Military Review Edición Hispanoamericana Revista Profesional del Ejército de Estados Unidos

 

Descargo de responsabilidad editorial: En todas sus publicaciones y productos, Military Review presenta información profesional. Sin embargo, las opiniones expresadas en ella son las de los autores y no son necesariamente las de Army University, el Departamento del Ejército o cualquier otra agencia del gobierno de EUA.


El socio preferido

La protección del patrimonio cultural en la colaboración militar

Dra. Laurie W. Rush

Amanda Hemmingsen

Descargar PDF Descargar PDF

Dhief Muhsen, guardián de sitios históricos en Ur, describe cómo era la ciudad iraquí hace miles de años a soldados de la 36a Brigada de Aviación de Combate, 18 de noviembre de 2006. (Foto: Ejército de EUA, Sgto. 2o Lorin T. Smith)

En el ambiente operacional y sociopolítico actual, la capacidad de colaborar eficazmente con organizaciones militares de otros países con antecedentes culturales diversos se ha convertido en una herramienta estratégica y táctica vital para las Fuerzas Armadas de EUA. Podemos prever muy pocos escenarios en que Estados Unidos llevará a cabo, si es que aún sea posible, acciones militares unilaterales en áreas extranjeras. Ya sea si son las operaciones de combate de gran escala, combatir contra el Estado Islámico, responder a desastres humanitarios naturales (o hechos por el hombre), interdictar traficantes de drogas o armas, o ejecutar una amplia gama de posibles operaciones diversas. Por necesidad, las Fuerzas Armadas de EUA de manera rutinaria estará operando en coaliciones en ambientes donde el éxito podría depender en gran parte de la capacidad de desarrollar una comprensión en el marco de la cultura, costumbres, entrenamiento y formas de pensamiento de nuestras fuerzas aliadas, así como de las poblaciones en medio de los cuales estaremos operando y de los oponentes que enfrentamos.

Como consecuencia, el éxito operacional en el futuro, finalmente podría ser en función de cuán bien desarrollamos una comprensión de detalle de lo que motivará a nuestros socios de coalición para sostener su compromiso con el fin de lograr objetivos comunes.

Para lograr tales niveles de detalle y profundidad de comprensión cultural, resulta evidente que debemos «entrenar como lucharemos» en los ambientes extranjeros. Tales oportunidades para llevar a cabo el entrenamiento cultural tomarán muchas formas: ejercicios, juegos de guerra, proyectos cívico-militares, seminarios ejecutivos y otros eventos de entrenamiento creativamente diseñados en coalición. Además, la planificación en toda actividad operacional debe ser considerada en un mayor detalle con respecto al impacto cultural de 360 grados, no solo en los distintos objetivos militares inmediatos de toda actividad de entrenamiento o contingencia de mundo real, sino también en los impactos operacionales y estratégicos más amplios a largo plazo que nuestras acciones podrían tener en otros factores entrelazados en los planes.

Antecedentes contextuales

Estados Unidos es una nación comparativamente joven con una presencia relativamente reciente en la historia, y como una nación que se enorgullece de amalgamar y homogeinizar la identidad de inmigrantes con una amplia diversidad en un esfuerzo constante por forjar una sola nación unificada por una narrativa nacional compartida y concreta. Lo ha intentado inculcando en los nuevos ciudadanos lo que el erudito de la Universidad de Harvard Samuel Huntington llamó el credo norteamericano, una narrativa nacionalista que intenta imbuir una percepción de que los norteamericanos son atados el uno a otro por una identidad nacional distintiva basada en el respeto de los derechos y valores humanos universalmente compartidos, especialmente los derechos individuales1.

Para los norteamericanos comunes y corrientes culturizados gradualmente por el credo de su país, con frecuencia es difícil comprender o relacionarse con culturas más antiguas y consolidadas que derivan su identidad comunitaria a base de conexiones psicológicas profundamente arraigadas que posiblemente no consideran los valores ni derechos individuales naturales como universales, o el énfasis singular en abstracciones relacionadas con el individualismo y derechos humanos individuales. En otras culturas, lugares sagrados y reliquias culturales, frecuentemente sirven de emblemas y elementos clave de identidad comunitaria, especialmente en aquellas comunidades que han surgido inmersas en tradiciones culturales profundamente integradas y fortalecidas por rituales y prácticas antiguas, algunas incluso con raíces que han existido por centenares (si no miles) de años.

Por ejemplo, el primer domingo de mayo de cada año, decenas de miles de ciudadanos turcos se reúnen en la antigua ciudad de Sardes. Esta celebración antedata del surgimiento del Cristianismo y del Islam, refleja una tradición de reverencia estacional con vínculos a la veneración a la diosa Artemis, un culto de templo centrado en Sardes. Se cree que las actuales celebraciones en Sardes tienen una ascendencia de rituales similares que se practicaron en el mismo lugar de data de antigüedad.

La participación en este tipo de celebración no solo es un tradicional festejo común. Para muchas personas, tales celebraciones en antiguos sitios venerados concretizan y refuerzan un sentido de continuidad e identidad comunitaria originadas desde tiempos inmemorables. La respuesta de una joven participante a quien se le preguntó por qué había llegado a la celebración, destaca la profunda conexión cultural que tienen muchos turcos que visitan el sitio como declaró, «Estamos aquí para estar en lugares de mucha antigüedad»2.

Familias turcas se reúnen para las fiestas de primavera que tiene lugar en el sitio del Templo de Artemis en Sardes, Turquía. Se han celebrado estas fiestas por más de 2000 años. (Foto: Laurie Rush)

Del mismo modo, una creencia en poder de antiguas tradiciones culturales que vinculan a los habitantes de actuales comunidades con aquellos del pasado resulta evidente en todas partes del Levante, Irak y Afganistán, donde es común observar sepulturas modernas en sitios antiguos. Una de las repetidas explicaciones dadas a los forasteros de este fenómeno, es que muchos ciudadanos modernos de estos países buscan en la muerte tener sus restos entremezclados en la continuidad de la historia y las glorias encontradas en las antiguas raíces de civilizaciones hereditarias.

Los planificadores militares de EUA deben estar agudamente conscientes de que estas conexiones establecidas con los orígenes y ancestros de una comunidad no es opinión extraña o minoritaria, sino es el marco de referencia prevaleciente para una mayoría de las personas en el mundo y, por lo tanto, un componente vital para comprender cómo y por qué las personas actúan así cuando se las analiza desde el punto de vista de la seguridad.

Con respecto a cómo se aplican estos conceptos en la efectividad relativa de las operaciones militares, destrezas perfeccionadas para desempeñarse eficazmente de socio con las fuerzas armadas de otros países con perspectivas y antecedentes culturales muy distintos a los nuestros no deben ser considerados como de «valor agregado», sino esenciales estratégica y tácticamente mientras las culturas del mundo se mueven lado a lado en una sociedad global sobrepoblada y muy competitiva. Para muchos pueblos de países con los cuales colaboramos, las características del patrimonio cultural son símbolos fuertes y vívidos de orgullo en su identidad nacional y, por lo tanto, son componentes esenciales para establecer o restaurar una estabilidad sociopolítica eficaz. Por lo tanto, una parte de nuestro esfuerzo debe ser hacerlo una prioridad para comprender los objetos y características tradicionales relacionadas con el patrimonio cultural de los socios aliados con los cuales servimos hombro a hombro, destacando la identificación de cuales expresiones y emblemas físicos son considerados por ellos culturalmente como invaluables e inviolables.

Tal metodología, es un componente necesario de estrategia en la era moderna para formar y sostener asociaciones eficaces. Además, este planteamiento no solo crea una comprensión y nexos más profundos entre socios, sino también crea una oportunidad para que las Fuerzas Armadas de EUA exhiban los valores al fondo de la participación de EUA en las operaciones de coalición—un compromiso a la conservación o restauración de una paz basada en nuestro sentido de decencia y respeto humano universal para otras personas como un medio de promover la estabilidad de sus sociedades.

La protección del patrimonio cultural

Como consecuencia de reconocer que la protección de patrimonios culturales es un componente esencial de una estrategia innovadora para promover la cohesión de la coalición, algunos elementos de las Fuerzas Armadas de EUA han comenzado a usar la protección de bienes culturales (PCC) como base para establecer nuevas asociaciones. Participar en la protección de bienes culturales no solo es una responsabilidad moral para la conservación del patrimonio de una población en un sentido práctico, sino también permite que el personal de las Fuerzas Armadas de EUA obtenga oportunidades para adquirir una comprensión profunda del espíritu de las organizaciones militares socias o de posibles aliados a través de observar cuidadosamente lo que estiman más en términos de conservación de la cultura de su nación y por qué.

Las ruinas del Templo de Artemis en Sardes, Turquía, 8 de mayo de 2011. El sitio del templo data del siglo VI a.C. Cada primavera, miles de familias turcas se reúnen en este sitio para fiestas. (Foto: Laurie Rush)

Como resultado, la protección de bienes culturales ofrece perspectivas de inteligencia cultural profundas así como una agradable vía para lograr un acuerdo común ya que proporciona un excelente punto de partida para la interacción internacional e intercultural. Donde se practique, este planteamiento ha resultado en un impresionante historial de éxitos. Algunos ejemplos de las lecciones aprendidas que se discuten después demuestran la eficacia de la protección de bienes culturales en una amplia gama de circunstancias y formas de interacción con socios y aliados. Se recurren a ejemplos de Medio Oriente, Sudamérica y África para demostrar el potencial global de este planteamiento.

La participación en la protección de patrimonio cultural en el Medio Oriente

Durante las operaciones de combate en 2003, integrantes del Cuerpo de Infantería de Marina de EUA y fuerzas polacas ocuparon el sitio de la antigua ciudad de Babilonia. Antes de la guerra, Babilonia era un sitio que representaba gran orgullo nacional en la población de Irak ya que se considerada un claro ejemplo de las antiguas raíces de la civilización iraquí y las contribuciones que sus ancestros iraquíes habían hecho en el auge de civilización en el mundo. Dada su importancia, el exlíder del régimen Saddam Hussein puso gran énfasis en emplear el sitio con fines de propaganda para promover la identidad y unidad nacional iraquí. Además, Babilonia atraía una amplia preocupación mundial como un sitio religioso. El destino de Babilonia era de gran preocupación para la comunidad internacional de cristianos y judíos debido a su prominencia que tiene en los relatos en la Biblia judeo-cristiana. Por lo tanto, desde una perspectiva histórica tanto occidental como de medio oriente, se distinguió este sitio como uno de los lugares más importantes e icónicos en el mundo, justificando que el lugar sea considerado de necesidad especial para la protección militar. Por lo tanto, los planificadores de guerra de la coalición previeron desde un principio la necesidad de desplegar fuerzas en esta área con el propósito específico de tomar control del sitio para prevenir el saqueo.

Relieve de Mušhuššu (dragón) en el muro oeste de la puerta Ishtar en Babilonia, Irak, en 2002. Los investigadores concluyeron que gran parte de los daños en las figuras mušhuššu, cuando se usaba el área como base para fuerzas de EUA y Polonia, aparentemente eran ocasionados al mismo tiempo por una persona o personas que intentaban quitar los ladrillos decorativos de las figuras. Un informe de la UNESCO de 2009 y un informe del Departamento de Estado de EUA en 2010 extensamente documentaron los daños atribuidos a la excavación y construcción relacionadas con el establecimiento del Campamento Alfa en 2003 y 2004. (Foto: Jane Sweeney, Art Directors y TRIP/Alamy Stock Photo)

Un esfuerzo de investigación e informe detallado del Departamento de Estado de EUA referente a los daños causados en el sitio arqueológico de Babilonia durante la construcción dirigida por el líder iraquí Saddam Hussein —seguida por el impacto negativo de la ocupación del sitio por las fuerzas de EUA y Polonia comenzando en 2003— pueden servir como una recurso útil para comandantes y planificadores de estado mayor que enfrentan misiones que incluyen operaciones en terrenos culturalmente susceptibles tales como los sitios arqueológicos. El Report on Damage to the Site of Babylon, Iraq de abril de 2010 puede consultarse en https://eca.state.gov/files/bureau/babylondamagereport.pdf.

Lamentablemente, ninguna de las dos fuerzas desplegadas estaba preparada para ocupar ningún tipo de sitio arqueológico, y mucho menos un sitio bíblico de importancia mundial. Ya para el otoño de 2004, los daños ocasionados al sitio por el personal militar llegaron a ser una historia adversa ampliamente difundida por los medios de prensa internacionales que afectó a la coalición3. Los daños hechos en Babilonia no solo pusieron en duda a las Fuerzas Armadas de EUA ante los ojos de la comunidad internacional con respecto a la indiferencia aparente en cuanto a las culturas nativas del Medio Oriente en términos generales, sino que también generaron una impresión focalizada entre los socios medio orientales de la coalición que Estados Unidos no era respetuoso ni estaba interesado en el antiguo patrimonio mesopotámico de Irak, lo que trajo como resultado un devastador golpe al prestigio de la coalición y a la confianza interna4.

Al obtener lecciones de los daños hechos en Babilonia, el ingeniero ambiental del Comando Central de EUA (USCENTCOM) e integrantes de la Oficina del Secretario de Estado Mayor Conjunto concluyeron de que el USCENTCOM necesitaba tomar más medidas preventivas en cuanto a reconocer y minimizar los daños a otros sitios arqueológicos durante su ocupación de Irak y su presencia en otros lugares por una gran variedad de razones políticas y humanitarias prácticas. También se dieron cuenta de que Estados Unidos solo podía recuperar la ventaja moral y de operaciones de información en esta área de preocupación al demostrar a sus socios de coalición en todas partes del Medio Oriente que Estados Unidos sí estaba comprometido en tomar acciones apropiadas para proteger eficazmente a Babilonia, así como en prevenir futuros problemas con el establecimiento de un programa de protección de bienes culturales para evitar situaciones similares en otros sitios en el futuro.

Para Estados Unidos, la protección y administración militar de sitios arqueológicos estaba incluida en una organización de control ambiental. Dentro de la organización típica de una instalación militar en Estados Unidos, el arqueólogo de la instalación o administrador de recursos culturales trabaja en el programa ambiental que normalmente se encuentra en la Dirección de Obras Públicas. Los programas ambientales militares gestionan desechos peligrosos, residuos sólidos, desechos radioactivos, petróleo, reciclaje, calidad de agua y aire, bosques, tierras y especies en peligro de extinción. En los comandos combatientes, los ingenieros militares toman responsabilidad por los bienes culturales y todos los otros aspectos de cumplimiento ambiental. Todos los comandos combatientes deben tener un ingeniero ambiental a tiempo completo a nivel del grado de teniente coronel o equivalente.

Un cementerio musulmán a lo largo del Muro Este de la antigua ciudad de Jerusalén. (Foto: Nikodem Nijaki a través de Wikimedia Commons)

En 2006 y 2007, comenzaron a surgir graves asuntos ambientales más allá de los daños en Babilonia en Irak. La combustión de basura al aire libre, el humo resultante y asuntos relacionados con residuos comenzaron a aparecer en la prensa. Al ingeniero ambiental del USCENTCOM, teniente coronel Daniel Brewer, se le asignó la tarea de abordar el alcance de estos problemas. Cuando la Oficina del Secretario de Defensa le presentó su lista de prioridades ambientales a Brewer, la arqueología se encontraba en las cinco prioridades más altas. Es posible que el interés personal de la primera dama Laura Bush en la conservación histórica pudiera haber contribuido a esta priorización.

En respuesta parcial a las experiencias adversas del USCENTCOM en Babilonia, Brewer y sus colegas decidieron agregar las preocupaciones relacionadas con la protección de bienes culturales como un tema en los ejercicios en el Medio Oriente, incluyendo los juegos de guerra de larga trayectoria Bright Star en Egipto y dos iteraciones de los ejercicios Eagle Resolve, uno en Abu Dhabi y otro en Catar. Además, Brewer agregó el tema de protección bienes culturales a varias interacciones de asociación ambiental en Jordania, así como a dos shuras (reuniones entre líderes de la coalición y prominentes líderes regionales y municipales) ambientales en Kabul5.

Una reconstrucción detallada del faro de Faros en Alejandría, basada de un estudio extenso del edificio llevado a cabo en 2006. (Imagen cortesía de Emad Victor Shenouda a través de Wikimedia Commons)

Bright Star, 2007. En la Operación Bright Star de 2007 en Egipto, la protección de bienes culturales consistió en interacciones de menor escala con arqueólogos egipcios, incluyendo sesiones informativas de concienciación y visitas a sitios culturales para un pequeño grupo de oficiales de la coalición. Durante una sesión, un buzo de la Armada, afortunadamente preguntó sobre las propuestas operaciones de demolición en Abu Qir en el puerto de Alejandría. Las operaciones navales coordinadas, incluyendo la demolición submarina, tradicionalmente habían sido parte de los juegos de guerra y los buzos de las armadas de Egipto y Estados Unidos planificaron la actividad conjuntamente. El puerto de Alejandría, al igual que muchos lugares en Egipto, es un verdadero yacimiento de sitios arqueológicos sin explorar que se remontan tal vez a casi 3000 a.C. Entre los sitios conocidos más prominentes es la base de Faros, un antiguo faro que sirvió la ciudad antigua de Alejandría, una vez considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo. Construido entre 280 y 247 a.C., no solo sirvió para guiar los buques cargados de bienes comerciales destinados a los mercados de Egipto sino también como un símbolo de la riqueza, sofisticación y logros de Egipto para todos que iban a ese imperio, incluyendo Julio César. Con el paso del tiempo, mientras Egipto perdió prestigio y poder, la torre se deterioró y, al final, fue demolida por la roca para construir otras estructuras. Sin embargo permaneció por casi mil años y, como tal, llegó a ser un elemento ampliamente conocido de tradición y folklore de egipcio, emblemático de los logros científicos y arquitectónicos del pasado de Egipto. Para los principios de siglo XX, la mayoría de lo que quedó se presumió estar bajo el agua en el puerto de Alejandría. En 1994, arqueólogos franceses descubrieron los escombros del faro en el fondo del puerto, junto con evidencia de una abundancia más grande de objetos no examinados. Como resultado del interés generado por la preocupación del buzo de la armada, se compartieron las coordenadas de los lugares de demolición propuestos con dos egiptologistas que trabajaban en la región. En menos de 24 horas, se revisaron todos los lugares y se determinó que no presentaban riesgos a los sitios arqueológicos.

La participación de distinguidos arqueólogos en la identificación de posibles pérdidas de antigüedades egipcias irreemplazables, demostró a los egipcios el respeto y preocupación de EUA para la protección y conservación del patrimonio de Egipto de manera muy visible. También demostró a todos los planificadores de ejercicios la relevancia del concepto de apoyo inmediato a distancia dirigido a los expertos en protección de bienes culturales. Como resultado, el ejercicio Bright Star de 2007 estableció un precedente y un modelo de recolección de inteligencia y análisis de terreno que puede utilizarse en despliegues en cualquier lugar y momento.

La planificación de reuniones de concientización y visitas culturales con nuestros socios es buen uso de tiempo y posiblemente de gran utilidad en términos de fomentar la buena voluntad. Por ejemplo, sin la sesión informativa preliminar, el buzo de la armada no hubiera tenido un claro canal para reportar sobre amenazas no identificadas a los bienes culturales clave. Si no hubiera identificado estas amenazas, pudiese haber resultado en una pérdida catastrófica de oportunidades irreemplazables de investigación y turismo lucrativo para el pueblo egipcio, así como en las relaciones dañadas con nuestros socios egipcios. La incorporación de estas sesiones informativas, reuniones de coordinación y visitas mutuas a sitios de alta sensibilidad es un método de bajo riesgo y costo con posibles beneficios mayores en términos de fortalecer la confianza y un sentido de profunda asociación entre aliados y socios de coalición.

Bright Star, 2009. Debido en gran medida a la experiencia de 2007 en la protección de bienes culturales, en 2009 se extendió el componente de bienes culturales de la Operación Bright Star para incluir reuniones con el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias y visitas a Saqqara, El Alamein, el Alcázar en el Cairo, el Museo Egipcio y el Museo Militar Egipcio. Surgieron dos lecciones valiosas de la interacción en la Operación Bright Star de 2009. En primer lugar, la interacción reveló a los planificadores de EUA los efectos secundarios psicológicos y de relaciones públicas más profundos que los daños hechos en Babilonia habían creado con otros socios en el Medio Oriente. Cuando se les preguntó a los Generales egipcios sobre los planes de EUA para visitas a sitios arqueológicos en su país, ellos describieron a las fuerzas de EUA, «Los destructores de Babilonia y las últimas personas que queremos ver visitando nuestras pirámides»6. La pérdida de respeto en este nivel, especialmente en el Medio Oriente donde perduran las memorias, perjudica la formación de coaliciones y es difícil de recuperarlo.

La segunda lección fue mucho más positiva. Después de la respuesta desalentadora de los militares egipcios, el equipo de educación sobre los bienes culturales pidió permiso para acceso a los sitios culturales del secretario general Dr. Zahi Hawass. Hawass entendió las metas de la solicitud de EUA y personalmente aprobó las visitas militares con los soldados como invitados por él. Una vez que comenzaban las visitas en los sitios egipcios, los facilitadores académicos descubrieron que este método de educación en cuanto a la protección de bienes culturales era sumamente eficaz. En esencia, la experiencia destacó que cuando la enseñanza tiene lugar en un sitio arqueológico o en un museo, el personal de los sitios imparte la mayoría de la enseñanza. La reacción general de los participantes militares en la visita a la Pirámide Escalonada de Saqqara era, «Ahora comprendemos, ayúdenos hacerlo de forma correcta. Necesitamos mapas e información».

La identificación de efectos secundarios clave. Además de las lecciones básicas de la CCP relacionadas con la identificación y respeto a los bienes culturales, la visita a Saqqara también demostró el papel clave que la conservación de bienes culturales podría desempeñar respecto al fomento de estabilidad económica. Cuando el grupo viajó del Cairo a Saqqara, el autobús pasó por varias comunidades muy económicamente deterioradas. Sin embargo, cuando el grupo se aproximó al sitio, los participantes observaron que las comunidades eran más prósperas. En el caso de Saqqara y las aldeas en las cercanías, la economía turística pareció haber tenido repercusiones positivas en toda la región. El mayor nivel de prosperidad pareció ser directamente en relación a la capacidad de atraer turistas y a su dinero en los sitios, en su museo y de la compra de comida en el área. Además, la producción de alfombras egipcias había surgido en el área parecía ser sostenible porque respondió al comercio turístico. Cabe destacar que los turistas que compran alfombras como suvenires no solo apoyan a los vendedores de alfombras cerca del sitio turístico, sino también a los pastores que proporcionan la fibra para las alfombras.

De esta experiencia, las fuerzas de EUA que llevan a cabo misiones de estabilización, desarrollaron una comprensión más completa del papel que podrían desempeñar los esfuerzos de EUA en respetar y proteger los bienes culturales en el logro de los resultados de desarrollo requeridos en las operaciones de estabilización. Un efecto opuesto también puede ser verdad. Si se dañan o destruyen inadvertidamente los bienes culturales en el transcurso de un conflicto, la recuperación económica puede ser debilitada a largo plazo.

Columnas del museo submarino cerca del antiguo faro en Alejandría, Egipto, 12 de septiembre de 2010. (Foto cortesía de Roland Unger a través de Wikimedia Commons)

Jordania, 2009 y 2010. Las experiencias bilaterales en Jordania también fueron muy positivas. Los altos mandos jordanos eran muy receptivos a las presentaciones de EUA sobre la protección de bienes culturales en el concepto de conservación de recursos culturales internos en las instalaciones militares. Uno de los castillos en el desierto al Este de Jordania se encuentra en un área de entrenamiento militar y uno de los oficiales destacó la importancia de protegerlo. Los jordanos también ofrecieron la oportunidad de discutir asuntos relacionados con la cultura, mencionando los desafíos del entrenamiento de concientización cultural para su personal. Como señaló un comandante jordano, así como es conveniente para que los soldados de EUA aprenden de la cultura y costumbres del Medio Oriente, los soldados beduinos en su comando tenían que aprender de la cultura y costumbres de Europa para su despliegue de mantenimiento de la paz en las comunidades costeras de Croacia.

Brewer garantizó que las interacciones jordanas también incluyeran visitas a sitios arqueológicos importantes en Jordania. En este contexto, una valiosa experiencia de aprendizaje fue la visita a Umm Qais, una ciudad greco-romana ubicada en la frontera entre Jordania y Siria. Umm Qais demuestra el concepto que «una posición defensiva de hace 6000 sigue siendo una posición defensiva hoy en día» y es posible que soldados modernos se vieran en situaciones en que pueda ser necesario ocupar un sitio antiguo de gran importancia. De hecho, las fuerzas armadas jordanas tienen torres de vigía en ese sitio y su ejemplo demuestra que es posible minimizar la presencia física militar moderna en este tipo de lugar.

La conservación de Ur. La administración proporcionada por USCENTCOM en la ciudad antigua de Ur ofrece un contraste distinto a lo ocurrido en Babilonia. Durante su fase de construcción militar, Saddam Hussein había ubicado estratégicamente su base aérea en Talil al lado del zigurat de Ur y ruinas cercanas relacionadas. Un zigurat es una sagrada plataforma de templo mesopotámico, y los iraquíes habían reconstruido las paredes exteriores y escalera ceremonial en Ur haciendo más icónica la estructura. La expectativa de Hussein era que las fuerzas de la coalición no bombardeen Talil debido a su proximidad a las características arqueológicas irreemplazables que generaría un rechazo internacional, un ejemplo malintencionado de emplear los bienes culturales como un escudo para una instalación militar.

En 2003, con la caída de Hussein y la disolución de las fuerzas de seguridad de Irak, el saqueo estaba ampliamente generalizado en Irak, pero la comunidad internacional de arqueólogos estaban especialmente preocupados con respecto al destino de los sitios en las ciudades mesopotámicas en el sur de Irak, incluyendo Ur.

Desde la perspectiva de protección de la fuerza, el hecho de haber separado la cuidad antigua de la base aérea cercada, hubiera generado una situación potencial insostenible de que ocurriesen conductas criminales en el área del lado de una instalación segura. Como resultado, las fuerzas de EUA extendieron el perímetro de la base aérea para incorporar Ur. También comenzaron a patrullar en el área de dos sitios arqueológicos cercanos de Eridu y Ubaid. Como consecuencia, derivado de la presencia de EUA y la coalición, estos sitios no experimentaron los daños que sí ocurrieron en muchos otros sitios arqueológicos de la región.

El primer maestre Mark Peters, asignado a la Unidad Móvil de Neutralización de Municiones Explosivas Nro. 3, se prepara para operaciones submarinas con marineros de unidades de buzo egipcias durante el Ejercicio Bright Star 2009, 11 de octubre de 2009. (Foto: Armada de EUA, 1er Maestre Brandon Raile)

Desde el 2003 hasta el 2008, la mayoría del sitio de Ur permaneció dentro del perímetro protegido. Dado por entender, los capellanes de la instalación organizaron visitas al zigurat y a las ruinas reconstruidas consideradas como el lugar de nacimiento de Abraham, el patriarca bíblico de árabes y judíos como el progenitor original de sus religiones, principalmente para personal militar de la coalición y otras autoridades. Sin embargo, por razones de seguridad no se permitió el acceso de ciudadanos iraquíes a las ruinas, solo podían ser vistas desde fuera de la cerca mientras que hombres y mujeres en uniformes extranjeros visitaban su patrimonio, situación que generó el rencor regional.

En una ocasión, un soldado joven que estaba de guardia en la garita negó el acceso a Abdul Amir al-Hamdani, inspector de sitios arqueológicos en Nasiriya. La situación creó tensión, y con el tiempo, el general David Petraeus, entonces comandante de la Fuerza Multinacional en Irak, se enteró de lo que ocurría. Al principio, el general puso fin a las visitas, pero se mejoraba la seguridad en el área, y al-Hamdani expresó confianza que la comunidad iraquí estaba preparada para reasumir la responsabilidad por la ciudad antigua.

Devolver el control de Ur a los iraquíes requirió la remoción y reconstrucción de la cerca existente de la instalación y la construcción de un nuevo edificio para recibir a las personas que necesitaban entrar a la base. Al principio, este proyecto era alarmante a los arqueólogos interesados en el sitio puesto que toda forma de disturbio terrestre, como la construcción de cercas y edificios, siempre es una preocupación en el área de un sitio arqueológico, especialmente en una ciudad antigua como Ur.

Aunque compartió la meta de volver a abrir el acceso a Ur para los iraquíes, Hamdani se preocupaba de los posibles daños que pudieran ocurrir en el sitio. En respuesta, el Departamento de Estado, en asociación con la 10a División de Montaña y el Archaeological Institute of America, patrocinó una delegación de norteamericanos para inspeccionar el sitio y la nueva construcción conjuntamente con Hamdani. La delegación de EUA incluyó Diane Siebrandt, la jefe de conservación del patrimonio iraquí del Departamento de Estado en Bagdad; el profesor Brian Rose, el presidente del Archaeological Institute of America, uno de los arqueólogos más respetados del mundo; y yo, la arqueóloga del 10a División de Montaña en el Fuerte Drum, Nueva York.

La delegación llegó a Talil donde era albergada por un equipo de reconstrucción provincial dirigido por los italianos. Al llegar, la delegación inmediatamente se dirigió al sitio con Hamdani, quien expresó sus preocupaciones con los disturbios terrestres que resultan por la reconstrucción de la cerca y se centró en las áreas donde los bienes culturales habían sido expuestos. El Presidente del Archaeological Institute of America podía asegurar que respecto a los depósitos en el sitio, el disturbio terrestre observado era de menor escala, y toda la delegación estaba de acuerdo de que el objetivo de devolver el sitio a la administración iraquí superaba cualquier efecto observado.

Otra meta secundaria de la delegación era destacar que Estados Unidos había protegido el sitio, y también poner fin al proceso de transición a la administración iraquí con un positivo resultado para todos los participantes. En mi calidad de arqueóloga del equipo con bastante experiencia en presentar sesiones informativas a los altos mandos del Ejército, pude dirigir las reuniones con integrantes del grupo de mando de la guarnición de Talil y los ingenieros militares de la instalación. Mi mayor rol era proporcionar los resultados positivos de la inspección del sitio y de la cerca. Después de la conclusión de la misión de la delegación en abril de 2009, se terminó el trabajo en el nuevo centro de visitantes y la cerca.

Una vigía del Ejército de Jordania sobre las ruinas de Umm Qais en la frontera jordana-siria, 11 de febrero de 2014. Los jordanos proporcionan un buen ejemplo de cómo minimizar la intervención militar en un sitio protegido. (Foto cortesía de Man77 a través de Wikimedia Commons)

En mayo de 2009, Ur con su zigurat icónico, se devolvió al pueblo iraquí. Para celebrar la transferencia, había un concierto de rock en las escaleras del zigurat con una audiencia de más de 350 personas. Lamentablemente, y a diferencia de las experiencias en Babilonia, casi no había cobertura de este evento; lamentable, porque era una muy buena historia de prensa en diferentes niveles. Una tercera lección aprendida podría ser que se debe prestar mayor diligencia en la promoción de historias como esta para aprovechar los esfuerzos en fomentar sentimientos más favorables en poblaciones locales, regionales e internacionales.

Las shuras afganas en Kabul. Otras interacciones que proporcionan tremendas comprensiones del valor de la protección de bienes culturales como parte de la planificación operacional eran las shuras celebradas en Kabul en 2010 con la cooperación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EUA, la Fuerza Internacional de Asistencia en Materia de Seguridad (ISAF) en Afganistán, una variedad de organizaciones no gubernamentales ambientales e internacionales y representantes ministeriales del gobierno de la República Islámica de Afganistán. Brewer, en calidad del ingeniero ambiental del USCENTCOM, desempeñó un papel clave en la organización de estas reuniones, garantizando que la protección de bienes culturales fuese incluida en la agenda.

Asimismo, se incluye la protección de recursos culturales también en la lista de actividades ambientales de la OTAN y, por lo tanto, con los esfuerzos combinados de la ISAF y USCENTCOM, la protección de bienes culturales surgió como un tema clave en estas shuras con presentaciones informativas de la delegación del Ejército de EUA, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); Abdul Wasey Feroozi, director general del Instituto Nacional de Arqueología de Afganistán y Su Excelencia Omar Sultán, subministro de cultura de Afganistán. Los afganos aprovecharon la oportunidad para educar a las fuerzas internacionales en cuanto a la riqueza del patrimonio afganos y su importancia para el pueblo de Afganistán. Los representantes de EUA y la OTAN reconocieron la importancia de estas reuniones en las cuales se comparte información sobre los programas ambientales de las fuerzas occidentales, junto con una discusión de los progresos y esfuerzos para minimizar los impactos ambientales de su presencia en la nación anfitriona.

La discusión de EUA referente a las actividades de conservación patrimonial incluyó un informe sobre el desarrollo de un inventario de sitios arqueológicos importantes en todas partes de Afganistán que se usaba como base para la lista de «no ataque» de sitios en el país mantenida por la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa. Este inventario e imágenes relacionadas de los sitios, impulsaron el desarrollo de entrenamiento patrimonial para el personal de la 10a División de Montaña que se preparaban para desplegarse a Afganistán el siguiente otoño.

Feroozi llegó a ser la personificación del valor del Ejército de la «valentía personal» mientras describió sus esfuerzos para enfrentar personalmente al Mulá Omar, en infame líder del Talibán respecto de la destrucción de los Budas de Bamiyán7. También describió las valientes medidas tomadas por los miembros del personal del Museo Nacional de Afganistán para minimizar los daños hechos a los objetos del museo por los talibanes.

El subministro se dirigió a la shura el segundo día, discutiendo la importancia del patrimonio con respecto a la estabilidad futura del país de Afganistán. Él recordó a los asistentes que el patrimonio antiguo del país y su legado glorioso de la Ruta de la seda datan desde antes de los asuntos religiosos que el país enfrenta en la actualidad y, por lo tanto, ofreció un tema sobre el cual todos los afganos pudieran encontrar valor y orgullo común. Se le recordó a la shura de la valentía de los tahilwidar, las personas que protegieron los tesoros del Museo Nacional de Afganistán durante la ocupación del país por los rusos y talibanes.

Estos ejemplos recordaron a los participantes norteamericanos la importancia del patrimonio como un valor para los afganos y como un sujeto que puede proporcionar un componente básico para lograr un fundamento de unificación local y nacional. En el entorno de la ISAF, la demostración de un compromiso por Estados Unidos para establecer un programa de protección de bienes culturales, estableció intereses comunes con los socios europeos de la OTAN que compartieron el entusiasmo por la conservación patrimonial.

Otro resultado directo de la presentación de Feroozi era la decisión por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EUA para apoyar la construcción de una instalación de almacenamiento de objetos culturales en la ciudad budista antigua de Mes Aynak, donde las operaciones de rescate arqueológico estaban en curso para conservar tantos objetos y características como posible antes de la destrucción del sitio por una mina de cobre china.

El poder de bienes culturales en Bala Hissar. Otro ejemplo del poder de los bienes culturales y comunicación estratégica en Afganistán, fue una ceremonia en que la 10a División de Montaña transfirió el siguiente nivel de responsabilidad de asesoría a las Fuerzas Nacionales de Seguridad Afganas8. La publicidad de este evento era especialmente significativa para mí porque reflejó mis esfuerzos para hacer evidentes las lecciones aprendidas de las interacciones transculturales a la 10a División de Montaña y en el Fuerte Drum. El Equipo de Asistencia de la Fuerza de Seguridad «Strike 1» del Equipo Funcional Conjunto Warrior de la 10a División de Montaña, junto con el 1er Batallón de la 1a Brigada de Fuerza Móvil de Ataque del Ejército Nacional de Afganistán seleccionó a la Fortaleza Bala Hissar en Kabul como el lugar para celebrar la ceremonia. La selección de una icónica fortificación afgana una vez ocupada por Gengis Kan les proporcionó a los afganos una oportunidad para compartir su historia desde la construcción de la fortaleza en el siglo V hasta las victorias del Ejército de Afganistán en el siglo XIX.

La voluntad de la 10a División de Montaña de viajar a Bala Hissar con sus homólogos afganos para asistir a un evento tan importante, demostró su respeto por los siglos de poderío militar afgano y su confianza en la preparación de su socio afgano para asumir la misión. Los soldados que fueron afortunados para estar presentes describieron las emociones de este evento. También era evidente que la selección de un lugar icónico demostró su convicción de que la unidad afgana estaba preparada para operar independientemente. Todos los participantes expresaron una apreciación fundamental que será parte de la historia.

Además de las lecciones aprendidas de los eventos individuales de la protección de bienes culturales en el Medio Oriente, un componente de la actividad culturalmente coordinada que necesita ser incorporada en la planificación futura, es una evaluación del comportamiento y actitudes de nuestras fuerzas armadas en cuanto a los sitios y reliquias culturales y cómo tienen un impacto en las actitudes de otras poblaciones y gobiernos. No solo debemos desarrollar una base de conocimientos institucionalizados, sino también métodos de evaluación para el impacto de las interacciones de la protección de bienes culturales.

La participación del Comando Sur de EUA en Honduras

El valor de la protección de bienes culturales como tema de interacción no se limita al área de responsabilidad del USCENTCOM. En los últimos años, posibles países socios en el área de responsabilidad del Comando Sur de EUA (USSOUTHCOM), han hecho varias solicitudes para la protección de sitios arqueológicos como un tema en las interacciones de entrenamiento. La respuesta inicial del comando fue negativa, tal vez porque la protección de sitios arqueológicos no vendría inmediatamente a la mente como una capacidad militar del USSOUTHCOM.

Soldados de la 17a Brigada de Fuegos suben las escaleras del zigurat de Ur cerca de la Base Operativa de Contingencia Adder, en Basra, Irak, 18 de mayo de 2010. Se construyó el zigurat como un lugar de culto en el siglo XXI a.C. y, después de más de 4000 años, es una de las estructuras mejor conservadas y más antiguas de la ciudad neo-sumeria de Ur. La protección de EUA del sitio lo salvó de la mayoría de daños sufridos por muchos otros sitios arqueológicos en la región. (Foto: Ejército de EUA, especialista Samantha Ciaramitaro)

Es verdad que las Fuerzas Armadas de EUA normalmente no protegen los sitios arqueológicos en Estados Unidos. De hecho, este tipo de uso de las fuerzas armadas podría ser un posible violación al Acta Posse Comitatus, ley que restringe la participación de las Fuerzas Armadas de EUA en las actividades de cumplimiento de la ley internas9. Sin embargo, dado el hecho de que los sitios arqueológicos en el Registro Nacional en tierras militares reciben protecciones y conservación integrales, las Fuerzas Armadas de EUA tienen mucho más experiencia en la protección de sitios arqueológicos que muchos soldados creen tener. Además, la protección eficaz de un sitio arqueológico utiliza las destrezas militares básicas que se usan para establecer un perímetro seguro.

Parecido al rol clave jugado por Brewer en el establecimiento de un programa de protección de bienes culturales en el USCENTCOM, el Dr. Amir Gamliel, ingeniero ambiental del USSOUTHCOM, reconoció el posible agregado en un componente de protección de bienes culturales más robusto a la lista de actividades ambientales realizadas por el USSOUTHCOM. Gamliel proporcionó educación sobre el tema en el comando, incluso invitando a la autora [Dra. Rush] y un experto académico, Dr. James Zeidler, a dar sesiones informativas. Volvió a tratar y dedicarse al concepto de responder positivamente a las solicitudes de arqueología como tema de interacción y, en el verano de 2017, el USSOUTHCOM, junto con el Ejército Sur de EUA, la 10a División de Montaña, Asuntos Civiles del Ejército de EUA, la Universidad de Pensilvania y la Embajada de EUA en Honduras, planificó e implementó el primer ejercicio de interacción con el tema de protección de bienes culturales llevado a cabo por el USSOUTHCOM.

Los representantes del Ministerio de Defensa de Honduras, incluyendo el guardián del Museo Militar de Honduras; representantes de los sectores eclesiásticos, arqueológicos y de museos de Honduras; representantes de la policía, guardia fronteriza y aduana se reunieron por tres días de presentaciones y visitas a lugares arqueológicos. La inclusión de distinguidas personas académicas reforzó las experiencias de todos los participantes. La combinación de perspectivas académicas, policiales, eclesiásticas y militares agregó una gran cantidad de información a la discusión y abrió la puerta a la futura cooperación interdisciplinaria en los niveles internos e internacionales.

Las Fuerzas Armadas descubrieron que de las cinco brigadas de las Fuerzas Armadas de Honduras, tres tienen la misión de protección de sitios arqueológicos en la nación. Este hecho claramente explica por qué los países en el área de responsabilidad del USSOUTHCOM solicitan ejercicios de entrenamiento relacionados con la protección de sitios arqueológicos. Además de lograr una mayor apreciación para las prioridades y metas de la misión militar de Honduras, Estados Unidos también tiene la oportunidad para aprender más del uso de rutas antiguas que en la actualidad se usan para el contrabando de drogas, armas y humanos; una mejor comprensión de las ubicaciones y conexiones entre los sitios antiguos de América Central es de gran valor estratégico. Además, los traficantes criminales frecuentemente incluyen antigüedades ilegalmente excavadas en sus cargamentos y, por lo tanto, una apreciación de la región tiene aplicaciones en las misiones de interdicción de EUA en su área de responsabilidad.

Un soldado del Equipo de Asistencia de la Fuerza de Seguridad (SFAT) «Strike 1» del Equipo Funcional Conjunto Warrior de la 10a División de Montaña, mirando a la ciudad durante una visita donde el SFAT y su contraparte del Ejército Nacional de Afganistán dirigiéndose a la Fortaleza Bala Hissar para hacer la transición al siguiente nivel de administración de las Fuerzas de EUA en Kabul a las Fuerzas de Seguridad Nacionales de Afganistán (ANSF), 26 de agosto de 2013. Esta transición demuestra la capacidad de las ANSF para llevar a cabo las operaciones de seguridad por sí solas con asesoría y asistencia limitada. (Foto: Ejército de EUA, Sgto. 1o Kenneth Foss)

En esta interacción, las organizaciones norteamericanas y hondureñas desarrollaron una comprensión y apreciación más profunda de los factores subyacentes que afectan el éxito de la misión y posicionarse mejor en desarrollar estrategias a fin de lograr los resultados deseados en la región. De este ejemplo, es evidente que los esfuerzos de EUA en Sudamérica y Centroamérica continuarán beneficiándose inmensamente en una mayor incorporación en los ejercicios y diálogos relacionados con la protección de bienes culturales. Los hondureños y sus vecinos también reconocen el valor. Los hondureños pretenden continuar con la conservación anual, y los representantes militares de El Salvador, Belice y Guatemala han expresado su interés en unirse a esta interacción. Hay planes para una reunión en 2018 en Honduras con la posibilidad de delegados de otros países.

Gamliel también se concentra en el concepto de incorporar la protección de bienes culturales en los planes para futuros ejercicios de respuesta de desastres en el área de responsabilidad del USSOUTHCOM. Después del terremoto en Haití, la Armada de EUA desempeñó un papel importante en apoyo del esfuerzo del Instituto Smithsonian para conservar los murales del Catedral de la Santa Trinidad, 9000 pinturas del Museo Nader y numerosas otras obras de arte y documentos archivados10. Sin embargo, la cobertura mediática, las buenas noticias relacionadas para la Armada de EUA, y las lecciones aprendidas positivas, no garantizan que el necesario entrenamiento aumente la eficacia en futuras operaciones ante desastres, no solamente en el área de responsabilidad del USSOUTHCOM, sino en todo el mundo.

El entrenamiento para quienes desempeñan funciones de mantenimiento de paz en África

Un evento de educación y entrenamiento para los que toman parte en las operaciones de mantenimiento de la paz [peacekeepers], proporcionan otro ejemplo respecto a cómo la protección de bienes culturales podría jugar un rol clave en promover la cooperación regional con posibles socios. En el otoño de 2017, la oficina de la UNESCO en Harare, Zimbabue, organizó un evento de educación y entrenamiento para los peacekeepers africanos. Patrocinado por el Southern Africa Development Community Regional Peace Keeping Training Center, delegados de Zimbabue, Angola, Mauritania, la República Democrática del Congo, Malí y Malawi asistieron al curso. Los mismos principios de aptitudes interculturales y la capacidad de percibir el terreno intercultural para la identificación de características sagradas y apreciadas se aplican en todas las áreas de responsabilidad y despliegues. El éxito del curso de la UNESCO en Harare ofrece un modelo para futura consideración por el Comando y Ejército de Estados Unidos en África.

Uno de los factores clave de este modelo, son las relaciones que se formaron entre las Fuerzas Armadas de EUA, UNESCO, socios militares africanos así como expertos y organizaciones académicos destacados. Estas relaciones permiten que las organizaciones de EUA logren una mayor comprensión de las necesidades particulares y valores culturales de una región determinada. Además de un cuerpo docente internacional, el organizador estableció un curso con el apoyo del Museo Nacional de Zimbabue. Esta asociación resultó en un componente del curso siendo una visita al museo done los participantes militares podían aprender de primera fuente aspectos de seguridad del museo, cómo establecer un perímetro alrededor de un museo, y el empaque adecuado de objetos del museo para la implementación de un plan de evacuación.

Otro factor clave de este modelo es el beneficio tangible e inmediato a las operaciones de mantenimiento de la paz. El personal militar se benefició de la oportunidad de aprender y practicar las destrezas de protección de bienes culturales. El personal del museo se benefició del punto de vista de cómo deben asegurar su institución y las colecciones de objetos. Aún más importante, tanto los militares como los profesionales del museo establecieron la capacidad de colaborar, una habilidad crítica en tiempos de crisis o respuesta ante desastres, especialmente en partes del mundo en vías de desarrollo donde los miembros de otras profesiones frecuentemente tienen temor de trabajar con los militares.

Otro aspecto beneficioso del evento de entrenamiento de protección de bienes culturales, fue que los veteranos experimentados en operaciones de mantenimiento de la paz, especialmente las que se llevaron a cabo en Malí, emplearon el tema de protección de bienes culturales como punto de partida para dar inicio a la discusión de otros aspectos del despliegue con integridad. La discusión de identificar y respetar los sitios sagrados de bienes de otros lleva a más discusiones de respeto dado las poblaciones de la nación anfitriona; sus mujeres, niños, recursos naturales, y sus objetos de valor. Se necesita incorporar estas discusiones en la literatura militar de EUA y para desarrollar una comprensión de la región que esté disponible para los soldados mientras se preparan para operar y lograr los objetivos de seguridad nacional.

Resumen

El uso de la protección de patrimonio cultural como tema de interacción militar internacional, ha resultado ser posiblemente de un mayor valor a Estados Unidos que sus socios.

Las interacciones en el Medio Oriente ofrecieron a los representantes de EUA una perspectiva mucho más profunda de los posibles efectos secundarios y terciarios de los daños ocasionados en Babilonia y la consecuente cobertura informativa negativa. Los diversos participantes de EUA lograron una mejor apreciación del orgullo del Medio Oriente por la gloria de su pasado antiguo y sus expectativas de respeto por dicho patrimonio. Los afganos reforzaron estas lecciones con sus relatos de primera fuente en cuanto al haber arriesgado sus vidas en conservar los bienes culturales de Afganistán. La oportunidad de visitar sitios antiguos ayudó a los asesores del Ejército de EUA en el desarrollo de planes de estudios relacionados con la protección de bienes culturales y a la planificación de formas más eficaces de futuro entrenamiento en esta materia.

Tropas hondureñas vigilando a un equipo de expedición que buscan las ruinas de una ciudad precolombina en la selva en la Costa de los Mosquitos, Honduras, 22 de febrero de 2015. Tres de las cinco brigadas hondureñas tienen la misión de proteger los sitios arqueológicos en la nación. (Foto: Dave Yoder a través de Alamy photo)

Estas experiencias demuestran que las conversaciones sobre la protección de bienes culturales, tan valiosas que son, podrían llevar a más discusiones y educación centradas en otros asuntos importantes. Por ejemplo, el punto de vista jordano de la concientización cultural, ofreció a los representantes de EUA una perspectiva completamente nueva en cuanto a los desafíos de liderar a personal militar sin experiencias internacionales previas en situaciones difíciles en el extranjero. En el curso de mantenimiento de la paz de la UNESCO, el cuerpo docente demostró cómo la protección de bienes culturales podría abrir la puerta a discusiones críticas sobre todos los aspectos de comportamiento ético en una fuerza militar desplegada.

Todos los ejercicios de protección de bienes culturales demostraron el valor de la participación interdisciplinaria, no solo con el personal de la aduana y policía, sino con académicos y otros profesionales de diferentes campos, como arqueólogos y personal administrativo de museos. Los expertos en el tema proporcionaron informaciones culturales valiosas desde cómo rastrear las rutas de contrabando en Centroamérica usando antiguos caminos, hasta cómo manejar y empaquetar un objeto valioso que ha sido decomisado en una operación de aduana. El representante académico también podía explicar a los delegados militares de EUA la organización actual del sector cultural hondureño y la dinámica política en juego que no pudiese haber sido evidente en otras circunstancias. Los profesionales del museo y los arqueólogos ganaron de experiencia directa con militares, aprendiendo de sus capacidades y el potencial para proporciona asistencia en situaciones difíciles.

En el área de responsabilidad del USSOUTHCOM, cuando Estados Unidos descubrió a través de la interacción exitosa que tres de las cinco brigadas del Ejército de Honduras tienen la tarea de protección de sitios arqueológicos, los representantes de EUA comenzaron a estimar la importancia de la protección de bienes culturales para las fuerzas armadas de este país. Los participantes de EUA lograron mayo concientización de la importancia de las antigüedades y sitios arqueológicos en las misiones de interdicción en la región. Más aún importante fue la reacción positiva de los socios centroamericanos que llevó a solicitudes de interacciones más amplias en el nivel regional en Centro y Sur América. Como resultado, Estados Unidos tiene una oportunidad para ser considerado un «socio preferido» por otras naciones en el área de responsabilidad.

Las experiencias en Honduras son un recuerdo de que Estados Unidos debe tomar en serio los temas ofrecidos por los países socios en las interacciones y estar dispuesto a salirse del molde de pensamiento cuando surge una sugerencia inesperada. Los recientes esfuerzos de protección de bienes culturales demuestran un comienzo importante para desarrollar nuestras capacidades de asociarse eficazmente en todo el mundo.

Las opiniones expresadas en el presente artículo son propias de las autoras y no necesariamente representan las opiniones del Ejército de EUA, el Departamento de Defensa, o el Gobierno de EUA.


Notas

  1. Samuel P. Huntington, Who Are We? The Challenges to America’s National Identity (Nueva York: Simon & Schuster, 2004), págs. 66–69.
  2. Comentarios dirigidos a Laurie Rush y Christina Luke durante la celebración en Sardes, Turquía, 6 de mayo de 2011,
  3. Rory McCarthy y Maev Kennedy, «US-led Forces Leave a Trail of Destruction and Contamination in Architectural Site of World Importance», sitio web de The Guardian, 15 de enero de 2005, consultado 3 de mayo de 2018, https://www.theguardian.com/world/2005/jan/15/iraq.arts1; «US Reportedly Damaged Ancient Babylon; Museum Claims Military Caused Substantial Damage», MSNBC News, consultado 3 de mayo de 2018, http://www.msnbc.msn.com/id/6829036/ (sitio no disponible).
  4. El teniente coronel Joris Kila (Ejército de los Países Bajos), comunicación personal con Laurie Rush, reunión de planificación de bienes culturales del Ejercicio Bright Star, 2009. Este sentimiento fue expresado por altos mandos egipcios en su respuesta al personal internacional que solicitaron el acceso a las pirámides egipcias para hacer una visita durante el Ejercicio Bright Star 2009.
  5. Las observaciones provienen de las experiencias personales y diálogo con el teniente coronel Daniel Brewer.
  6. El teniente coronel Joris Kila, un informe de 2009 al Grupo de Acción de Patrimonio Cultural del Comando Combatiente después de pedir permiso para una visita a Saqqara sea incluida como parte de los juegos de guerra. Cuando se enfrentó la oposición de los generales egipcios, Kila organizó un acercamiento con el Dr. Zahi Hawass, quien comprendió el objetivo de la visita y acogió al personal de EUA en Saqqara y los otros sitios en el Cairo y sus cercanías como sus invitados.
  7. Los Budas de Bamiyán eran estatuas monumentales e icónicas de piedra en tumbas de un acantilado mirando hacia el valle de Bamiyán de Afganistán. Esculpidos en el siglo VI o VII, a una estatura de 45 metros, eran los Budas de pie más grandes en el mundo y considerados un tesoro para toda la humanidad. Como una de las muchas atrocidades cometidas por el Mulá Omar, exigió su destrucción en marzo de 2001, dejando tumbas vacías.
  8. Kenneth Foss, «Ancient Fortress Marks Site for Advisory Transition in Afghanistan», The Mountaineer Online, 12 de septiembre de 2013, consultado 3 de mayo de 2018, https://www.dvidshub.net/news/113252/ancient-fortress-marks-site-advisory-transition-afghanistan#.UithihavKmQ.
  9. Eric V. Larsen y John E. Peters, «Overview of the Posse Comitatus Act», apéndice D en «Preparing the U.S. Army for Homeland Security» (monografía, Santa Mónica, California: RAND Corporation, 2001), consultado 3 de mayo de 2018, https://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/monograph_reports/MR1251/MR1251.AppD.pdf.
  10. Smithsonian Magazine, «About the Smithsonian Institution–Haiti Cultural Recovery Project», Smithsonian.com, 31 de agosto de 2010, consultado 3 de mayo de 2018, https://www.smithsonianmag.com/arts-culture/about-the-smithsonian-institution-haiti-cultural-recovery-project-56233582/.

La Dra. Laurie Rush es una antropóloga y arqueóloga del Ejército que trabaja en apoyo de la 10a División de Montaña. Recibió su licenciatura de la Universidad de Indiana-Bloomington y una Maestría y Doctorado de la Universidad Northwestern, y es Becaria de la Academia Americana en Roma, una académica de consulta de la Universidad de Pensilvania y socia de investigación Smithsonian. Ella enseña internacionalmente y aboga por la implementación de protección de bienes culturales en las operaciones militares de EUA y la OTAN como un componente integral para el éxito de la misión.

Amanda Hemmingsen es egresada de la Universidad de Kansas con una maestría en la Literatura y Teoría inglesa. Trabajó por tres años en la Army University Press como editora de manuscritos, integrante del consejo editorial de Military Review, una instructora del inglés y mentor de redacción profesional, en esta capacidad trabajó con autores aspirantes para ayudarles a refinar sus habilidades de redacción y satisfacer sus metas de publicación.

Volver al inicio

Primer Trimestre 2019