercero posee el poder en la relación, porque su relación con la parte principal es completamente transaccional—cada parte está interesada en lo que pueden adquirir de la otra mientras están en busca de sus intereses comunes. Dado el carácter transaccional de la relación, la cuenta regresiva de la duración del vínculo empieza tan pronto como se realiza el primer disparo combinado. Como consecuencia, el interés que el agente tiene en la parte principal retrocede a un ritmo comparable, a medida que se logra gradualmente la meta común. La solicitud del Gobierno de Iraq en cuanto al apoyo para derrotar el EI en su país es un ejemplo de esta dinámica.

Figura 7. Modelo Transaccional. (Figura por el autor)

Una imagen mental que apoya este modelo es considerar el tercero como el líder y el socio como el seguidor. A diferencia del último modelo, en el Modelo Transaccional, el gobierno de una fuerza de terceros pide el apoyo de otra nación para derrotar una amenaza dada. Al hacerlo, el gobierno de una fuerza de terceros establece los parámetros sobre el socio, tales como límites en el nivel de tropas o una misión, estado final deseado y plazos bien definidos. El tercero proporciona estas limitaciones para alinear la parte principal con sus propios objetivos políticos y militares así como limitar la capacidad de la parte principal para influenciar al tercero más allá de los parámetros estrechamente definidos de la relación. Además, cabe destacar que el tercero tiene intereses políticos y sociales fijos en la parte principal; es probable que el tercero intente poner fin a su dependencia una vez que se logran sus metas.

Al mismo tiempo, el Modelo Transaccional es vulnerable a la influencia externa debido a la falta de inversión por el tercero en el socio, a diferencia del Modelo Explotador. Esto proporciona influencia a los actores diestros para crear divisiones en una relación entre la parte principal y el agente. Las actividades rusas y chinas en Iraq proporcionan un ejemplo instructivo de esta dinámica. Con la intención de debilitar el vínculo entre EUA e Iraq, los dos países han podido entremeterse en los dominios de ventas de equipo y financiamiento militar al extranjero, que fueron el bastión de la estrategia política y militar de EUA en Iraq36. Al hacerlo, Rusia y China han podido influenciar y ganar acceso a oportunidades tácticas en todo el país. De manera similar, actores externos astutos socavarán la parte principal al proporcionar el apoyo con menos condiciones al agente para explotar las brechas en la política y estrategia para la relación de la parte principal.

Es crítico entender el modelo en que se opera. La arrogancia, falta de atención o ingenuidad en el Modelo Transaccional puede resultar en la disociación de la parte principal y el agente. Un programa de evaluación y un plan de salida son importantes cuando se opera en el Modelo Transaccional. Este programa permite que la parte principal se considere con relación a su agente y determine su posición con el agente. El plan de salida está concebido para poner fin a la relación y avanzar en condiciones favorables. No tener un programa de evaluación y plan de salida puede resultar en el agente defraudando a la parte principal o el último arruinando la relación política entre ambos a largo plazo. Esta explotación puede venir en forma de solicitudes de ayuda monetaria, la incompetencia burocrática fingida para externalizar sus requerimientos burocráticos a la parte principal y varias otras maneras.

Las recomendaciones para lidiar con los puntos calientes con terceros

Everett Dolman, un teórico militar contemporáneo, asevera que si una persona se comunica solo en el lenguaje del sistema, entonces esta persona está inseparablemente sujeta a las normas del sistema37. Como previamente establecido, el Ejército de EUA carece de una teoría para la guerra de terceros, que resulta en la ausencia de una doctrina para este tipo de conflicto. Como consecuencia, el Ejército, en cambio, transmite su lenguaje del sistema en un esfuerzo para manejar los puntos calientes ubicuos. Esta falta probablemente ha limitado la capacidad del Ejército de EUA de lograr resultados positivos en los niveles táctico superior, operacional y estratégico en los puntos calientes con terceros, resultando en campañas no decisivas sin plazo definido.

Dada la previa discusión de axiomas y conceptos, puede deducirse un número de principios para la guerra de terceros. Estos principios, si bien no se incluyen todos, deberían servir como el punto de partida para expresar la doctrina de guerra de terceros en el Ejército de EUA. Los principios propuestos de la guerra de terceros son los siguientes:

  • Las partes principales, agentes y actores actúan de manera alineada con sus objetivos políticos respectivos.
  • Las relaciones con terceros se acabarán; por lo tanto, es importante identificar los criterios propios de finalización y plan de transición.
  • Debido a la demora entre el nivel táctico y los escalones superiores, debe considerarse la retroalimentación táctica como no completamente representativa del rumbo operacional, estratégico y político (véase la figura 8).
  • La presencia prolongada de la parte principal más allá del fin de su relación con el agente puede causar que las entidades políticas, sociales y militares del agente se vuelvan en contra de su previo socio.
  • Es mejor enfrentar a un oponente que a dos; por lo tanto, los oponentes intentarán desarticular las relaciones entre la parte principal y el agente.
  • Los adversarios inteligentes buscarán romper la alianza entre la parte principal y el agente al atacar las relaciones, establecer vínculos con el agente o introducir amenazas existenciales que desafían el sustento de uno de los socios.
  • Debido a la demora en la retroalimentación táctica, el Ejército debe imitar las actividades del enemigo y hacer evaluaciones que son críticas para monitorear la dinámica de las relaciones; los equipos rojos y de evaluación deben decirle al comandante lo que necesita en vez de lo que desea escuchar38.

Estos principios, además de los Modelos Explotador y Transaccional de la guerra de terceros, proporcionan un punto de partida para que el Ejército comience a elaborar una doctrina integral sobre el tema de la guerra de terceros.

Figura 8. Representación gráfica de la «demora». (Figura por el autor)

Conclusión

La mentalidad y literatura prevalente sobre la guerra de terceros, que es insuficientemente expresada en la doctrina, presenta al practicante de la guerra con teorías, modelos y léxico insuficientes para comprender y comunicar los matices relacionados con los puntos calientes donde operan terceros. La meta del presente artículo ha sido remediar esta deficiencia con la introducción de una teoría general de la guerra de terceros. La teoría —centrada en los niveles táctico superior, operacional y estratégico— está dominada por tres conceptos: (1) El tiempo, (2) el problema de la parte principal y el agente y (3) las relaciones de poder. El poder es la capacidad de un actor de hacer que otro haga algo que, en otras circunstancias, no haría. El poder no puede ocurrir sin una relación existente entre los participantes. Sin embargo, las relaciones pueden cambiar con el tiempo a medida que se introducen nuevas partes o las partes existentes pierden interés en la dinámica de poder actual y salen.

Los problemas entre la parte principal y el agente se ciernen sobre los ambientes con terceros. Una parte siempre está más comprometida en el combate que la otra. Una vez que se logre el objetivo, cada socio persigue sus propios intereses. La introducción de actores externos o adversarios que se entrometen, que intentan ganar influencia o socavar la asociación de la parte principal y el agente, frecuentemente acelera la divergencia de intereses. Por ende, el tiempo domina estos puntos calientes. Las partes principales y los agentes solo tienen un plazo definido para lograr sus metas; por lo tanto, es prudente que el Ejército desarrolle los criterios de finalización y umbrales de tiempo impulsados por equipos rojos y de evaluación para posibilitar una comprensión realista del ambiente.

Si sigue por el mismo camino —constantemente participando en guerras de terceros sin un fundamento teórico o doctrinal para la guerra de terceros mientas se ofuscan las realidades de estos puntos calientes a través de la mala gestión del ambiente— el Ejército de EUA continuará encontrándose incapaz de terminar con éxito sus guerras de terceros en condiciones favorables. Mientras esta no es una teoría integral, la meta del presente artículo era proporcionar el marco para el debate sobre los modernos puntos calientes y por qué el Ejército de EUA debería avivar la discusión sobre la guerra de terceros.


Notas

  1. Mao Tse-tung, Problems of Strategy in China’s Revolutionary War (1936; reimpresión, Fort Leavenworth, Kansas: Combat Studies Institute, 1990), 78.
  2. A Statement on the Posture of U.S. Central Command Before the Senate Comm. on Armed Services, 115o Congreso (13 de marzo de 2018) (declaración del general Joseph L. Votel, Ejército de EUA, Comandante del Comando Central de EUA).
  3. United States European Command Hearing Before the Select Comm. on Armed Services, 115o Congreso (23 de marzo de 2017) (declaración del general Curtis Scaparrotti, Ejército de EUA, Comandante del Comando de EUA en Europa/Comandante Supremo Aliado en Europa).
  4. H. R. McMaster, «La continuidad y el cambio: El concepto operacional del Ejército y el pensamiento claro sobre la guerra futura», Military Review tomo 70, número 4 (julio-agosto de 2015): 64-79, consultado 26 de octubre de 2018, https://www.armyupress.army.mil/Portals/7/military-review/Archives/Spanish/MilitaryReview_20150831_art010SPA.pdf.
  5. El nivel «táctico superior» se refiere a un cuartel general de nivel de división o equivalente que vincula las formaciones tácticas con los cuarteles generales operacionales. Por ejemplo, las divisiones que constituían el núcleo del Comando del Componente Terrestre de Fuerza Conjunta Combinada-Operación Inherent Resolve pueden ser consideradas «táctico superior» porque eran los niveles intermedios entre las acciones tácticas y los cuarteles generales operacionales en la Fuerza de Tarea Conjunta Combinada.
  6. Melissa Dalton y col., Civilians and «By, With, and Through»: Key Issues and Questions Related to Civilian Harm and Security Partnership (Washington, DC: Center for Strategic and International Studies, 25 de abril de 2018), 4.
  7. El Manual de Campaña (Field Manual – FM) 3-0, Operations (Washington, DC: Government Printing Office [GPO], 2017) 8-5.
  8. Army Doctrine Reference Publication 3-0, Operations (Washington, DC: GPO, 2017), 1-2; Army Doctrine Reference Publication 3-05, Special Operations (Washington, DC: GPO, 2018), 1-14; Training Circular 7-100, Hybrid Threat (Washington, DC: Government Printing Office, 2010), v.
  9. John Keegan, A History of Warfare (Nueva York: Vintage Books, 1993), 7-11.
  10. Terceros rusos operan en Ucrania, Crimea y Transdniéster en Europa del Este. En la región sur del Cáucaso, terceros rusos operan en las regiones separatistas en Osetia del Sur y Abjasia del Estado de Georgia. Robert R. Leonhard and Stephen P. Philips, «Little Green Men»: A Primer on Modern Russian Unconventional Warfare, Ukraine 2013-2014 (Fort Bragg, Carolina del Norte: U.S. Army Special Operations Command, 2015), 5–12 y 43–46.
  11. Votel, U.S. Central Command Posture Statement, 7.
  12. Felipe Villamor, «U.S. Troops in Besieged City of Marawi, Philippine Military Says», New York Times (sitio web), 14 de junio de 2017, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.nytimes.com/2017/06/14/world/asia/philippines-marawi-us-troops.html.
  13. Helene Cooper, Thomas Gibbons-Neff y Eric Schmitt, «Army Special Forces Secretly Help Saudis Combat Threat from Yemen Rebels», New York Times (sitio web), 3 de mayo de 2018, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.nytimes.com/2018/05/03/us/politics/green-berets-saudi-yemen-border-houthi.html.
  14. Eric Schmitt, «3 Special Forces Troops Killed and 2 Are Wounded in an Ambush in Niger», New York Times (sitio web), 4 de octubre de 2017, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.nytimes.com/2017/10/04/world/africa/special-forces-killed-niger.html.
  15. Robert R. Leonhard, Fighting by Minutes: Time and the Art of War (Westport, Connecticut: Praeger, 1994), 5.
  16. Ibíd., 7.
  17. Aaron Mehta, «Tillerson: US Could Stay in Iraq to Fight ISIS, Wanted or Not», DefenseNews (sitio web), 30 de octubre de 2017, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.defensenews.com/pentagon/2017/10/30/tillerson-us-could-stay-in-iraq-to-fight-isis-wanted-or-not/.
  18. Julie Hirschfeld Davis, «Trump Drops Push for Immediate Withdrawal of Troops from Syria», New York Times (sitio web), 4 de abril de 2018, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.nytimes.com/2018/04/04/world/middleeast/trump-syria-troops.html.
  19. Thucydides, History of the Peloponnesian War, traducido por Rex Warner (Nueva York: Penguin Books, 1972), 76.
  20. Jessa Rose Dury-Agri y Patrick Hamon, «Breaking Down Iraq’s Election Results», Institute for the Study of War, 24 de mayo de 2018, consultado 22 de octubre de 2018, http://iswresearch.blogspot.com/2018/05/breaking-down-iraqs-election-results.html.
  21. Simon Tisdall, «Iraq’s Shock Election Result May Be a Turning Point for Iran», The Guardian (sitio web), 15 de mayo de 2018, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.theguardian.com/world/2018/may/15/iraq-shock-election-result-may-be-turning-point-for-iran.
  22. Kathleen M. Eisenhardt, «Agency Theory: An Assessment and Review», The Academy of Management Review 14, nro. 1 (enero de 1989): 58–59.
  23. Ibíd.
  24. Ibíd.
  25. Ibíd.
  26. Hilary Clarke y Hamdi Alkhshali, «Battle for Tal Afar Begins as Civilians Flee Iraqi City», CNN, 20 de agosto de 2017, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.cnn.com/2017/08/20/middleeast/tal-afar-iraq-isis-assault/index.html.
  27. Tamer El-Ghobashy y Mustafa Salim, «Iraqi Military Reclaims City of Tal Afar after Rapid Islamic State Collapse», Washington Post (sitio web), 27 de agosto de 2017, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.washingtonpost.com/world/middle_east/iraqi-military-reclaims-city-of-tal-afar-after-rapid-islamic-state-collapse/2017/08/27/a98e7e96-8a53-11e7-96a7-d178cf3524eb_story.html.
  28. Rukmini Callimachi, «Tal Afar After Liberation from ISIS: Battered but Still Standing», New York Times (sitio web), 1 de septiembre de 2017, consultado 27 de octubre de 2018, https://www.nytimes.com/2017/09/01/world/middleeast/tal-afar-mosul-islamic-state.html.
  29. Podría alegarse que el Gobierno de Iraq era la parte principal y la coalición encabezada por EUA era el agente, por lo menos política y estratégicamente. En los niveles operacional y táctico, parece más claro que las fuerzas de seguridad iraquíes eran los terceros y la coalición dirigida por EUA era la parte principal.
  30. Ben Wedeman, Angela Dewan y Sarah Sirgany, «US Appeals for Calm as Allies Class in Iraq», CNN, modificado por última vez 17 de octubre de 2017, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.cnn.com/2017/10/17/middleeast/kirkuk-iraq-kurdish-peshmerga/index.html.
  31. Carl von Clausewitz, On War, editado y traducido por Michael Howard y Peter Paret (Princeton, Nueva Jersey: Princeton University Press, 1984), 603.
  32. Robert A. Dahl, «The Concept of Power», Systems Research and Behavioral Science 2, nro. 3 (abril de 1957): 202-3.
  33. Ibíd., 203.
  34. Ibíd., 204.
  35. Maria Tsvetkova, «“Fog” of Ukraine’s War: Russian’s Death in Syria Sheds Light on Secret Mission», Reuters, 29 de enero de 2018, consultado 30 de enero de 2018, https://www.reuters.com/article/us-russia-ukraine-syria-insight/fog-of-ukraines-war-russians-death-in-syria-sheds-light-on-secret-mission-idUSKBN1FI12I.
  36. Jonathan Marcus, «China Helps Iraq Military Enter the Drone Era», BBC News, 12 de octubre de 2015, consultado 22 de octubre de 2018, https://www.bbc.com/news/world-middle-east-34510126; John C. K. Daly, «Russia Reemerging as Weapons Supplier to Iraq», Eurasia Daily Monitor 15, nro. 43 (21 de marzo de 2018), https://jamestown.org/program/russia-reemerging-weapons-supplier-iraq/.
  37. Everett Carl Dolman, Pure Strategy: Power and Principle in the Space and Information Age (Nueva York: Routledge Press, 2005), 60.
  38. Cabe observar que la paradoja existe en este principio. Si los niveles táctico superior, operacional y estratégico no monitorean o evalúan adecuadamente el estatus de la relación de la parte principal y el agente, entonces las acciones en el nivel táctico pueden parecer indicadores o señales de cambios en las relaciones. Sin embargo, esto solo es resultado de pasar por alto los indicadores y advertencias en los niveles político, estratégico u operacional.

El mayor Amos C. Fox, Ejército de EUA, es el jefe de operaciones del 1er Batallón, 35o Regimiento Blindado, 2o Equipo de Combate Blindado de Brigada, 1a División Blindada en el Fuerte Bliss, Texas. Recibió su Licenciatura de la Universidad de Indiana-Universidad de Purdue en Indianápolis, una Maestría de Universidad Estatal de Ball y una maestría en Artes y Ciencias Militares de la Escuela de Estudios Militares Avanzados, Fuerte Leavenworth, Kansas. Fox ha servido con la 4a División de Infantería, el 11o Regimiento de Caballería Blindada y la Escuela de Blindados del Ejército de EUA. Se ha desplegado a Iraq tres veces—dos veces durante la Operación Iraqi Freedom y una en la Operación Inherent Resolve.

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Tercer Trimestre 2019