Military Review Edición Hispanoamericana Revista Profesional del Ejército de Estados Unidos

 

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Cuarto Trimestre 2023

Los músicos de Marte en múltiples dominios

La ampliación de las armas combinadas en el siglo XXI

Teniente general Milford Beagle Jr., Ejército de EUA

Coronel (R) Richard Creed, Ejército de EUA

Teniente coronel (R) Matt Farmer, Ejército de EUA

 

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Spencer Bowers

Para conseguir la armonía en el combate, cada arma debe apoyar a la otra. El juego en equipo gana. Ustedes, músicos de Marte… deben entrar en el concierto en el lugar y el momento adecuados.

—George S. Patton

 

Hace más de ochenta años, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el entonces general de división George S. Patton explicó cómo quería combatir a la 2a División Blindada utilizando una metáfora musical, una extraña elección que reflejaba la facilidad con la que el general solía combinar lo profundo con lo profano. Los instrumentos de combate son diferentes hoy en día y también lo es el ambiente operacional, pero la metáfora sigue siendo válida. La nueva versión del Manual de Campaña (FM) 3-0, Operations, hace hincapié en el enfoque de las operaciones basado en las armas combinadas, ampliado para hacer frente a los retos que plantean hoy amenazas como China y Rusia1. Los dos adversarios poseen fuerzas armadas grandes y modernas que pueden enfrentarse a la fuerza conjunta estadounidense por tierra, mar, aire, espacio y ciberespacio, un ambiente en el que el Ejército de EUA no ha luchado durante décadas. Las fuerzas del Ejército afrontan este reto mediante operaciones multidominio, el concepto operacional descrito en el nuevo FM 3-0:

Savitskiy Vadim, Ministerio de Defensa ruso a través de Associated Press

Las operaciones multidominio consisten en el empleo combinado de las capacidades conjuntas y del Ejército para crear y explotar ventajas relativas que permitan alcanzar objetivos, derrotar a las fuerzas enemigas y consolidar los logros en nombre de los altos mandos de la fuerza conjunta2.

El núcleo de las operaciones multidominio es la ampliación de las armas combinadas más allá de los enfoques tradicionales de uno y dos dominios para incluir todos los dominios: terrestre, aéreo, marítimo, espacial y ciberespacial. El enfoque multidominio aumenta las opciones de los comandantes del Ejército y de la fuerza conjunta para crear ventajas explotables contra fuerzas enemigas con capacidades similares. La integración eficaz de todas las capacidades y métodos disponibles exige líderes que comprendan la doctrina y dominen su profesión. La lectura del FM 3-0 y otra doctrina es esencial, pero el dominio requiere la aplicación durante el desarrollo de líderes y el entrenamiento en la guarnición y los centros de entrenamiento de combate.

Desde su inicio en 2016, las operaciones multidominio se basaron en las amenazas. El punto de partida para entender las operaciones multidominio es, por tanto, comprender las amenazas china y rusa.

Los desafíos planteados por China y Rusia

La modernización militar china y rusa y la proliferación de capacidades espaciales, ciberespaciales y nucleares con aplicaciones militares son los factores clave que impulsan el cambio en la política y la doctrina de seguridad. Aunque varios adversarios pueden hacer frente a la fuerza conjunta en múltiples dominios, China y Rusia siguen siendo los más peligrosos. Estos países poseen formaciones y capacidades operacionalmente duraderas, resistentes y adaptables. Es improbable derrotar rápidamente a cualquiera de ellos en un único esfuerzo decisivo. Por tanto, las fuerzas del Ejército deben ser capaces de concentrar el poder de combate en múltiples puntos decisivos, acumular ventajas a lo largo del tiempo y derrotar en detalle a las fuerzas enemigas creando y explotando proporciones de fuerzas favorables3.

Para leer el Manual de Campaña 3-0

A nivel estratégico, China y Rusia presentan amenazas diferentes y a escalas diferentes. Sin embargo, ambos adversarios emplean enfoques de distanciamiento, utilizando capacidades de sensores en redes y fuegos de largo alcance para denegar a la fuerza conjunta estadounidense el acceso a zonas de valor estratégico necesarias para la proyección de fuerza y la respuesta global desde el territorio continental de Estados Unidos. Las dos naciones llegaron a la conclusión, a partir de las operaciones estadounidenses contra Irak y Afganistán, de que la mejor manera de defenderse era impedir que los enemigos acumularan el poder de combate cerca de sus fronteras4. La doctrina conjunta describe estos enfoques de distanciamiento como antiacceso y denegación de área. El término antiacceso suele referirse a las capacidades de largo alcance que impiden a la fuerza conjunta entrar en una zona. La negación de área se refiere normalmente a las capacidades de medio y corto alcance que limitan la libertad de maniobra de una fuerza una vez que se encuentra en un área. Estos planteamientos de distanciamiento hacen que China y Rusia sean capaces de hacer a la fuerza conjunta estadounidense cosas que nosotros hemos podido hacer a otros sin dificultad desde el final de la Guerra Fría. Una de las repercusiones estratégicas de los planteamientos de distanciamiento de los adversarios con capacidades iguales es el aumento de los costos potenciales en términos de dinero, tiempo y vidas para la fuerza conjunta y nuestros aliados en caso de conflicto armado, lo que de hecho aumenta el umbral en el que Estados Unidos podría responder a una provocación con la fuerza. Al diluir la eficacia de la disuasión convencional, los adversarios tienen mayor libertad de acción para ampliar la agresión y llevar a cabo actividades malignas, incluida la guerra de información. China y Rusia siguen avanzando sus intereses con un riesgo limitado de tener que enfrentarse a fuerzas militares de EUA en el combate cercano. El desarrollo de las operaciones multidominio tuvo en cuenta estas consideraciones estratégicas5.

A nivel operativo, existen dos tipos de combate básico relevantes para las fuerzas del Ejército: (1) La lucha conjunta, posibilitada por las capacidades del Ejército, para derrotar los métodos enemigos de antiacceso y denegación de área; y (2) la lucha terrestre, posibilitada por las capacidades conjuntas, para derrotar a las fuerzas enemigas, controlar el terreno y las poblaciones clave, y cumplir los objetivos nacionales para los comandantes de la fuerza conjunta. En ambos tipos de combate es fundamental el papel de los cuerpos de ejército que combaten como formaciones para neutralizar los componentes del sistema integrado de defensa antiaérea del enemigo y el mando general de fuegos integrados.

El desafío táctico también tiene dos componentes. El primero es cómo defenderán las fuerzas avanzadas el terreno crítico y las infraestructuras conjuntas en riesgo de agresión y acción ofensiva enemigas sin previo aviso. El segundo es cómo las fuerzas del Ejército llevarán a cabo operaciones ofensivas expedicionarias contra amenazas similares empleando una defensa deliberada en capas habilitada por capacidades globales de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Los elementos defensivos de la amenaza tienen muchas ventajas iniciales, como el tiempo de preparación, las líneas de comunicación relativamente cercanas a sus fronteras nacionales, un mejor conocimiento del terreno y de las poblaciones, las fuerzas disponibles y la capacidad de concentrar rápidamente grandes volúmenes de fuegos. Durante las operaciones amigas tanto defensivas como ofensivas, las fuerzas enemigas atacarán los nodos logísticos y de mando y control (C2) amigos, degradarán las comunicaciones amigas mediante la guerra electromagnética y atacarán nuestra voluntad de luchar mediante la guerra de información. En caso de que falle la disuasión, es probable que las formaciones tácticas del Ejército tengan que luchar y ganar con un aliado en inferioridad numérica y aisladas del resto de la fuerza conjunta de EUA.

Afrontar el desafío: Las operaciones multidominio

Las operaciones multidominio son la contribución del Ejército a las campañas conjuntas que logran resultados políticos sostenibles. Todas las operaciones dependen, de alguna manera, de capacidades y operaciones a través de múltiples dominios. Las operaciones multidominio se aplican en todos los escalones, aunque de distintas maneras. Los cuerpos de ejército hacia arriba suelen desempeñar el papel principal en la asignación o integración de las capacidades conjuntas y del Ejército, que son intrínsecamente multidominio, en sus formaciones subordinadas. En algunos casos, las divisiones también pueden desempeñar un papel integrador. Sin embargo, incluso cuando a una formación no se le asignan capacidades conjuntas, debe ser consciente de las amenazas que suponen las capacidades enemigas de todos los dominios y tomar las medidas adecuadas para mitigarlas. Preservar el poder de combate requiere un alto nivel de conciencia situacional y esfuerzo físico, que son imperativos en FM 3-0.

Beagle-fig

Las operaciones multidominio se basan en un enfoque conjunto y de armas combinadas de las operaciones en un ambiente de coalición. El concepto operacional hace hincapié en la necesidad de comprender los efectos y procesos para emplear todas las capacidades disponibles. En el FM 3-0, se proporciona un modelo para ayudar a los líderes a ver el ambiente operacional a través de cinco dominios, entendidos en tres dimensiones: física, de información y humana (véase la figura). Las operaciones multidominio se centran en las operaciones de combate a gran escala, pero describen cómo las fuerzas del Ejército integran las operaciones como parte de campañas conjuntas durante la competición, la crisis y el conflicto armado que se complementan y refuerzan mutuamente. Cuatro principios y nueve imperativos guían la conducción de las operaciones, proporcionando opciones sobre cómo los líderes aplican y preservan el poder de combate contra los desafíos específicos planteados por amenazas similares. Las operaciones multidominio hacen hincapié en el uso de mecanismos de neutralización y en derrotar en detalle a las fuerzas enemigas, manteniendo al mismo tiempo la cohesión de las operaciones amigas. En el FM 3-0, se describe cómo las fuerzas del Ejército integran las operaciones profundas, cercanas, de apoyo y de retaguardia dentro y entre escalones para generar poder de combate y emplearlo con el mayor efecto posible contra las fuerzas enemigas.

Las armas combinadas

La ampliación de las armas combinadas constituye el núcleo de lo que hace que las operaciones multidominio supongan un paso adelante. Los efectos complementarios y de refuerzo creados mediante el empleo de capacidades de diferentes dominios por parte de las armas combinadas se desencadenan gracias a la integración y sincronización que se produce durante el proceso de las operaciones. La integración consiste en determinar qué formaciones, qué escalón, y qué capacidades necesitan para lograr los objetivos que se les han asignado y, a continuación, asignar dichas capacidades. La sincronización consiste en aplicar combinaciones de esas capacidades en el tiempo y el espacio para crear dilemas para los que el enemigo no tenga buenas soluciones. Los líderes integran y sincronizan las fuerzas convencionales, fuerzas multinacionales, fuerzas de operaciones especiales, fuerzas irregulares y todos los socios de acción unificada disponibles. Cada componente del equipo ampliado de armas combinadas tiene fortalezas que los demás pueden reforzar y limitaciones que los demás pueden mitigar. Comprender cómo se combinan los distintos tipos de capacidades y emplearlas de forma inesperada para el enemigo es fundamental para tener éxito frente a adversarios que esperan que seamos predecibles. Los líderes deben comprender cómo su formación y sus capacidades habilitan a la comandancia general, a las unidades adyacentes y a la campaña conjunta. También deben comprender cómo las capacidades y formaciones que no controlan pueden apoyar sus operaciones.

El éxito exige el compromiso de los líderes con el mayor nivel posible de conocimientos especializados en todas las ramas y especialidades profesionales. Además, los líderes deben comprender cómo equilibrar la eficacia y la eficiencia a la hora de integrar o asignar capacidades entre los escalones del Ejército de una manera que tenga en cuenta los riesgos. Esta realidad significa que nuestro punto de partida, independientemente del escalón al que uno esté asignado, es una comprensión clara del ambiente operacional en términos de áreas asignadas amigas y adversarias y sus áreas de influencia.

La comprensión del ambiente operacional: Dominios y dimensiones

Las operaciones multidominio requieren que los líderes comprendan su ambiente operacional a través de los cinco dominios y sus dimensiones física, humana y de información. «Un dominio es una parte físicamente definida de un ambiente operacional que requiere un conjunto único de capacidades y habilidades de combate»6.

Los líderes no necesitan comprender todos los aspectos técnicos de las capacidades conjuntas o del Ejército, pero sí cómo pueden emplearse de forma mutuamente beneficiosa, y cómo solicitar esas capacidades para apoyar las operaciones terrestres. Del mismo modo, los líderes del Ejército en escalones por encima de brigada necesitan abogar por el empleo de las capacidades del Ejército para crear libertad de acción para los otros componentes de servicio de la fuerza conjunta.

Aunque las características físicas definen los dominios, las operaciones multidominio subrayan la importancia de factores que van más allá de lo físico. En el FM 3-0, se señala que «comprender las dimensiones física, humana y de información de cada dominio ayuda a los comandantes y estados mayores a evaluar y anticipar los impactos de sus operaciones»7.

Aunque la mayoría de las operaciones del Ejército inician la acción a través de la dimensión física, en última instancia deben influir (a través de la dimensión de información) para impactar en la voluntad del adversario (la dimensión humana). El FM 3-0 también hace hincapié en la importancia que siguen teniendo los factores intangibles para las fuerzas amigas, como el liderazgo y el planteamiento del mando tipo misión para el C2.

Verte a ti mismo: Generar y aplicar el poder de combate

Las funciones de combate y la dinámica del poder de combate desempeñan un papel clave para ayudar a los líderes a ver a sus unidades y comprender cómo emplear las capacidades contra el enemigo con el mejor efecto. En el FM 3-0, se identifican seis funciones de combate:

  • Mando y control
  • Movimiento y maniobra
  • Inteligencia
  • Fuegos
  • Sostenimiento [logística, servicios de personal, apoyo de servicio de salud]
  • Protección8.
Tropas chinas desfilan durante los ejercicios militares Vostok-2018 el 13 de septiembre de 2018 en el campo de entrenamiento de Tsugol, en Siberia, cerca de las fronteras de Rusia con China y Mongolia

En el FM 3-0, se modifica el modelo de poder de combate. Adapta la definición de poder de combate a la definición conjunta y hace hincapié en los medios letales y disruptivos que pueden aplicarse contra el enemigo. Cambia los componentes del poder de combate de «elementos» a «dinámica» para reforzar la idea de que el poder de combate consiste en variables que son interactivas y están sujetas a cambios en el ambiente. El FM 3-0 diferencia deliberadamente la dinámica del poder de combate de las funciones de combate. Define el poder de combate como «el total de medios de fuerza destructiva y disruptiva que una unidad militar/formación puede aplicar contra un enemigo en un momento dado (JP [Publicación Conjunta] 3-0)» e identifica la dinámica del poder de combate como la siguiente:

  • Liderazgo
  • Potencia de fuegos
  • Información
  • Movilidad
  • Supervivencia9.

Ver al enemigo: las amenazas y sus métodos

Las fuerzas del Ejército llevan a cabo operaciones orientadas a la amenaza. La amenaza siempre está pensando y adaptándose, por lo que comprenderla es un requisito continuo durante las operaciones. En el FM 3-0, se señala: «Las amenazas a las que se enfrentan las fuerzas del Ejército son, por naturaleza, híbridas. Incluyen individuos, grupos de individuos, fuerzas paramilitares o militares, elementos criminales, Estados-nación o alianzas nacionales»10.

China y Rusia combinan cinco grandes métodos para lograr sus objetivos durante la competición, la crisis y el conflicto:

  • La guerra de información es el uso de actividades de información como las operaciones en el ciberespacio, la guerra electrónica, las operaciones psicológicas, las campañas de desinformación y otras operaciones de engaño para lograr sus objetivos.
  • La guerra de sistemas es el uso de sistemas en redes que se apoyan mutuamente, como los sistemas integrados de defensa antiaérea y los complejos integrados de fuego, para lograr objetivos. Las amenazas protegen sus propios sistemas al tiempo que desintegran los del adversario.
  • La preclusión es el uso de métodos de distanciamiento para denegar a la fuerza conjunta amiga el acceso a zonas de importancia estratégica.
  • El aislamiento es el uso de los instrumentos nacionales de poder para separar a los socios de la coalición, los componentes de la fuerza conjunta o las fuerzas posicionadas en lugares avanzados del apoyo exterior.
  • El refugio es el posicionamiento de fuerzas de la amenaza fuera del alcance de fuerzas amigas11.

China y Rusia aplican los métodos de amenaza de diferentes maneras en los niveles operacional y táctico. Nuestros líderes consideran los métodos de la amenaza para comprender mejor las tácticas enemigas, anticiparse a las acciones enemigas y evaluar los cursos de acción amigos.

Las operaciones durante la competición, crisis y conflicto armado

Las operaciones multidominio son la contribución de las fuerzas del Ejército a operaciones conjuntas y suelen implicar a aliados y socios. Aprovechar las ventajas proporcionadas por la fuerza conjunta y nuestros socios multinacionales es una consideración crítica en cada contexto. Los contextos estratégicos —la competencia, crisis y conflicto armado— ayudan a los comandantes a comprender su papel en el contexto de una campaña conjunta y a prepararse para sus misiones. Durante la competición, las fuerzas del Ejército contrarrestan las actividades del adversario y demuestran su credibilidad en el combate mediante el entrenamiento y la interoperabilidad con aliados y socios. Esta actividad establece las condiciones para el éxito de las operaciones de combate, reconociendo que no hay tiempo adicional para prepararse para el conflicto: Las fuerzas del Ejército disuaden el conflicto preparándose continuamente para él. Durante las crisis, las fuerzas del Ejército proporcionan opciones a los comandantes de la fuerza conjunta para disuadir de nuevas agresiones y proteger los intereses nacionales. Durante los conflictos armados, las fuerzas del Ejército derrotan a las fuerzas enemigas y controlan el terreno y las poblaciones clave. Independientemente del contexto estratégico, las fuerzas del Ejército consolidan continuamente los logros en apoyo de la fuerza conjunta para que ésta consiga resultados políticos sostenibles12.

Fundamentos de las operaciones multidominio: Principios e imperativos

Los principios e imperativos caracterizan las operaciones eficaces y ayudan a guiar a los líderes a través del proceso de operaciones.

Principios. Hay cuatro principios que caracterizan las cualidades deseables de las operaciones: La agilidad, convergencia, resistencia y profundidad. Todos estos están vinculados al concepto central del uso de las armas combinadas de todos los elementos de potencia de combate disponibles de múltiples dominios para crear y aprovechar las ventajas inherentes.

La agilidad abarca muchas consideraciones. Los comandos ágiles rápidamente hacen la transición entre las fases, contextos y organización de tareas. Los líderes ágiles formulan planteamientos operacionales diseñadas para aprovechar ventanas de oportunidad fugaces. Las fuerzas ágiles se dispersan rápidamente para evitar ser un blanco del enemigo, se concentran rápidamente cuando sea necesario y se adaptan más rápidamente que el enemigo a medida que las condiciones cambian.

La convergencia garantiza que los escalones de división hacia arriba empleen todas las capacidades disponibles del Ejército y la fuerza conjunta para maximizar la potencia de combate relativa de manera que crea oportunidades para derrotar a las fuerzas enemigas capaces. La convergencia crea oportunidades para la maniobra y operaciones cercanas, pero requiere fuerzas ágiles del Ejército para aprovechar estas oportunidades fugaces.

La resistencia refleja la capacidad aguantar los ataques del enemigo y llevar la lucha al enemigo en el tiempo y espacio necesarios para cumplir la misión. Es una función de protección, sostenimiento y la gestión del ritmo de combate.

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Los contextos estratégicos —la competencia, crisis y conflicto armado— ayudan a los comandantes a comprender su papel en el contexto de una campaña conjunta y a prepararse para sus misiones.

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La profundidad aplica la potencia de combate en todas las formaciones del enemigo y el ambiente operacional, logrando objetivos operacionales sucesivos y consolidando los avances para la fuerza conjunta. Las operaciones en profundidad interrumpen el planteamiento preferido por el enemigo, desintegran los elementos interdependientes de los sistemas enemigos y hacen a las fuerzas enemigas vulnerables a derrotarlas en detalle13.

Imperativos. Nueve imperativos describen lo que las unidades deben hacer para ganar a un costo aceptable en el campo de batalla moderno. Se derivan de los principios de la guerra, pero se adaptan a los desafíos actuales. Deben influir mucho en cómo desarrollamos a nuestros líderes y entrenamos a nuestro personal militar porque estos imperativos deben impulsar el cambio de cultura necesario para ganar en las operaciones de combate a gran escala en el siglo XXI. Los nueve imperativos son los siguientes:

  • Verse a sí mismo, ver al enemigo y comprender el ambiente operacional.
  • Tener en cuenta que se está bajo observación constante en todas las formas de contacto con el enemigo.
  • Crear y explotar ventajas físicas, humanas y de información relativas en búsqueda del dominio de las decisiones.
  • Establecer el contacto inicial con el elemento más pequeño posible.
  • Imponer múltiples dilemas al enemigo.
  • Anticipar, planificar y ejecutar las transiciones.
  • Designar, sopesar y sostener el esfuerzo principal.
  • Consolidar los avances de forma continua.
  • Comprender y gestionar los efectos de las operaciones en las unidades y los soldados14.

El segundo imperativo —tener en cuenta la observación constante del enemigo y todas las formas de contacto— afecta a todos los rangos y especialidades militares de nuestro Ejército. Aborda la importancia de no presentar blancos lucrativos a los fuegos enemigos. Como se expresa sucintamente en el FM 3-0: «Lo que puede ser detectado puede ser blanco de ataque y destruido»15. Las unidades deben emplear combinaciones de capacidades y técnicas para garantizar la dispersión, la cobertura, la ocultación, el camuflaje, el enmascaramiento de las firmas de radiación electromagnética, la seguridad de las operaciones y el engaño. Tener en cuenta la observación continua del enemigo operacionaliza la protección, que en última instancia es un resultado que requiere la atención continua de los líderes a las realidades de un ambiente operacional cada vez más transparente16.

Derrotar a las fuerzas enemigas

La derrota en detalle consiste en concentrar un poder de combate abrumador contra partes separadas de una fuerza en lugar de derrotar a toda la fuerza a la vez17.

Derrotar a un enemigo igual y adaptable que opera con capacidades y formaciones complejas en un único esfuerzo decisivo es sumamente improbable. Por lo tanto, el FM 3-0 proporciona un enfoque para derrotar a las fuerzas enemigas en detalle. Derrotar a las fuerzas enemigas en detalle permite a los comandantes aplicar una potencia de combate superior contra partes de una fuerza enemiga potencialmente superior y los sistemas que la hacen posible, como los comandos de fuegos integrados y los sistemas de defensa antiaérea integrados. Para ello, los comandantes aplican combinaciones de mecanismos de derrota. Como se describe en el FM 3-0, «las operaciones multidominio fracturan la coherencia de los planteamientos operacionales de la amenaza destruyendo, dislocando, aislando y desintegrando repetidamente sus sistemas y formaciones interdependientes, y explotando las oportunidades para derrotar a las fuerzas enemigas en detalle»18.

El marco operacional

Los campos de batalla son ambientes caóticos. Las fuerzas enemigas y amigas están entremezcladas, con unidades amigas a menudo separadas por grandes distancias o que operan bajo diferentes comandos. Los comandantes utilizan el marco operacional para ayudar a imponer el orden y la concentración en las fuerzas que controlan y para gestionar la aplicación de la violencia. En el FM 3-0, se describe el marco operacional como «una herramienta cognitiva utilizada para ayudar a los comandantes y estados mayores a visualizar y describir claramente la aplicación de la potencia de combate en tiempo, espacio, propósito y recursos en el concepto de operaciones (ADP 1-01)»19. Los tres modelos utilizados habitualmente para establecer un marco operacional son los siguientes: áreas asignadas; operaciones profundas, cercanas y de retaguardia; y el esfuerzo principal, esfuerzo de apoyo y la reserva20.

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Los campos de batalla son ambientes caóticos. Las fuerzas enemigas y amigas están entremezcladas, con unidades amigas a menudo separadas por grandes distancias o que operan bajo diferentes comandos.

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Los líderes no deben adoptar un enfoque excesivamente rígido del marco operacional. Solo deben utilizar modelos cuando sean aplicables y deben sentirse libres de adaptar un modelo a los requisitos únicos de una situación. Si un modelo totalmente distinto se adapta mejor a sus necesidades, deben coordinarse los niveles superiores e inferiores para garantizar que cada escalón entiende y sigue el mismo enfoque. Al adaptar los modelos, los líderes deben asegurarse de que su marco sigue encajando con el de su escalón superior.

Los comandantes consideran el apoyo mutuo entre fuerzas subordinadas cuando asignan áreas. El apoyo mutuo puede incluir distancias de apoyo entre armas y capacidades. También incluye la consideración de las distancias de apoyo entre unidades. Los cuerpos de ejército y divisiones que operan a lo largo de múltiples ejes tendrán formaciones subordinadas no contiguas. Cuando un escalón superior asigna zonas designadas no contiguas, mantiene la responsabilidad del riesgo relacionado con las zonas cuya responsabilidad no asigna. Un área asignada puede ser un área de operaciones, una zona o un sector, dependiendo del tipo de operación y del nivel de control requerido por el escalón superior. Las áreas asignadas deben ser lo suficientemente grandes como para apoyar las maniobras de los subordinados y su capacidad de distribuir fuerzas para evitar presentar al enemigo blancos de alto valor. Sin embargo, no deben extenderse demasiado más allá de las áreas de influencia subordinadas, lo que impondría niveles inciertos o excesivos de riesgo a la formación subordinada. Cuando un escalón retiene áreas, también retiene los riesgos relacionados con esas áreas. Durante las operaciones no contiguas, los líderes deben evaluar continuamente los riesgos en esas zonas retenidas, especialmente en lo que se refiere a los nodos de mando y control y de sostenimiento.

Dentro de las áreas asignadas, los comandantes organizan sus operaciones en términos de tiempo, espacio y propósito sincronizando las operaciones en profundidad, cercanas, de apoyo y de retaguardia. Las divisiones y comandos superiores también pueden escalonar sus formaciones de acuerdo con la profundidad, cercanía, apoyo y áreas de retaguardia debido al tamaño y la escala de sus operaciones durante el combate a gran escala. El énfasis en las «operaciones» en esta versión de FM 3-0 ayuda a aclarar el papel de una unidad en términos de propósito: Las áreas definen la ubicación de una unidad; así como las operaciones definen el propósito de una unidad.

La toma y defensa de zonas terrestres disputadas requieren operaciones cercanas y suelen implicar combate a corta distancia o la amenaza de este. El combate cercano es la actividad de mayor riesgo para las fuerzas convencionales. Las operaciones profundas y de retaguardia se llevan a cabo generalmente para permitir el éxito durante las operaciones cercanas y establecer condiciones favorables para la maniobra en el combate cercano. «Las operaciones profundas son acciones tácticas contra fuerzas enemigas, normalmente fuera del contacto directo con fuerzas amigas, destinadas a configurar futuras operaciones cercanas y proteger las operaciones de retaguardia… Las operaciones cercanas son acciones tácticas de las fuerzas de maniobra subordinadas y de las fuerzas que les prestan apoyo inmediato, cuyo propósito es emplear la maniobra y fuegos para acercarse a las fuerzas enemigas y destruirlas… Las operaciones de retaguardia son acciones tácticas detrás de las principales fuerzas de maniobra subordinadas que facilitan el movimiento, amplían el alcance operacional y mantienen el ritmo deseado»21.

Dado que las fuerzas del Ejército lucharán en ambientes de comunicaciones disputados, el planteamiento de mando tipo misión para el mando y control es más esencial que nunca. Una forma en la que los comandantes permiten la iniciativa disciplinada y la capacidad de asumir riesgos es describiendo el papel de cada escalón en tiempo, espacio y propósito. El FM 3-0 ofrece algunas consideraciones generales:

Durante las operaciones de combate a gran escala, los equipos de combate de brigada (BCT) y las divisiones se centran generalmente en derrotar a las formaciones de maniobra enemigas. Los cuerpos de ejército y escalones superiores se centran generalmente en derrotar a los sistemas de defensa aérea integrados del enemigo y a partes del comando de fuegos integrados del enemigo, de acuerdo con el plan y las prioridades del JFC [comandante de la fuerza conjunta]22.

Los cuerpos de ejército coordinan las operaciones de combate de sus divisiones, las divisiones las de sus brigadas y las brigadas las de sus batallones. Cada escalón superior trata de establecer las condiciones para que sus formaciones subordinadas alcancen los objetivos asignados, mientras les proveemos los recursos, la orientación y el conocimiento de la situación necesarios para ello. Los cuerpos de ejército y las divisiones luchan como formaciones, lo que requiere un planteamiento integrado de las operaciones en profundidad, cercanas, de apoyo y de retaguardia: Ningún escalón puede permitirse el lujo de centrarse de forma sesgada en una sola parte del campo de batalla.

La consolidación de avances

En la versión de 2017 del FM 3-0, se introdujo el concepto de consolidar los avances, y en la Publicación de Doctrina del Ejército 3-0, Operations, de 2019, se siguió aclarando la necesidad de hacerlo. En la versión 2022 del FM 3-0 se afirma la importancia de la consolidación continua de los avances como un imperativo y una consideración clave para las operaciones durante la competición, las crisis y los conflictos armados. La consolidación de avances logra el propósito más importante de las operaciones que llevan a cabo las fuerzas del Ejército. No es una fase, es la explotación de objetivos tácticos para obtener resultados estratégicos. La consolidación de avances requiere que los líderes conduzcan las operaciones con el estado final en mente y tomen las acciones requeridas para lograr ese estado final general lo más rápido posible. La consolidación de avances comienza con una descripción clara del propósito de una operación y un entendimiento compartido sobre cómo lograrlo. Después, a medida que las unidades alcanzan los objetivos y derrotan a las fuerzas enemigas, toman medidas para que sus logros sean permanentes. La consolidación de avances puede comenzar como una pequeña unidad que toma control de un objetivo. Puede incluir que una división asigne a una brigada la misión de derrotar a una fuerza enemiga desviada para establecer las condiciones para las operaciones de estabilidad. Pedir a un aliado o socio que lleve a cabo tareas esenciales de estabilidad en una zona urbana sería un medio potencialmente eficaz de consolidar los avances.

Los escalones superiores solicitan recursos para aumentar la escala y acelerar el ritmo de consolidación de los logros. Su acceso a las fuerzas del país anfitrión, a los fuegos conjuntos, a las capacidades de asistencia a las fuerzas de seguridad, fuerzas de operaciones especiales, elementos de asuntos civiles y públicos, ingenieros y capacidades espaciales y ciberespaciales les brinda la oportunidad de cohesionar y ampliar el éxito de las unidades subordinadas. Durante las grandes campañas y operaciones, la consolidación de avances es el criterio que impulsa la transición de la responsabilidad sobre zonas y poblaciones a otras autoridades legítimas y, en última instancia, la obtención de resultados políticos sostenibles. Durante la competición postconflicto, las fuerzas del Ejército continúan consolidando los avances para la fuerza conjunta, ampliando o manteniendo la estabilidad de las condiciones deseables.

Ambientes marítimos

Una década después del Pivote al Pacífico, es fundamental que la doctrina del Ejército comience a tener en cuenta las consideraciones únicas de operar en ambientes marítimos como el teatro del Indo-Pacífico23. El capítulo 7 del FM 3-0 aborda muchas de esas consideraciones, y describe asimismo aspectos de las operaciones en el Ártico, que también está muy influido por el ambiente marítimo.

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El sostenimiento, la comunicación, la protección y la movilidad suponen un reto para las fuerzas terrestres en ambientes marítimos y requieren un nivel aún mayor de integración con la fuerza conjunta.

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Las operaciones en ambientes marítimos requieren el uso de capacidades conjuntas y del Ejército que se apoyen mutuamente. El sostenimiento, la comunicación, la protección y la movilidad suponen un reto para las fuerzas terrestres en ambientes marítimos y requieren un nivel aún mayor de integración con la fuerza conjunta. Con frecuencia, el componente terrestre puede apoyar a los componentes aéreo y marítimo, lo que supone un cambio respecto a lo que las fuerzas del Ejército han estado acostumbradas en las últimas décadas. Las operaciones marítimas dependen de las fuerzas terrestres para asegurar bases, puertos y puntos de estrangulamiento marítimos. Las fuerzas terrestres posibilitan las operaciones aéreas y marítimas con fuegos de superficie-superficie y superficie-aire al tiempo que permiten a la fuerza conjunta retener o apoderarse de masas de tierra e infraestructuras críticas24.

Despliegues disputados

Las fuerzas del Ejército deben esperar desafíos por parte de la amenaza desde sus guarniciones hasta las zonas de concentración en el extranjero. Desde la Segunda Guerra Mundial, «las Fuerzas Armadas de EUA llevaban a cabo despliegues sin oposición y generalmente predecibles desde los puntos de origen hasta los teatros de operaciones porque nuestros enemigos carecían de la capacidad de afectar significativamente a las unidades destinadas a desplegarse en sus guarniciones o mientras se encontraban en tránsito hacia un teatro de operaciones. Esto ya no es así»25. En el Anexo C del FM 3-0, se describe cómo planeamos lidiar con las amenazas con capacidades iguales de observar, perturbar, retrasar y atacar a las fuerzas estadounidenses en cualquier fase de la proyección de fuerzas, incluso cuando todavía están posicionadas en sus guarniciones en Estados Unidos y en el extranjero. «Por lo tanto, los comandantes y estados mayores deben planificar y ejecutar los despliegues asumiendo que las fuerzas amigas están siempre bajo observación y en contacto»—un imperativo de las operaciones multidominio26.

Las operaciones multidominio en el futuro

El FM 3-0 es un catalizador para el cambio en todo el Ejército. La doctrina de operaciones multidominio impulsará la actualización de otras doctrinas del Ejército e influirá en el diseño de las fuerzas futuras. La formación militar profesional debe tener en cuenta sus principios, imperativos y planteamiento del ambiente operacional. Las operaciones multidominio impulsarán cambios en el entrenamiento colectivo en las guarniciones de las unidades y en los centros de entrenamiento de combate. La interoperabilidad con aliados y socios es más importante que nunca y debe abordar requisitos técnicos, humanos y de procedimientos. Debemos centrarnos en ser un buen aliado o socio, no solo en tener aliados y socios.

Al igual que la doctrina de Combate Aeroterrestre [AirLand Battle] impulsó un mayor nivel de integración aire-tierra por parte de la fuerza conjunta, las operaciones multidominio impulsarán el desarrollo continuado de tácticas, técnicas y procedimientos para integrar las capacidades marítimas, espaciales y ciberespaciales en apoyo de las operaciones en tierra. Organizaciones como la fuerza de tarea multidominio y el comando de fuegos de teatro son los primeros pasos. Las unidades deben desarrollar y experimentar soluciones para integrar las nuevas capacidades en las estructuras y procesos conjuntos y del Ejército ya existentes. La experimentación puede dar lugar a procesos nuevos o ajustados del Ejército y de las fuerzas conjuntas, o a ajustes en nuestras organizaciones actuales. Sin embargo, cualesquiera que sean los cambios que introduzcamos como Ejército y fuerza conjunta, deben basarse en un entendimiento común de cómo combatimos. Este entendimiento común comienza con nuestra doctrina.

Esta versión de las operaciones multidominio no es el «fin de la doctrina». Continuará evolucionando a medida que las fuerzas del Ejército aprendan, entrenen y perfeccionen las ideas del FM 3-0 para llegar al concepto del Ejército de 2030. Las futuras versiones de las operaciones multidominio seguirán actualizando las ideas clave y teniendo en cuenta las nuevas capacidades, basándose en la experiencia de la fuerza.

Patton utilizó la metáfora de una orquesta y el papel de cada instrumento en su discurso «Músicos de Marte» para describir el enfoque de armas combinadas de cómo quería él luchar. Al otro lado del mundo y dos milenios antes, Sun Tzu identificó la ventaja de combinar en sus axiomas sobre la música, el color y el gusto:

No hay más de cinco notas musicales y, sin embargo, las combinaciones de estas cinco dan lugar a más melodías de las que jamás podrán escucharse. No hay más de cinco colores primarios, pero combinados producen más tonalidades de las que jamás se hayan visto. No hay más de cinco sabores cardinales, pero sus combinaciones dan lugar a más sabores de los que se pueden degustar27.

Sabemos que las observaciones de estos iconos del pensamiento militar no proporcionan una solución mágica sobre cómo ganar guerras. Sin embargo, su resonancia a lo largo del tiempo sugiere que la idea de emplear combinaciones durante la guerra de forma que sorprendan y abrumen a las fuerzas enemigas es algo más que una moda pasajera. De hecho, forma parte del tejido mismo de lo que hace que una organización militar tenga éxito. Los líderes que dominan su oficio, capaces de incorporar todas las capacidades disponibles de forma sorprendente y abrumadora para las fuerzas enemigas, pueden tomar una modesta actualización de la doctrina y convertirla en una ventaja abrumadora proporcionada por las fuerzas del Ejército a la fuerza conjunta.


Notas

 

  • Epígrafe. George S. Patton, citado en la publicación 90-6 del Centro de Lecciones Aprendidas del Ejército (CALL), The Musicians of Mars: A Story of Synchronization for the Company/Team Commander (Fort Leavenworth, KS: CALL, julio de 1990), 4.
  1. Huba Wass de Czege, «Lessons from the Past: Making the Army’s Doctrine ‘Right Enough’ Today», Institute of Land Warfare Publication No. 06-2 (Arlington, VA: Association of the United States Army, septiembre de 2006), 15, accedido 1 de diciembre de 2022, https://www.ausa.org/sites/default/files/LPE-06-2-Lessons-from-the-Past-Making-the-Armys-Doctrine-Right-Enough-Today.pdf. Este ensayo ofrece una guía sobre cómo desarrollar con éxito una doctrina de operaciones. En él, Wass de Czege señala la importancia de minimizar los cambios en la doctrina para que la fuerza pueda asimilarlos más fácilmente. Escribió que «muchas ideas clave del Combate Aeroterrestre solo necesitan ser cultivadas de nuevo».
  2. Field Manual 3-0, Operations (Washington, DC: U.S. Government Publishing Office [GPO], 2022), 1-2.
  3. Ibid., 1-3.
  4. Army Techniques Publication 7-100.3, Chinese Tactics (Washington, DC: U.S. GPO, 2021), 1-10.
  5. FM 3-0, Operations, 1-3–1-4.
  6. Ibid., 1-18.
  7. Ibid., 1-21.
  8. Ibid., 2-1.
  9. Ibid., 2-3.
  10. Ibid., 2-6.
  11. Ibid., 2-7–2-12.
  12. Ibid., 1-14–1-16.
  13. Ibid., 3-2–3-7.
  14. Ibid., 3-8.
  15. Ibid., 3-10.
  16. Ibid., 3-10–3-13.
  17. Army Doctrine Publication 3-0, Operations (Washington, DC: U.S. GPO, 2010), 3-19.
  18. FM 3-0, Operations, 1-3.
  19. Ibid., 3-23.
  20. Ibid.
  21. Ibid., 3-27–3-31.
  22. Ibid., 6-10.
  23. Para más información sobre el Pivote al Pacífico, véase Christopher H. Robertson, The Obama Administration’s Pacific Pivot Strategy: An Assessment (Fort Leavenworth, KS: U.S. Army School for Advanced Military Studies, 25 de mayo de 2017), accedido 1 de diciembre de 2022, https://apps.dtic.mil/sti/pdfs/AD1039909.pdf.
  24. FM 3-0, Operations, 7-1.
  25. Ibid., C-1.
  26. Ibid.
  27. Sun Tzu, citado en Thomas R. Phillips, ed., Roots of Strategy (Harrisburg, PA: Stackpole Books, 1985), 28.
 

El teniente general Milford Beagle Jr., Ejército de EUA, es el comandante del Centro de Armas Combinadas del Ejército de EUA en Fort Leavenworth, Kansas, donde es responsable de integrar la modernización del Ejército en doctrina, organización, entrenamiento, material, liderazgo, personal, instalaciones y política. Ha desempeñado múltiples funciones de liderazgo, desde el nivel de pelotón hasta el de división, y sus despliegues profesionales abarcan todo el mundo, desde Hawái hasta la República de Corea. Anteriormente fue comandante general de la 10a División de Montaña (Ligera). Es licenciado por la Universidad Estatal de Carolina del Sur, y recibió maestrías de la Universidad Estatal de Kansas, de la Escuela de Estudios Militares Avanzados y de la Escuela Superior de Guerra del Ejército.

El coronel (retirado) Richard Creed, Ejército de EUA, es el director de la Dirección de Doctrina de Armas Combinadas en Fort Leavenworth, Kansas, y uno de los autores y editores de las ediciones de 2017 y 2022 del Manual de Campaña 3-0, Operations. Es licenciado por la Academia Militar de EUA, y recibió maestrías de la Escuela de Estudios Militares Avanzados y la Escuela Superior de Guerra del Ejército. Entre sus destinos anteriores se incluye el de G-3 de la 2a División de Infantería, y ha realizado misiones en Alemania, Corea, Bosnia, Iraq y Afganistán. Ha sido comandante de compañía, batallón y brigada.

El teniente coronel (retirado) Matt Farmer, Ejército de EUA, es desarrollador de doctrina en la Dirección de Doctrina de Armas Combinadas de Fort Leavenworth, Kansas, y uno de los autores de la edición 2022 del Manual de Campaña 3-0, Operations. Es licenciado por la Academia Militar de EUA, y recibió maestrías de la Universidad Nacional de Inteligencia de Defensa y de la Escuela de Estudios Militares Avanzados. Sus destinos incluyen misiones en Europa, Egipto, Iraq, Afganistán y Corea.

 

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