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Primer Trimestre 2024

El Grupo Wagner y la asistencia de EUA a las fuerzas de seguridad en África

Una dinámica cambiante y desafiante

Christopher Spearin, PhD

 

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Soldados de EUA y Yibuti discuten las capacidades de una ametralladora M240B como parte de la misión de asistencia de fuerzas de seguridad en el extranjero en 2021.

Los puntos de análisis anteriores señalan los desafíos a los que se enfrenta la asistencia de EUA a las fuerzas de seguridad (SFA) en otros países1. Como se recoge en la doctrina conjunta, «las actividades de SFA se utilizan a menudo para configurar el OE (ambiente operacional) o ayudar a una PN (nación socia) a defenderse contra amenazas internas y transnacionales a la seguridad o la estabilidad... Las actividades de SFA pueden utilizarse para ayudar a una nación socia a defenderse contra amenazas externas o contribuir a operaciones multinacionales y ayudar a desarrollar o reformar las fuerzas de seguridad o las instituciones de apoyo de otro país»2. Sin lugar a duda, Estados Unidos es el mayor proveedor mundial de la SFA, tanto si se evalúa por la variedad de actividades realizadas como por el número de países implicados o la cantidad de dinero gastada. Sin embargo, los esfuerzos estadounidenses en materia de SFA suelen estar plagados de dudas propias (a veces no reconocidas), limitaciones y una eficacia marginal. En palabras de un estudio, «es fácil subestimar los costos y riesgos reales de la SFA, y a menudo se han sobrevalorado sus beneficios militares»3.

En el presente artículo, se examina el modo en que los desafíos de la SFA de Estados Unidos en África se ven ahora agravados por el Grupo Wagner de Rusia, el actor armado no estatal cada vez más favorecido por el Kremlin. Para ampliar, según un informe de 2018 de RAND, la SFA es la forma predominante de compromiso de Estados Unidos en África4. Por lo tanto, mejorar la SFA estadounidense es importante y no es poca cosa, dados los múltiples objetivos de reducir los conflictos, luchar contra el terrorismo y promover la democracia y relaciones cívico-militares responsables en el continente. Con el Grupo Wagner y los actores asociados en África, en la actualidad no solo existe una alternativa de ayuda, sino también un proveedor competidor que hace las cosas de forma muy diferente en cuanto a medios y fines, al tiempo que refuerza a Rusia. La creciente presencia del Grupo Wagner en el continente subraya la urgencia de una respuesta a largo plazo orientada a la asociación por parte de Estados Unidos.

Aunque el Grupo Wagner opera en muchos países africanos, las pruebas de este estudio se extraen predominantemente de dos casos: La República Centroafricana (RCA) y Malí5. En el primero, el personal ruso llegó en 2017, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informa de que hasta 2300 personas están activas. Aunque nominalmente se describen como «instructores», sus actividades han ido más allá de la formación e incluyen combatir junto a las fuerzas armadas de la República Centroafricana en la guerra civil del país, proteger yacimientos mineros y proporcionar protección cercana al régimen del presidente Faustin-Archange Touadéra. En cuanto a Malí, aproximadamente mil efectivos del Grupo Wagner han participado en tareas de entrenamiento, contraterrorismo y protección de la junta desde diciembre de 20216. Estos dos casos son importantes, ya que los países han mantenido en el pasado relaciones militares con países occidentales, incluido Estados Unidos. Son emblemáticos del modelo que Rusia está perfeccionando para las actividades del Grupo Wagner7. En último lugar, en un sentido geoestratégico, la RCA y Malí se encuentran en una región más amplia que se considera propicia para nuevas operaciones del Grupo Wagner o de otros actores rusos similares8.

El Grupo Wagner

Si nos fijamos en el contexto estadounidense, la empresa militar y de seguridad privada (EMSP) podría ser el actor más parecido al Grupo Wagner a primera vista. Estados Unidos mantiene amplias relaciones con las EMSP, especialmente las desarrolladas en el transcurso de las dos grandes intervenciones en Afganistán e Iraq a principios de este siglo. Estos esfuerzos de las EMSP reflejaban las necesidades del gobierno estadounidense en materia de servicios de guardia, defensa y entrenamiento, y se ajustaban al antiguo deseo de múltiples administraciones presidenciales de introducir actores privados en el ámbito de la defensa9. Mediante una combinación de contratación competitiva y demanda sostenida, las EMSP se convirtieron en una parte importante del conjunto de contratistas que contribuyen a formar el concepto de «Fuerza Total» identificado en la Quadrennial Defense Review [Revisión Cuatrienal de la Defensa] de 200610. Para satisfacer sus necesidades, el gobierno estadounidense dependía tanto de las EMSP estadounidenses como de las de otros países. Del mismo modo, Estados Unidos, aunque era un cliente importante para las EMSP, no era la única fuente de sus ingresos. Las EMSP buscaban relaciones comerciales con otros países, empresas, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales, a veces simultáneamente con los requerimientos del gobierno estadounidense.

El primer indicio de que el Grupo Wagner es algo diferente reside en el hecho de que, aunque a menudo se le clasifica como EMSP, los análisis también han utilizado con frecuencia otras descripciones. Algunos ejemplos son los siguientes: «Una organización proxy del Estado ruso», «una red nebulosa que combina la fuerza militar con intereses comerciales y estratégicos», «una empresa militar “pseudo-privada”» y «un grupo informal de seguridad semiestatal»11. En consecuencia, el Departamento de Estado de EUA califica al Grupo Wagner de «sustituto del Ministerio de Defensa ruso»12. Como tal, el Grupo Wagner no ofrece sus servicios en el mercado abierto, sino que satisface las necesidades del Kremlin y de las redes oligárquicas que lo apoyan, especialmente las vinculadas a Yevgeny Prigozhin13. A su vez, el Grupo Wagner utiliza con frecuencia infraestructuras, plataformas y equipamiento militar rusos. La contratación, si ese es el término adecuado, no es abierta ni transparente.

La legalidad del Grupo Wagner es igualmente oblicua. Por un lado, carece de un registro corporativo legal. Además, según el artículo 359 del Código Penal de la Federación Rusa, relativo a los mercenarios, una entidad como el Grupo Wagner está aparentemente prohibida14. Por otra parte, el presidente ruso Vladimir Putin ha enturbiado las aguas legales: «Si... Wagner viola alguna ley rusa, el Procurador General debe llevar a cabo una investigación. Si no violan ninguna ley rusa, pueden seguir con sus intereses comerciales en cualquier parte del mundo»15. El procurador general no ha actuado ni contra el Grupo Wagner como entidad ni contra los que operan bajo su nombre desde que comenzó la dependencia de Rusia en 2014.

Otra distinción se refiere a la oferta de servicios del Grupo Wagner. Al igual que la experiencia estadounidense con las EMSP, el Grupo Wagner presta servicios de protección, defensa y entrenamiento. Sin embargo, a diferencia del caso de las EMSP estadounidenses, el Grupo Wagner emplea la violencia ofensiva en términos de tomar la iniciativa, apoderarse del territorio y cambiar el statu quo político. El Reglamento Federal de Adquisiciones de Estados Unidos afirma claramente que «no se permite a los contratistas de seguridad llevar a cabo actividades de combate directo u operaciones ofensivas»16. En contraste, los oficiales militares rusos han percibido lo que denominan «empresas militares privadas» como una herramienta potencialmente ofensiva e inherentemente perturbadora17.

Desafíos para la asistencia de EUA a las fuerzas de seguridad

Objetivos e incentivos. Para Estados Unidos, el atractivo de la SFA consiste en reemplazar los compromisos militares a gran escala a favor de cambiar el énfasis hacia las actividades y desarrollos de las naciones socias. Parte de este esfuerzo consiste en abordar de forma rentable las necesidades de seguridad de Estados Unidos relacionadas con la lucha contra el terrorismo o la insurgencia. Otra parte tiene que ver con la profesionalización de los organismos de seguridad de los Estados africanos, su orientación democrática y su conocimiento de las normas sobre relaciones cívico-militares asociadas a Estados Unidos, mediante la exposición, orientación, entrenamiento y formación.

El considerable alcance de la SFA pone de manifiesto tanto las elevadas intenciones como las tensiones inherentes. Otras investigaciones han puesto de manifiesto el alto nivel de estándares a través de sus preguntas. En un informe de RAND de 2018, se pregunta: «¿Utilizan las instituciones de seguridad socias las mejores capacidades obtenidas gracias al equipamiento y el entrenamiento proporcionados por Estados Unidos de manera que contribuyan a la estabilidad y reduzcan la violencia?»18. Del mismo modo, para Øystein Rolandsen, Maggie Dwyer y William Reno, «¿La provisión de la SFA hace que la población del país receptor se sienta más segura? ¿Permite al Estado receptor ejercer el control sobre su territorio y su población de manera responsable? »19. La búsqueda de respuestas a estas preguntas es fundamental debido a lo que Rita Abrahamsen denomina «contradicciones combativas» en el entorno africano20. Por un lado, la SFA trata de hacer que las instituciones de seguridad africanas sean más capaces de contrarrestar las amenazas. Por otro lado, se trata de frenar simultáneamente a esas instituciones cada vez más potentes «en nombre del desarrollo, la democracia y la supervisión civil»21.

Las contradicciones en la SFA son cada vez más evidentes a medida que el fortalecimiento de las instituciones de seguridad ha ido adquiriendo más importancia que su limitación y configuración. El análisis revela sucesivas oleadas de políticas estadounidenses desde finales de la década de 1990 que han cambiado el equilibrio22. Citando de nuevo a Abrahamsen, el inicio de la Guerra Global contra el Terrorismo vio en particular «el imperativo de “entrenar y equipar”... [dominando] sobre ambiciones más políticas y de desarrollo para limitar el gasto en defensa y garantizar la supervisión democrática...[y] la rendición de cuentas»23. Este énfasis refuerza la urgencia de combatir a los actores que amenazan tanto los intereses de la nación socia como los de Estados Unidos. Pero también indica un compromiso con menos objetivos, menos profundidad y plazos más cortos que obstaculizan el mantenimiento de asociaciones transformadoras. Se trata de recalibrar el equilibrio para que el compromiso de EUA hacia un cambio sustantivo en la nación socia sea algo más que retórica.

Un mercenario ruso imparte una lección de entrenamiento táctico a un grupo de militares africanos.

Un conjunto concomitante de tensiones para Estados Unidos se deriva de los objetivos de la SFA que no siempre se corresponden con las estructuras de incentivos de los líderes y las élites de la nación socia. Existen tres factores. En primer lugar, en su esencia, la SFA suele orientarse hacia una legitimidad basada en los resultados, común en el mundo desarrollado, según la cual el Estado es esencial en la prestación de servicios y la seguridad. El secretario de Estado Antony Blinken, por ejemplo, se hizo eco de ello en sus declaraciones de febrero de 2021 en una cumbre sobre el Sahel: «Los agravios sociales históricos, la falta de servicios públicos accesibles y la exclusión de los procesos políticos... todo ello erosiona la legitimidad de los gobiernos a los ojos de la población»24. Sin embargo, tal penetración en el país y en la sociedad civil corre el riesgo de alterar el corretaje informal de poder que funciona a nivel regional/étnico en muchos Estados africanos.

En segundo lugar, es cómo la SFA puede cambiar la posición y la influencia de los actores de seguridad a nivel interno. Si bien la SFA puede reforzar la posición de estos actores en general, esto puede alterar los equilibrios de poder internos debido a los desaires, reales o percibidos, en la distribución de oportunidades y equipamiento. Por el contrario, los líderes de la nación socia a menudo dirigen la generosidad de la SFA hacia unidades específicas para poder fragmentar el sector de la seguridad, debilitarlo en su conjunto y, a su vez, proteger mejor su control contra los golpes de Estado.

Mapa de Malí que muestra la proximidad de la presencia del Grupo Wagner, sus bases y la extracción de oro en el país.

En tercer lugar, en relación con los dos anteriores, es que los líderes [de la nación socia] no contemplarán estos cambios arriesgados y sustanciales si Estados Unidos no se compromete claramente a largo plazo25. Dado que los esfuerzos tácticos y operacionales tienden a realizarse antes que los relativos a la gobernanza y la profesionalización, la nación socia a menudo hará hincapié en ciertos beneficios y restará importancia a otros.

Como Estado autoritario, Rusia no tiene las mismas preocupaciones que Estados Unidos, y sus actividades a través del Grupo Wagner y las iniciativas vinculadas de Prigozhin se ajustan a los incentivos y oportunidades locales. Para explicarlo, los analistas reconocen que no solo muchos líderes africanos tienen incentivos diferentes, sino que el entorno internacional contemporáneo también les ofrece vías particulares para lograr sus objetivos que probablemente no conduzcan a una mayor participación del pueblo per se. Como dice Mick Moore, no debemos cegarnos por el ideal unidireccional de mando y control de un Estado típico del mundo desarrollado. Por el contrario, es necesario apreciar que «la capacidad se deriva mucho más de la fuerza de —y la habilidad para movilizar— redes y conexiones dentro del propio aparato estatal, entre Estados y entre actores estatales y no estatales»26. Los recursos y la legitimidad proceden cada vez más del exterior que del interior. En el ámbito concreto de la seguridad, puede que los dirigentes no necesiten recurrir a su población para obtener su validación y desarrollar relaciones entre los ciudadanos y el Estado mediante el control del poderío militar27. Los recursos internos pueden reducirse al mínimo y, como alternativa, puede recurrirse a fuentes externas.

Los dirigentes de la República Centroafricana y de Malí se han aprovechado de ello, a pesar de que puede aumentar la fragilidad del Estado. En la RCA, el personal local formado por los rusos no se reintegró en la misión de entrenamiento de la Unión Europea (suspendida en diciembre de 2021), sentando así las bases para una estructura de seguridad paralela28. Además, las tareas especialmente sensibles recaen exclusivamente en extranjeros. La empresa Servicios de Seguridad Sewa, interconectada con el Grupo Wagner y Prigozhin, proporciona destacamentos de seguridad al presidente Faustin-Archange Touadéra y a los miembros clave de su gobierno. El personal del Grupo Wagner en el país también aumentó en diciembre de 2020 por temor a la violencia relacionada con las elecciones y a la inestabilidad que amenaza al régimen de Touadéra. En cuanto a Malí, el Grupo Wagner, a través de sus actividades de escolta, respalda el control de la junta gobernante mientras recalibra el futuro democrático del país. Aunque al principio se preveía un período de transición de dieciocho meses, éste ha pasado a ser de cinco años y las elecciones se han retrasado hasta el 2026. Como reconoce el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos, «el giro de la junta maliense hacia Rusia y el Grupo Wagner pretende apuntalar su posición política interna más que abordar de forma significativa la inseguridad en el país»29. También hay que tener en cuenta las estructuras de incentivos relativas a la extracción de recursos. La llamada «maldición de los recursos», evidente en muchos países africanos, permite a las élites beneficiarse de la explotación de los recursos, lo que a su vez afianza su control/gobernanza. En lugar de dirigirse a los ciudadanos para que negocien sus impuestos y esfuerzos a cambio de servicios y seguridad, las élites pueden confiar en cambio en el mercado global30. El Grupo Wagner y la red asociada a Prigozhin están vinculados a la maldición y agregan su propia dinámica. En la República Centroafricana, como compensación por la presencia rusa, Lobaye Invest, otra entidad de Prigozhin, se ha asegurado concesiones en zonas mineras de oro y diamantes. A su vez, el Grupo Wagner/Servicios de Seguridad Sewa se encargan de la protección de los yacimientos y recaudan los derechos de aduana31. Los ingresos sostienen simultáneamente su presencia y la del régimen de Touadéra. En cuanto a Malí, el acceso a tres concesiones mineras de oro acompañó la introducción del Grupo Wagner32. Es cierto que los recursos minerales malienses no se aprovechan en la misma medida que en el caso de la República Centroafricana, en parte porque muchos yacimientos se encuentran en zonas controladas por los rebeldes, y en parte por los controles existentes sobre la minería a nivel central y tribal33. No obstante, Rusia ha expresado un interés constante en los recursos de Malí y los comentarios revelan cambios en la ley minera maliense que permiten ampliar las actividades de extracción rusas34.

Mapa que muestra el número de muertos y heridos en los ataques del Grupo Wagner en la República Centroafricana.

Derechos humanos. Estados Unidos tiene un interés de larga data en la observancia de los derechos humanos por parte de las unidades militares de las naciones socias que reciben ayuda de SFA. Desde finales de la década de 1990, la Ley Leahy es una manifestación primordial de este interés. Con disposiciones legales que se aplican tanto al Departamento de Estado como al Departamento de Defensa, el gobierno estadounidense tiene prohibido financiar la SFA para las unidades militares de una nación socia sobre las que «exista información creíble que implique a dicha unidad en la comisión de graves violaciones de los derechos humanos (GVHR)»35. Estas incluyen abuso sexual, tortura, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzosas. En algunos casos, la SFA para promover los derechos humanos y el respeto del Estado de derecho en unidades militares de la nación socia «no elegibles por la Ley Leahy» está permitida, pero no en el caso de integrantes o comandantes de unidades individuales sobre los que exista información creíble que los vincule con graves violaciones de los derechos humanos36. Esta política concreta surgió de la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2015 y ahora puede integrarse en los requisitos vigentes desde la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2017, que exigen que todas las actividades de SFA incluyan entrenamiento en derechos humanos37.

Mercenarios enmascarados del Grupo Wagner supervisan el entrenamiento de combatientes en la República Centroafricana a finales de 2022.

Es lógico que, si una unidad de la nación socia que recibe la SFA comete posteriormente violaciones, ello resulte doblemente molesto para Estados Unidos. El primero tiene que ver con la aparente complicidad estadounidense y el segundo con la dificultad de justificar y mantener relaciones con una nación socia concreta. Los análisis identifican muchos casos en los que se han producido este tipo de violaciones en África, análisis que sirve de base a los argumentos a favor de la reducción sustancial de la SFA para limitar estas transgresiones38. Cuando no se ejerce la condicionalidad y, sin embargo, la relación con una nación socia permanece inalterada debido a las necesidades de seguridad de Estados Unidos, el compromiso de Washington con los derechos humanos se considera despectivamente «fluido» y su reputación se ve perjudicada39.

No hay duda de que los esfuerzos del Grupo Wagner en África se han enfrentado a críticas en materia de derechos humanos. Por ejemplo, en medio de las operaciones ofensivas del Grupo Wagner junto con personal de la República Centroafricana en 2021, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos recibió «informes de ejecuciones sumarias masivas, detenciones arbitrarias, torturas durante interrogatorios, desapariciones forzosas, desplazamientos forzosos de la población civil, ataques indiscriminados contra instalaciones civiles, violaciones del derecho a la salud y ataques cada vez más frecuentes contra agentes humanitarios»40. Del mismo modo, en 2022, la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí identificó un «aumento significativo de violaciones graves de los derechos humanos internacionales y del derecho humanitario» instigadas por soldados malienses, «acompañados por elementos rusos en muchos casos»41. Un examen de la Brookings Institution subraya la distinción: El Grupo Wagner ofrece «la capacidad de llevar a cabo operaciones de contrainsurgencia y antiterroristas sin verse limitado por las responsabilidades en materia de derechos humanos, a diferencia de Estados Unidos, lo que permite a los gobiernos africanos ser tan brutales en sus esfuerzos militares como quieran»42.

De ello se deduce que la condicionalidad está ausente y que las vejaciones en materia de derechos humanos no perturban de forma similar la presencia rusa en África a través del Grupo Wagner. En cuanto a la política, Rusia sigue un enfoque de estabilización que, en contra de una postura liberal, da primacía al uso de la violencia y la soberanía, dejando de lado los derechos humanos43. Desde la perspectiva de los dirigentes de la República Centroafricana o de Malí, esta dependencia de la violencia y la soberanía les permite rechazar intervenciones no deseadas, contener el malestar y responder con mayor libertad a los desafíos internos44. Además, las transgresiones de los derechos humanos de las unidades apoyadas por el Grupo Wagner y del personal del Grupo Wagner no repercuten negativamente en el Kremlin por derecho de dos maneras. Una tiene que ver con la ya citada ambigüedad del Grupo Wagner, que permite al Kremlin negar una relación de mando y control. Para Sorcha MacLeod, presidenta del Grupo de Trabajo de la ONU sobre el uso de mercenarios, la «distancia entre el Estado ruso y el grupo» es intencionada: «Opera en una situación de clandestinidad, hay una verdadera falta de transparencia y esa es toda la cuestión»45.

Niños extrayendo oro en una mina tradicional en la República Centroafricana

La segunda es la protección diplomática que Rusia ofrece a través de la ONU. En 2022, Rusia rechazó un intento de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU de investigar los abusos cometidos por personal ruso y local en la República Centroafricana. También bloqueó la renovación de un grupo de supervisión del embargo de armas de la ONU. En el caso de Mali, Rusia impidió que la ONU iniciara una investigación independiente sobre un incidente ocurrido en marzo de 2022 en Moura, en el que unas trescientas personas fueron presuntamente asesinadas por soldados malienses e integrantes del Grupo Wagner. En conjunto, esta protección frente a nuevos escrutinios consolida el enfoque de Rusia y es representativa de su compromiso constante con sus socios africanos.

Los próximos pasos

Las actividades de Rusia a través del Grupo Wagner podrían motivar una reforma y revitalización de la SFA estadounidense en África. Aunque la SFA sea el modo predominante de compromiso de Estados Unidos, como se ha señalado anteriormente, se trata de un enfoque que a menudo solo goza de un apoyo político e institucional inconstante46. Esto refuerza la reducción del alcance y los plazos analizados anteriormente. La competencia podría hacer que los responsables políticos estadounidenses vacilaran e hicieran retroceder lo que se ha denominado de forma poco caritativa «titubeo estratégico»47. No se trataría de imitar el enfoque ruso; eso sería simplemente una carrera hacia el fondo desde la perspectiva estadounidense. Por el contrario, la competencia podría conducir a (re)comenzar las necesarias y continuas asociaciones con los Estados africanos, pero no por el mero hecho de proporcionar una alternativa sólida al Grupo Wagner. Más bien, se necesitan asociaciones sustanciales para que la SFA estadounidense dé sus frutos. Permiten que se desarrollen relaciones y entendimientos políticos y culturales48. Además, reconocen que la SFA no solo exige objetivamente mucho de una nación socia, sino que también pide a los líderes de esta que cambien su forma de hacer las cosas, que asuman riesgos y que sigan otros incentivos. Es importante saber que el apoyo y asistencia de Estados Unidos se mantendrán a largo plazo y tener en cuenta que el cambio solo puede producirse de forma gradual. La competencia con Rusia puede justificar lo racional de este planteamiento, pero los responsables políticos estadounidenses no deben perder de vista el objetivo de establecer asociaciones eficaces a través de la SFA.

Es probable que esta competencia aumente, incrementando así la urgencia de un cambio por parte de Estados Unidos. La presencia actual del Grupo Wagner forma parte del amplio «pivote hacia África» ruso iniciado tras la invasión de Crimea en 2014 para escapar del aislamiento económico y político resultante aplicado por Estados Unidos y otros países. Desde entonces, para avanzar en la diversificación, el Kremlin instigó acuerdos militares con más de veinte países africanos y las empresas extractivas rusas han ampliado su presencia en el continente. Tras la invasión de Ucrania en 2022, el ímpetu del Kremlin por evitar los efectos de las sanciones y tomar la iniciativa no ha hecho más que crecer. La extracción y venta de oro y diamantes pueden evitar las sanciones impuestas al sector bancario ruso49. La inversión rusa en la extracción de recursos naturales africanos puede permitir el blanqueo de fondos obtenidos ilegalmente50. Además, el desarrollo de participaciones en concesiones de petróleo y gas africanas otorga al Kremlin una influencia aún mayor sobre la forma en que los Estados europeos satisfacen sus necesidades energéticas51. Por lo tanto, resulta revelador que, aunque parte del personal del Grupo Wagner se trasladó a Ucrania en 2022 para apoyar las operaciones rusas, la mayor parte del contingente del grupo permaneció en África Central52. Esto demuestra el compromiso con los socios africanos existentes y demuestra determinación a otros que puedan sentirse atraídos por lo que Rusia, a través del Grupo Wagner, puede ofrecer.

Un agente del Grupo Wagner ofrece protección personal al presidente de la República Centroafricana durante un desfile militar en Bangui.

Sin duda alguna, muchos Estados africanos se sienten atraídos por ello. Una vez más, esto se relaciona en parte con las considerables exigencias de la SFA estadounidense unidas a la incertidumbre de que Estados Unidos sea un socio a largo plazo. Lo que Rusia ofrece a través del compromiso del Grupo Wagner es una alternativa competitiva que no viene con las mismas condiciones. Sin embargo, el atractivo también es evidente en la empatía africana hacia la postura de Rusia. Tras la invasión de Ucrania en 2022, la mayoría de las abstenciones en la condena de la Asamblea General de la ONU y en la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU procedió de África. También en este sentido, los Estados africanos no han acogido con entusiasmo las sanciones económicas a Rusia. En conjunto, como subraya el Instituto Tony Blair para el Cambio Global, «África se está convirtiendo rápidamente en crucial para los esfuerzos de Putin por diluir la influencia de Estados Unidos y sus alianzas internacionales»53.

Observaciones finales

Aunque Rusia no opera con la intención y la escala de la Unión Soviética ni posee el poder creciente de China, es justo reconocer que Rusia ha utilizado «fortalezas de nicho» para «golpear por encima de su peso» con eficacia54. El Grupo Wagner, dadas sus acciones, capacidades y clandestinidad, constituye uno de estos nichos que se ha aplicado en la RCA y Malí. Como tal, Rusia no debería ser vista simplemente como «un duende geopolítico», poniendo trabas allá donde va55. Tiene ciertos objetivos, en parte anclados en un deseo de prestigio y en parte basados en la necesidad a raíz de su creciente aislamiento tras 2014 y doblemente ahora tras la invasión de Ucrania en 2022. Lo que ofrece a través del Grupo Wagner es un método alternativo competidor de compromiso con medios y objetivos muy diferentes que puede resultar atractivo para algunos líderes africanos dada su situación política y los incentivos a los que se enfrentan. Esto presiona los esfuerzos de Estados Unidos en la SFA, pero permite potencialmente una reorientación mediante la formación de asociaciones a largo plazo que vayan más allá de responder al desafío ruso.

En cuanto a las futuras cuestiones de investigación que surgen del presente artículo, se puede mirar tanto hacia el exterior como hacia el interior. Por lo que respecta al exterior, es evidente que los responsables políticos estadounidenses están buscando en aliados occidentales, con ideas afines, el apoyo y asistencia para África56. La clave aquí será asegurar que estos proveedores extranjeros de la SFA estén igualmente comprometidos, no solo a limitar el espacio de maniobra de Rusia, sino también a desarrollar y mantener asociaciones con los Estados africanos a largo plazo. Internamente, se ha criticado que las fuerzas estadounidenses que proporcionan la SFA a menudo se quedan cortas en términos de entrenamiento, maduración de las competencias lingüísticas y reconocimiento y ascensos oportunos57. Mantener las asociaciones enérgicas y beneficiosas de todas las partes con los Estados africanos requerirá una consideración continua de estas variables internas al ecosistema militar estadounidense.


Notas

 

  1. Véase los argumentos y la revisión bibliográfica en Jahara Matisek y William Reno, «Getting American Security Force Assistance Right: Political Context Matters», Joint Force Quarterly 92 (1er Trimestre de 2019): 65–73, accedido 26 de abril de 2023, https://ndupress.ndu.edu/Portals/68/Documents/jfq/jfq-92/jfq-92_65-73_Matisek-Reno.pdf.
  2. Joint Publication (JP) 3-20, Security Cooperation (Washington, DC: U.S. Government Publishing Office [GPO], 23 de mayo de 2017), B-1, accedido 11 de abril de 2023, https://www.jcs.mil/Portals/36/Documents/Doctrine/pubs/jp3_20_20172305.pdf.
  3. Stephen Biddle et al., «Small Footprint, Small Payoff: The Military Effectiveness of Security Force Assistance», Journal of Strategic Studies 41, nro. 1-2 (2018): 132, https://doi.org/10.1080/01402390.2017.1307745.
  4. Stephen Watts et al., Building Security in Africa: An Evaluation of U.S. Security Sector Assistance in Africa from the Cold War to the Present (Santa Monica, CA: RAND Corporation, 2018), 23, accedido 11 de abril de 2023, https://www.rand.org/pubs/research_reports/RR2447.html.
  5. Otros compromisos importantes del Grupo Wagner son Libia, Madagascar, Mozambique y Sudán.
  6. Column Lynch et al., «Russia Flounders in Ukraine but Doubles Down in Mali», Foreign Policy (website), 14 de abril de 2022, accedido 15 de mayo de 2023, https://foreignpolicy.com/2022/04/14/russia-ukraine-mali-wagner-group-mercenaries/.
  7. Raphael Parens, The Wagner Group’s Playbook in Africa: Mali (Philadelphia: Foreign Policy Research Institute, 18 de marzo de 2022), accedido 11 de abril de 2023, https://www.fpri.org/article/2022/03/the-wagner-groups-playbook-in-africa-mali/; Catrina Doxsee, «Massacres, Executions, and Falsified Graves: The Wagner Group’s Mounting Humanitarian Cost in Mali», Center for Strategic and International Studies, 11 de mayo de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.csis.org/analysis/massacres-executions-and-falsified-graves-wagner-groups-mounting-humanitarian-cost-mali.
  8. Adam R. Grissom et al., Russia’s Growing Presence in Africa: A Geostrategic Assessment (Santa Monica, CA: RAND Corporation, 2022), 18, accedido 11 de abril de 2023, https://www.rand.org/pubs/research_reports/RR4399.html.
  9. Christopher Spearin, Private Military and Security Companies and States: Force Divided (Londres: Palgrave Macmillan, 2017), 2.
  10. U.S. Secretary of Defense, Quadrennial Defense Review Report (Washington, DC: U.S. Department of Defense, 6 de febrero de 2006), 4, accedido 11 de abril de 2023, https://history.defense.gov/Portals/70/Documents/quadrennial/QDR2006.pdf?ver=2014-06-25-111017-150.
  11. Para estos ejemplos, véase los siguientes: Danielle Paquette, «Russian Mercenaries Have Landed in West Africa, Pushing Putin’s Goals as Kremlin Is Increasingly Isolated», Washington Post (sitio web), 9 de marzo de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.washingtonpost.com/world/2022/03/09/mali-russia-wagner/; Declan Walsh, «Putin’s Shadow Soldiers: How the Wagner Group Is Expanding in Africa», New York Times (sitio web), 31 de mayo de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.nytimes.com/2022/05/31/world/africa/wagner-group-africa.html; Nick Mitchell, «What Is the Wagner Group?», National World, 24 de marzo de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.nationalworld.com/news/world/wagner-group-russian-mercenaries-ukraine-3589837; Justin Ling, «Moscow Turns U.S. Volunteers into New Bogeyman in Ukraine», Foreign Policy (sitio web), 15 de marzo de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://foreignpolicy.com/2022/03/15/russia-mercenaries-volunteers-ukraine/.
  12. U.S. Department of Defense Inspector General, East Africa Counterterrorism Operation and North and West Africa Counterterrorism Operation: Lead Inspector General Report to the United States Congress, 1 July 2020–30 September 2020 (Washington, DC: U.S. Department of Defense, 2020), 36, accedido 11 de abril de 2023, https://media.defense.gov/2020/Nov/25/2002541626/-1/-1/1/LEAD%20IG%20EAST%20AFRICA%20AND%20NORTH%20AND%20WEST%20AFRICA%20COUNTERTERRORISM%20OPERATIO NS.PDF.
  13. Patrick Wintour, «Russia’s Wagner Group ‘Have as Much Power in Kremlin as Ministers’», The Guardian (sitio web), 1 de noviembre de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.theguardian.com/world/2022/nov/01/russias-wagner-group-have-as-much-power-in-kremlin-as-ministers. Aunque Yevgeny Prigozhin negó durante mucho tiempo su relación con el Grupo Wagner, finalmente la reconoció en septiembre de 2022.
  14. Catrina Doxsee, «Putin’s Proxies: Examining Russia’s Use of Private Military Companies» (testimony, Washington, DC: House Oversight and Reform Subcommittee on National Security, 15 de septiembre de 2022), 1, accedido 15 de mayo de 2023, https://csis-sitio web-prod.s3.amazonaws.com/s3fs-public/congressional_testimony/ts220915_Doxsee.pdf?VersionId=vq98tVmBbPiPezNppw52ANt_nrnaj8yP.
  15. Sergey Sukhankin, «War, Business and Ideology: How Russian Private Military Contractors Pursue Moscow’s Interests», Jamestown Foundation, 20 de marzo de 2019, accedido 11 de abril de 2023, https://jamestown.org/program/war-business-and-ideology-how-russian-private-military-contractors-pursue-moscows-interests/.
  16. Federal Acquisition Regulation for Contractor Personnel in a Designated Operational Area or Supporting a Diplomatic or Consular Mission, 73 Fed. Reg. 10944 (28 de febrero de 2008) (que se codificará en 48 C.F.R. puntos 2, 7, 12, 25, 52), accedido 15 de mayo de 2023, https://www.govinfo.gov/content/pkg/FR-2008-02-28/pdf/FR-2008-02-28.pdf.
  17. Anthony H. Cordesman, Russia and the Color Revolution: A Russian Military View of a World Destabilized by the US and the West (Key Briefs) (Washington, DC: Center for Strategic and International Studies, 28 de mayo de 2014), accedido 11 de abril de 2023, https://csis-website-prod.s3.amazonaws.com/s3fs-public/legacy_files/files/publication/140529_Russia_Color_Revolution_Summary.pdf.
  18. Watts et al., Building Security in Africa, 24.
  19. Øystein H. Rolandsen, Maggie Dwyer y William Reno, «Security Force Assistance to Fragile States: A Framework of Analysis», Journal of Intervention and Statebuilding 15, nro. 5 (2021): 573, https://doi.org/10.1080/17502977.2021.1988224.
  20. Rita Abrahamsen, «Defensive Development, Combative Contradictions: Towards an International Political Sociology of Global Militarism in Africa», Conflict, Security & Development 19, nro. 6 (2019): 544–45, https://doi.org/10.1080/14678802.2019.1688960.
  21. Ibid.
  22. Stephanie Burchard y Stephen Burgess, «U.S. Training of African Forces and Military Assistance, 1997–2017: Security versus Human Rights in Principal-Agent Relations», African Security 11, nro. 4 (2018): 345, https://doi.org/10.1080/19392206.2018.1560969.
  23. Rita Abrahamsen, «Return of the Generals? Global Militarism in Africa from the Cold War to the Present», Security Dialogue 49, nro. 1-2 (2018): 25, https://doi.org/10.1177/0967010617742243.
  24. Antony J. Blinken, «Video Remarks to the G5 Sahel Summit», U.S. Department of State, 16 de febrero de 2021, accedido 11 de abril de 2023, https://www.state.gov/video-remarks-to-the-g5-sahel-summit/.
  25. Para análisis como éste, véase Matisek y Reno, «Getting American Security Force Assistance Right», 66–67; Rolandsen, Dwyer y Reno, «Security Force Assistance to Fragile States», 569; Burchard y Burgess, «U.S. Training of African Forces and Military Assistance», 347; Jahara Matisek, «International Competition to Provide Security Force Assistance in Africa: Civil-Military Relations Matter», PRISM 9, nro. 1 (octubre de 2020): 104, accedido 1 de mayo de 2023, https://ndupress.ndu.edu/Media/News/News-Article-View/Article/2383173/international-competition-to-provide-security-force-assistance-in-africa-civil/.
  26. Mick Moore, «Globalisation and Power in Weak States», Third World Quarterly 32, nro. 10 (noviembre de 2011): 1761, https://doi.org/10.1080/01436597.2011.610572.
  27. Lawrence W. Serewicz, «Globalization, Sovereignty and the Military Revolution: From Mercenaries to Private International Security Companies», International Politics 39, nro. 1 (marzo de 2002): 85, https://doi.org/10.1057/palgrave.ip.8895132.
  28. Kimberly Marten, «Russia’s Back in Africa: Is the Cold War Returning?», Washington Quarterly 42, nro. 4 (2019): 163, https://doi.org/10.1080/0163660X.2019.1693105.
  29. Jared Thompson, Catrina Doxsee y Joseph S. Bermudez Jr., «Tracking the Arrival of Russia’s Wagner Group in Mali», Center for Strategic and International Studies, 2 de febrero de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.csis.org/analysis/tracking-arrival-russias-wagner-group-mali.
  30. Moore, «Globalisation and Power in Weak States», 1765; Daniel Kaufmann, «Poverty in the Midst of Abundance: Governance Matters for Overcoming the Resource Curse», Brookings Institution, 13 de septiembre de 2012, accedido 11 de abril de 2023, https://www.brookings.edu/opinions/poverty-in-the-midst-of-abundance-governance-matters-for-overcoming-the-resource-curse/.
  31. Mucahid Durmaz y Murtala Abdullahi, «‘White Hands’: The Rise of Private Armies in African Conflicts», Al Jazeera, 28 de abril de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.aljazeera.com/features/2022/4/28/white-hands-the-rise-of-private-militaries-in-african-conflict.
  32. Jared Thompson, «The Wagner Group Has Its Eyes on Mali: A New Front in Russia’s Irregular Strategy», Modern War Institute at West Point, 14 de octubre de 2021, accedido 11 de abril de 2023, https://mwi.usma.edu/the-wagner-group-has-its-eyes-on-mali-a-new-front-in-russias-irregular-strategy/.
  33. Parens, The Wagner Group’s Playbook in Africa.
  34. «French Commander Accuses Wagner of ‘Preying’ on Mali», The Defense Post, 22 de julio de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.thedefensepost.com/2022/07/22/french-commander-wagner-mali/.
  35. «About the Leahy Law», U.S. Department of State, 20 de enero de 2021, accedido 11 de abril de 2023, https://www.state.gov/key-topics-bureau-of-democracy-human-rights-and-labor/human-rights/leahy-law-fact-sheet/.
  36. Ibid.
  37. Burchard y Burgess, «U.S. Training of African Forces and Military Assistance», 340.
  38. Kersti Larsdotter, «Security Assistance in Africa: The Case for Less», Parameters 45, nro. 2 (verano de 2015): 28–29, 32, https://doi.org/10.55540/0031-1723.2906.
  39. Burchard y Burgess, «U.S. Training of African Forces and Military Assistance», 364.
  40. «CAR: Experts Alarmed by Government’s Use of ‘Russian Trainers’, Close Contacts with UN Peacekeepers», Office of the High Commissioner for Human Rights, 31 de marzo de 2021, accedido 11 de abril de 2023, https://www.ohchr.org/en/press-releases/2021/03/car-experts-alarmed-governments-use-russian-trainers-close-contacts-un.
  41. Simon Marks, «UN Probes Allegations of Russian Mercenary Rights Abuses in Mali», Bloomberg, 11 de marzo de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-03-11/un-probes-allegations-of-russian-mercenary-rights-abuses-in-mali.
  42. Federica Saini Fasanotti, «Russia’s Wagner Group in Africa: Influence, Commercial Concessions, Rights Violations, and Counterinsurgency Failure», Order from Chaos (blog), Brookings Institution, 8 de febrero de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.brookings.edu/blog/order-from-chaos/2022/02/08/russias-wagner-group-in-africa-influence-commercial-concessions-rights-violations-and-counterinsurgency-failure/.
  43. David Lewis, «Contesting Liberal Peace: Russia’s Emerging Model of Conflict Management», International Affairs 98, nro. 2 (2022): 660, https://doi.org/10.1093/ia/iiab221.
  44. Serewicz, «Globalization, Sovereignty and the Military Revolution», 84. Aunque normativamente problemática desde el punto de vista occidental, esta dinámica se conoce desde hace mucho tiempo.
  45. Victoria Kim, «What Is the Wagner Group?», New York Times (sitio web), 31 de marzo de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://www.nytimes.com/2022/03/31/world/europe/wagner-group-russia-ukraine.html.
  46. Matisek y Reno, «Getting American Security Force Assistance Right», 71; Watts et al., Building Security in Africa, xviii–xix; Jahara Matisek, «The Crisis of American Military Assistance: Strategic Dithering and Fabergé Egg Armies», Defense & Security Analysis 34, nro. 3 (2018): 270, https://doi.org/10.1080/14751798.2018.1500757.
  47. Matisek, «The Crisis of American Military Assistance», 270.
  48. Matisek y Reno, «Getting American Security Force Assistance Right», 67.
  49. Mikhail Klimentyev, «Putin’s Exploitation of Africa Could Help Him Evade Sanctions», Time (sitio web), 10 de marzo de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://time.com/6165246/putin-africa-evade-sanctions/.
  50. Åse Gilje Østensen y Tor Bukkvoll, «Private Military Companies – Russian Great Power Politics on the Cheap?», Small Wars & Insurgencies 33, nro. 1-2 (2022): 141, https://doi.org/10.1080/09592318.2021.1984709.
  51. János Besenyő, «The Africa Policy of Russia», Terrorism and Political Violence 31, nro. 1 (2019): 137, https://doi.org/10.1080/09546553.2018.1555976.
  52. Amy Mackinnon y Robbie Gramer, «Russian Mercenaries Staged Atrocities in Mali, France Says», Foreign Policy (sitio web), 26 de abril de 2022, accedido 11 de abril de 2023, https://foreignpolicy.com/2022/04/26/russian-mercenaries-staged-atrocities-mali-france-says/. También se puede observar, cualitativamente, que el uso de convictos para llenar las filas del Grupo Wagner en Ucrania no se extendió a África.
  53. Emman El-Badawy et al., Security, Soft Power and Regime Support: Spheres of Russian Influence in Africa (Londres: Tony Blair Institute for Global Change, 23 de marzo de 2022), accedido 11 de abril de 2023, https://www.institute.global/insights/geopolitics-and-security/security-soft-power-and-regime-support-spheres-russian-influence-africa.
  54. Martin Russell y Eric Pichon, «Russia in Africa: A New Arena for Geopolitical Competition» (Brussels: European Parliamentary Research Service, noviembre de 2019), 2, accedido 11 de abril de 2023, https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/BRIE/2019/642283/EPRS_BRI(2019)642283_EN.pdf; Nathaniel Reynolds, Putin’s Not-So-Secret Mercenaries: Patronage, Geopolitics, and the Wagner Group (Washington, DC: Carnegie Endowment for International Peace, julio de 2019), 1, accedido 11 de abril de 2023, https://carnegieendowment.org/2019/07/08/putin-s-not-so-secret-mercenaries-patronage-geopolitics-and-wagner-group-pub-79442.
  55. Terminología extraída de Robert Dalsjö, Michael Jonsson y Johan Norberg, «A Brutal Examination: Russian Military Capability in Light of the Ukraine War», Survival 64, nro. 3 (2022): 22, https://doi.org/10.1080/00396338.2022.2078044.
  56. «Secretary Antony J. Blinken at a Virtual Panel Session on ‘A Just and Lasting Peace in Ukraine’», U.S. Department of State, 28 de marzo de 2023, accedido 15 de mayo de 2023, https://www.state.gov/secretary-antony-j-blinken-at-a-virtual-panel-session-on-a-just-and-lasting-peace-in-ukraine/; «Blinken says West has More to Offer Troubled Sahel than Russia», Radio France Internationale, 17 de marzo de 2023, accedido 15 de mayo de 2023, https://www.rfi.fr/en/international-news/20230317-blinken-says-west-has-more-to-offer-troubled-sahel-than-russia.
  57. Véase, por ejemplo, Matisek y Reno, «Getting American Security Force Assistance Right», 67.
 

Christopher Spearin, PhD, es profesor del Departamento de Estudios de Defensa del Real Colegio Militar de Canadá, situado en el Colegio de las Fuerzas Armadas Canadienses (CFC) en Toronto. Es licenciado por la Universidad McMaster, la Universidad Carleton y la Universidad de British Columbia. Spearin ha ocupado diversos puestos administrativos y de desarrollo curricular, incluido el de jefe de departamento, y ha impartido clases en todos los principales programas presenciales y a distancia del CFC. Sus investigaciones se centran en los agentes no estatales y la violencia, los mercenarios y la privatización de la seguridad.

 

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